martes, 18 de agosto de 2015

Música para Federico (II)

Y Federico García Lorca se hizo canción.


NACER
5  de junio de 1898.
Vuela la moneda a la brisa de la vida recién estrenada. Cara y cruz. Felicidad y drama. Vuelo herido de paloma. Canción oculta. Llama.

VIVIR
La voz rompe el silencio y el poema se transforma en visible lluvia interior que golpea los poros de dormidos sentimientos. Vida desenvuelta en risas y llantos, en agudos dolores ocultos. Callada queja perdida en el abrazo de la palabra.

MORIR
Sangre que naufraga. Imprevista despedida. Cosecha de odios desbocados. Labios que aletean sobre el vacío del beso. Corazón de metal floreciendo en el corazón sorprendido del poeta.

¡Eso es todo!
"Una uña que aprieta el tallo.
Un alfiler que bucea,
hasta encontrar las raicillas del grito.
Y el mar deja de moverse"

"Asesinato"
Poeta en Nueva York

LORCA CANTADO
Los poemas sueñan alas, voz, sonido. La palabra se libera del papel, toma vuelo, cruz, garganta y cielo. Se viste de canción y anida en estas grabaciones que aquí se recogen.

Lorca cantado. El poeta habitando ya el oleaje de invisibles pentagramas.

La música y la poesía son siempre un lugar de encuentros pero en este caso es tal la profusión de artistas que han interpretado temas con letras del poeta que sería imposible hacer un recuento aquí. Aunque hay quien sí lo ha hecho (o se ha acercado) como es el caso Lorca cantado, un fantástico y anónimo trabajo realizado con motivo del centenario de su nacimiento que he descubierto por los lares de internet.

La selección que vais a encontrar aquí no tiene más valor que ser la que me gusta a mí, aquellos temas que más hondo me han llegado. Me encantaría, sin embargo, que, si os apetece, aportarais vuestras preferencias.

Empiezo por una de mis preferidas seguramente por su frescura, por su modernidad, por su estilo: la versión que hace el grupo Marea del Romance de la Guardia Civil Española, poema que cierra el Romancero Gitano y que es el que muestra más clara y directamente una intención de denuncia social, al contar la brutalidad de un asalto violento por parte de la Guardia Civil (que simbolizan las fuerzas represoras) hacia una población gitana, víctima inocente de esa represión. Marea tituló a su canción Ciudad de los gitanos (verso que se repite en el poema de Lorca)  y es sencillamente preciosa.


Y ahora corramos el reloj hacia atrás, hacia los orígenes de quien soy. Paco Ibáñez es considerado uno de los padres de la canción de autor de España, cuya principal característica ha sido musicalizar la obra poética de diferentes escritores, especialmente españoles y latinoamericanos. Su primer larga duración fue publicado en Francia en 1964 por Polydor. En él musicaliza a dos poetas españoles: Federico García Lorca y Luis de Góngora. El álbum contó con el acompañamiento en guitarra de Antonio Membrado e incluyó una ilustración realizada por Salvador Dalí, hecha especialmente para ser acompañada en la edición.


Cinco años después, en1969, en un escenario mítico como el Olympia de París, en el más riguroso de los directos, este juglar deleitó a los numerosos exiliados de la España franquista con poemas que sonaban a Libertad. No podían faltar a esta cita los versos del poeta granadino con su obra nacida del pueblo para el pueblo. Podéis escucha La canción del jinete en el disco del concierto, en el minuto 20:00. 


Poeta en New York, una de las obras poéticas más conocidas del genial granadino, es una obra universal. Su universalidad se hace patente en un disco de 1986, “Poetas en Nueva York”, en el que cantautores de todo el mundo (Leonard Cohen, Lluis Llach, Víctor Manuel, Georges Moustaki, Donovan…) rinden homenaje a Federico. Y lo hacen rompiendo fronteras y adaptando sus poemas al griego, al catalán, al italiano, al alemán, al hebreo, al inglés o al portugués. Esta ambiciosa propuesta es un ejemplo de que la música y la poesía son una vía de encuentro y entendimiento universal.


En tono intimista, Amancio Prada, nos presentó también en 1986, quizás la obra menos conocida de Lorca. El cantautor leonés adapta musicalmente los “Sonetos del amor oscuro”, con la dificultad añadida de compatibilizar la música con el esquema rítmico de los propios versos. "Desde que acabé el trabajo sobre el Cántico espiritual de san Juan de la Cruz, estaba buscando unos textos que me permitieran hacer un trabajo extenso, unitario, de largo aliento. Lo encontré cuando leí los Sonetos del amor oscuro, que son a la vez lo más clásico, lo más moderno y lo más actual que escribió el poeta. Para mí están entre lo más entrañable de su poesía” dijo Prada en el programa de mano de su presentación en el María Guerrero de Madrid. 

