Después de un fin de semana enclaustrada, pensando y escribiendo sobre y a mis pequeños-grandes alumnos (y alumnas, no se enfaden los y las defensores y defensoras del lenguaje no sexista) esta noche necesito volver al refugio de la música celta, música que consigue conectarme con la poca paz interior que habita en mí.
Por otra parte, ya sabéis que hace tiempo que voy persiguiendo voces de mujer, muy escasas en mi nostálgico peregrinaje musical. En ello estaba cuando me encontré con la cristalina voz de Mary Dillon. La primera pieza que escuché de ella, " Clothes of sand" me cautivó, para así pasar a engrosar la lista de esas mis músicas nocturnas y alevosas que no miran hacia atrás.
Si su voz es magistral, el violín y la viola nos transportan a los viejos valores inherentes a la música tradicional; unos valores que quedan intactos, sin la amenaza de las influencias modernas que la banda juiciosamente introduce, sin embargo.
Con tan sólo tres álbumes, Déanta han conseguido componer música que me hace soñar que la vida es digna de ser vivida, que no todas las personas estamos sujetas a un materialismo estúpido, que podemos tocar el universo.
Déanta dan a la vida melodías, las... elevan... prestando especial atención al tempo... al tiempo que se dan para que las melodías se puedan desarrollar, evolucionar, penetrar y transportarnos. Lo único que pretendo yo esta noche. No hay prisas. Ya no. Esta noche no.
Espero que os guste como me gusta a mí.
La letra es algo así:
Estribillo:
¿Dónde estás esta noche, me pregunto?
¿Y de dónde va a ser esta noche cuando lloro?
A dormir te resulta fácil, aunque solo no puedo sueño?
¿O se le da la bienvenida en la mañana al lado de otro de uno?
¿Qué tan fácil para usted los años deslizarse bajo
Y me dejó una sombra, el sol no puede disipar
He construido para usted una torre de amor y admiración
Te veo tan alto que no puedo llegar a mí mismo
(Estribillo)
Miro a través de mi ventana a un mundo lleno de extranjeros
La cara en mi espejo es la cara que yo sé
Usted ha dado todo lo que está en mí, aunque mi corazón no está en peligro
Mi corazón no está en peligro, pero todavía me gustaría saber
(Estribillo)
Si hay un silencio, entonces se puede romper
Si no late un corazón puro, es que voy a ir
Y el tiempo de trabajo de su curación, y el espíritu crecerá más fuerte
Pero, ¡oh, mientras tanto, todavía me gustaría saber
(Estribillo)
¿Dónde estás?
Oh, ¿dónde estás?
¿Dónde estás?
Me encanta, nada mas ;)
ResponderEliminarGracias por transmitirnos esta paz querida amiga.Linda la música celta.Un beso.
ResponderEliminarMe pregunto si la melancolía que trasmite esta pieza -como tantas otras de la música celta- tiene que ver con alguna peculiaridad de Irlanda.
ResponderEliminarEl clima, ese mar casi imposible, una historia difícil y llena de ignominias... no sé. Lo que si que sé es que cuando el mundo se acelera solo, y eso pasa muy fracuentemente, algo así ayuda a recobrar el sentido de la vida, del tiempo...
Gracias
Me encanta que te encante, socio. :) Tú también necesitas mucha paz esta noche. Nos espera una semana de incertidumbre. Un besazo.
ResponderEliminarEso mismo pienso yo, Jesús. Cuando la vida se acelera (sola, no; la aceleramos nosotr@s) o vamos en busca de un poco de paz, o acabaremos totalmente transtornados.
ResponderEliminarLa música celta (esa parte de la música celta) tiene la habilidad de conseguir aislarme para desconectar.
En las Hébridas, un archipiélago en la costa escocesa, se lleva a cabo un festival de música celta desde hace 15 años. Me encantaría ir...