Carlos do Carmo, uno artistas más queridos de su país, Portugal, conocido como el "Sinatra del fado” o “la voz de Lisboa”, considerado el “gran padre de la melancolía portuguesa", murió el 1 de enero a causa de un aneurisma. Tuve noticia de ello días después escuchando a Fernando Berlín y María Navarro en la sobremesa de La Cafetera. Fue una forma muy triste de empezar el año nuevo para los portugueses y para los amantes del fado.
Creía recordar que la primera vez que oí hablar de él fue en Saravá, un programa dedicado a las músicas portuguesas y brasileñas en Radio Clásica, que sólo duró un par de temporadas. Habían dado a la figura de Saramago el Premio Luso-Español de Arte y Cultura 2016 y Carlos do Carmo cantó poemas suyos en ese programa. Me gustó mucho esa voz profunda; tiene, no sé… un timbre muy especial. Pronto comprendí por qué se había convertido en el máximo exponente de la cultura nacional. Pero estaba equivocada. A Carlos de Carmo lo conocí en 2007, cuando participó en la película “Fados” de Carlos Saura junto a otros grandes artistas portugueses y brasileños como Caetano Veloso , Mariza o nuestro querido Miguel Poveda. Quizás en aquel momento no fui consciente de lo que su figura significaba. Gracias a su trabajo con Saura Carlos do Carmo ganó el Goya a la mejor canción original 2008 por la canción Fado da saudade.
El fado es el mar. Surgió de las calles y tabernas de Lisboa en el siglo XIX y expresa la tendencia portuguesa a la "saudade", una palabra para la que no existe una traducción directa, pero que implica un sentimiento de nostalgia agridulce. Pessoa lo definió muy bien: El fado es la fatiga del alma fuerte. Carlos do Carmo llegó al fado y se quedó a vivir en él. Se quedó y permanecerá para siempre como la mayor figura de la historia de la canción de Lisboa después de Amália Rodrigues. Porque Carlos do Carmo, "el encantador", como lo trataban cariñosamente muchos de sus amigos, el fadista que cantaba como si hablara, fue un renovador militante, agregador y unificador del fado. Y, como todo aquel que revoluciona un género, no se preocupó por los “puristas”.
Fotografía de trensmap |
Nacido en
Lisboa el 21 de diciembre de 1939, fue hijo de la cantante de fado Lucília do Carmo,
quien tuvo una gran influencia en su carrera, y del librero Alfredo Almeida, ambos propietarios de la casa de fado O Faia. El
joven artista asumió su dirección en 1962, año en que empezó a actuar para sus amigos. Dos años después, inició oficialmente su carrera grabando una versión
del fado Loucura con su madre. Cuando celebró sus 50 años de carrera en
el Coliseu de
Lisboa, le rindió este homenaje.
Su carrera internacional empezó en 1976 cuando representó a su país en el Festival de Eurovisión con la canción Uma flor de verde pinho
Aunque las canciones tradicionales de fado fueron el núcleo de su carrera, Carlos de Carmo tuvo la clara influencia de estilos musicales que van desde músicos brasileños de bossa nova y la chançon francesa hasta Frank Sinatra, para darle a la forma musical su propio toque, a veces cantando con una orquesta en lugar del tradicional conjunto de solo un cantante y dos guitarristas, otras tan sólo con un piano. El cantante decía que Sinatra le enseñó dos cosas: a cantar en inglés y a convertir el escenario en un hogar para los amigos.
Entre sus muchos reconocimientos, en 2014 fue el primer portugués en recibir un Grammy Latino de honor, así como un Globo de Oro de honor, una medalla del Ministerio de Cultura portugués y un premio por toda su carrera de la Sociedad Portuguesa de Autores. Carlos de Carmo llevó el fado a los escenarios más importantes del mundo como el Carnegie Hall de Nueva York, el Royal Albert Hall de Londres, el Alte Oper Frankfurt, el Canecão, en Río de Janeiro y el Olympia de París. De esta manera desempeñó un papel clave en hacer del fado parte del Patrimonio Cultural del Patrimonio Mundial de la UNESCO a través de sus innumerables conciertos, grabaciones. “Carlos do Carmo no sólo fue un notable cantante de fado ... una de sus mayores contribuciones a la cultura portuguesa fue la forma en que renovó el fado y lo preparó para el futuro”, escribió el primer ministro Antonio Costa en Twitter ante su muerte.
