miércoles, 26 de diciembre de 2018

Sarah Jane Morris


Un sonido impulsado por el alma

            El sábado comprobé, una vez más, que Spotify toma decisiones por su cuenta. Estábamos en el coche, de regreso a casa después de llevar a cabo alguna de las últimas compras de Navidad, cuando el programa se puso en funcionamiento sin previo aviso ofreciéndonos algo que escuchar. Ya sabéis que Spotify analiza nuestros gustos y nos propone aquello que cree que nos puede interesar. Y, en general acierta.


De esta manera he conocido a la sensual vocalista Sarah Jane Morris que me ha parecido en todos los sentidos una voz, como mínimo, original. Para escucharla hay que dejar de lado todas las ideas preconcebidas sobre estilos musicales. Sarah se encuentra a horcajadas en el rock, el blues, el jazz y el soul; pero sorprende, sobre todo, cómo su voz maneja un rango de cuatro octavas que  retumba desde los tacones de sus zapatos hasta las puntas de su melena de color rojo fuego, algo que la convierte en una de las cantantes más versátiles y distintivas de la Gran Bretaña. Todas las críticas que he leído sobre ella la califican como una de las mejores vocalistas de jazz-soul del mundo en los últimos veinte años, ahí es nada. Cuando el río suena…


En sus inicios ya tuvo un enorme éxito comercial como co-vocalista de Jimmy Somerville de The Communards encabezando, en 1986, las listas de éxitos durante cinco semanas con el tema Don't Leave Me This Way (No me dejes así), vendiendo 100.000 copias de su álbum solista homónimo (1989). Cuando le he vuelto a escuchar la he reconocido en el fondo de mi banda sonora vital, pero nunca la hubiera relacionando con ella. Comparad la versión original con la que ella hizo luego en solitario. No parece la misma canción ¿verdad?


Además, a Sarah Jane Morris  le podemos atribuir la distinción de tener en este álbum el famoso tema Me and Mrs Jones, que la BBC le prohibió. A la gente de la prensa del momento le preocupaba que fuera una lesbiana glamorosa saliendo del armario.


Una infancia, digamos que inquieta, ha mantenido todos estos años a Morris en permanente estado de alerta. “Mi padre era una de esas personas al que siempre presionaban, con problemas económicos,  y a menudo nos movíamos en medio de la noche porque los recaudadores vendrían a llevarse todos nuestros muebles". “Fue una infancia precaria, pero me preparó para la vida como músico donde no sabes cómo terminarás".

Así, Morris decidió que los adornos de una carrera pop no se ajustaban a su compromiso con la música que le importaba, que contaba historias importantes; ella tenía principios. Por ello, desde siempre ha defendido causas importantes. En la década de los 80, por ejemplo, participó con los Communards en varios eventos: conciertos de recaudación de fondos en “Gay's The Word” (1985) y en 1986 la  gira Red Wedge, una asociación de músicos progresistas, vinculados al Partido Laborista británico, un movimiento de réplica social en el universo rock frente al rodillo político impuesto por Margaret Thatcher. El mismo año, los Communards se asocian con el político laborista Tony Benn para interpretar la historia del Partido Laborista como un rap en el ICA de Londres en un concierto por la libertad de expresión junto con Salman Rushdie leyendo sus versos satánicos.

“Todas las bandas con quienes colaboré hasta mi carrera en solitario fueron políticas... La política siempre me encontró... pero no creo que yo fuera una pensadora muy política, pero porque no había muchas mujeres en la industria musical que tuvieran esa actitud en los 80. Creo que entonces por ello fui considerada políticamente mucho más importante que nunca. Estaba aterrorizada de decepcionar a la gente”. (Entrevista de Mike Thorne.)

Morris llegó relativamente tarde a la composición pero desde entonces  ha escrito sus propias canciones, en un largo y tortuoso viaje de autodescubrimiento, y se ha relacionado más estrechamente con el soul, el jazz y la world music que con el pop, con actuaciones regulares en Ronnie Scott's y Jazz Café. Pero su larga, vibrante y variada carrera también incluye trabajo al frente de numerosas bandas que tocan blues, música latina, folk y jazz, estrellato pop en el continente y un conjunto diverso de colaboraciones musicales en discos, películas y escenarios de teatro y ópera contemporánea, modelaje, locuciones, activismo y varias incursiones al festival de teatro Fringe. En septiembre de 2000 creó su propio sello discográfico, Fallen Angel Ltd.

Después de numerosos álbumes en solitario, Morris continúa llevando su carrera única, poco ortodoxa y en constante evolución. Algunos escuchan a Sarah Vaughan o Billie Holiday en su voz, otros mencionan a Macy Gray y Erykah Badu, aunque a la propia Morris le gusta decir: "Soy Nina Simone que conoce a Janis Joplin". Sin embargo, siempre ella misma, Sarah Jane Morris es un espíritu verdaderamente independiente. A mí su voz me parece magnífica, sensual, nacida del alma. Su poder emocional habría dado lugar múltiples premios Grammy y a un estatus de celebridad que la mayoría de cantantes con su carisma y su motivación tienen. Pero no ha sido así. Durante más de 25 años de una carrera única, Morris ha sido dirigida por su propia estrella, no por la industria de la música, y esa independencia le ha traído una audiencia devota, inspirada por su creencia en el poder de la canción para cambiar los corazones y las mentes.

