viernes, 20 de junio de 2025

Sheila Chandra, la voz truncada

 “Cantar es lo más cercano a la espiritualidad que conozco”

He dicho varias veces por estos lares que no soy yo quien busca la música, sino que la música me encuentra a mí. Eso me sucedió con Sheila Chandra.

Hace 15 años, después de uno de esos días intensos en los que necesitas música balsámica para poder dormir, descubrí su voz en A Sailor's Life, un embrujo que, si cerráis los ojos, hipnotiza y nos desconecta de la cruda realidad.


La riqueza, fluidez y calidad de su voz me golpeó inmediatamente. Estaréis conmigo que hay una “jondura” diferente en la garganta de esta mujer, que sustituye la percusión por el canto dhrupad típico de India, una suerte de embrujo rítmico que descompone en pequeñas partículas toda clase de onomatopeyas y sílabas, con el fin de lograr un efecto percusivo ante el micrófono. Le llaman algunos “el yoga del sonido”

Sheila descubrió su voz a los doce años mientras estudiaba en la escuela de Artes Teatrales. Desde entonces, su camino elegido fue ser cantante. Nacida en Londres en 1965 y de padres indios, sus inicios fueron fulgurantes. Con siete años era actriz infantil en una famosa serie de la BBC, Grange Hill. Sin tener ningún tipo de contacto con el negocio de la música, pulió su técnica vocal como una labor de amor, pasando hasta dos horas cada noche lanzando su voz en el alto hueco de la escalera de la casa de su familia. "No sabía cómo fabricar una oportunidad, confiesa, pero estaba decidida a que cuando se me presentara una oportunidad, estaría lista".

The Guardian

Se estrenó como vocalista en la década de los 80 con los Monsoon, una banda británica que buscaba la manera de fusionar el pop occidental y la música clásica de India. Inventaron un estilo, el indie pop, que fue precursor de lo que luego se conocería como world music. Un término que no le gusta nada, por cierto: "Ha generado una forma de apartheid", afirma.

Era 1982, ella tenía 16 años y su sencillo debut, Ever So Lonely, una creación sobrenatural de tablas y sitares coronada por su voz etérea alcanzó el número 12 en la lista de sencillos del Reino Unido.

En 1984, Sheila lanzó “Quiet”, su segundo álbum, que marcó un importante cambio en su estilo musical. A partir de este trabajo, comenzó a explorar el canto a capella, un estilo vocal que estaba profundamente arraigado en las tradiciones musicales de la India. Uno de los álbumes más cautivadores del verano de 1994 fue “The Zen Kiss” un trabajo que se nutre de influencias tan diversas como la música islámica, andaluza, búlgara y celta. Y, por supuesto, al ser de ascendencia india oriental, Chandra también emplea ragas y ornamentaciones musicales clásicas indias, siempre ancladas en el incesante zumbido.

Progresivamente se fue introduciendo en un mundo mucho más experimental, que culminaría con tres álbumes para Real World, el sello de Peter Gabriel, en el que combinaba multitud de tradiciones. Su habilidad para cruzar continentes en una sola línea vocal y entrelazar a la perfección los estilos vocales del mundo árabe, Andalucía, Irlanda, Escocia, India y estructuras más antiguas como el canto llano gregoriano, creó una verdadera fusión en una sola mente y una sola voz. “Weaving My Ancestor's Voices” consolidó a Chandra como heredera espiritual de una tradición vocal mundial, mientras que la sensible y meticulosa producción de su marido Steve Coe,  la enriqueció aún más y fue parte integral de la grabación, especialmente en las virtuosas piezas de percusión vocal "Speaking In Tongues" I y II. El álbum permaneció varias semanas en el Top 10 de Música Mundial de Billboard y superó en ventas a todo el resto del sello en Estados Unidos.

Sheila también fue una de las cuatro solistas de la banda sonora de “El Señor de los Anillos. Las Dos Torres”, en 2002, (con una pieza escrita especialmente para ella titulada Breath Of Life), que alcanzó el disco de platino.

