miércoles, 27 de mayo de 2020

Layla / Eric Clapton

Historia de una canción

            Hay quien dice que todas las canciones tienen historia. Aunque no sea así, esta canción de Eric Clapton, Layla, la tiene.  Layla es una de las más bellas canciones de rock, un arrebato de pasión, una declaración de amor, una llamada de atención, 7 minutos de intensidad al límite.
Sin embargo, a diferencia de lo que muchos, al menos yo, creíamos, Layla no es una canción creada exclusivamente por Eric Clapton. En 1970, Clapton, quien ya había formado parte del grupo Cream, se resistía a lanzar su carrera en solitario, y seguía tocando con el grupo Derek and the Dominos. La banda sólo duró un año y lanzó un único disco de estudio, “Layla and Other Assorted Love Songs”. La compusieron Clapton, que canta y toca la guitarra, y Jim Gordon (batería) que compuso los fragmentos más bellos de piano. La grabaron en los estudios Criteria de Miami, junto con Bobby Whitlock (órgano y piano), Carl Radle (bajo) y el guitarrista invitado Duane Allman. El disco no tuvo mucho éxito comercial en un principio. En la primavera de 1971 fue publicado en single. Nadie se enteró. Pero con el tiempo Layla, acabó convirtiéndose en una de las canciones más notorias del guitarrista. Y es que la canción tiene una increíble historia detrás, un triángulo amoroso entre Eric Clapton, el ex-Beatle George Harrison y su mujer, Pattie.

Portada del disco de nuestra discografía,
single de 1970 a 45 rpm
A finales de los años 60, Eric y George, eran muy buenos amigos. La modelo Pattie Boyd conoció a George Harrison en 1964 en el rodaje de la película “A Hard Day’s Night”, en la que ella participa como extra. Se enamoraron y se casaron dos años más tarde. Eric Clapton conoció a los The Beatles a finales de 1964 y congenió en especial con George. Clapton y Harrison entablaron una amistad repleta de colaboraciones y visitas habituales. En aquellos tiempos, Harrison compuso Something, una de las canciones más bellas del disco Abbey Road de los Beatles y “obsequió” a Boyd el tema de manera pública. Pero Clapton se enamoró obsesivamente de la mujer de su amigo. Como su creador cuenta en su autobiografía, "algo inesperado estaba sucediendo, me estaba enamorando de Pattie". Ella lo rechazó en un intento de salvar su matrimonio con Harrison, pero él buscó seducirla con otra canción. (No le pasa a todo el mundo ser la inspiración de dos monstruos sagrados de la música).

“Oh Dios!, todos van a saber que habla sobre mí". Así recordaba la modelo en una entrevista para el Daily Mail su sensación cuando escuchó Layla por primera vez. Eric Clapton la había llevado a un piso en South Kensington (Londres) para mostrarle una canción que acababa de grabar, sobre un amor desesperado y en aquellos momentos imposible. Exactamente el que sentía por ella. En su autobiografía, Boyd señala: “Nos vimos a escondidas en un piso de South Kensington. Clapton me había pedido que fuera porque quería que escuchase algo nuevo. Encendió el radiocasete, subió el volumen y sonó la canción más potente que jamás escuché. Era Layla; trataba sobre un hombre que cae enamorado perdidamente de una mujer que le quiere, pero no está disponible. Me la puso dos o tres veces, mientras miraba mi cara para ver mis reacciones. Mi primer pensamiento fue que todo el mundo me iba a reconocer”.

La canción estaba inspirada en el poema persa de siglo XII “Layla y Majnun”, que cuenta la historia de cómo Majnun se enamora de Layla y al saber que ella debe casarse con otro hombre, enloquece. Esta historia fue el germen de Layla, puesto que, aunque la situación del guitarrista no era exactamente la misma que la del personaje, el amor prohibido era un elemento común en ambas. El rechazo de Pattie trastornó al guitarrista que amenazó, incluso, con suicidarse. Años después acabaron juntos, pero esa es otra historia.  



Pese a que la canción fue un éxito de ventas en 1972 y se consolidó con el paso de los años, en un principio fue ignorada por culpa, en gran parte, de la falta de promoción de la discográfica de Clapton, cuyos directivos supusieron que no necesitaría apoyo publicitario tratándose de un músico tan reputado. Esto le causó una gran depresión al guitarrista, que, encima, acabó disolviendo la banda tras discutir con el batería Jim Gordon. Hoy Layla está en el puesto 27º de las mejores canciones de rock de todos los tiempos de la revista Rolling Stone. A algunos músicos les pasa una o dos veces en la vida y a muchos otros no les pasa nunca, pero Clapton tuvo el talento suficiente para convertir su calvario en una expresión creativa legendaria.