Uno de sus colbradores instrumentistas más cercanos es el guitarrista Antonio Forcione, al que he tenido el gusto de escuchar también gracias a Spotify. Su colaboración es magistral. Investigando en el mundo del Gran Hermano Google, veo que juntos han sido comparados con una impresionante variedad de genios musicales, incluidos Janis Joplin y Tom Waits (vocalmente), así como Jimi Hendrix (instrumentalmente). Django Reinhardt también viene a la mente. Ambos son artistas muy respetados por derecho propio. Canalizando sus energías juntas, comparten audiencias en Italia, país con el que Sarah tiene una estrecha vinculación,  y Gran Bretaña.



Dedicado a la gente de África, su último álbum, Bloody Rain, cuenta con un conjunto estelar de músicos de rock, soul, jazz y músicos del mundo.  Grabado en el Reino Unido, Johannesburgo, París y Tel Aviv, el crowdfunding le permitió pagar una impresionante lista de invitados musicales. Entre esos invitados se encuentran la cantante Eska de Zimbabwe, Seckou Keita de Senegal, tocando la kora , el saxofonista británico del Caribe Courtney Pine, el coro The Soweto Gospel Choir y Adam Glasser de Sudáfrica, el cantante nigeriano Keziah Jones , el trompetista estadounidense/israelí Avishai Cohen y el arreglista Pee Wee Ellis .
Pero ella declara también que su “banda” en Bloody Rain son: “Tony Remy (con quien he escrito la mayoría de las canciones), el maravilloso Dominic Miller, Henry Thomas, Martyn Barker , Tim Cansfield y Adriano Adewale. El coro de Bloody Rain son mi querido amigo Ian Shaw, mi hijo Otis Coulter, Janine Johnson, Lilybud Dearsley, GianLuca Di Martini, Roberto Angrisani y yo. Por último, pero no menos importante, los arreglos del conjunto de cuerda por Enrico Melozzi, en Roma.

A pesar de la complejidad del proyecto, el álbum combina un gran lirismo con un intenso compromiso moral y político. "He descubierto que la mejor manera de transmitir algo es seducir con la música", dice. "Cuando golpeas a la gente de la política con la política, no sirve de nada".


"Cuando estoy cantando me posee algo. Estoy flotando arriba, pero todavía tengo el control. La música es mi lado expresivo. Se filtra por mis venas." (entrevista en Diva, marzo de 2001)

 

            Si escuchar a Sarah Jane Morris os ha hecho flotar, si se ha metido en vuestras venas, habré conseguido mi objetivo. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend.



Fuentes
https://espaciochus.com/2018/03/21/sarah-jane-morris/
https://www.eldiario.es/canariasahora/cultura/Sarah-Morris-Auditorio-Alfredo-Kraus_0_260724935.html
https://www.last.fm/es/music/Sarah+Jane+Morris/+wiki

domingo, 2 de diciembre de 2018

Piano flamenco

La jonda flamencura del piano


A pesar de ser la consecuencia de una sedimentación que viene de la música y de los bailes populares, andaluces principalmente, con claras influencias externas, el flamenco está lleno de clichés, de tópicos y estereotipos que lo relegaron durante muchísimo tiempo a un arte de segunda categoría manoseado por el turismo (cuánto daño le hizo la dictadura) hasta que la UNESCO lo declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre de 2010.


Cuando hablamos de flamenco, a pesar de su honda carga expresiva, lo primero que nos viene a la cabeza es el cante, la guitarra o el baile, tres modalidades o formas de expresión fundamentales que resultan inconfundibles para cualquier aficionado, tanto por su compleja técnica como por su espontaneidad, intensidad emocional o por su libertad expresiva. Sin embargo y desde hace ya unas décadas, al flamenco se han incorporado otros instrumentos como la flauta, el violín, el chelo, el bajo, el cajón o el piano, algunos de los cuales ya fueron utilizados por destacados representantes flamencos siglos atrás como El Planeta o los hermanos Manuel y Tomás Torre.

