domingo, 27 de noviembre de 2016

Vinicius de Moraes en la Fusa

"Los mejores años de nuestra vida"

Sentada en mi estudio junto a Jesús en esta noche de domingo, mientras él se dedica a su podcast Pobrecito Satanás, le observo y, a veces, me siento algo empequeñecida por su sapiencia demostrada en temas musicales (y en casi todo)  Su sabiduría es amplía y su oralidad más aún. Tengo mucho que aprender, tal vez demasiado, pero el hambre musical es extrema, el tiempo escaso. Desde luego, puedo prescindir de muchas cosas en mi vida, de casi todas, menos de mi familia y, por supuesto, tampoco de la música.  Hoy he abierto la puerta de mi noche (o él me ha abierto las suyas) a Vinicius (el nombre de pila basta cuando se trata de alguien que es como de la familia) al que conocí en aquel ático de Sant Andreu en el que entraba la luz, la música y la juventud a raudales.

Vinicius de Moraes está en el grupo de músicos que te hace “sentir la música”. Así de simple. Ya hayas escuchado mucha o poca música, seas o no un pozo de sabiduría musical, es imposible permanecer indiferente ante la propuesta de Vinicius. Su música es arte, es pura magia, pura poesía que viaja por el tiempo. Y a lo largo de ese tiempo, la memoria enlaza los nombres según las leyes del corazón. Así quedaron asociados para siempre Vinicius y La Fusa, el mítico local, un reducto que albergó a gran parte de la comunidad artística entre 1968 y 1982, un espacio donde se mezclaban la bohemia de la época con miembros de la clase alta que acudían a ver y oír “lo mejor de lo mejor”. Por el escenario de aquel café-concert pasaron artistas como Chico Buarque, Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, Les Luthiers... Por ello, uno de los discos de culto y, a la vez, uno de los más populares de la música brasileña es “Vinicius de Moraes en La Fusa” (1970) que el poeta grabó con Maria Creuza y Toquinho. Una obra que conserva un carisma impresionante y es uno de los discos brasileños que lleva más años en catálogo.

El poeta carioca, padre de la bossa nova, se conocía La Fusa desde bastante antes de la noche de 1969 en que apareció sobre el pequeño escenario, sentado a la mesa que le servía tanto para apoyar la botella de whisky, el vaso y el cubo de hielo indispensables, como para ocultar, siempre un poco coqueto, las señales que los tragos habían ido dejando a la altura de la cintura. Y antes de esa primera noche ya era familiar y prestigioso el nombre de La Fusa: la inaugural, en la Parada 10 de Punta del Este; la que hizo historia en Buenos Aires en la época de oro del café-concert, o la que protagonizó en Mar del Plata del 71 un verano musical memorable. Pero esa es otra historia.

Las representaciones de aquellos conciertos fueron un gran éxito; el pequeño local con capacidad para unas 100 personas se llenaba cada noche y circulaban los comentarios favorables que alimentaban la leyenda. El álbum es una auténtica celebración de la música (y de la vida) en la que se nota que los músicos lo están pasando bien, pero también es un disco con una desconocida historia que vale la pena comentar. Y es que para comenzar, “Vinicius de Moraes en La Fusa” no es un disco en directo, a pesar de que pueda parecerlo. De hecho fue el propio Vinicius quien sugirió, para lograr una mejor calidad de sonido, que las canciones fuesen grabadas en un estudio de Buenos Aires y que, después, se añadieran las voces del público. Parece que quienes asistían a ese local eran tan entusiastas, alegres y emotivos que valía la pena conservar el sonido ambiente.

En el disco aparece la voz de una joven cantante de Bahía que haría una larga carrera, Maria Creuza, y un joven guitarrista de nombre Antonio Pecci Filho pero que todos conocían con el sobrenombre de Toquinho. Durante dos noches se recrea, con unas mesas y amigos invitados, el ambiente del café-concert. No faltan, para dar mayor verosimilitud a la puesta en escena, “botellas de whisky y mujeres bonitas”. El poeta, compositor y cantante cuenta chistes, desgrana anécdotas relativas a cada canción, juega con el público, presenta a los músicos.