Hasta la mitad de sus siete minutos, Layla es como una plegaria desgarradora, un lamento, profundo, construido sobre un riff (una frase musical que se repite de forma constante a lo largo de una composición) de guitarra que está clavado en la memoria colectiva de quienes admiramos a su autor. Aún separado de la canción, es inconfundible. Esas notas son obra de Duane Allman, guitarrista admirado por Clapton, que terminó por colaborar en casi todos los temas del disco. Su aportación fue clave.  También es muy destacable la coda (pasaje de una composición previa a su final) a cargo del piano. Esa sección ni siquiera formaba parte de la canción originalmente, pero Clapton insistió en añadirla cuando escuchó a Jim Gordon tocarla un día en el estudio. El tema acaba, a ritmo de balada, con varias guitarras cruzándose en contrapunto para trenzar volutas con una ductilidad digna del cool jazz.

Aunque Layla es una canción muy compleja de tocar, según las declaraciones del propio Clapton, o quizás por ello, se han hecho numerosas versiones de la misma, siendo memorable la realizada por el propio Clapton en un álbum acústico grabado para MTV Unplugged, junto a la conocida Tears in Heaven (de la que ya os hablé cuando le dediqué una entrada en este espacio a “la mano de Dios”) con la que ganó un Grammy.

Han sido, precisamente, las diferentes versiones que el mismo Clapton interpreta a lo largo de los años las que me han animado a escribir esta entrada porque su diferencia me ha parecido fascinante. A ver a vosotros.


Después de Layla hay muchas historias; de amistad, ya que Eric y George continuaron siendo amigos, y de desgracias personales de los músicos que participaron en su creación. Pero creo que por esta noche ya es suficiente. En cualquier caso, Layla siempre representará una ferviente y exacerbada declaración de amor de un guitarrista desesperado hacia la mujer de uno de sus mejores amigos. Considerar si el final de la historia fue o no feliz, depende de cómo lo interprete cada uno.  

Por cierto, para nosotros Layla siempre será “nuestra Layla”, la reina de la casa durante muchos años, aquella que malcriamos como práctica de lo que nunca se debe hacer con los hijos ;) 


Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি. Laku noć. Bon lannwit

fuentes
https://www.elmundo.es/cultura/2015/04/08/5523f21222601dcb6c8b4580.html
https://www.sopitas.com/musica/layla-famosa-declaracion-de-amor-no-correspondido-eric-clapton-pattie-boyd/
https://www.efeeme.com/la-cara-oculta-de-las-canciones-layla-o-clapton-y-harrison-enamorados-de-la-misma-mujer/
https://www.20minutos.es/noticia/1033638/0/layla/eric-clapton/aniversario/


viernes, 22 de mayo de 2020

Altan

Agua fresca que brota de las fuentes de la tradición

Donegal (en irlandés, Dún na nGall) es un lugar salvaje, hermoso y terroso en la costa atlántica del noroeste de Irlanda, que despierta mi deseo de aire, de verde, de mar. Puede ser un lugar de clima extremo, con montañas y lagos que arrojan una luz de formas etéreas y donde cada característica geográfica parece tener un cuento escondido. Este lugar paradisíaco es el hogar de varias bandas y músicos increíbles, como Clannad o Enya, y el de la que esta noche quiero ofreceros, Altan. Y es que parece que la música en Irlanda es parte de la vida.

El espíritu y el sonido de esta banda irlandesa proviene de la profunda y rica tradición musical de su condado natal. Su historia se remonta a 1987 y podría decirse que es la historia de éxito más grande que haya visto la música tradicional, considerando que la banda fue la primera banda tradicional en firmar con un sello importante (Virgin-1994). En ese momento, la música tradicional de Donegal no era muy popular en Irlanda. Solo se interpretaba en los hogares y pubs, donde se escuchaba en una atmósfera de respeto e intimidad. El repertorio y el estilo característicos de aquel lugar estuvieron muy cerca de desaparecer por completo. Atlan fue la primera de una serie de bandas tradicionales que se aferraron a esta tradición moribunda y que defenderían la música de su tierra para que no muriera definitivamente.  Creo que esto es lo que le ha dado a Atlan su impulso y pasión, y un sentido inquebrantable de respeto por el regalo que se les dio, para compartir con el mundo su inimitable elegante concepción del sonido tradicional, convirtiéndose en una fuerza impulsora en el crecimiento de la popularidad de la música celta en todo el mundo, durante todos estos años.


Cerca de entrar en su cuarta década, Altan tiene, naturalmente, una historia musical dilatada y de gran alcance, una extensa discografía y un repertorio de enorme enjundia cargado de belleza y sensibilidad, que se originó a través de la unión musical y romántica de Mairéad Ní Mhaonaigh y el aclamado flautista Frankie Kennedy. Ambos eran maestros de la escuela primaria pero se volcaron de lleno en la música. La pareja uniría la tradición vocal gaélica y el añejo toque de violín de Gweedore, de Belfast y de la próxima Escocia. Aunque Kennedy falleció a principios de los 90 de cáncer de huesos, la banda continuó creciendo y prosperando con la persistencia de Mairéad a pesar de la tragedia.