Aunque parezca mentira, el origen del piano flamenco se remonta al siglo XIX. Cuando existía una música que denominaremos “preflamenca” (origen de lo que hoy denominamos flamenco), la mayoría de obras estaban escritas o bien para piano solista o bien para acompañar al cante. Era costumbre de aquella época disponer de un piano en todos los lugares donde se interpretaba esta música y tanto se podía ejecutar un aria de alguna ópera como una seguidilla. ¿Acaso no fue Albéniz el primer pianista flamenco antes de que se inventara el toque flamenco?
También Manuel de Falla o Turina, entre otros grandes maestros, fueron de los primeros en incorporar a sus obras de piano piezas flamencas. Posteriormente, Federico García Lorca acompaña a la Argentinita al piano, definiendo cada vez más la historia de este instrumento en el mundo jondo. Y así hasta llegar a los maestros José Romero y Arturo Pavón, excelente pianista que revolucionó el flamenco sentando bases de su musicalidad a mediados de los años cincuenta, momento en el que se define definitivamente la figura del pianista como una incorporación obligada al flamenco.

 


Desde entonces, la evolución del piano flamenco ha seguido dos tendencias, una purista en la que cabe encuadrar a Pedro Ricardo Miño, Manuel Carrasco, Javier Coble o Rafael Pradal y otra mestiza donde al flamenco se incorporan elementos procedentes de otros estilos musicales, como puede ser el jazz, con Chano Domínguez como abanderado, Juan Cortés, Sergio Monroy, Diego Amador o Dorantes. La gran mayoría de los representantes de ambas tendencias, salvo puntuales excepciones, han orientado su carrera no al acompañamiento al cante o al baile, sino al piano como instrumento solista, 

Estas incursiones en el flamenco de instrumentos foráneos o intrusos, así como el mestizaje con otros estilos, recibieron crudas críticas por parte de la flamencología oficial que los tildó de efímeros experimentos llamados a desaparecer. Todo se reduce a un viejo y viciado debate, el eterno dilema afín a toda manifestación artística, entre el peso de la tradición y el futuro de la vanguardia. El músico y teórico del jazz Anthony Davis lo zanjó con una célebre frase, “la idea consiste en extender la tradición”. Y extender la tradición es redefinir día a día el flamenco del presente y del futuro. Dijo en cierta ocasión el guitarrista Vicente Amigo, “El arte flamenco es lo divino y la guitarra solo es un instrumento para expresarlo ¿por qué no puede ser el piano, o cualquier otro, ese instrumento para expresar lo divino?” Y Manolo Caracol también afirmó rotundo, “¡Se puede cantar con orquesta! ¡Se puede cantar con un violín, con una flauta…! ”. Un ejemplo indiscutible de la flamencura en estos instrumentos y sus intérpretes es Rosario Montoya, flamenquísima pianista y directora de orquesta.


¿Quién decide, pues, dónde anida la flamencura de un instrumento? Por fortuna, flamencos puros hasta la raíz como Pepe Habichuela, Camarón, Paco de Lucía, Enrique Morente, Manolo Sanlucar, Carmen Linares o Tomatito no tuvieron el menor reparo en incorporar toda suerte de sonoridades o instrumentos ni de mezclarse con otros géneros musicales. “El cante, cómo no, también puede aprender de otro tipo de músicas”.(Arturo Pavón)

Hoy en día, no solo no es una sorpresa ver el piano en cualquier formación o evento flamenco, sino que ha evolucionado a su máxima expresión, mezclándose con otras músicas, definiéndose en formas y matices, reinventándose continuamente. “Sí, ahora sí. Cuando yo empezaba todo el mundo te decía que con el piano no se podía hacer flamenco y tan solo estaban Dorantes, Chano y pocos más. Poco a poco ha surgido una generación de pianistas flamencos como Sergio Monroy, Ricardo Miño, Miriam Méndez, etc… y parece que hemos sido aceptados dentro del flamenco” dice la pianista y compositora Ariadna Castellanos,

Hagamos un alto en este nombre, Ariadna Castellanos, un nombre de mujer que se ha abierto paso a codazos en este mundo del flamenco tan… masculino. “Mi meta es sacarle al piano sonidos diferentes que aún no se han oído en el flamenco, sobre todo en la parte rítmica y de compás.” Ya me diréis si no lo consigue…


Para acabar, como broche de oro, Laura de los Ángeles, la única pianista flamenca del mundo que tiene dos discos lanzados al mercado compuestos íntegramente por ella misma. Laura sorprende por su innovadora y percutiva forma de tocar el piano. Os dejo con ella.


El piano flamenco es una llave que abre todas las puertas y fronteras aportando una tímbrica bellísima y nueva. Después de adentrarme en su música, considero que este instrumento ha otorgado al flamenco una nueva dimensión que, de momento, no ha tocado techo. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches

Fuentes
-       https://clasijazz.com/rafael-pradal-piano-flamenco/
-       http://www.flamencoagency.com/documentos/Elpianoflamenco.pdf
-       https://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/2016-08-27/hemeroteca_articles/es-muy-transgresor-que-en-el-piano-flamenco-aun-puedas-aportar-nuevos-ingredientes

sábado, 3 de noviembre de 2018

Nostalgia de Barcelona

Solía refugiarme en Barcelona, una ciudad civilizada, pero incluso en Barcelona el lobo aullaba y se desquijaraba y el cielo se rasgaba y todo era irremediable. (Roberto Bolaño)

Parece que, por fin, llegó de verdad el otoño y sus primeros y anhelados fríos, sus paisajes ocres, las necesarias lluvias (quizás esta vez se le ha ido la mano). Sin embargo, trae también algunos trastornos emocionales para muchas personas. Una sensación de dulce tristeza difusa. Unos episodios que pueden adquirir mayor intensidad en estos tiempos convulsos, especialmente para personas informadas. (Por favor. No informen más a este pobre corazón). En esos casos, los accesos de nostalgia resultan inevitables.