Fotografía de tsf |
El corresponsal del diario ABC en Lisboa y colaborador en temas musicales de infoLibre, Francisco Chacón, en 2015 lo tenía clarísimo: “Carlos do Carmo es una auténtica leyenda viva del fado, la figura masculina del género por excelencia. El segundo icono más importante del fado después de la gran Amália Rodrigues. Por eso, copó un protagonismo central en la película Fados, de Carlos Saura. El gran fadista de la actualidad es Camané, y siempre cita a Carlos do Carmo como su maestro. Porque lo es. Además, ensanchó los límites de la canción portuguesa con dos discos maravillosos en los que no se hacía acompañar por guitarras (como es habitual en el fado), sino por el piano de Bernardo Sassetti y de María Joao Pires”.
En 2011, la voz
Carlos do Carmo y piano de Bernardo Sassetti se
unen en un hermoso disco. Pianista y cantante desnudan sus egos para prestarse
atención, la música y la poesía se fusionan y es previsible que sobrevenga el
secuestro; un secuestro que enciende corazones y aviva memorias.
Pero su colaboración con “la Pires”, como la llamamos en casa, es… maravillosa. Le podría dedicar una entrega a este trabajo conjunto, “Diálogos” entre estos dos grandes de la música llegados de ámbitos diferentes que se reunieron en torno a un gran piano para interpretar una colección de nueve fados con una sensibilidad, profundidad y complicidad casi infinita. Escuchad Se Não Tenho Outra Voz con José Saramago. Sublime.
Entre su vasto repertorio de canciones destacan en popularidad Duas lágrimas de orvalho, Canoas do Tejo o Por morrer uma andorinha.
Igual que la copla acabó asociada al
franquismo, al fado le pasó lo mismo con la dictadura de Salazar. Pero Carlos do Carmo consiguió que el género no fuera olvidado tras la llegada de la
democracia y que gustase a las nuevas generaciones. "A la gente se
le olvidó que el fado ya existía antes y lo asociaba sólo con el régimen",
afirmó en una de sus
entrevistas con El Cultural. "Fue necesario recuperar esta
música en libertad, luchar porque dejara de ser confinada a historias
desgraciadas. Los jóvenes fadistas no conocen otra cosa que no sea la libertad.
Será bueno que lleven el fado por nuevos caminos, porque el fado es intemporal.
Tiene su tradición, su historia, pero hay que continuar y dotarlo de nuevas
ideas, hablar de lo que pasa en nuestros días".
Como el grueso del mundo de la cultura lusa, el cantante recibió en 1974 con alegría y esperanza la Revolución de los Claveles a la que rendiría tributo tres años más tarde con un álbum temático, “Un homen na cidade”, en torno a la poesía del poeta comunista lisboeta Ary dos Santos.
Con 55 años de
carrera y una vasta discografía,
el cantante se despidió de los escenarios en noviembre de 2019 en
un video compartido en su momento por su sello discográfico. “Es el
año que cumpliré 80 años. Hay gente que tiene la capacidad de aguantar hasta
los 90 o 100 para cantar. No es mi caso. Este será el año de la despedida. Y
será el año de la despedida sin amargura, sin amargura. Será el año de la
despedida con mucho agradecimiento a todas las personas que me han brindado
tanta alegría y generosidad” Poco más de un año después nos dijo adiós,
definitivamente.
En estos tiempos de confinamiento quizás os interese ver el documental “Carlos do Carmo, um homem no mundo” dirigido por Ivan Dias, el mismo productor de la película de Saura, que repasa su larga carrera musical.
"Carlos Do Carmo: Un Hombre En El Mundo" (Subtítulos en Español) from Zerkalo Pictures on Vimeo.
Carlos do
Carmo hizo del fado su vida, quizás, una extraña forma de vida, que compartió
con todos nosotros. Descanse en paz.
que vivo en esta ansiedad
que es mía toda nostalgia.
Fue por voluntad de Dios.
tiene este corazón mío
vives de vida perdida
quién te daría ese don.
Qué extraña forma de vida.
corazón que no gobierno
entre la gente perdido
sangrando obstinadamente.
Corazón independiente.
para, deja de latir.
Si no sabes a dónde vas
por qué insistes en correr.
Ya no te acompaño más.
para, deja de latir
Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇.
Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト Buonanotte. לילה טוב. Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا
شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি.
Laku noć. Bon lannwit. Fie. God nat
¡Cuidaos mucho!
https://fadoysaudade.wixsite.com/fadoysaudade/un-poco-de-historia
https://elpais.com/cultura/2021-01-03/carlos-do-carmo-entona-el-fado-del-adios.html
https://elpais.com/diario/1978/04/21/cultura/261957606_850215.html
https://www.abc.es/cultura/20151007/abci-carlos-carmo-fado-frank-201510062040.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario