lunes, 16 de febrero de 2015

Secret Garden

Música para desparecer dentro


Acabé por fin de poner “gomets” en los informes de mis alumnos. Siempre acaba siendo igual, un proceso largo porque, como la buena cocina, se cuece a fuego lento. Porque no hay dos niños iguales y cada uno es un mundo.
Así he podido, casi un mes después, regresar a mi refugio  nocturno: la música, esta vez de la mano de Secret Garden un dúo irlandés-noruego que interpreta sin duda música para desaparecer dentro. Ella, Fionnuala Sherry, toca el violín, él, Rolf Lovland, el piano. En 1995 ganaron el Festival de Eurovisión por Noruega con el tema Nocturne que incluyeron en su primer disco "Song for a Secret Garden" (1996) Consiguieron vender más de un millón de copias en todo el mundo. Disco de platino en  Noruega y Corea. Disco de Oro en Irlanda, Hong Kong y Nueva Zelanda. Y estuvieron 101 semanas en las listas de ventas de los Estados Unidos.
Fue la primera y la última vez que una pieza principalmente instrumental gana este Festival, ante la atónita mirada de muchos. Un trampolín al éxito. (No quiero entrar en las acusaciones de plagio que hubo. Al fin y al cabo, su calidad es evidente)

Nocturne incluía una parte cantada en noruego (interpretada en Eurovisión por la cantante Gunnhild Tvinnereim), para asegurar la adecuación de la canción a las normas del festival. Además Rolf Lovland también fue coautor de la canción La det swinge que había hecho conseguir la victoria de Noruega en dicho festival 10 años antes. Nocturne es conocida como “la canción de las 24 palabras”, que son las que conforman la letra en la versión original noruega.


A partir de aquel momento, el grupo llego a grabar verdaderas obras de arte, trabajos que contaban con una impoluta producción. Sin embargo, a principios de 1996, Fionnuala Sherry, estuvo a punto de perder toda su carrera musical por culpa de un accidente doméstico. La violinista cayó por las escaleras rompiéndose sus hombros. Le practicaron dos operaciones quirúrgicas que fueron todo un éxito y Fionnuala volvió a coger las riendas del violín. Hay que señalar que cuando el accidente de la violinista, el grupo Secret Garden estaba en plena gira mundial.


En 1999, Secret Garden saca su tercer disco llamado “Dawn a new century” (Alba de un Nuevo Milenio). Ese disco coincidió con un concierto en vivo que había sido contratado por la televisión pública de Estados Unidos y rodado en Lillehammer, Noruega. Fue emitido en Estados Unidos, y comprado por varias cadenas de varios continentes. Además la casa discográfica del grupo, puso a la venta el disco, video y dvd del concierto.

Dawn a New Century fue otro de los éxitos del grupo, donde colaboraron la cantante escocés, Karen Matheson. Incluía canciones compuestas por Fionnuala. El grupo consiguió grandes contratos gracias a ese álbum que le llevaron a dar más de 40 conciertos en Estados Unidos, y con actuaciones en las primeras ciudades de Sudamérica, Asia, Australia y gran parte de Europa. Otra de las novedades en el álbum es que Secret Garden trabajó con uno de los grupos corales más prestigiosos de Irlanda, el Anúna



En el 2000, Secret Garden realizó un disco exclusivamente para el mercado británico, aunque debido al éxito de Dreamcatcher se pudo adquirir en Estados Unidos, Canadá y en algunos países asiáticos como Corea, Japón o Hong Kong.


En el 2001, Secret Garden sacó "Once in a red Moon". Parte de ese disco se pudo escuchar en los Juegos de Invierno celebrados Salt Lake City. Y también sus melodías fueron escuchadas en el concierto dedicado a las víctimas del 11 de septiembre en Nueva York.


Estaréis conmigo en que su música es una especie de tapiz musical que tiene texturas, colores y emociones que vienen de la increíble magnitud de experiencias musicales que ambos músicos comparten. Dar oídos a esta propuesta es aceptar una agradable experiencia para nuestros sentidos.


Esta noche, cerrad los ojos y soñad con las hadas. Buenas noches. Bona nit. καληνύχτα

“En algún lugar dentro de todos nosotros hay un jardín secreto. Un jardín en el que podemos buscar refugio cuando los tiempos son duros, o retirarse a la alegría o la contemplación”

                                                                              ( Rolf Løvland)