domingo, 3 de diciembre de 2023

Recordando a Rosa Sabater

 Un ángel del piano admirada mundialmente.

Cuando el 27 de noviembre homenajeaba a dos mujeres grandes, fuertes, originales y auténticas que murieron ese mismo día, Gloria Fuertes en 1998, Almudena Grandes en 2021, mi amiga facebookera Juana Alabart me recordaba que eran tres, ya que la célebre pianista Rosa Sabater  perdió trágicamente la vida hace ya cuatro décadas, a la edad de 54 años, en el accidente del vuelo 011 de Avianca, que se estrelló en el aeropuerto Madrid-Barajas el 27 de noviembre de 1983. Fallecieron 181 personas. La pianista estaba considerada una de las mejores intérpretes españolas y se encontraba en un momento de plenitud creativa. Su muerte provocó una verdadera conmoción en el mundo cultural. Su figura se merece un reconocimiento en este espacio.

Fotografia del Diari Avui

Para dar fe de lo que ha significado para el mundo de la música clásica, la Asociación Catalana de Intérpretes de Música Clásica (ACIMC) dedicó a Rosa Sabater la tercera edición del “Reintérpretes”, una iniciativa de divulgación de los grandes intérpretes históricos catalanas. Emocionante hasta decir basta.


Rosa estudió composición y piano en el conservatorio de Frank Marshall (junto a su amiga Alicia de la Rocha). En 1942, debutó en Barcelona, y realizó una carrera internacional brillante interpretando a Mozart, Debussy, Ravel y Schumann. Aunque su repertorio principal estuvo compuesto por compositores españoles, como Albéniz, Falla, Mompou y Granados. Con Granados tenía la conexión especial de que su maestro era uno de los discípulos de Granados. La actividad profesional de Sabater se desarrolló en los más variados ámbitos culturales. Si destaca en primer término su carrera internacional como concertista, no le va a la zaga su trascendental labor pedagógica desarrollada desde 1976 en la Staatliche Hoclishule für Musik, de Friburgo. También fue profesora de los cursos internacionales de Santiago de Compostela. En 1983 se le concedió la Creu de Sant Jordi.

Para empezar a podemos verla en directo interpretando a Mozart el Rondó para piano n.º 1 en re mayor, K. 485

Escuchándola es fácil de comprender por qué Sabater era conocida por el sentimiento con el que tocaba. Entre los discos que grabó destaca el de la Suite Iberia, versión completa de la obra de Isaac Albéniz. Sabater toca con una hermosa sonoridad, con mucho cuerpo, un fraseo fluido, un pedaleo notable, tiempos y acentos idiomáticos y un maravilloso control dinámico, dando vida al carácter de cada pieza.

Otro álbum, Cançons i danses (Edigsa, 1966) interpretando a Frederic Mompou, es del todo referencial para comprender cuál era el pianismo de Rosa Sabater. Nos encontramos con un trabpalajo de orfebrería en la búsqueda constante de colores tímbricos y de interioridad. De entre sus manos podemos escuchas la sonoridad de un Mompou cargado de riqueza expresiva y comunicación, como ocurre, a modo de ejemplo, en la Canción y danza número 6 a mi bemol menor, donde realmente hace llorar el instrumento y nos lleva a regiones de nuestro espíritu. Grabado en el Palau de la MúsicaCatalana, durante los meses de abril y mayo de 1966, deja constatación de la gran implicación y respeto que los pianistas de su momento tenían hacia la obra de Mompou.

Su temprano fallecimiento significó cierto olvido y que su figura fuera eclipsada por la de Alicia de la Rocha, quien ha tenido un reconocimiento unánime y popular. Únicamente la generación más cercana a la pianista desaparecida ha dedicado esfuerzos constantes para recordar al mundo de la música clasica su importancia. Hubo un gran proyecto de amor de un libro realizado hace 5 años con el título "Rosa Sabater: Sonata inacabada" Título muy poderoso, en mi humilde opinión.

Con el director Eugene Jochum en el Palau

Hubiera querido acabar con este video de Rosa Sabater interpretando el Concierto para piano n.º 2, en sol menor, op. 22, de Camille Saint-SaënsMaravillosa. No puedo insertarlo porque el propietario ha inhabilitado la reproducción en otros sitios web. Para disfrutar de su actuación hay que clicar en el enlace. 

A pesar de cierto olvido, afortunadamente hay mucha gente joven que defiende que su legado es indiscutible.

Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al genocidio palestino!