El conjunto presenta la instrumentación tradicional irlandesa. Empezó como un dúo, pero ha pasado por diversas configuraciones, integrando en la actualidad a seis miembros: Mairéad en el violín y la voz, Ciarán Curran en el bouzouki, Ciaran Tourish en el violín, Dáithí Sproule uno de los pioneros de la guitarra tradicional irlandesa, Mark Kelly en la voz y la guitarra y Martin Tourish en el melodeón. Un grupo que aúna las mejores credenciales de la música celta con un virtuosismo interpretativo asombroso, como agua que brota de las fuentes de la tradición. También han explorado la conexión entre el folk irlandés y la música bluegrass estadounidense, lo que ha llevado a colaboraciones Mary Chapin Carpenter, Ricky Skaggs y Dolly Parton.  Altan ha ido creando escuela durante estos años como banda seminal de jóvenes grupos. "Joya portentosa del sonido irlandés, elegantes, brillantes en escena, el grupo del futuro con lo mejor del pasado..." son calificativos que la crítica les iba otorgando en su andadura. Y cierto es que, con tiento, aún le queda gran futuro.


Mairéad se convirtió en 2017 en la ganadora del Gradam Ceoil TG4, en la categoría “Músico tradicional del año” duno de los más altos honores musicales de Irlanda, reconociéndose así su destacado papel en el apoyo, la nutrición y el fortalecimiento de la música tradicional irlandesa.  Con sus grabaciones producidas exquisitamente, que van desde las canciones irlandesas más sensibles y conmovedoras hasta las típicas danzas tradicionales, y con sus emocionantes y dinámicas actuaciones en vivo, la música de Altan está profundamente arraigada en la cultura irlandesa, pero ha trascendido los límites que uno no esperaría en una banda tradicional y tienen una gran demanda en los Estados Unidos, Europa y Japón.
"Japón es un muy buen indicador de cómo la música se traduce en personas que no tienen ninguna conexión con el país", Altan siempre ha creído que la música tradicional irlandesa es música moderna. “Irlanda no es conocida por su ópera o música clásica. Lo que nos caracteriza es nuestra música tradicional, nuestro idioma, nuestra cultura. Eso es lo que podemos darle al mundo ", dice  Mairead Ni Mhaonaigh.
En todo momento, ha habido un compromiso inquebrantable de la banda para llevar la belleza de la música tradicional al público contemporáneo. Y, sin duda, lo ha conseguido.


En definitiva, Altan es música llena de vitalidad, necesaria para que el cuerpo aguante. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি. Laku noć. Bon lannwit




Fuentes
https://celtadigital.com/artistas-internacionales/altan/
http://musicasdelmundo.com/?p=8212
https://altan.ie/
https://www.reviewsnewage.com/2013/08/25/altan/

martes, 5 de mayo de 2020

Raquel Lúa

De Nou Barris al escenario

Lo que está pasando en el mundo de la música, de la cultura en general, a causa del confinamiento es fascinante: El encierro ha disparado los conciertos en streaming. La liquidación de las actuaciones en directo ha estimulado la creatividad en el mundillo musical. Para seguir en el candelero, se ha tenido que trasladar la experiencia del concierto al consumo individual frente a la pantalla. Un gran abanico de actuaciones para demostrar que, a pesar de todo, la música sigue adelante. La mayoría de ellas son gratuitas, como el  Cuarentena Fest (Festival de Música en Streaming en Tiempos Difíciles), Yo Me Quedo En Casa, Esperanzah a Casa y Mi Casa es Festival, Y hay, también, conciertos a muy buen precio a través de ticketmaster, música para escuchar, como ellos dicen, en primera línea de sofá. 
En este contexto, el 1 de mayo, mi primer #1demayoencasa desde hacía mucho tiempo, me llegó esta propuesta: un concierto solidario de Raquel Lúa, el 2 de mayo. El 40% de los ingresos iban destinados al “Fondo Cooperativo para la Emergencia Social y Sanitaria”. Pero ¿quién es Raquel Lúa? 
Esta joven cantante nació en Barcelona en 1993, en el barrio de Roquetes, pero a los 8 años, cuando nació su hermano, se mudaron a la Via Júlia, "porque de noche el ambiente en Roquetes se complicaba". Su padre es conductor de autobuses y su madre trabaja en limpieza. Ella “hacía vida” en la marquesina, junto al metro de Via Júlia. “El barrio marca el ser muy consciente de que hay personas que viven realidades diferentes y todas están ahí” afirma categórica en una entrevista a El Periódico. Su vocación no era la música; ella quería ser bióloga marina, hasta que, en bachillerato, una profesora de Filosofía le abrió un mundo. A los 18 años empezó a trabajar en el cine de Diagonal Mar, lo que le permitió independizarse y pagarse la carrera de Filosofía vendiendo palomitas. Hasta entonces, se había implicado en el Kasal de Joves Roquetes, donde empezó a hacer los primeros talleres de canto. A los 15 tenía un grupillo, Rock4Penguins. Al principio cantaba AC/DC, Extremoduro...  Así empezó todo.