El trovador canta así la poesía más romántica de Federico, los poemas que, desde lo cotidiano, nos hablan de amor y desamor con la mirada tierna de un poeta sencillo.

Amancio Prada posee la inestimable cualidad de encontrar la musicalidad adecuada a cada poema con que se enfrenta, una musicalidad que sin dejar de estar en el poema pertenece totalmente al compositor y le otorga ese carácter diferencial que distingue a la canción del poema. Una musicalidad que es un juego constante de matices, muchas veces mínimos, pero siempre significativos. 


Hace dos años el cantante presentó el espectáculo músico-teatral A Rosalía de Federico, un diálogo escénico de Amancio Prada con dos de las voces más esenciales y conmovedoras para el cantante: Lorca y Rosalía de Castro. “Llevo a Galicia en el corazón porque en ella he vivido y soñado mucho”, dijo un Lorca admirador del país de Rosalía, al que viajó en 1932 y en cuyo idioma escribió sus "Seis poemas galegos".

Ya en su primera juventud el poeta de Granada había evocado, en una doliente Salutación Elegíaca a su hermana en tristeza la poeta de Padrón, aquella presencia de desafiante hondura que lo acompañaría el resto de su vida. 

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En la historia de la canción popular española, a finales de los años sesenta surgió en Madrid un grupo musical de trascendental importancia fundamentalmente por dos motivos: por su posicionamiento crítico y de ruptura contra la dictadura franquista, y por el planteamiento de su repertorio básicamente estructurado en torno a la musicalización e interpretación de textos de nuestros grandes poetas contemporáneos. Este grupo se llamó Aguaviva y fue creado por Manolo Díaz y por José Antonio Muñoz.

Al año siguiente de su creación, en 1970, el grupo grabó y publicó su primer LP ”Cada vez más cerca” obra en la que participaron como arreglistas Juan Carlos Calderón y Raúl Farrán. Este disco (mítico en el contexto de la llamada "canción de autor" en España) fue hermosamente diseñado, simulando un periódico en el que aparecían artículos, noticias, fotografías y los textos de las canciones.


En 1998, en el centenario del nacimiento del poeta,  Ana Belén publica el disco llamado “Lorquiana” que consta de dos CD, uno de poemas y otro de canciones versionadas por la propia Ana Belén y su equipo musical en conjunción con Chano Domínguez y sus músicos. Hubo críticos que consideraron que los arreglos no estaban acordes con la intencionalidad del poeta; otros sin embargo, consideraron que con su musicalización habían conseguido imprimir la musicalidad y la fuerza que Lorca pretendió dar a sus versos. Sea como sea, con su nítida voz y perfecta modulación, Ana Belén le imprime a esta obra su propia personalidad, sin que esto sea menoscabo, desde mi punto de vista, para la frescura, sencillez y el ritmo de los versos de Federico.

 
Sobre este tema, Joan Manel Serrat hizo una hermosa versión en su álbum Serrat Sinfónico.


La pasión de Chavela Vargas por Federico García Lorca se consumó en su último recital que dio en la Residencia de Estudiantes de Madrid el 10 de julio de 2012, muy poco antes (menos de un mes) de fallecer. Sus más cercanos dicen que el amor por la obra del poeta andaluz ayudó a la cantautora costarricense a sobrevivir los últimos meses de su vida y que por eso no quiso terminar su carrera ni su vida sin agradecer una deuda que sentía con Federico. Desde joven, ella decía que Lorca le había acompañado, que con él se sintió acompañada en su soledad. Y entonces grabó un disco con textos de obras de teatro y de algunos de los poemas.

La voz que se escucha en este video (no se la ve) es el de una mujer de 93 años con una larga experiencia a cuestas, pero con la vitalidad, la fuerza y la sensibilidad que siempre caracterizó a Chavela. Un testimonio que sin duda vale la pena recoger aquí.


