A pesar de ser
la consecuencia de una sedimentación que viene de la música y de los bailes
populares, andaluces principalmente, con claras influencias externas, el
flamenco está lleno de clichés, de tópicos y estereotipos que lo relegaron
durante muchísimo tiempo a un arte de segunda categoría manoseado por el
turismo (cuánto daño le hizo la dictadura) hasta que la UNESCO lo declaró Patrimonio
Inmaterial de la Humanidad el 16 de noviembre de 2010.
Cuando
hablamos de flamenco, a pesar de su honda carga expresiva, lo primero que nos
viene a la cabeza es el cante, la guitarra o el baile, tres modalidades o
formas de expresión fundamentales que resultan inconfundibles para cualquier
aficionado, tanto por su compleja técnica como por su espontaneidad, intensidad
emocional o por su libertad expresiva. Sin embargo y desde hace ya unas décadas, al flamenco se han incorporado otros instrumentos como la flauta, el violín, el
chelo, el bajo, el cajón o el piano, algunos de los cuales ya fueron utilizados
por destacados representantes flamencos siglos atrás como El Planeta o los
hermanos Manuel y Tomás
Torre.
Aunque parezca
mentira, el origen del piano flamenco se remonta al siglo XIX. Cuando existía
una música que denominaremos “preflamenca” (origen de lo que hoy
denominamos flamenco), la mayoría de obras estaban escritas o bien para piano
solista o bien para acompañar al cante. Era costumbre de aquella época disponer
de un piano en todos los lugares donde se interpretaba esta música y tanto se
podía ejecutar un aria de alguna ópera como una seguidilla. ¿Acaso no fue Albéniz el primer
pianista flamenco antes de que se inventara el toque flamenco?
También Manuel de Falla o Turina, entre
otros grandes maestros, fueron de los primeros en incorporar a sus obras de
piano piezas flamencas. Posteriormente, Federico García
Lorca acompaña a la Argentinita al piano, definiendo
cada vez más la historia de este instrumento en el mundo jondo. Y así hasta
llegar a los maestros José
Romero y Arturo
Pavón, excelente pianista que revolucionó el flamenco sentando bases de su musicalidad a mediados de los años cincuenta, momento en el que se define definitivamente la
figura del pianista como una incorporación obligada al flamenco.
Desde entonces,
la evolución del piano flamenco ha seguido dos tendencias, una purista en la
que cabe encuadrar a Pedro
Ricardo Miño, Manuel Carrasco,
Javier Coble o Rafael
Pradal y otra mestiza donde al flamenco se incorporan elementos procedentes
de otros estilos musicales, como puede ser el jazz, con Chano Domínguez
como abanderado, Juan Cortés,
Sergio
Monroy, Diego Amador
o Dorantes. La gran
mayoría de los representantes de ambas tendencias, salvo puntuales excepciones, han orientado su carrera no
al acompañamiento al cante o al baile, sino al piano como instrumento solista,
Estas
incursiones en el flamenco de instrumentos foráneos o intrusos, así como el
mestizaje con otros estilos, recibieron crudas críticas por parte de la
flamencología oficial que los tildó de efímeros experimentos llamados a
desaparecer. Todo se reduce a un viejo y viciado debate, el eterno dilema afín
a toda manifestación artística, entre el peso de la tradición y el futuro de la
vanguardia. El músico y teórico del jazz Anthony Davis
lo zanjó con una célebre frase, “la idea consiste en extender la tradición”.
Y extender la tradición es redefinir día a día el flamenco del presente y del
futuro. Dijo en cierta ocasión el guitarrista Vicente Amigo, “El
arte flamenco es lo divino y la guitarra solo es un instrumento para expresarlo
¿por qué no puede ser el piano, o cualquier otro, ese instrumento para expresar
lo divino?” Y Manolo
Caracol también afirmó rotundo, “¡Se puede cantar con orquesta! ¡Se puede
cantar con un violín, con una flauta…! ”. Un ejemplo indiscutible de la
flamencura en estos instrumentos y
sus intérpretes es Rosario
Montoya, flamenquísima pianista y directora de orquesta.
¿Quién decide,
pues, dónde anida la flamencura de un
instrumento? Por fortuna, flamencos puros hasta la raíz como Pepe Habichuela, Camarón, Paco de Lucía, Enrique Morente, Manolo Sanlucar, Carmen Linares o Tomatito no tuvieron el menor
reparo en incorporar toda suerte de sonoridades o instrumentos ni de mezclarse
con otros géneros musicales. “El cante, cómo no, también puede
aprender de otro tipo de músicas”. (Arturo Pavón)
Hoy en día, no solo no es una sorpresa ver el piano en cualquier formación o evento
flamenco, sino que ha evolucionado a su máxima expresión, mezclándose con otras
músicas, definiéndose en formas y matices, reinventándose continuamente. “Sí,
ahora sí. Cuando yo empezaba todo el mundo te decía que con el piano no se
podía hacer flamenco y tan solo estaban Dorantes, Chano y pocos más. Poco a
poco ha surgido una generación de pianistas flamencos como Sergio Monroy,
Ricardo Miño, Miriam Méndez, etc… y parece que hemos sido aceptados dentro del
flamenco” dice la pianista y compositora Ariadna Castellanos,
Hagamos un
alto en este nombre, Ariadna
Castellanos, un nombre de mujer que se ha abierto paso a codazos en este
mundo del flamenco tan… masculino. “Mi
meta es sacarle al piano sonidos diferentes que aún no se han oído en el
flamenco, sobre todo en la parte rítmica y de compás.” Ya me diréis si no lo consigue…
Para acabar, como broche de oro, Laura de los
Ángeles, la única pianista flamenca del mundo que tiene dos discos lanzados
al mercado compuestos íntegramente por ella misma. Laura sorprende por su
innovadora y percutiva forma de tocar el piano. Os dejo con ella.
El piano flamenco es una llave
que abre todas las puertas y fronteras aportando una tímbrica bellísima y
nueva. Después de adentrarme en su música, considero que este instrumento ha otorgado al
flamenco una nueva dimensión que, de momento, no ha tocado techo. Buenas
noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 グッドナイト Buonanotte.
לילה טוב. Oíche mhaith. Wengi alus.
Bones nueches
Fuentes
-
https://clasijazz.com/rafael-pradal-piano-flamenco/
-
http://www.flamencoagency.com/documentos/Elpianoflamenco.pdf
-
https://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gara/editions/2016-08-27/hemeroteca_articles/es-muy-transgresor-que-en-el-piano-flamenco-aun-puedas-aportar-nuevos-ingredientes
Victoria como siempre agradecerte, una auténtica maravilla! Gracias una y otra vez. Abrazos lindos y Salud!
ResponderEliminardesde luego el flamenco siempre me hace vibrar, me pone la piel de gallina...he conocido a una maestra de violín que toca con su compañero guitarristapalos flamencos y piezas de compositores. Hace mucho que no sé de ella. Se apellida Gorbe, Ana María Gorbey su compañero ,Rafael Hoces; mis últimas noticias los situaban en Granada. Con cariño querida Vicky.
Tú siempre dándome ánimos!!Gracias a ti por tu fidelidad. Investigaré estos nombres, querida Sonsoles. Seguro que me aportan nuesvas sensaciones. :) Todo mi cariño para ti.
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