Un día, con el bajista del grupo, dan un concierto en la bodega de un amigo de su padre. "Y nos enteramos de que había algo llamado Cabal Musical (un proyecto del Taller de Músics para la inclusión de artistas de barrios y zonas desfavorecidas que se basa en el acompañamiento artístico de talentos musicales) Enviamos el vídeo de la bodega, nos cogieron para un cásting y el día antes mi amigo se desmarcó. Unos días después me dijeron que yo estaba dentro. (…) No me daba la vida, trabajar, la carrera, la música... (...) Pero el Taller ha puesto la música en el centro de mi vida". Descubrir una voz en la ciudad debe ser como descubrir una ostra con perla. Emocionante. El Taller de Músics, que hizo emerger a Andrea Motis, y a Rosalía también, ha dado brillo al talento de Raquel Lúa , una voz que forma parte de esa clase de músicos que emergen sin pasar por la academia. Una voz que ya nace virtuosa y que, desde el aprendizaje en el Taller, crece.
Su voz y sus composiciones están cargadas de imágenes y, junto a los arreglos de la guitarra, te hacen viajar por el mar, el bosque y la luz que se cuela entre las hojas del árbol. Poesía en estado puro. Y es que para ella Federico García Lorca también es “su Federico”. Su abuela era prima segunda del poeta, su abuelo se lo hizo presente en su vida, como a mí mi abuela. (¡ay, las abuelas, qué importantes son en nuestras vidas!) A los 9 años me sabía un poema entero suyo. Le cogí un tremendo amor. Pensaba que era algo mío. Fue el primer paso para que me interesara leer. 
En 2018 sacó su primer trabajo discográfico, delicado y potente a la vez, titulado “Ruegos y demás”, un trabajo de autoedición financiado con ahorros y una campaña en Verkami, presentado en Tradicionarius, que huye de la tiranía de un solo género musical para acariciar el folklore de distintas partes del mundo. Un trabajo poco pretencioso, fresco y espontáneo. Cantadas con una voz melismática, sus armonías te hacen viajar desde la nostalgia hasta la alegría. Sus letras, llenas de literatura, transitan por el folk y la canción de autor con pinceladas de flamenco y bossa, y un claro aroma mediterráneo.
Es complicado escuchar a Raquel Lúa y no pensar en Sílvia Pérez Cruz, una artista que la ha influenciado mucho. "Cuando la escuché [a Pérez Cruz], para mí fue como un cambio de rumbo, en el sentido de que vi que la música puede servir para algo, que tiene la intención de decir algo", expone Lúa. "Es un orgullo que me comparen con ella porque es como Dios, pero, por otro lado, yo quiero ser yo"

Los músicos que la acompañan en su anadura musical son Amaia Miranda a la guitarra española y al guitalele. También a la guitarra española, la mandolina y el cavaquinho, Yeray Hernández, con quien presentó en 2015 su primer trabajo musical, Marco Boi al contrabajo y Gloria Maurel con la batería y percusión.  Raquel Lúa ha sido galardonada con el primer premio del Concurso de Cantautor/as de Horta-Guinardò, Festival Estrena’t 2016 y finalista en dos premios del concurso Acústica 2017. Un futuro prometedor, sin duda.

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Si tenéis un ratito más, entrad en su página de Facebook, para ver su homenaje a Aute (al que ya escuchaba antes de nacer) Veinte minutos de temas del gran cantautor que nos dejó el pasado 4 de abril.
¿Os dais cuenta cuánto talento hay en este país? Debe ser que el poco aprecio que tienen los gobiernos por la cultura provoca el efecto contrario, una gran cantidad de artistas que salen de la nada y, con esfuerzo y pasión,  brillan con luz propia.


Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি. Laku noć. Bon lannwit

Fuentes
https://tallerdemusics.com/artistas/raquel-lua
https://www.facebook.com/RaquelLuaMusica/
https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/20181202/raquel-lua-compongo-en-la-montana-de-torre-baro-7171567
https://www.elperiodico.com/es/onbarcelona/escuchar/20170714/raquel-lua-amaia-miranda-concurso-6165529