La noche es la mitad
de la vida,
Me siento nostálgica
en noches como ésta. Sentir de nuevo los nocturnos de Chopin interpretados
por la magia de Maria
João Pires me ayudan a conectar con mi otro yo. Adoro la noche; adoro su silencio. Sí, adoro
el silencio. Por eso he escrito tanto de noche, supongo; para que los destinatarios de
mis cavilaciones, a veces absurdas, fueran ojos mudos, sin halagos ni críticas,
de lo que llevaba dentro. Un hábito evasivo, seguramente, esto de la escritura
sin más finalidad que el silencio infinitamente compartido.
NOCTURNO
¿Por qué el alma tiembla de tal
manera?
Oigo el zumbido de mi sangre,
dentro de mi cráneo pasa una
suave tormenta.
¡Insomnio! No poder dormir, y,
sin embargo,
soñar. Ser la auto-pieza
de disección espiritual, ¡el auto-Hamlet!
Diluir mi tristeza
en un vino de noche
en el maravilloso cristal de las
tinieblas...
Y me digo: ¿a qué hora vendrá el
alba?
Se ha cerrado una puerta...
Ha pasado un transeúnte...
Ha dado el reloj trece horas...
¡Si será Ella!...
Adoro la
noche. Hay en ella un almacén lleno de vida, vida desperdiciada. Con ella se
podría crear otro mundo, una existencia que sabría cómo aprovechar la inmensa
cantidad de tiempo que se pierde en ésta. Todo está volcado en su oscuridad: los
sueños rotos, los besos que nos dieron una vez y los que no se dan, los
suspiros que se lanzan al aire, las ilusiones sin realizar, los te quiero sin
respuesta, desamores, equívocos, tiempo sin vivir, sensaciones sin sentir.
Los recuerdos. Pero siempre habrá un poema o una canción donde mecer el ánima arruinada o
triste o efusiva o agotada, naufragando en su oleaje.
CADA
NOCHE
Cada
noche es una noche
distinta
de las demás
uno
se duerme y sin más
del
sueño emerge el reproche
cada
noche es un derroche
de
goce o de desconsuelo
se
vuela en absurdo vuelo
pero
si soñando a tientas
uno
empieza a sacar cuentas
allí
comienza el desconsuelo.
Una
curiosidad. Uruguay tiene entre sus fiestas nacionales “la Noche de la
Nostalgia” o la “Noche de los Recuerdos”, una fiesta que se celebra desde hace
más de 38 años. Cada 24 de agosto, en la víspera de la celebración de la
Declaración de la Independencia, miles de uruguayos se dan cita para
reencontrarse y bailar al ritmo de los más grandes old hits de todos los tiempos. Me pregunto si en ella se canta a Drexler.
Al acabar el
día, quisiera escribir de nuevo versos de aquellos que ya no retroceden,
sílabas resbalando por cejas y pestañas en las que hallas esa intimidad que
resplandece unos segundos y después se esfuma.
En las palabras habitan sueños nocturnos que se desintegran al contacto
con la vida. Otros lo hicieron, ya.
POEMA XX
Puedo escribir los versos más
tristes esta noche.
Escribir por ejemplo: "La
noche está estrellada, y tiritan,
azules, los astros, a lo
lejos".
El viento de la noche gira en el
cielo y canta.
Puedo escribir los versos más
tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella
también me quiso.
En las noches como ésta la tuve
entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el
cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también
la quería
Como no haber amado sus grandes
ojos fijos.
Puedo escribir los versos más
tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir
que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa
sin ella
Y el verso cae al alma como al
pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no
pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella
no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien
canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con
haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la
busca,
Mi corazón la busca, y ella no
está conmigo.
La misma noche que hace blanquear
los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no
somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero
cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para
tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes
de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos
infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero
tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan
largo el olvido.
Porque en noches como ésta la
tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con
haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor
que ella me causa,
y éstos sean los últimos verso
que yo le escribo.
¿Qué es para vosotros la noche? ¿Una nada improductiva carente de significación, que ha dado lugar a la prefiguración de la noche como madre de lo negativo y monstruoso o un sentido de afirmación sobre aquello otro que reside en nosotros y nos abraza? La noche como origen o como fin. Para Lope de Vega, la noche no sólo es cómplice de los amantes, sino también refugio del poeta. Con ella, en este soneto el escritor recorrerá el camino para mostrarnos la estrecha relación existente entre el sueño, la muerte y la vida.
A LA NOCHE
Noche fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien
conquista,
los montes llanos y los mares
secos;
habitadora de celebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos;
la sombra, el miedo, el mal se te
atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del
fugitivo.
Que vele o duerma, media vida es
tuya;
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que
vivo.
A medida que el universo, y por
ende la tierra, se expande, la oscuridad nocturna aumenta. Y cuanto más
descendemos a nuestro yo onírico, la negrura del alma nos asedia.
No has sentido en la noche...
¿No has sentido en la noche,
cuando reina la sombra
una voz apagada que canta
y una inmensa tristeza que llora?
¿No sentiste en tu oído de virgen
las silentes y trágicas notas
que mis dedos de muerto arrancaban
a la lira rota?
¿No sentiste una lágrima mía
deslizarse en tu boca,
ni sentiste mi mano de nieve
estrechar a la tuya de rosa?
¿No viste entre sueños
por el aire vagar una sombra,
ni sintieron tus labios un beso
que estalló misterioso en la alcoba?
Pues yo juro por ti, vida mía,
que te vi entre mis brazos, miedosa;
que sentí tu aliento de jazmín y nardo
y tu boca pegada a mi boca.
“Rimas, leyendas y
narraciones”
Cómo pasar por
este espacio sin darle voz a la poeta argentina Alejandra Pizarnik ardiente
escritora que escogía el ámbito de la noche para crear.
LA
NOCHE
Poco
sé de la noche
pero
la noche parece saber de mí,
y más
aún, me asiste como si me quisiera,
me
cubre la conciencia con sus estrellas.
Tal
vez la noche sea la vida y el sol la muerte.
Tal
vez la noche es nada
y las
conjeturas sobre ella nada
y los
seres que la viven nada.
Tal
vez las palabras sean lo único que existe
en el
enorme vacío de los siglos
que
nos arañan el alma con sus recuerdos.
Pero
la noche ha de conocer la miseria
que
bebe de nuestra sangre y de nuestras ideas.
Ella
ha de arrojar odio a nuestras miradas
Sabiéndolas
llenas de intereses, de desencuentros.
Pero
sucede que oigo a la noche llorar en mis huesos.
Su
lágrima inmensa delira
y
grita que algo se fue para siempre.
Alguna
vez volveremos a ser.
Silencio
de la noche, doloroso silencio.
“Cuando siento necesidad de religión, salgo de noche y pinto las estrellas” dijo Van Gogh. Pintémoslas antes de que se nos apaguen entre los dedos.
NOCHE
La canción caía de los árboles
Y tras la niebla daban voces
De una mirada encendí mi cigarro
Cada vez que abro los labios
Inundo de nubes el vacío
En el puerto
Los mástiles están llenos de nidos
Y el viento
gime entre
las alas de los pájaros
LAS OLAS MECEN EL NAVÍO MUERTO
Yo en la orilla silbando
Miro la
estrella que humea entre mis dedos
Poemas árticos, 1918
Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير
. Gabon. 굿나잇. Boas
noites. 晚安 グッドナイト
Buonanotte. לילה טוב
Por eso mismo es.
ResponderEliminarPorque nacerse a la luz
es tanto como hacer paritarias noche
y día,
y transitar por la vía vital
(Drexler, siempre Drexker!)
Cuánto tiempo sin recalar por este sancta sanctorum, 'alevoso y nocturno'!!
Abrazo, Victoria