Una curiosidad.  El trío vocal DivaDams, compuesto por Araceli Aiguaviva, Càrol BrunetLoni Geest debuta discográficamente en diciembre de 2009 con un homenaje a la poesía de Federico García Lorca que lleva por título García Lorca. Paisajes en jazz. La poesía no ha hecho casi nunca buenas migas con el jazz, hasta el momento presente. Pocos han sido los jazzmans que se han acercado a la poesía para musicarla, una actividad, que al menos en el mundo latinoamericano, parecía más cosa de los cantautores que de los crooners o las damas del jazz.
El repertorio se basa en composiciones ya existentes, adaptadas para trío vocal. Las adaptaciones, los arreglos para las tres voces y algunas de las composiciones han sido escritas por Loni Geest.


Como ya os he dicho en 1986, Leonard Cohen participó en el disco “Poetas en Nueva York” En este trabajo escuchamos por primera vez Takethis waltz”, adaptación del “Pequeño vals vienés” perteneciente al poemario Poeta en Nueva York. El autor de Suzanne o The future declaró que adaptar el poema a la canción le costó 150 hojas de folio e, incluso, una depresión.


Estaréis conmigo que la canción abriga y emociona. Dos años después, en 1988, Leonard Cohen publicó uno de sus mejores discos, I’m your man, incluyendo Take this waltz. Cohen no alteró demasiado el poema original, aunque sí introdujo un par de modificaciones.

Aquí el poema original


En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.

Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.

Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.

En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.

Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del “Te quiero siempre”.

En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

Aquí, la adaptación (traducida) de Cohen:

Ahora en Viena hay diez preciosas mujeres.
Hay un hombro sobre el que la muerte llora.
Hay un hall de entrada con novecientas ventanas.
Hay un árbol, al que las palomas van a morir.
Hay un trozo que fue separado de la mańana.
Y está colgado en la Galería del Hielo.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals con la mordaza de sus mandíbulas.
Oh te quiero, te quiero, te quiero.
En una silla con una revista muerta.
En una cueva, con el trozo de un lirio.
En algunos pasillos donde el amor
nunca ha estado.
En una cama donde la Luna ha sudado.
En un sollozo lleno de pisadas y arena.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma su cintura rota en tu mano.
Este vals, este vals, este vals, este vals.
Con su aliento a brandy y a muerte.
Arrastrando su sobra hacia el mar.
Hay una sala de conciertos en Viena
donde tu boca fue mil veces comentada.
Hay un bar donde los chicos han dejado de hablar,
condenados a muerte por el blues.
Ah, pero ¿quién se sube a tu imagen
con una guirnalda de lágrimas recién cortadas?
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Toma este vals que ha estado muriendo durante años.
Hay un ático donde los niños están jugando.
¿Dónde tendré que acostarme contigo?
En un sueño de linternas húngaras
entre la niebla de una dulce tarde.
Y veré lo que has encadenado a tu desdicha
Todas tus ovejas y tus lirios de nieve.
Ay, Ay, Ay, Ay
Toma este vals, toma este vals.
Con su “yo nunca te olvidaré, ya sabes”.
Este vals, este vals, este vals, este vals…
Y bailaré contigo en Viena
Llevaré un disfraz de río.
El jacinto silvestre en mi hombro.
Mi boca en el rocío de tus muslos.
Y enterraré mi alma en un libro de recuerdos,
con las fotografías allí y el moho.
Y me rendiré ante la inundación de tu belleza.
Mi violín barato y mi cruz.
Y tú me llevarás hacia abajo con tu baile,
a las piscinas que levantas en tu muñeca.
Oh mi amor, oh mi amor.
Toma este vals, toma este vals.
Es tuyo ahora. Es todo lo que hay.

Cuando en 2011 el cantante vino a Oviedo para recoger el Premio Príncipe de Asturias, dijo en rueda de prensa que Lorca fue el poeta que “más influyó en mi juventud. Fue el primer poeta que me invitó a vivir en su mundo”. El mundo del granadino pasó a ser, en parte, también el mundo del canadiense. Tanto, que a su primera hija le puso por nombre Lorca.


Esta intensa conexión comenzó en 1949. Un Cohen quinceañero entró en una librería de segunda mano de Montreal, agarró un libro, lo abrió y leyó uno de sus poemas: La publicación era Diván del Tamarit; el poema, Gacela del mercado matutino. He aquí un fragmento:

Por el arco de Elvira
quiero verte pasar
Para saber tu nombre
y ponerme a llorar.
¿Qué luna gris de las nueve
te desangró la mejilla?
¿Quién recoge tu semilla
de llamarada en la nieve?
¿Qué alfiler de cactus breve
asesina tu cristal
?

Creo que voy a acabar aquí. Ha sido un trabajo largo e intenso que me ha llevado muchas horas de este mes de agosto de 2015. Desde que el recuerdo del asesinato de Federico, como si de una cigüeña se tratase, anidara de nuevo en mi verano he estado gestando este homenaje musical.  Música DE Federico PARA Federico.