Pero su voz tenía los días contados. En 1992, Sheila Chandra tuvo un grave accidente de coche. Tuvo que ser intervenida de urgencia para no perder la vida. No había tiempo para delicadezas y la intubación se hizo sin demasiado cuidado. A la larga, aquel detalle acabó con su carrera. “Después de la operación de emergencia tuve problemas con mi voz. Eso limitó mi producción y mi capacidad de experimentar a partir de ese momento”, recuerda. Durante años mantuvo a raya su dañada laringe usando drásticas medidas de protección. Si tenía un concierto, ensayaba una hora al día. Eso significaba no hablar absolutamente nada con nadie el resto del tiempo. Tenía que elegir, todo lo que podía tolerar antes de que el dolor fuera insoportable eran dos horas de charla o esas prácticas.


En 2007, tras un descanso de 14 años, ofreció conciertos en el festival WOMAD organizados por Gabriel y participó en el primer álbum de The Imagined Village y realizó una gira por el Reino Unido con ellos. Lamentablemente, la voz de esta innovadora artista ha seguido deteriorándose. En 2010, Sheila desarrolló el síndrome de la boca quemada (glosodinia), sin causa ni cura conocida, y ahora sufre un dolor neurológico persistente que se desencadena a mover la lengua que la incapacita para hablar, reír o llorar sin sufrir un dolor intenso. Cantar está completamente descartado. Es prácticamente muda y se comunica en persona principalmente mediante notas escritas a mano y un lenguaje de señas muy básico.

Retirada de la música, dada su dura experiencia, dedicó su atención a escribir libros de autoayuda, el primero de los cuales, Banish Clutter Forever – How the Toothbrush Principle Will Change Your Life (Deshazte del desorden para siempre: cómo el principio del cepillo de dientes cambiará tu vida), se publicó en 2010. Y asesora a jóvenes artistas, como el grafitero Stik. Para acabar, esta maravillosa nana cantada en castellano y con el típico acompañamiento pregrabado que siempre utilizó en sus conciertos en directo.

Cuidaos mucho. Y buscad la belleza, es la única protesta que vale la pena en este asqueroso mundo. Si dejáramos de lanzarnos artefactos que nos destruyen y empezáramos a compartir la música que nos construye, está claro que supondría un punto de inflexión en nuestra historia global. La música tiene el poder de transformar el mundo porque puede transformarnos individualmente. Así sea.

Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב




lunes, 2 de junio de 2025

Sara Beck: pasión por la música, amor por la enseñanza

 
"Adoro las canciones, verso a verso, rima a rima”

Descubrí a Sara Beck buscando experiencias sobre la manera en la que el aprendizaje de la música influye en la formación de la infancia. Los trabajos de esta profesora y doctora en psicología se centran en cómo la participación en la creación musical influye en el comportamiento infantil, sobre todo en el social. Hasta ahí, todo normal.

Fotografía: Randolph College (2019)

Mi gran sorpresa fue encontrarme a una cantante, compositora y poeta, que, además, escribe historias y las vive para crearlas, con una voz dulce, de esas que acarician el alma...

"No quiero vivir para siempre/Solo quiero oír el sonido/de los sueños que he estado soñando/alzando el vuelo..."

Así canta Sara Beck en los primeros momentos de su álbum "Music For Lovers & Fighters" (2009) una colección inteligente, sensual, audaz y contagiosa de canciones sobre el amor, los sueños y el coraje de luchar por ambos. La música es decididamente honesta e innegablemente pegadiza, el resultado natural de una artista igualmente enamorada de la conmovedora narrativa de Stevie Wonder, Carole King y Emmylou Harris con un enfoque melódico que evoca a la joven Joni Mitchell.

El mensaje se escucha alto y claro, sobre todo en canciones como Man Enough, un clásico instantáneo del soul con cuerdas, un piano Wurlitzer y la voz de Sara que plantea la simple pregunta: "¿Eres lo suficientemente hombre para amarme?".

Stevie Wonder es quizás uno de los mayores respaldos que puede recibir una artista independiente. Cuando esta legenda viva la invitó en diciembre de 2007 a interpretar "To Love Somebody" en el Sommet Center, con su esposo Park Chisolm a la guitarra acústica y los coros, supuso para la intérprete un antes y un después. Luego también como invitada en sus conciertos, en numerosas ocasiones y en su programa de radio semanal.

