miércoles, 27 de enero de 2021

Un recuerdo para Ayub Ogada

Esta noche, sin que sirva de precedente, me voy a meter en el terreno de Jesús,  en el de las músicas de raíz y del mundo de su podcast "Pobrecito Satanás" (os lo aconsejo). Porque ayer el Cara Libro me recordó que el próximo 1 de febrero hará 2 años ya que a los amantes de la world music  nos entristecía saber de la muerte del cantante y músico Ayub Ogada, uno de los más grandes artistas keniatas de todos los tiempos. Ogada fue uno de los máximos exponentes de su instrumento principal, el nyatiti, una lira de ocho cuerdas, instrumento tradicional del Kisumu, ciudad-condado donde vivía. Irónicamente Ayub consideraba que un instrumento es como una mujer. “Cuando empiezas a tocar este instrumento, prácticamente te casas”, dijo una vez. “No le gustará que toques otro instrumento. Si lo tocas una vez, ya entras en contrato y tienes que ser serio. Me va bien. Estoy felizmente casado ". Murio joven, demasiado, a los 63 años, en su aldea de Nyahera en Kisumu West. Esta noche vamos a recordarlo.

Para quienes no lo hayáis escuchado nunca os sorprenderá inmediatamente lo poderoso del sonido se las cuerdas, acompañando a la voz tenue y reflexiva de Ogada. Veréis que no se parece a nada que hayáis escuchado jamás.

La vida de Ayub fue intensa y llena de giros.  Nació en 1956, en Mombasa, como Job Seda, descendiente del orgulloso pueblo Luo del oeste de Kenia. A los seis años, sus padres lo llevaron a Chicago, donde su padre estudió medicina. Ayub recuerda haber conocido entonces a Muhammad Ali (entonces Cassius Clay) y haber experimentado las secuelas de la segregación estadounidense, incluso cuando sus padres recorrieron los campus universitarios interpretando música luo en un momento en que el término “música del mundo” era desconocido en los círculos comerciales. Job explicó muchas veces cómo ir a Estados Unidos desde Kenia fue un gran choque cultural comparable sólo al contragolpe que supuso el regreso a su país. “Cuando volví a Kenia, recordó Ayub una vez, tuve que volver a aprender mi idioma y algo de la lengua vernácula.”

Al completar su educación primaria en la escuela Our Lady of Mercy, Job entró en la a Lenana High School, donde tocó en una banda llamada Awengele y comenzó a experimentar con instrumentos indígenas. Su evidente talento musical lo llevó a tener un lugar en el Centro Cultural Francés , en Nairobi, en el que compuso música moderna y tradicional para producciones teatrales. En la década de 1970, Kenia estaba inundada de música extranjera: "rumba" congoleña, soul y R&B, jazz, pop latino e incluso country y western. La benga local y otros estilos de música de baile basados en la guitarra tuvieron sus seguidores, pero la música tradicional de los más de 30 grupos étnicos de Kenia permanecía en gran parte confinada a aldeas y entornos privados. “Viví mucho la vida de la ciudad y, sin embargo, me resultó muy difícil tener acceso a la música tradicional. Incluso los europeos tenían más acceso que yo. Un africano sería considerado sospechoso” Pero la vida de Ayub cambió en 1979 cuando se convirtió en cofundador de African Heritage Band. Su mentor y socio en esto fue un estadounidense, Alan Donovan, director de la African Heritage House. Juntos produjeron dos álbumes: “Niko Saikini” y “Handas”. Donovan todavía vive en Nairobi, trabajando en nombre de la cultura indígena, y recuerda que su único requisito para los músicos de herencia africana era que compusieran música, no la copiaran, y que usaran instrumentos y contenido africanos en sus canciones. Ayub siempre estuvo agradecido por la guía de Donovan "No sería nada sin este hombre", dijo Ayub, refiriéndose a Donovan, durante una entrevista en 2016.

Ayub observó el éxito que estaban teniendo en Europa músicos africanos como la banda de Ghana Osibisa, por lo que en 1986 se mudó a Londres. Los conciertos nyatiti de Ayub en el metro de Londres finalmente llevaron a una invitación para actuar en WOMAD,  en Cornwall, en 1988. Cuando una banda canceló su actuación, el espacio de diez minutos que tenía adjudicado Ayub se convirtió en un set completo. Entre los convertidos ese día estaba el mismo Peter Gabriel el fundador de Real World Records.  Y empezaron a colaborar. Participó en la famosa Real World Recording Week en 1991, realizó una extensa gira en el en los EE. UU y actuó como parte de la gira Secret World de Peter Gabriel. Gabriel publicó en su cuenta de Facebook ante la muerte del artista: “Me dolió mucho enterarme de la muerte de Ayub Ogada esta noche. El suyo era un talento prodigioso y cuando estaba encendido podía hipnotizar a cualquiera y a todos dentro de su rango con su toque sensible y melódico de Nyatiti, acompañando esa legendaria voz suave e hipnótica”

 En 1993, lanza para el sello de Gabriel “En Mana Kuoyo”.  De este su primer trabajo (y, seguramente, de toda su trayectoria), Kothbiro (La lluvia se acerca, en idioma luo) es la canción y la melodía más reconocida, y ha tenido innumerables versiones por cientos de artistas de todo el mundo. Ayub, nos repite, como un mantra, que hay que regresar a las raíces.