Fragmento de la portada de la revista digital Lecool. 1-7 de nov.
Dicen que Barcelona es una ciudad dada a la nostalgia. Cada generación tenemos nuestra Barcelona mitificada. Añorada. La ciudad y la época de los buenos recuerdos, de las emociones que perduran en la memoria. Emociones en una ciudad hermosa, lunática e indescifrable, como dijo Gabo, donde dejé un puñado de años de mi vida. Siente una nostalgia de la ciudad. O quizá sólo del tiempo que se fue. Todos sabemos que la nostalgia siempre se escribe con música.


El primer tema de esta noche, Un cor a Barcelona, es del cantante catalán Lluis Llach, el sexto tema de su álbum “Geografía” (1988), "una especie de mapa" según sus palabras que incluye canciones dedicadas a Barcelona, Palestina, al Chile de Salvador Allende y a la Suráfrica de Winnie Mandela. Del "ataque histérico de olimpismo que sufrimos desde hace un año" (a raíz de la nominación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos del 92), explicaba Llach en los conciertos de presentación del disco, surgió esta canción, evocación de la ciudad de Ocaña, de la droga y de las bolsas de pobreza.

      Sigamos con cataurores. En Madrid tienen a Sabina, pero en Barcelona tenemos a Serrat. El Noi del Poble Sec abría el exquisito y evocador “Material sensible” (1989) con este agridulce homenaje a su ciudad. Serrat siempre nos avisa del peligro de la nostalgia (“por favor, no se hagan daño”). En esta declaración de amor a Barcelona parece llevarse muy bien con los recuerdos. Si queréis daros un paseo por la Barcelona serratina, entrad en este interesante enlace que analiza la presencia de la ciudad en sus letras. 


Sin embargo, a pesar de lo que nos dice Serrat, la Barcelona del siglo XXI no acoge, expulsa. Aunque, para ser sincera, yo me quedé huérfana de Barcelona hace muchos años. Jesús dice que nació dos veces, en Anguix (un pueblecito de la Ribera del Duero) y en Barcelona. Y que él es de Barcelona y del PSUC. Yo no; yo no tenía pueblo, me adoptaron en el suyo. Para mí, Barcelona era mi única ciudad. Hace años que no lo es, que me la robaron. La Barcelona que nos dejaron las Olimpiadas y los posteriores gobiernos municipales no es mi ciudad. 

La mía es la Barcelona de La Verneda celebrando San Juan con hogueras en la calle, la de El Raval cuando montamos un “picadero” con unos amigos. Las putas de la calle de las Tapias, cuando era una jovencita, y los chulos diciendo a nuestro paso "no decidles ná que no son de aquí”, y sentirme segura entre todos ellos. Y es que entonces no había droga; y los ladrones, los macarras y las putas tenían una ética. La Barcelona de los Tinglados de la Barceloneta y sus bares de tapas (¡únicos!) con sabor a pueblo y a clase obrera, la de Pueblo Nuevo, secuela del barrio de pescadores que fue, con El Tío Ché en su Rambla (el Ayuntamiento ha querido retirar su emblemático “ninot” de la calle porque iba contra las ordenanzas y una masiva y contundente movilización vecinal le hizo “indultarlo” ) y aquella playa donde íbamos Jesús y yo a darnos revolcones. Una Barcelona VIVA con ALMA y personalidad. Con Historia de clase obrera.

Pensar en la Barcelona de la Semana Trágica, en la Barcelona anarquista, en la Barcelona que fue capital mundial de la revolución en 1936 es pensar ya en una ciudad que nada tiene que ver con la Barcelona post-olímpica. Barcelona olvida las personas que han ido construyendo su historia colectiva, llena de batallas perdidas y sueños abandonados, enterrados.

Rudy Ventura le dedicó este un swing al estilo Broadway. Es nuestro New York New York. Un poco de alegría no nos vendrá mal.


       La transformación de Las Ramblas, el corazón de Barcelona, mestizas, plurales, marginales y variopintas (los personajes que se encontraban en ella no los veías en ninguna otra ciudad del mundo) es la muestra más evidente de su pérdida de identidad. Las Ramblas eran el libre, el constante ejercicio de la lectura, pues sus quioscos estaban abiertos todos los días del año, las veinticuatro horas, y en ellos se vendían periódicos y… libros, ya veis. Las Ramblas han sido uno de esos extraños sitios del mundo en que una persona podía comprarse un libro a las cuatro de la mañana. Y flores, también podías encontrar flores a cualquier hora.