No podía dejar pasar otro 18 de agosto sin que en este mi-nuestro blog Federico tuviera un lugar preferente. Un lugar al lado de los más grandes poetas-músicos, músicos-poetas. Un lugar en el cielo de mi memoria, en la gloria de aquellos que han sido parte de mí y que lo seguirán siendo hasta la muerte. Un lugar para que, en el futuro, su nombre tampoco se borre de la Historia por mucho que estos políticos fascistas corruptos desearían volverlo a asesinar, asesinándonos a todos, cada 18 de agosto. Porque Lorca somos todos.


Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Boas noites.


 

lunes, 17 de agosto de 2015

Música para Federico (I)

Presiento un amigo, que no conocí
porque mi principio, fue después del fin.
Diciendo canciones su cuerpo abracé,
leyendo sus versos su grito escuché.
El vive aquí y vive en mí.
Con él he pintado las tierras de luz
las casas de blanco y el cielo de azul.
Y estando en Granada entre su gente me instalé.
Yerma, El Camborio, La Argentinita, Isabel.
El vive allí, y vive en mí.
Y con su guitarra el pueblo cantó
los cuatro muleros, como canto yo.
Su sangre, su obra su corta vida recordaré.
Yo sé que mi amigo todos los días
vuelve a nacer.
El vive aquí, y vive en mí.


Federico García Lorca, nuestro poeta. Poeta maldito. Poeta venerado. Poeta ensalzado, poeta vilipendiado. Poeta asesinado, poeta nunca muerto. Poeta y dramaturgo, músico y pintor. El Federico de mi abuelo. El poeta de mi abuela. Mi poeta. Mi Federico.

Federico García Lorca es el poeta del pueblo, de la memoria colectiva, el Lorca de las canciones populares, el Lorca de los gitanos, de los negros de Wall Street, de los homosexuales del East River, de la Guardia Civil y de Doña Rosita, la soltera, de la tragedia rural, del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, del poeta que vaga perdido y solo por Nueva York y se reencuentra consigo mismo en Cuba o en Argentina.

La música late en la obra de Federico. El poeta quiso ser músico antes que literato, estudió piano y fue alumno de Manuel de Falla. Su obra está plagada de referencias musicales y sus versos llevan una música callada escondida. La obra de Lorca tiene muy presente en su estructura una rítmica muy acentuada que se acerca mucho en su construcción de los versos a la rítmica musical.

Lorca era una persona que lo absorbía todo. Fue uno de los primeros que trajo el son cubano a la Península; en Nueva York se interesó por el jazz y lo llevó a su piano; conoció a Carlos Gardel en Argentina.

5 de mayo de 1929.
Junto a Federico, Margarita Xirgu seguida de Falla.
Detras de Federico, el segundo de la izquierda,
mi abuelo Antonio.
Allá donde Federico fue bebió de las músicas que fue conociendo, igual que hizo en sus viajes por España. Todas esas experiencias configuraron su personalidad, tan importante como la literaria. Por ello fue uno de los primeros en entender que la cultura debía acercarse a lo popular y, así, él se acercó al flamenco. Incluso en su última carta dice que se considera “flamenco". Su afán porque no se perdieran las tradiciones populares, entre ellas la tradición del cante jondo gitano, le llevó a convocar junto a Manuel de Falla el I Concurso de Cante Jondo, celebrado en Granada, en junio de 1922.

Los poemas de García Lorca han dado mucho juego a este respecto sobre todo porque cuenta con textos que resultan muy fáciles de musicar (el ejemplo más claro serían los libros Canciones y el Romancero gitano). La musicalidad tradicional de sus piezas, unidas a su profundo e intenso lirismo, las convierten en una mina para las versiones musicales. Entre esas canciones tradicionales se encontraban las tonadillas, bulerías, jaleos, seguidillas… como lo que el propio Lorca grabó en 1931 acompañando con el piano a La Argentinita.


Son muchos, muchísimos los cantaores flamencos que han tratado de recrear la fuerza, la pasión y la tragedia de sus versos escogiendo sus poemas para cantarlos. Uno de los primeros fue el desaparecido Enrique Morente en el disco "En la Casa Museo de Federico García Lorca de Fuentevaqueros".