Hah
Hahye hahye aye hahye
Oh madre ¿puedes oírme?
La lluvia se acerca
Trae el ganado de vuelta a casa...

Este tema se tocó en los Juegos Olímpicos de Río 2016 cuando la leyenda del atletismo, el keniata Kipchoge Keino recibió el premio Laurel Olímpico por su trayectoria. También de este disco vale la pena resaltar el que ha habéis escuchado, Obiero o 10%  

Ogada canta en su lengua nativa de Kenia, las creencias y tradiciones de su pueblo. "Ve lejos, mira el mundo, pero no olvides de dónde vienes", entona en la canción Chiro.

Un proverbio luo dice: "Inind tung, inind allí (un día duermes de este lado, al siguiente duermes del otro)". Ayub volvió a África y mientras observaba el mundo y perfeccionaba las canciones, decepcionado con el mundo y sus líderes. "Kenia no es mi país", decía “Mi país es África. Y si lo miro correctamente, mi país es el mundo. Así que ahora mismo, recreamos la historia y cambiamos a las personas en sus lugares".

En 2012, Ayub Ogada invita al guitarrista Trevor Warren a Kenia después de hablar sobre la posibilidad de crear un nuevo disco juntos. Trevor llegó a Nairobi armado con un estudio de grabación portátil y un plan de dos semanas para regresar con suficiente contenido para hacer un álbum. En su aventura compartida, Ayub y Trevor encontraron polvo de Kenia, predicadores viajeros, ginebra de Kenia, animales salvajes, gente salvaje y, por supuesto, música maravillosa.

A Ayub le gustaba tocar al aire libre. Lo acompañaba una pequeña banda con guitarras, bajo y percusión, y algunos coros. En sus grabaciones escuchamos el sonido de la naturaleza: los pájaros, el ladrido de los perros, niños jugando, incluso el tráfico. Vida. Es un conjunto relajado que suena como un ensayo alegre o una sesión de improvisación, pero que contiene una voz fina y suavemente hipnótica en canciones que combinan riffs furtivos con solos ondulantes de su amada lira.

Varias de sus canciones se utilizaron en bandas sonoras de películas como “Soñé con África” (2000),  “El jardinero fiel”  (2005),  “Samsara” (2011) y  “La buena mentira” (2014). Su relación con el cine no sólo está vinculado a la música, también fue actor bajo su nombre de nacimiento, Job Seda. Fue el masái de Robert Redford en “Memorias de Africa” y en la película “The Kitchen Toto” interpretó a un Mau Mau

No recuerdo donde leí que el sueño de la infancia de Ayub era convertirse en astronauta, para poder escapar del planeta. Ese impulso siempre estuvo ahí, pero al final, en lugar de abandonarlo, decidió cuidar un planeta herido. Y nos dejó un claro mensaje: “La mayoría de nosotros vivimos en países robados”dijo. “Estados Unidos es un país robado. Canadá es un país robado. Australia es un país robado. Somos pueblos originarios, indígenas, y todavía tenemos nuestra fuerza. El jazz viene de mí. El blues viene de mí. El rock and roll viene de mí. Debemos recuperar nuestro poder y luego podremos alimentar a este planeta. Los africanos se están despertando. Estamos al final de una pila. Ese es el mejor lugar para estar, porque la única forma en que puedes subir”.

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি. Laku noć. Bon lannwit. Fie. God nat. Usiku mwema. Oimore

¡Cuidaos mucho!

Otras fuentes:
http://ayubogada.com
/https://magicpopblog.wordpress.com/2019/02/03/muere-el-musico-y-actor-africano-ayub-ogada/
https://www.newsmadretierra.com/sintiendo-africa-ayub-ogada/
https://www.rtve.es/alacarta/audios/cuando-los-elefantes-suenan-con-la-musica/cuando-elefantes-suenan-musica-ayub-ogada-12-02-19/4982724/
https://www.lossonidosdelplanetaazul.com/disco/ayub-ogada-en-mana-kuoyo/


miércoles, 13 de enero de 2021

Murió Carlos do Carmo, el Sinatra del fado

Carlos do Carmo, uno artistas más queridos de su país, Portugal, conocido como el "Sinatra del fado” o “la voz de Lisboa”, considerado el “gran padre de la melancolía portuguesa", murió el 1 de enero a causa de un aneurisma. Tuve noticia de ello días después escuchando a Fernando Berlín y María Navarro en la sobremesa de La CafeteraFue una forma muy triste de empezar el año nuevo para los portugueses y para los amantes del fado.