Pero a las Ramblas ya no les gusta ir a los barceloneses. Las Ramblas están más cerca hoy de Lloret de Mar, que de Barcelona. Barcelona, ciudad de Ramblas sin barceloneses, y de Ramblas sin libros, y de Ramblas sin quioscos nocturnos y de Ramblas casi sin flores. La administración incluso reguló los espacios de las estatuas humanas, echó a los músicos callejeros que tanta vida daban, obligó a unos horribles quioscos "modernos"... Lo popular desapareció. Quizás el brutal atentado yihadista del 17 de agosto del año pasado nos la devolvió un poco, ¡qué barbaridad!, por poco tiempo. Hoy he escuchado en las SER que están planteando una nueva remodelación: un solo carril de circulación y más espacio para las personas. A ver…

Hay varias canciones dedicadas a Las Ramblas. De ellas, la que más me gusta, sin duda, es la de Manu Chao uno de los artistas que más ha proyectado fuera de nuestras fronteras la imagen de la Barcelona espontánea y de calle y de su multiculturalidad. Hijo de emigrantes españoles, Manu Chao es uno de los artistas más reconocidos en todos los rincones del planeta.


Claro que antes de Manu Chao en solitario estuvo Mano Negra, el explosivo combo que José Manuel Tomás Arturo Chao Ortega montó con su hermano Antoine y su primo Santiago. Y en el primer LP de Mano Negra, “Patchanka” (1988), se incluía esta brillante amalgama de rock, ska, rumba y música latina, guiada por una trompeta irresistible y una anfetamínica interpretación vocal que más que cantar escupe versos. En el videoclip, Manu y sus colegas se dedican a trasegar quintos de Estrella Dorada y a robar carteras en el Park Güell. La Barcelona de 1988 en todo su esplendor.



Cuando las penurias de la posguerra parecían no tener fin, el compositor Manuel Moreno escribió en 1948 esta coloreada exaltación de Barcelona, "perla del Mediterráneo", a ritmo de foxtrot que, durante décadas, fue el primer gran himno de la ciudad. Hubo muchas versiones, como la de Los Clippers, la de la orquesta Chavales de España o la de Andy Russell, pero la más popular fue la del gran cantante de boleros y pasodobles Jorge Sepúlveda que, como siempre, cantaba sin despeinarse. 

        
Varios años después, Jaume Sisa haría su propia lectura del clásico en su disco quizá más marciano, “Barcelona postal”, de 1982.


Si lo pensáis, Barcelona, no es una ciudad para vivir sino un parque temático sembrado de especuladores, pisos turísticos, cadenas de comida rápida y ropa de usar y tirar. Unos y otros (da igual el color político) convirtieron mi ciudad en una Barcelona de diseño, aséptica, para el turismo, que nos ha invadido y nos está echando, y para el negocio. Una ciudad de espalda a las personas. Una ciudad para vivir sin vida. Como tantas. Es un pecado de lesa humanidad lo que han hecho. En pocos años pasamos de lo popular a lo masivo. Y a mí lo popular me pone. 

Corría el año 2006 cuando ZPU lanzó al mercado su primer disco, “Hombre de oro”. Uno de sus temas más potentes, necesariamente crítico, es Noches en BCN, en colaboración con el rapero alicantino Nach, en el que el rimador ofrece un monumental fresco noctámbulo de la realidad de la ciudad de los prodigios.


Dejando de lado la apoteosis del tópico guiri, con sus previsibles alusiones a la Sagrada Familia, las Rambles y la sangría de la canción de Ben Sheeran sobre Barcelona, busco más canciones dedicadas a mi ciudad, para reconciliarme con ella. Las hay a montones y de todo tipo. Unas, intentando desafiar los clichés, otras cayendo más o menos de bruces en los lugares comunes. Y algunas convertidas, con el paso del tiempo, en auténticos himnos.

       La heterogénea banda Giulia y Los Tellarini tuvo su momento de gloria en el 2007, cuando Woody Allen escogió su canción Barcelona como tema principal de la banda sonora de Vicky Cristina Barcelona. Una ensalada italo-mexicano-brasileña, que fascinó al director neoyorquino y sirvió para dar un toque bohemio y distendido a su particular y discutible visión de la ciudad. La canción, de letra extraña, estaba inspirada, según Tellarini, en la Gitana hechicera de Peret. Una letra que plasma las contradicciones y emociones de la ciudad, las mismas que retrató la cinta que situaría, de nuevo, a Barcelona como destino internacional. 


Ya veis que no hay género musical que no tenga nada que decir sobre esta ciudad. Gitana Hechicera fue compuesta por Peret para la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, e interpretada por Los Manolos, Los Amaya y el propio Peret.