"Nos unió la amistad antes que la música"

Hoy en día, si se oye con atención el disco, se puede apreciar como Toquinho improvisa mientras Vinicius dirige unas palabras a su público; luego se escucha el corte de la grabación, y se nota el cambio de tono de la guitarra de Toquinho. Vinicius cuenta que aquellos fueron de los mejores años de su vida, donde no faltaron mujeres y whisky. Con su voz de cava, teñida por el tabaco y el alcohol, Vinicius canta como nunca lo hizo y se siente tan a gusto que nos explica varias historias como aquella en la que asegura que Josephine Baker había decidido adoptar a Toquinho, comentario que obviamente levanta las risas del supuesto auditorio.

Abre el disco el himno Copa do Mundo (ese mismo año Brasil ganó el mundial de Mexico) Alegría desbordante, felicidad absoluta. Después de este pequeño y divertido aperitivo, A Felicidade abre realmente el disco. En esta preciosa canción, una de mis favoritas, creada por Jobim y De Moraes cantan tanto Vinicius, como Toquinho y María Creuza. A la señora Creuza hay que darle de comer a parte; su voz aterciopelada nos pone los pelos de punta. La guitarra de Toquinho es un lujo que no sé si nos merecemos y los coros, ay los coros....


Conmueve escuchar lo que ya son clásicos de la música popular del siglo XX. Sorprende la frescura y expresividad de la voz de una Maria Creuza en estado de gracia, que en Tomara (Ojalá) o en Eu sei que vou te amar se apropia de dos canciones clave del tándem Jobim-Vinicius. En esta última, casi al final del disco, María nos canta y nos convence de que será así, que nos amará desesperadamente y para siempre.


Y siguen los temas: Que maravilha, Lamento no Morro, una tras otra canciones esplendidas, sublimes que te atraparán si no lo estás ya. Antes de la mítica y preciosa Garota de Ipanema a la que ya le dediqué una entrada en este blog en junio de 2015 (cómo pasa el tiempo) nos llega Canto de Ossanha que es una de las cimas de este "La Fusa".


Después de la Garota llega esa Samba em preludio, uno de los temas más bellos de la historia de la música en el que Maria Creuza hace un dúo memorable con la voz gastada y dulce del poeta. Toquinho exhibe toda su destreza como guitarrista, pone su voz acaso tímidamente en algunos momentos y lidera la pequeña orquesta que resulta ese trío ocasional eternizado en la grabación. 


         Minha namorada es otra joya oculta en el disco, un tema reposado, tranquilo, bellísimo que nos coge de la mano antes del cierre con Si todos fossem iguais a voce que nos deja totalmente hechizados.


Escuchar a Vinicius en "La Fusa" junto a Toquinho y María Creuza es enamorarse por primera vez. Es la magia de la música, independientemente de donde provenga. Es cerrar los ojos y dejarse llevar por la belleza de las voces y esos preciosos acordes. Un disco que no fue planificado, que pasó a la historia prácticamente fundando un sello independiente y que más de cuarenta años después se sigue disfrutando como el primer día. Los que lo tenemos en vinilo. Y a quienes no lo hayáis escuchado os auguro la certeza de una nueva adicción, porque este disco se escucha por primera vez pero nunca por última. 

Dejaos abrazar por ellos y esta noche dormiréis en paz. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Buonanotte. Boas noites.굿나잇 晚安 グッドナイト

Fuentes:
http://www.elperiodico.com/es/noticias/ocio-y-cultura/concierto-toquinho-maria-creuza-la-fusa-jardins-de-                         pedralbes-5253336
http://jazzfunkbossaok.blogspot.com.es/2010/10/30-anos-sin-vinicius-recordando-la-fusa.html
http://www.clubdeldisco.com/resena/403_con-maria-creuza-y-toquinho_vinicius-de-moraes-en-la-fusa
http://www.exileshmagazine.com/2014/03/vinicius-de-moraes-la-fusa-1970.html                                

martes, 15 de noviembre de 2016

Leon Rusell se ha ido también

Adiós al escudero de las grandes leyendas del rock
           
El domingo me acosté con la noticia de otra muerte. El muro de Facebook de mi amigo Pedro Ignacio Tofiño me anunció que a la irreparable pérdida de Leonard Cohen y de Paco Nieva, se suma la de Leon Russell, el gran león revolucionario. El legendario músico y antiguo colaborador de Elton John, Bob Dylan y los Rolling Stones, tenía 74 años. Russell, que había sufrido un ataque al corazón a principios de este año, todavía se estaba recuperando de una cirugía en el momento de su muerte que, según su esposa Janet Bridges, se produjo en paz en su casa. Murió mientras dormía. Ojalá todos pudiéramos elegir.