Creía recordar que la primera vez que oí hablar de él fue en Saravá, un programa dedicado a las músicas portuguesas y brasileñas en Radio Clásica, que sólo duró un par de temporadas. Habían dado a la figura de Saramago el Premio Luso-Español de Arte y Cultura 2016 y Carlos do Carmo cantó poemas suyos en ese programa. Me gustó mucho esa voz profunda; tiene, no sé… un timbre muy especial. Pronto comprendí por qué se había convertido en el máximo exponente de la cultura nacional. Pero estaba equivocada. A Carlos de Carmo lo conocí en 2007, cuando participó en la película “Fados” de Carlos Saura junto a otros grandes artistas portugueses y brasileños como Caetano Veloso , Mariza o nuestro querido Miguel Poveda. Quizás en aquel momento no fui consciente de lo que su figura significaba. Gracias a su trabajo con Saura Carlos do Carmo ganó el Goya a la mejor canción original 2008 por la canción Fado da saudade.

El fado es el mar. Surgió de las calles y tabernas de Lisboa en el siglo XIX y expresa la tendencia portuguesa a la "saudade", una palabra para la que no existe una traducción directa, pero que implica un sentimiento de nostalgia agridulce. Pessoa lo definió muy bien: El fado es la fatiga del alma fuerte. Carlos do Carmo llegó al fado y se quedó a vivir en él. Se quedó y permanecerá para siempre como la mayor figura de la historia de la canción de Lisboa después de Amália Rodrigues. Porque Carlos do Carmo, "el encantador", como lo trataban cariñosamente muchos de sus amigos, el fadista que cantaba como si hablara, fue un renovador militante, agregador y unificador del fado. Y, como todo aquel que revoluciona un género, no se preocupó por los “puristas”.

Fotografía de trensmap

Nacido en Lisboa el 21 de diciembre de 1939, fue hijo de la cantante de fado Lucília do Carmo, quien tuvo una gran influencia en su carrera, y del librero Alfredo Almeida, ambos propietarios de la casa de fado O Faia. El joven artista asumió su dirección en 1962, año en que empezó a actuar para sus amigos. Dos años después, inició oficialmente su carrera grabando una versión del fado Loucura con su madre. Cuando celebró sus 50 años de carrera en el Coliseu de Lisboa, le rindió este homenaje.


Su carrera internacional empezó en 1976 cuando representó a su país en el Festival de Eurovisión con la canción Uma flor de verde pinho

Aunque las canciones tradicionales de fado fueron el núcleo de su carrera, Carlos de Carmo tuvo la clara influencia de estilos musicales que van desde músicos brasileños de bossa nova y la chançon  francesa hasta Frank Sinatra, para darle a la forma musical su propio toque, a veces cantando con una orquesta en lugar del tradicional conjunto de solo un cantante y dos guitarristas, otras tan sólo con un piano. El cantante decía que Sinatra le enseñó dos cosas: a cantar en inglés y a convertir el escenario en un hogar para los amigos.

Fotografía de corat

Entre sus muchos reconocimientos, en 2014 fue el primer portugués en recibir un Grammy Latino de honor, así como un Globo de Oro de honor, una medalla del Ministerio de Cultura portugués y un premio por toda su carrera de la Sociedad Portuguesa de Autores. Carlos de Carmo llevó el fado a los escenarios más importantes del mundo como el Carnegie Hall de Nueva York, el Royal Albert Hall de Londres, el Alte Oper Frankfurt, el Canecão, en Río de Janeiro y el Olympia de París. De esta manera desempeñó un papel clave en hacer del fado parte del Patrimonio Cultural del Patrimonio Mundial de la UNESCO a través de sus innumerables conciertos, grabaciones. “Carlos do Carmo no sólo fue un notable cantante de fado ... una de sus mayores contribuciones a la cultura portuguesa fue la forma en que renovó el fado y lo preparó para el futuro”, escribió el primer ministro Antonio Costa en Twitter ante su muerte.