           En una de las mejores canciones del que acaso sea su mejor álbum, "El ritmo del garaje" (1983) Loquillo, el rockero del Clot y su pandilla escupen bilis contra la ciudad que acogió sus primeros pasos musicales y de la que, "hartos de esperar a una chica irreal",  tuvieron que alejarse para obtener reconocimiento. En un memorable videoclip, el primero de su carrera, Loquillo pasea por las calles de la Barcelona preolímpica y se junta con diversos personajes conocidos del underground de la época, dejando para la posteridad un emocionante retrato de una ciudad que ya no existe. Los coros y los aullidos del saxo del desaparecido Ulises Montero siguen provocando hoy un arrebato de entusiasmo.


Profundizando en las raíces de los sonidos más característicos de la música autóctona de la ciudad, el grupo liderado Joan Garriga, la Troba Kung-fú, en su LP "A la panxa del bou" (2010) atesora un homenaje muy sentido a Barcelona en el que, como no puede ser de otra manera, La Rambla es conductora.


La cantautora, actriz, escritora y filántropa Jewel publicó en 1998 su segundo disco, “Spirit”, uno de cuyos cortes era una esta canción titulada, sin más, Barcelona, en la que toca el bajo Flea, de Red Hot Chili Peppers. No estamos aquí ante un tema dedicado a la ciudad y sus defectos o sus virtudes, sino a la ciudad como contexto de un estado emocional frágil, tembloroso.


 Y llegamos al final, cómo no, con este himno. Hace 26 años, el mundo miraba a Barcelona por la celebración de los Juegos Olímpicos. La canción Barcelona se convirtió en el himno de los Juegos. Compuesta por el líder de Queen, Freddie Mercury, y Mike Moran e interpretada por el propio Mercury y Monserrat Caballé. Ambos sellaron un dúo histórico en la ceremonia inaugural. Emotiva, suntuosa y kitsch a partes iguales, la canción es un desaforado canto de amor a la ciudad, olímpica o no. Su mensaje hoy cobra más sentido que nunca. Porque el miedo nunca, nunca debe triunfar.


Pero, por muchas canciones que escuche no hay nada que hacer. Sólo queda la nostalgia, el dolor que encierra la idea de regreso, o mejor, la imposibilidad humana de volver sobre nuestros propios pasos. La repetición es imposible. Si alguien consiguiera cerrar el círculo entre su principio y su final, sería eterno. Imposible. El círculo es una quimera. Seguramente mi Barcelona nunca fue como la imagino, lo sé. Y, sin embargo, quiero volver a ella.

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches.

(El meu amic Joan Fontsubirà me propone esta canción de Quico Pi de la Serra "Passejant per Barcelona" . Animaos a seguir su ejemplo!)



(5/11/18) Mi sobrino Guillermo me propone este tema de Gato Pérez Barca, cielo y ola de su LP "GatoxGato".

Como podéis leer en la revista Efe Eme, “GatoxGato” se graba en febrero de 1986, una época de convulsión en Barcelona. Convulsión anímica sin motivo claro, pero lo cierto es que la ciudad está de bajón. Era un erial, músicos y discográficas habían huido en masa a Madrid y la nueva espoleta, los Juegos Olímpicos, no desvelarían su acomodo hasta octubre de ese año. Una época de desamparo en que el Gato sigue creyendo en su ciudad, se planta y disemina su confianza: “Ella volverá a hablar” dice la letra. Por cierto, si traducís ‘Barca, cielo, ola’ al catalán da algo así como ‘Barca, cel, ona’. 



Me parece imposible que me haya olvidado de mi amigo Pep Ladó y de este tema, que fue durante años el tono del teléfono de Jesús, que ha sido quien me ha hecho la propuesta y comentario.

Hace algo más de diez años, AiAiAi, el celebrado grupo de rumberos en el que mi amigo, y excelente artista, Pep Lladó tenía algo que ver, publicaron un tema en un CD auspiciado por la revista Time Out "La rumba de Barcelona". Con ella grabaron un videoclip. Este es el tema y el video.

domingo, 21 de octubre de 2018

Aquellas pequeñas cosas / Joan Manuel Serrat (II)


Uno se cree
que las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás
de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.

La memoria colectiva guarda destellos. Hay canciones que por muchos años que tengan, o por muchas veces que las hayas escuchado, me siguen removiendo y seguirán haciéndolo de por vida. Hay pequeñas cosas que pensamos estaban lejos o muertas y que vuelven una y otra vez. Nos acosan. Hace poco en un programa de radio de la SER que recuperó una entrevista a Teresa Pamies, esta canción removió mis recuerdos.