           En su web oficial un comunicado lo define: "El maestro del espacio y el tiempo fue un músico y compositor legendario de Tulsa, Oklahoma, que interpretó su rock, blues y música country durante más de 50 años". Ayer quise publicar este obituario pero me costó tanto elegir los temas… ¡tanto!

Nacido en Lawton el 2 de abril de 1942, la carrera de León Russell abarcó un amplio arco de muchas generaciones y gustos diferentes en la historia americana. Russell no era solo un gran músico, era un icono, una inspiración para todos. Leon Russell surgió en los años 70 como uno de los ejecutantes y de los compositores más dinámicos del rock'n'roll después de tocar anónimamente en los años 60 en docenas de conciertos como pianista de sesión, Russell, que fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2011 de la mano de Elton John, había soportado una serie de problemas de salud en sus últimos años.

En 1970 tocó los corazones de millones con A Song for You. Desde entonces, la canción ha sido versionada y regrabada por Donnie Hathaway, Whitney Houston, The Carperters, Ray Charles y Amy Winehouse. Su legado continuará creciendo mientras nuevas generaciones de aficionados están descubriendo un patrimonio musical único.


       Pero si algo hace más grande a quien es grande son sus compañeros de viaje. A lo largo de 70 años, Russell trabajaría junto a músicos legendarios como Bob Dylan, George Harrison, Rolling Stones y Willie Nelson. En 1976, abandonaría Shelter Records, la discográfica que fundó junto a Denny Cordell después de ganar cinco discos de oro, para iniciar su propio sello Paradise Records. El sello pasaría a publicar varias de sus colaboraciones con su esposa Mary Russell.

Russell escribió varias canciones que muchos creen que son de otros, como Superstar y This Mascarade que muchos piensan que son de los Carpenters.  Así como  Delta Lady que cantaba Joe Cocker o Blues Power junto con Eric Clapton. También es autor de mucho del material que cantaban  The Monkees


No puedo pasar de largo del imprescindible Eric Clapton. No me he podido resistir.


Su primer disco (el que nos enganchó a toda una generación)  "Leon Russell", de 1970, es excelente. En él participaron Dylan, Harrison y Clapton, un anticipo de la genial reunión que se realizó en 1971.

Y es que el 1 de agosto de 1971, George Harrison organizó el sin duda mítico “The Concert for Bangladesh”, en el que Bob Dylan fue uno de los artistas invitados.  Dylan, junto con Harrison, Ringo Starr y Leon Russell tocaron varios temas: A Hard Rain's a-Gonna Fall, It Takes a Lot to Laugh, It Takes a Train to Cry, Love Minus Zero/No Limit, Blowin' in the Wind y una gran version de Just Like A Woman.



Volviendo a su mítico primer álbum, este tema Hummingbird me apasiona. 


Y éste, al más puro rock'n'roll. 


Los medios de comunicación social llevan dos días de tributos constantes hacia Leon Russell, sobre todo de sus contemporáneos musicales, que admiraron su influencia, talento y legado perdurable. Artistas de todos los extremos del género musical han alabado la larga carrera de Russell que Cat Stevens, por ejemplo, ha dicho que fue para él "una gran influencia".

                "Agradecemos a todos sus pensamientos y oraciones durante este tiempo tan, tan difícil", decía Janet Bridges en el citado comunicado. "Mi marido murió mientras dormía en nuestra casa de Nashville. Se estaba recuperando de la cirugía cardíaca en julio y esperaba volver a la carretera en enero. Apreciamos el amor y el apoyo de todos”.

           Pero el mayor elogio para Russell ha surgido como era de esperar, de Elton John, que durante mucho tiempo se había considerado una influencia directa de Russell.  Elton John ha dicho de él que fue su "mentor e inspiración" (“yo quería ser Leon Russell”). John prometió su eterno amor para su amigo y colaborador. A ambos les unió una colaboración bilateral llamada The Union.

"El álbum lo grabamos en cinta analógica, lo que hace que suene mejor", señaló John en declaraciones al diario británico  "The Independent". "Sabía que iba a ser un buen disco, pero ha resultado incluso mucho mejor de lo esperado. Y eso se debe a que Leon resucitó en el estudio. Había sufrido una semana antes una complicada intervención -le operaron durante cinco horas y medio en el cerebro- y no estaba en la mejor forma al principio". El dúo se fue de gira al poco tiempo y a partir de entonces se forjó una amistad alimentada por el trabajo de cada uno.

Se fue Leon Russell. Ya no volveremos a gozar de su increíble presencia con su larga melena y su barba inmortales.

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Buonanotte. Boas noites.굿나잇 晚安 グッドナイ

martes, 1 de noviembre de 2016

Ray Charles, el padre del soul

Y el alma se le cristalizó con la nostalgia de los sueños perdidos. (Cien años de Soledad)

Gide dice que el infierno de esta vida es tener que elegir de entre un centenar de caminos sólo uno, y conseguir vivir sin nostalgia de los otros noventa y nueve. ¿Qué valor tiene la nostalgia del pasado? Quizás el pasado siga siendo el opio de los sentimentales. Lo peor que te puede pasar es tener un corazón nostálgico y una mente escéptica. 

Imagen del film Nostalghia de A. Tarkovsky
Quizás ha sido la nostalgia que, como comentaba ayer con mi compañera Carme Godia, invade a nuestra generación los días festivos -demasiado tiempo para pensar- la que me ha llevado hasta el pianista, cantante, arreglista y compositor Ray Charles, una de las principales figuras del soul. Un hombre cuya presencia, desde la década de 1950, ha sido perceptible en innumerables músicos y cantantes. Con su música y su poderoso estilo vocal personal, ha inspirado y guiado a las sucesivas generaciones de músicos de una manera que pocos pueden rivalizar. Hablamos de nombres como Steve Winwood, Aretha Franklin o Joe Cocker


Ray sintetizó a lo largo de su vida sus luchas, su dolor y su oscuridad personal con la misma efectividad con la que supo fundir en su arte una miríada de estilos musicales: el jazz, el rhythm &blues, el rock and roll, el gospel y el country. Su historia tiene un sentido muy distinto al de otros músicos: la cadena de eventos y logros se transforma en el vibrante y conmovedor trayecto de un genio único con una visión propia que enseñó al mundo a escuchar música de una forma nueva. Su arte se puede resumir de muchas maneras: cantante convincente, expresivo y versátil, artista carismático, ingenioso compositor... Pero aquello que, probablemente, puede ser más preciso y definitorio de lo que ha significado para la música es  "padre del soul"

Ray Charles comenzó su carrera después de que perdió la vista debido al glaucoma a la tierna edad de siete años. Sin embargo, él niega que ese hecho le empujara al mundo de la música ya que tocaba desde que tenía 3 años. A partir de esa tragedia, Charles desarrolla su talento musical mientras asiste a la Escuela de Florida para Sordos y Ciegos. 

Ganador de diecisiete Grammy’s, Ray Charles, llegó a tener un rol activo en lo que a justicia racial se refería, lo que le llevó a forjar una buena amistad con el legendario Martin Luther King en la década de los 60. Ray tuvo que luchar, aparte de contra su discapacidad y pobreza, contra las injusticias raciales de la época. Fue así como, al ser encarcelado Martin Luther King , Ray hizo lo que pudo para reunir recursos y ayudar, con ellos, a su amigo y a la causa común. Pero no solamente se le reconoce por aquella lucha, sino también por crear en 1987 la Fundación Ray Charles para la prevención de la sordera, institución que hasta el momento presta servicios a personas así como también realiza investigaciones en la materia.

La revista Rolling Stone lo nombra #10 en su lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos. En 2009 publica la lista de los 100 mejores cantantes de la historia, los cuales han sido elegidos por cantantes y personas relacionadas con la música. Entre todos ellos Ray fue nombrado como mejor cantante masculino y como el segundo mejor cantante de todos los tiempos, sólo superado por Aretha Franklin.

