“Cada sueño comienza con un soñador”
Jesús tenía un sueño, asistir al concierto que, con dos años y medio de retraso, iba a dar Pat Metheny en el Palau de la Música de Barcelona como parte de su gira internacional de presentación de su último trabajo “Side-Eye NYC (V1.IV)”, un álbum en vivo grabado en la ciudad de Nueva York antes de la pandemia. La gira fue repetidamente suspendida, primero por las restricciones por todos conocidas, y luego porque la banda no pudo garantizar la vacunación de sus integrantes. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando a finales de octubre de 2021 las entradas estaban ya prácticamente agotadas. ¿En qué otras ciudades toca?, nos preguntamos. El 18 de junio, en las Noches del Botánico. Así que, hacia Madrid nos dirigimos; un viaje relámpago, 1300 km, ir y volver en dos días haciendo noche en una pensión, con un calor sofocante (41º al llegar y 33ª al empezar el concierto), tan solo para poder cumplir un sueño. Una locura que nos hizo rejuvenecer. Este post es la crónica de un concierto maravilloso gracias a la entrega total y la magia de su protagonista. Va por ti, Jesús.
Y es que hay artistas y conciertos que entran en una categoría especial, y el de Pat Metheny fue uno de ellos. El guitarrista estadounidense, con una formación bastante novedosa, entusiasmó a un público abrumadoramente maduro, no había más que vernos. Sus guitarras, de las que empleó varias, eléctricas y acústicas, venían respaldadas por dos talentosas estrellas en ascenso: el pianista/tecladista Chris Fishman y el baterista Joe Dyson, dos músicos muy jóvenes pero magistrales, a los que Pat ha seleccionado para que sean conocidos, a la vez que los acoge bajo su tutoría, tal y como hicieron con él "cuando se fogueaba en el mundo del jazz siendo apenas un chaval”. Algo parecido a un mecenazgo. Metheny le ha dado a este concepto de banda el nombre de Side-Eye un grupo rotativo de músicos que pueden ir y venir en diferentes combinaciones. Hasta ahora ha habido cuatro iteraciones, de ahí el subtítulo V.1-IV.
Con el recinto a rebosar, el concierto empezó puntual, algo que cada vez es más inusual en el mundo del espectáculo. El comienzo fue apoteósico. Desde la oscuridad Metheny apareció con su característica melena, camiseta ancha, (sin sus habituales rayas, cosa rara), pantalones y calzado deportivo, y ese aire juvenil envidiable, si tenemos en cuenta que tiene 67 años. Solo, en mitad del enorme escenario, flanqueado en la parte derecha por la batería y en la izquierda por el set electrónico, con sus asientos todavía vacíos, cual prestidigitador, nos saludó con su alucinante guitarra Pikasso, obra de arte de la luthier canadiense Linda Manzer, extrayendo de las 42 cuerdas que tiene este instrumento de madera y metal tanta música, que parecía mentira que todo lo que sonaba viniera de un solo hombre.
Tras seis minutos de improvisación en la que por momentos fue posible asociar sonoridades con un arpa, de la nada surgieron discretamente, como por arte de magia, sus dos jovencísimos acompañantes: Fishman rodeándose de una fortaleza de teclados y mesas, y Joe Dyson sacudiendo la batería como si le fuera la vida en ello, para interpretar So May It Secretly Begin. A falta de poder compartir un video del concierto nos deleitaremos con este.
El trío brilló también interpretando Minuano (Six Eight) una de las
más conocidas piezas de “Still Life (Talking)” (1987). Esta versión es del
concierto de Japón de 2008.
La calidad del conjunto fue incuestionable en todo el concierto, alternando intensidad y sosiego, los solos acústicos de Metheny en los que se perdió durante un buen rato en el interior de la música, con las versiones más espectaculares y conocidas de su repertorio, recorriendo títulos que fueron trascendentales en su época, muchos de ellos de aquella etapa dorada que forjó junto a Lyle Mays. Cómo no, también hubo sonidos atonales y estridentes, en definitiva, todas sus facetas juntas.
A continuación tocaron la emotiva Better Days Ahead del mítico “Letter from Home”, icónico en su trayectoria, permitiendo al guitarrista lucirse en todos sus registros, con esos ensordecedores sobreagudos que caracterizan su toque, ante un auditorio cada vez más entregado y entusiasmado.
Y llegó el swing, con una versión de Timeline, una composición de Metheny que salió en un disco de Michael Brecker. Magistral.
En ese flujo y reflujo de calma e intensidad que recorrió todo el concierto, le tocó el turno a la excelente Always and Forever de su exitoso álbum "Secret Story", ganador del Grammy como Mejor Álbum de Jazz Contemporáneo en 1992. Metheny solo con su guitarra, Dyson adornando con platillos y un tenue sonido de contrabajo hecho por Fishman, mantuvieron en absoluto silencio a las 4000 personas presentes que habían agotado las entradas, emocionándonos hasta las lágrimas. No he encontrado otra interpretación más parecida a lo que allí escuchamos.
Otra maravilla de las que reconocí fue When We Were Free, del disco “Quartet” (1996) con un excelente solo de batería de Dyson.
Más sutil se mostró cuando se ayudó para It Starts When We Disappear
de una versión reducida del extraño artefacto al que llama Orchestrion,
compuesto de un vibráfono, marimbas, instrumentos musicales acústicos y
eléctricos.
El set terminó con Side Eye, otra de las piezas que Metheny ha recuperado en este disco que presentaban, que se extiende por más de 10 minutos y que tuvo el piano como especial protagonista.
Vale la pena señalar que uno de los mejores momentos de la noche llegó
cuando Metheny interpretó a dúo con cada uno de sus dos músicos unos pasajes,
entre la improvisación y la estructura predecible.
Pero los bises se alargaron, con Metheny saliendo una y otra vez, solo y con los otros dos músicos, para interpretarnos cinco piezas más. Para sacarnos del trance nos ofrecieron una conmovedora interpretación de Are You Going with Me?. He encontrado esta interpretación del Festival International de Jazz de Montréal, Canada. (1989) que puede servir.
Make Peace, el tema que cerraba el primer disco del dúo entre Pat Metheny y el pianista Brad Mehldau, publicado en 2006, y Song For Bilbao, del indispensable doble LP "Travels" (1983), tema dedicado al público de Bilbao, fue la manera ideal de despedir un concierto generoso, intenso y delicado a partes iguales, con una ejecución impecable.
La puesta en escena fue sencilla. Unos discretos pero muy efectivos efectos de luz y color lograron un espectáculo pintado de psicodelia y buen gusto, mientras Metheny se adaptaba perfectamente a los estados de ánimo que provocaba. Con una efusión expansiva de texturas, tonos y melodías a los que este gran guitarrista se acerca con su instrumento como pocos más pueden hacerlo, nos hizo llorar, sonreír, emocionarnos, aplaudir como locos, ponernos de pie una y otra vez. El jazz en sus manos se vuelve exuberante, inagotable y contemporáneo, y su público caímos rendidos a sus pies.
Habrá más; estoy segura de que no tardaremos en entusiasmarnos con un nuevo proyecto.
Su viejo amigo Steve Rodby, bajista de su mítico Pat Metheny Group, le
dijo en una ocasión que era “productivo-compulsivo”, lo cual define
bastante su personalidad: el guitarrista confiesa que se levanta cada madrugada
a las cuatro y se pone a trabajar en su música, sin un objetivo o destino
concreto; simplemente es, según sus palabras, “para lo que vive”. En una entrevista para La Vanguardia, afirmó
que “la música es un trabajo a tiempo completo”. Pues mientras su nuevo trabajo ve la luz, podremos recordar con la piel de gallina este concierto antológico, dos horas
y media ininterrumpidas de un Pat Metheny desbordante, en plena forma y dando
lo mejor de sí mismo, arropado por sus jóvenes músicos. Un sueño cumplido.
Cuidaos mucho.
Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa!
¡Libertad para Ucrania!
Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير. Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト
Buonanotte. לילה טוב. Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام
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