En el año 1971, Joan Manuel Serrat publicó “Mediterráneo”, el LP que le consagró definitivamente.  Entre las diez canciones que figuraban en ese disco, a  cual mejor, en segundo lugar se encontraba esta pequeña joya, Aquellas pequeñas cosas, un tema breve, delicado, intimista, que tras cada escucha se va haciendo un hueco cada vez más grande en mi memoria musical.
. 
Aquellas pequeñas cosas entona recuerdos ya vividos, que te hacen sentir bien al abrir el baúl de los recuerdos. Una canción despojada de cualquier tipo de adorno que es capaz de transmitir en poco más de dos minutos las emociones que pasan por tu cuerpo cuando recuerdas. La sorpresa de lo cotidiano, el golpe de efecto que esconde un cajón. La vida en silencio, tan sólo interrumpido por una sonora estampida de recuerdos, se esconde bajo este poema: “Quería reflejar cierta ternura de lo cotidiano, la gran dimensión que adquieren en nosotros muchas veces las pequeñas cosas”, asegura el autor. La inspiración de esta canción la tiene asociada al poema Las moscas, de Machado, que por aquel entonces le zumbaba por detrás. “Hay varias maneras de construir canciones. Una tiene que ver con agarrar un hecho contundente y dejarlo en dimensión de andar por casa, otro, como hizo Machado en ese poema, consiste en poner en valor algo tan ínfimo como las moscas”.

Aquellas pequeñas cosas, protagonistas, se pasean de principio a fin en la pieza. Pícaras sonríen, se esconden, acechan y nos hacen llorar (lloro mucho últimamente). Pero, ¿qué son aquellas pequeñas cosas? ¿Algo más que pequeñas cosas? ¿Son sólo recuerdos? Son aquellas cosas de las que no podemos librarnos voluntariamente y que voluntariosas se apoderan de nuestra mente. Tercas permanecen, fugaces huyen. Poesía. Y en los tiempos confusos que vivimos, uno se cree que las mató el tiempo y la ausencia. El tiempo, el peor de los tiempos, y sobre todo la ausencia (de capacidad, de criterio, de moral) se han empeñado en matar aquellas pequeñas cosas que una vez creímos que vivirían para siempre. Pequeñas cosas que nos mantenían el equilibrio.

Un cantautor es un cronista de su pueblo y de su tiempo. A Serrat le debemos buena parte de nuestra educación sentimental, el habernos abierto los ojos y el corazón a los versos en nuestra lengua y habernos mostrado el atajo para recuperar la dignidad como ciudadanos. Pero, como él mismo dijo en 2011 en su discurso de investidura como Doctor Honoris Causa por la Universitat Pompeu Fabra, estamos en tiempos de vergüenza y de renuncia en los que espectadores y víctimas, a la vez, parecen esperar que los mismos que nos han llevado hasta aquí resuelvan los problemas. (…) La codicia de unos, la incompetencia de otros, la ignorancia y la poca vergüenza de muchos nos han situado en un mercado en el que todo tiene un precio, donde todo se compra y todo se vende”. No hay lugar para las pequeñas cosas… Afortunadamente, existe la esperanza de que, como canta Serrat, su tren vendió billete de ida y vuelta. Exijamos que vuelvan. Consigamos que vuelvan.


Es una de las canciones más versionadas del cantante catalán por intérpretes de diferentes nacionalidades y estilos musicales. Hay tantas... He aquí una muestra de ellas.


Que las pequeñas cosas nunca os abandonen. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches


Fuentes:
https://www.publico.es/culturas/serrat-gente-pie-debe-recuperar.html
https://elpais.com/cultura/2014/10/22/actualidad/1413980239_836802.html

lunes, 8 de octubre de 2018

Silvia Quesada

La pena Abierta

Esta noche buscaba canciones tristes, de esas que acarician cuando tienes agujetas en el alma. No sé por qué, la verdad. La ansiada bajada de temperaturas ha llegado, el cielo tiene color de otoño, nuestro nuevo blog cultural “Yo solo digo lo que he visto” nos produce una íntima sensación de satisfacción, ayer asistimos a un fantástico concierto de Xavier Díaz y las Adufeiras, el curso escolar ha cogido ya carrerilla, me llevo a casa cada día ramilletes de sonrisas que no tienen precio... Quizás es que los tiempos de plomo que estamos viviendo no nos permiten sacudirnos la tristeza que sentimos al escuchar cada día las noticias y no ver la luz al final del túnel. 

Esa búsqueda a través del océano virtual me ha llevado a la cantante que os quiero presentar esta noche, Silvia Quesada, la voz del folk astur.


Silvia nació en Brañameana, en 1986 y, pese a su juventud, es una de las voces más representativas de su querida Asturias donde es de sobra conocida ya que cuenta con una importante trayectoria musical, en la que han destacado sus colaboraciones como cantante solista con diversos grupos. Con siete años, entra a formar parte de la Banda de Gaites Cántara, con la que ha grabado cuatro discos, como componente de la misma, con lo siguientes títulos: "Puerta d'Occidente" (Fonoastur, 1994); "La leyenda de Nonaya" (Fonográfica asturiana, 1996); "Mar de nubes" (Fonoastur, 1999) y "Letía" (Fonoastur, 2004).  En 2004 pasa a formar parte del colectivo Muyeres, grupo en el que estará hasta 2011, con el que realiza dos grabaciones: "Onde canta la culiebra" (Fonoastur, 2006) y "Keltikhé" (Fonoastur, 2007). Colabora también en el disco de Celia González "Cantoras ya bordones" (Fonoastur, 2007), como cantante, gaitera y percusionista.