Elegir una muestra de los grandes éxitos de Ray Charles no es tarea fácil. Nunca lo es en este bloc. Así que, como siempre ocurre en este espacio propongo aquellos temas que a mí me llegan por uno u otro motivo. Canciones, en este caso, que me llenan de nostalgia.

Empecemos con I Can't Stop Loving You. Charles le dio su toque soul a este tema country, primer single extraído del álbum "Modern Sounds in Country& Western". Esta arrolladora balada se mantuvo en las listas de rhythm & blues de Billboard durante 10 semanas seguidas, vendiendo más de un millón de copias.


Seguimos con Georgia on My Mind. Esta canción no era suya ni fue el primero en interpretarla, pero la elevó a un nivel al que ningún otro cantante pudo llegar. La canción no solo es un auténtico icono en la música estadounidense, sino que fue nombrada en 1979 canción oficial del estado de Georgia, donde Ray Charles había nacido 49 años antes, en 1930. Supuso un nuevo impulso en su música, que acompañó su dulce canto con un sentido coro y una orquesta de cuerda en vez de con las habituales Raelettes.


What'd I Say 1 & 2 Para muchos este éxito de 1959 expresa el estilo definitivo de Ray Charles, con su piano eléctrico y un esquema vocal de llamada y respuesta rebosante de sensualidad primaria. Fue interpretada en vivo una noche y la gente respondió tan favorablemente a ella que Charles decidió grabarla. En su momento, la canción fue vetada por varias emisoras de radio pero en 2003 la Biblioteca del Congreso decidió preservarla como una de las grabaciones más significativas de la historia de la música americana.


En 1972, Charles presta su voz a America the beatiful, un clásico de 1895, una canción americana que provoca más de una lágrima en los ojos de muchos de los que lo escuchan. 


A song for you es una canción escrita y grabada originalmente por el cantante y pianista Leon Russell para su primer disco en solitario que fue lanzado en 1970. Ray Charles grabó una versión que ganó en 1993 el Grammy al mejor vocalista masculino.


La historia de este genio de la música ejemplifica el triunfo del ser humano por encima de las adversidades y obstáculos: Ser huérfano (perdió a su madre con 15 años), haberse criado en un pueblo de Georgia, al sur de Estados Unidos, en medio de una pobreza inimaginable, donde los negros ocupaban el escalón más miserable. “Por debajo de nosotros solo estaba el suelo”, recordaba él. Superar también la adicción a la heroína y, claro está, ser ciego.

Ray Charles preso por posesión de heroína
Charles tiene, además,  uno de los discos póstumos más exitosos de la historia “Genius Loves Company” que grabó pocos meses antes de morir. Es un disco de duetos en el que comparte micrófono con B.B King, Elton John o Natalie Cole. El disco se llevó el Grammy al mejor disco del año y siete premios más. Ray Charles no paró de trabajar hasta el final. Además de grabar este disco, actuó en su concierto número 10.000 dos meses antes de morir, y colaboró en Ray, sus memorias cinematográficas en las que Jamie Foxx se llevó un Oscar por encarnarle en la gran pantalla.

Pero si hay un álbum que me apasiona (sin pasión difícilmente la música te llega al corazón) es “Blues + Jazz” de 1994. Combinando el trabajo más temprano y más blues de Charles para Atlantic con algunos de sus mejores trabajos de jazz en un paquete de 2 CD. Esta selección de temas nos muestra que Ray Charles puede funcionar admirablemente en cualquiera de los dos regsitros. O tal vez dice que no importa el estilo, que Ray Charles siempre fue su propio estilo. Para la generación más joven, que sólo conoce a Ray como el "viejo hombre del anuncio de Pepsi" y que están familiarizados con sólo sus grabaciones populares y de más éxito comercial, o para quienes quieran llegar a las raíces de la verdadera alma de Ray Charles, “Blues + Jazz” es para vosotros. Aquí os dejo una muestra: nostalgia en estado puro.


Me voy a dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños (Gracias, Gabo, por prestarme esta noche tan bellas palabras) Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير. Gabon. Boas noites. 굿나잇 晚安. Buonanotte. グッドナイ