Fotografía de tsf

El corresponsal del diario ABC en Lisboa colaborador en temas musicales de infoLibre, Francisco Chacón, en 2015 lo tenía clarísimo: “Carlos do Carmo es una auténtica leyenda viva del fado, la figura masculina del género por excelencia. El segundo icono más importante del fado después de la gran Amália Rodrigues. Por eso, copó un protagonismo central en la película Fados, de Carlos Saura. El gran fadista de la actualidad es Camané, y siempre cita a Carlos do Carmo como su maestro. Porque lo es. Además, ensanchó los límites de la canción portuguesa con dos discos maravillosos en los que no se hacía acompañar por guitarras (como es habitual en el fado), sino por el piano de Bernardo Sassetti y de María Joao Pires”.

En 2011, la voz Carlos do Carmo y piano de Bernardo Sassetti se unen en un hermoso disco. Pianista y cantante desnudan sus egos para prestarse atención, la música y la poesía se fusionan y es previsible que sobrevenga el secuestro; un secuestro que enciende corazones y aviva memorias.  

 Pero su colaboración con “la Pires”, como la llamamos en casa, es… maravillosa. Le podría dedicar una entrega a este trabajo conjunto, “Diálogos” entre estos dos grandes de la música llegados de ámbitos diferentes que se reunieron en torno a un gran piano para interpretar una colección de nueve fados con una sensibilidad, profundidad y complicidad casi infinita. Escuchad Se Não Tenho Outra Voz con José Saramago. Sublime.

  

Entre su vasto repertorio de canciones destacan en popularidad Duas lágrimas de orvalho, Canoas do Tejo o Por morrer uma andorinha.

Igual que la copla acabó asociada al franquismo, al fado le pasó lo mismo con la dictadura de Salazar. Pero Carlos do Carmo consiguió que el género no fuera olvidado tras la llegada de la democracia y que gustase a las nuevas generaciones. "A la gente se le olvidó que el fado ya existía antes y lo asociaba sólo con el régimen", afirmó en una de sus entrevistas con El Cultural. "Fue necesario recuperar esta música en libertad, luchar porque dejara de ser confinada a historias desgraciadas. Los jóvenes fadistas no conocen otra cosa que no sea la libertad. Será bueno que lleven el fado por nuevos caminos, porque el fado es intemporal. Tiene su tradición, su historia, pero hay que continuar y dotarlo de nuevas ideas, hablar de lo que pasa en nuestros días".

Como el grueso del mundo de la cultura lusa, el cantante recibió en 1974 con alegría y esperanza la Revolución de los Claveles a la que rendiría tributo tres años más tarde con un álbum temático, “Un homen na cidade”, en torno a la poesía del poeta comunista lisboeta Ary dos Santos.

Con 55 años de carrera y una vasta discografía, el cantante se despidió de los escenarios en noviembre de 2019 en un video compartido en su momento por su sello discográfico. “Es el año que cumpliré 80 años. Hay gente que tiene la capacidad de aguantar hasta los 90 o 100 para cantar. No es mi caso. Este será el año de la despedida. Y será el año de la despedida sin amargura, sin amargura. Será el año de la despedida con mucho agradecimiento a todas las personas que me han brindado tanta alegría y generosidad” Poco más de un año después nos dijo adiós, definitivamente.

En estos tiempos de confinamiento quizás os interese ver el documental “Carlos do Carmo, um homem no mundo” dirigido por Ivan Dias, el mismo productor de la película de Saura, que repasa su larga carrera musical.

"Carlos Do Carmo: Un Hombre En El Mundo" (Subtítulos en Español) from Zerkalo Pictures on Vimeo.

Carlos do Carmo hizo del fado su vida, quizás, una extraña forma de vida, que compartió con todos nosotros. Descanse en paz.

EXTRAÑA FORMA DE VIDA
 
Fue por voluntad de Dios
que vivo en esta ansiedad
que todo suspiro es mío
que es mía toda nostalgia.
Fue por voluntad de Dios.

Qué extraña forma de vida
tiene este corazón mío
vives de vida perdida
quién te daría ese don.
Qué extraña forma de vida.

Corazón independiente
corazón que no gobierno
entre la gente perdido
sangrando obstinadamente.
Corazón independiente.

Ya no te acompaño más
para, deja de latir.
Si no sabes a dónde vas
por qué insistes en correr.
Ya no te acompaño más.
 
Si no sabes a dónde vas
para, deja de latir
ya no te acompaño más.

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি. Laku noć. Bon lannwit. Fie. God nat

¡Cuidaos mucho!


Otras fuentes
https://fadoysaudade.wixsite.com/fadoysaudade/un-poco-de-historia
https://elpais.com/cultura/2021-01-03/carlos-do-carmo-entona-el-fado-del-adios.html
https://elpais.com/diario/1978/04/21/cultura/261957606_850215.html
https://www.abc.es/cultura/20151007/abci-carlos-carmo-fado-frank-201510062040.html