Con Los Gatos del Fornu graba "Na cai" (Fonoastur, 2009) y sale con ellos de gira, por primera vez como solista, llegando a tocar en Aguascalientes (México). Al mismo tiempo pasa a formar parte de uno de los grupos revelación del folk asturiano: Blima. De la mano de L'Aguañaz publican en 2008 el disco "Entamu", con el que hacen una extensa gira de conciertos, destacando las presentaciones en el Festival de Viljandi (Estonia) y en Holanda.

A primeros de 2011, el reconocido grupo Tejedor pide a Quesada que ponga la voz en tres de los cantares de su disco "Positivu". Tras esta grabación pasa a ser una componente más de la formación. Participó  con ellos en una gira que visitó lugares como Kuwait, Lausanne (Suiza) o el Festival Intercéltico de Lorient, sin desdeñar los escenarios y festivales más importantes de Asturias. Ajena a la música folk, también grabó gran parte de los coros del disco "Dobleces" del autor turonés Alfredo González, saliendo también de gira con su banda en la presentación del disco.  En 2015 obtuvo el premio a la mejor voz tradicional asturiana de los Premios AMAS, convirtiéndose en la voz del folk astur.

Con la experiencia alcanzada en estos años, y tras mucho reflexionar, decide poner su voz en las manos de Alfredo González y Sergio Rodríguez para que le produzcan la que es su primera y hasta el momento única grabación (en su página de Facebook nos anuncia la preparación de su nuevo disco) como solista: "La pena abierta". Descubriendo la voz de Silvia y el entorno en el que han ido creciendo sus canciones, todo indicaba que el resultado sería esa maravilla. Me ha gustado mucho, la verdad. Si se echa una ojeada a la crítica musical del momento, la publicación de este su primer disco en solitario fue uno de los acontecimientos más celebrados por la escena musical asturiana.

“La Pena Abierta” consta de diez canciones en asturiano que ella interpreta con exquisito mimo, dulzura y extrema sensibilidad, además de mucha, pero que mucha calidad vocal. De temática sentimental, bailan entre la música pop y la canción de autor. Es este un disco tranquilo, casi acústico, que tiene una instrumentación austera para que no quite protagonismo a sus cualidades vocales y a la fuerza narrativa de las letras. Un disco poco habitual en el panorama musical asturiano, hecho con una grandeza que impresiona. Una grandeza que nace de la voz de Silvia y de la rotundidad de las letras que canta. Un disco que genera emoción verdadera. Un proyecto que da la sensación de estar hecho sin prisa, con esfuerzo, consiguiendo que las canciones brillen con luz propia; un trabajo, en definitiva, equilibrado, rico y auténtico, de esos  que llegan al corazón. Editado bajo el sello Algamar Producciones, cuenta con letras compuestas por Berta Piñán, Boni Pérez (Los Locos), Javier Vallina (Bueno), Pablo Texón, Laura Fernández o el propio González que son una pepita de oro.

Uno de los cortes que más me gustan, el que da nombre al álbum, La pena abierta, es una melancólica composición en la que Alfredo junto a Pablo Texón, dan una vuelta de tuerca al mito de Penélope y Ulises, presentándolo desde el prisma de la decepción y la derrota, interpretado a la perfección por la artista.



Y de la derrota a la resignación. La resignación dignificada en Antes d'empezar o la resignación, sencillamente, aceptada y hasta esperanzada en La vida que te falta, ambas acompañadas por una instrumentación austera.



A la voz de Sílvia Quesada la acompañan la guitarra acústica y la viola de Rubén Bada, el bajo y las programaciones de Sergio Rodríguez y el piano de Alfredo González. Todos ellos, un conjunto de excelentes músicos y poetas, pero sobre todo amigos cercanos de Silvia, algo que produce una magia, una química, una electricidad que se nota en cada uno de los recovecos de este altamente recomendable trabajo.

El disco, su maravillosa voz,  dispara directamente al alma de quien se deje acariciar por la suave marea que provocan sus cuerdas vocales. Mi regreso a este mi espacio musical nocturno después de casi dos meses de ausencia no podía haber sido mejor. Os dejo con otros temas del disco. Disfrutadlos tanto como yo.


Bones nueches. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus.

Fuentes:
http://canciondeautor.es/biografias/spain/silvia-quesada
http://www.asturiasmundial.com/noticia/91444/silvia-quesada-alfredo-gonzalez-sabado-ribeseya/
 https://elsummum.es/silvia-quesada-gracia-plena/
http://asturies.com/noticies/silvia-quesada-debuta-en-solitariu-col-discu-%E2%80%98la-pena-abierta%E2%80%99