“Me atrae el descubrir lo oculto, lo que se está perdiendo y darlo así a conocer”
Una constante en todas las culturas del mundo es la música tradicional . Es esa música que forma parte de la cultura popular de cada pueblo y que pasa de generación en generación por transmisión oral. Afortunadamente, existe en España una generación de músicos que se han dedicado y se dedican a recuperar y revisar toda esta herencia. Uno de ellos es Rosa Zaragoza.
Rosa dedicó años de trabajo a la investigación de tradiciones musicales que estaban muy olvidadas (hacía más de 5 siglos que no se interpretaban) como las canciones de los judíos catalanes. Ello le llevo a la investigación de la cultura musical mediterránea, ya que la dispersión de los sefardíes (actualmente los mizrahim) por toda la zona después de su expulsión de la península en 1492, hizo que mezclaran su cultura y tradiciones con la de los países dónde fueron a parar en su exilio forzado. Si os apetece, leed este fantástico artículo al respecto de Juan Goytisolo en El País.
“Si te pones en contacto con tu parte espiritual es cuando haces el amor desde la conciencia de tener una parte de Dios”
Con el paso de tiempo Rosa Zaragoza evolucionó personal y musicalmente hacia el misticismo y buscó reinstaurar la unión pacífica de las culturas con un arte que halla en el cuerpo, en el erotismo, los placeres más sagrados.
En una entrevista que le hicieron a finales de los 90 Rosa afirma haber llegado a Dios a través del erotismo porque la belleza, la cultura, la armonía, forman parte de ese erotismo en un concepto de vida antagónico al concepto de guerra y confrontación, muy cerca de la plenitud y la paz interior. Es desde ahí desde donde se aproxima a Dios y lo percibe.
A partir de esa experiencia entró en una práctica espiritual con una mujer y que le ayudó a aclarar que Dios está dentro de nosotros, que es lo que te guía y que es a lo que tienes que aprender a entregarte.
“Si sientes que es tu parte divina la que te está moviendo gozando, entonces, cuanto más tiempo te das y más pasión hay y más te entregas, mejor es la “oración” que estás realizando. El hacer el amor también se puede convertir en un ritual, un rezo” afirma. Evidentemente, esto no tiene nada que ver con lo que transmiten muchas religiones en las que se ve el cuerpo como lo pecaminoso. Rosa Zaragoza quiere trasmitir todo lo contrario, que todo es bueno en nosotros y el erotismo no sólo no es sucio, sino que nos prepara para la unión cósmica, para el trance de dejar de estar en tu individualidad y abrirte al otro, al todo, a Dios.
Así surgió su obra "Erótica mística" en la que considera la sexualidad como la puerta para salir de uno mismo y abrirse a un plano más amplio. Una obra paara cantarle a lo femenino y lo sagrado, en esa capacidad de la mujer dar vida y de sentir placer, de ser “santa” y sensual, de llegar a lo sagrado a través de la sensualidad. Los amantes y los místico tienen en común que están fuera de sí y entran en comunión con el amado.
"Además del disco “Erótica mística” Rosa Zaragoza puso en marcha un espectáculo del mismo nombre mezclando tientos, mantras sufís, la danza de los siete velos, Santa Teresa de Jesus, Ibn Al Arabi y la sabiduría tántrica, porque dice que a partir de cualquier creencia, cualquier cultura y música puedes sentir a Dios en tu cuerpo, su templo.
En su web define su espectáculo de esta manera: El místico en su tránsito y el amante en su éxtasis son seres abandonados al otro, que han trascendido su "yo" para formar parte del todo, de Dios. La "Erótica Mística" es un intento de un grupo de personas, que se conocen desde hace tiempo, de sumergirse en el tema de la espiritualidad de los cuerpos, del deleite eterno, del fuego divino que llevamos en nosotros. La acción está basada en rituales tántricos: extender flores, bailar, tatuar, vestir i desvestir, dar comida, peinar, jugar, cantar, aplicar ungüentos perfumados... todo puede ser un preliminar, todo puede ser una plegaria.
Aquí podéis escuchar el CD entero.