Pero su particular homenaje al poeta, Morente lo hizo en el centenario de su nacimiento con un álbum que incluía cinco canciones de la obra Yerma, así como piezas de obras como Doña Rosita la soltera, Así que pasen cinco años, o Diván del Tamarit. En 1996 grabó con el grupo de rock alternativo Lagartija Nick el álbum “Omega”, que contenía arreglos musicales de gran parte de los poemas de Lorca de Poeta en Nueva York, entre ellos  Ciudad sin sueño. En la web de Flamenco World se ofrece información detallada de la relación entre  Morente y Lorca.


En 1965, un jovencísimo Paco de Lucía ofreció con su guitarra su propia versión de las canciones populares que apasionaban a Lorca en "Doce Canciones de García Lorca para guitarra".

 
Manolo Sanlúcar, uno de los grandes renovadores del toque flamenco en el siglo XX, también rindió un sentido homenaje a García Lorca en el disco "Locura de brisa y trino", procedente de los Sonetos del amor oscuro, acompañando a la flamenca voz de Carmen Linares. Toda una muestra de flamenco puro, tanto en la guitarra como en el cante.


Manuel y Alba Molina interpretan maravillosamente el Romance de la Pena Negra, del Romancero Gitano, en el que la "pena" característica del folclore andaluz aparece personificada en una mujer, Soledad Montoya. En ese poema se concentra la pena de todo el pueblo gitano.


"Cuando canto a Lorca tengo la impresión de haberle conocido, reconozco a un amigo en lo que escribe" dijo Miguel Poveda en una entrevista a Europa Press en la presentación de su disco “Sonetos y Poemas para la Libertad”. "Veo y siento a Federico en su sentir, es como si un amigo te cuenta algo que le pasa y que le duele, y le duele a él a la vez que a ti". “El romance de la dulce queja” es uno de los poemas que más hondo le llegan. Helo aquí musicado por Fito Paez


Pero para mí no hay obra flamenca más grande que ensalce mejor a Federico que  La Leyenda del Tiempo”, de Camarón de la isla.   La Leyenda del Tiempo es el nombre con el que se conoce un poema con el que Lorca comienza el tercer acto de Así que pasen cinco años, obra de teatro vanguardista próxima al Surrealismo, que escribió en 1931 después de su viaje a Nueva York en 1930.

Se trata de una poesía en la que una atmósfera onírica, un lenguaje enigmático y un ritmo que eleva el poema a rito nos hacen intuir entre sus versos la revelación de un misterio ancestral y mítico. Una revelación que esconde una verdad demoledora para el ser humano: La descripción que hace de la lucha cuerpo a cuerpo entre la vida, con sus sueños y deseos, y que el paso del tiempo que acaba con ellos es una verdad que deja en nosotros una inquietud y el escalofrío a flor de piel.

Este texto, junto a otros cuatro del autor, es tomado como base literaria para cinco de las canciones de uno de los mejores discos de flamenco de todos los tiempos “La leyenda del Tiempo” y que a pesar de las tremendas críticas que sufrió en su momento de publicación en 1979 por los puristas del flamenco, hoy es considerado una de las obras más importantes en la historia del flamenco y, creedme, no es una exageración, supone una auténtica revolución al incluir sonoridades propias del mundo del jazz y el rock. En él hay varias adaptaciones de poemas de Federico con música de Alameda, que fueron coproductores del álbum, además de Ricardo PachónKiko Veneno y los hermanos Rafael y Raimundo Amador.

Pinchando sobre el título podréis ver el interesante documental que se hizo en conmemoración del 30º aniversario de la grabación del disco y ganó el primer premio en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles.


Y, finalmente, un homenaje colectivo, "Los gitanos cantan a Federico García Lorca": Manzanita, Diego Carrasco, Camarón, Pata Negra, Lole y Manuel. Esperanza Fernández, Enrique Morente, la Barbería del Sur y Remedios Amaya, cantan a Lorca en un homenaje que combina el flamenco puro con el mestizaje musical un total de 20 canciones de sus poemas . No faltan el Romance del Amargo ni el célebre Romance sonámbulo y su Verde, que te quiero verde de Manzanita y Ketama.


Ya lo veis. Igual que la música domina la vida y la obra de Lorca, su vida y su obra han estado presentes en la música durante todas las décadas posteriores a su muerte. Pero esta presencia no se ha limitado al mundo del flamenco. Si bien es cierto que en particular han sido los artistas de este arte quienes han encontrado mayor inspiración en sus textos poéticos, el abanico de cantantes que ha versionado a Lorca es mucho más amplio. Dejaremos, pues, para otra noche más “Música para Federico (II))

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Boas noites.