En el siguiente video, antes de interpretar esta canción sobre la importancia de entregarse con Mark Irwin y The Wrights en el The Listening Room en Nashville (2009), explica lo importante que fue en su carrera profesional la oportunidad que le dio.

A partir de entonces, su música la llevó lejos de su ciudad natal, Ellicott City, Maryland. De actuar en pequeños locales nocturnos de su tierra a estadios, teatros y clubes de todo el mundo. Después de pasar veintiún años radicada en Nashville, en 2018 se mudó a Lynchburg, donde además de escribir, grabar e interpretar, es profesora asociada de Psicología en Randolph College, donde ha podido compaginar sus dos pasiones: la música y la enseñanza. Su producción musical abarca dos décadas y ocho álbumes, incluido un disco infantil. Un álbum de canciones infantiles sobre la bondad: bondad hacia uno mismo, hacia los demás, hacia la Tierra y hacia los animales. Está inspirado en una organización sin fines de lucro con la que ha trabajado, The Children's Kindness Network, que intenta enseñar a los niños pequeños sobre la bondad para detener el acoso escolar antes de que comience.

De su discografía, me gustan mucho temas de su primer álbum “The Acrobat” (2019), un EP de seis canciones, una revelación en susurros y melodías, donde la voz cristalina de Beck es la protagonista, rodeada de un violonchelo rítmico y abundantes armonías.

También me ha llamado la atención la letra de la canción Everybody Falls, en la que parece insinuar una vena perfeccionista: Eres la princesa, tienes el rock and roll / eres la acróbata que se esfuerza por no soltar la barra;/ lo has logrado hasta ahora, pero todos caen...

Supongo que crecimos juntos, ya no somos niños. Nos enganchamos a nuestros botes y nos mantuvimos alejados de la orilla. La letra de Boats también es muy evocadora….

Antes de unirse a la facultad de Randolph, Beck actuó en una gira mundial con el famoso actor Kevin Costner y su banda, Modern West.

Después de la gira mundial, Beck volvió a colaborar con Costner y Modern West para grabar las voces de la canción principal, I Know These Hills, de la miniserie de televisión ganadora del premio Emmy de History Channel, Hatfields and McCoys.

Combinando desde 2018 docencia e interpretación, Sara publicó en 2021  un blog para el Center for Scholars & Storytellers, una organización centrada en los jóvenes que tiende un puente entre la investigación en ciencias sociales y la creación de medios. Beck escribió sobre cómo la creación musical activa con niños pequeños en un entorno grupal puede ofrecer beneficios sociales únicos, algo que vio de primera mano, especialmente este año.“Sabíamos que la música ocuparía un lugar importante en nuestro día a día”, escribió en el blog. “Lo que no nos dimos cuenta fue que se convertiría en un elemento central de muchos aspectos de nuestro enfoque docente”.

Su último trabajo, “Letters from Granada”, lo escribió y grabó desde un apartamento en la mágica ciudad de Granada, durante un viaje en solitario en el mes de agosto de 2024. “Letters from Granada” es a la vez íntimo y exuberante, ensoñador y con los pies en la tierra. La voz de Beck tiene una claridad que recuerda a la de Alison Krauss, y sus composiciones invitan a la reflexión sin alejarse demasiado de las palabras que se encuentran en la música de raíces y el folk de todo el mundo. Aquí, el álbum completo.

Sara siente pasión por sus hijos; confiesa que su pasatiempo favorito es garabatear en cuadernos mientras trepan a los árboles. Es una mujer que transmite pasión, alegría y buen rollo, algo de lo que vamos un poco escasos, por eso me gusta tanto. "He cantado, escrito y hecho música toda mi vida, y me apasiona el proceso creativo; me apasiona perseguir un sueño". "¡Dicen que los soñadores nunca mueren! Así que supongo que eso significa que, después de todo, podría ser inmortal", dice riendo. "Podría vivir con eso..."

Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב

Otras fuentes consultadas: