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sábado, 29 de mayo de 2021

Palabras para Julia, radiografía de una canción

“Si tuviera que volver a vivir todo lo que he vivido, preferiría no volver a vivirlo” (José Agustín Goytisolo)

Julia y su padre. Foto UAB

Hay canciones que llegan al alma y se quedan allí a vivir, poemas que son canciones y canciones que son poemas. El jueves pasado, mi compañero de luchas sindicales Jaume Roig me envió un correo que decía: “Palabras para Julia” radiografía d’una cançó, con un montón de versiones y enlaces. Me pareció una buena idea profundizar en ello y dedicarle un espacio en mi blog. Ese poema-canción y viceversa es, pues, el protagonista de esta noche.

De todos es sabido que “Palabras para Julia” es un bellísimo poema que José Agustín Goytisolo escribió para su hija cuando esta tenía solamente siete años y que Paco Ibáñez hizo canción convirtiéndolo pronto en un himno de resistencia, en un canto a la esperanza y a la solidaridad. Lo leo y releo, la escucho una y otra vez, y siempre, siempre me conmueve. Porque en sus versos lo concentra todo: alegría y tristeza, dolor y esperanza, soledad y compañía, llanto y risa, todo ello desde el amor de un padre a su hija. Julia lleva ese nombre por deseo de su abuelo paterno pues era el nombre de su esposa, Julia Gay, cuya muerte, acaecida el 17 de marzo de 1938 durante el famoso bombardeo del Coliseum de Barcelona por parte de la aviación italiana, tanto impactó en el escritor catalán y sumió en el más profundo dolor a la familia. 

Él tenía 10 años y su madre había salido de casa para ir a comprarle un regalo. Ya nunca volvió. Este trágico acontecimiento marcó para siempre su vida y su obra. Así que, de alguna manera, estas “palabras para Julia” son al mismo tiempo palabras de ánimo y esperanza dirigidas a su hija, y un recuerdo amoroso de su madre.

El poeta y Julia. Fotografía de El Mundo

Tanto críticos literarios de la Universidad Autónoma de Barcelona, donde existe una catedra que estudia al poeta, como la misma Julia Goytisolo están de acuerdo que este poema refleja el deseo del autor de que su madre lo hubiese escrito para él; que hubieran sido unas “Palabras de Julia,  como parte de ese vacío que sucedió a la tragedia. Por ello, en este poema se mezclan de alguna forma sus sentimientos de admiración por la madre que quedan reflejados en el cariño y amor por su hija: la madre muerta, la mujer en cuyos brazos quisiera morir, la hija a la que ha de enseñar a vivir a pesar de su propio escepticismo.

La vida, al fin y al cabo, es esa asignatura para la que nunca estamos suficientemente preparados. Y la suya transcurrió entre vicisitudes y alegrías, enormes logros y un gran legado. Sin embargo, al poeta le sobrevino la muerte de manera trágica el 19 de marzo de 1999. Acababa de cumplir 70 años y hay quienes hablan de que sufría un cuadro depresivo. Son muchas las hipótesis que giran en torno a la temprana partida del escritor, aunque la más plausible es que fue un suicidio. Esta postura se justifica en la frase que el mismo autor emitió en su último cumpleaños: “Si tuviera que volver a vivir todo lo que he vivido, preferiría no volver a vivirlo". El cuerpo de Goytisolo fue hallado en la calle Marià Cubí tras caer de una ventana de su domicilio de Barcelona, dejando huérfana la poesía española. La familia, sin embargo, tal y como explicó el diario El País, rechazó rotundamente que se arrojara voluntariamente. Por el contrario, anunció su deceso como un desafortunado accidente.

Gil de Biedma, Carme Riera, Carlos Barral y
 J.A Goytisolo en la UB. Foto El Mundo.

Estas palabras que Carme Riera le dedica a su amigo nos ayudan a conocer al hombre que había detrás del poeta. Ella tampoco creyó que fuera un accidente.

José Agustín se fue por un azar absurdo. “El viaje no le importa” había escrito en el último verso del poema que cierra su último libro publicado, “Las horas quemadas”, refiriéndose a sí mismo, desdoblándose en otro, un recurso que siempre le gustó emplear y que iba mucho más allá de lo poético. Dos días antes, se habían cumplido sesenta y un años de la muerte de su madre.

Dicen que el encuentro entre la música y la poesía es a veces circunstancial y extraño, tal y como les ocurrió a Goytisolo y al cantautor. José Agustín recuerda el primer día en que se encontraron, con estas palabras:

"… Paco llegó a mi casa con una guitarra... al fin comenzó a explicar que le gustaba poner música y cantar ciertos poemas de ciertos poetas. Eso debió ser en 1968 o por ahí, no recuerdo bien... lo cierto es que al poco de charlar ya estaba cantando poemas... Me quedé asombrado: su música y su voz daban una dimensión nueva y para mí desconocida a la letra de aquellos poemas ... y sin avisar, cantó dos o tres poemas míos. Me asusté. No tuve tiempo para sentirme halagado, porque me asusté. Me parecían de otra persona, escritos como para ser cantados, o hechos cantando... sus canciones, no los poemas, eran algo nuevo, hermoso, sorprendente pero también con sabor añejo, entre medieval y renacentista, y en todo caso, trovadoresco...". Terminada la reunión, Goytisolo emocionado le regaló a Ibáñez unos versos en borrador, donde aparecía el poema "Palabras para Julia". Así se inició una intensa amistad.

La canción, con acompañamiento de guitarra y violoncelo, se incluyó por primera vez en el disco “Paco Ibáñez 3” (1969). El autor del diseño de la carátula fue el pintor Antonio Saura. Posteriormente, el poema fue incluido en “Palabras para Julia y otras canciones” (Laia, 1980), en cuyo prólogo Manuel Vázquez Montalbán afirma que en el conjunto de la obra poética de Goytisolo pesa sobre todo "la asunción del relativo poder de la palabra y la propuesta de utilizarla para enseñar a querer y a vivir".
Julia la oyó cantar por primera vez en Colliure, cuando tenía doce años y todavía no alcanzaba a comprender su significado. Fue Paco, su intérprete, quien le desveló que la Julia del poema era ella.

La propia hija del poeta confesó que durante muchos años de su vida le costaba asumir el peso del poema. Se había convertido sin pretenderlo en protagonista de esa lucha por el futuro y la esperanza, la gente la miraba con admiración sin haber hecho nada especial y le preguntaban si ella era la “Julia” del poema. Con el tiempo fue asumiendo la grandeza del legado que le había dejado su padre.


Pero cuando Paco Ibañez logró la máxima difusión de su canción fue con el doble disco de la grabación de su concierto en el Olympia de Paris, él solo con su guitarra y presentando antes en francés los versos más íntimos y emocionantes del poema. Era mayo de 1969, el aniversario del esplendoroso movimiento estudiantil de mayo del 68; Paco Ibáñez, presentado como “La voz libre de España”, fue invitado a cantar en la Universidad de La Sorbona de Paris, en el salón Richelieu, que se quedó corto porque los estudiantes empezaron a llenar todos los espacios hasta hacer “sudar las paredes”, como diría el mismo Paco.

De alguna manera, este recital se repitió en diciembre de ese mismo año en el Olympia. Una multitud increíble invadió el aforo del teatro y Paco Ibáñez acompañado otra vez tan solo de su guitarra, realizó uno sus conciertos más asombrosos, aprovechando ese fervor que existía en Francia con la lucha de los estudiantes y el espíritu de resistencia en contra de la dictadura del llamado Generalísimo Franco (a quien Paco irónicamente llamaba el criminalísimo). Los aplausos no cesaron en ese mítico concierto cuando anunció aquello de: “De José Agustín Goytisolo: Palabras para Julia. Paroles pour Julie”. Podéis escucharlo en el minuto 46 de esta grabación.


De él diría el crítico francés  Jean Wener después de la primera de muchas de sus actuaciones en París: ''Quién hubiera imaginado que una multitud increíble iba a invadir los accesos del Olympia... y todo por ese muchacho simple, distendido, que después de un recibimiento tan fogoso como no recuerdo haber registrado más que en personajes como Toscanini, Chaplin, Robeson, se puso a cantar acompañado por su guitarra''.

Dicen en algunos foros que las siguientes palabras las dijo el cantautor en una entrevista allá por 2013. No la he encontrado, esa es la verdad, pero bien podrían ser suyas.

En tiempos de ignominia como ahora, a escala planetaria, y cuando la crueldad se extiende por doquier fría y robotizada, aún queda buena gente en este mundo que escucha una canción o lee un poema; es el canto, la voz y la palabra, única patria que no pueden robarnos, ni aun poniéndonos de espaldas contra el muro.
Que nadie piense nunca: “No puedo más y aquí me quedo”. Mejor miradlos a la cara y decid alto: “Tirad, malnacidos, somos millones y el planeta no es vuestro”. 

Pero, volvamos a la música. Muchas son las versiones de este tema. En el blog de Fernando G. Lucini  constan hasta hoy 31 versiones. Parémonos en algunas de ellas. Una de las primeras la hizo Rosa León en 1984 para su disco “Cuenta conmigo”. Pero me gusta muchísimo más en su disco en directo “Amigas mías” de 1986.

Seguiremos con una versión flamenca preciosa de Bebe con Antonio RankiJesuli a la guitarra, en la presentación de la película Princesa de África:

En Sudamérica, es un himno de resistencia para las generaciones que han padecido alguna dictadura, durante los mítines o en cárceles y centros de tortura de Chile, Argentina y Uruguay. He aquí las versiones de Liliana Herrero con el pianista y compositor Lito Vitale, y otra de Mercedes Sosa.

En noviembre de 2016, en el estudio Toresky de Radio Barcelona de la Cadena Ser, se presentó el libro solidario Vull tot això, hecho a partir de otro poema de Goytisolo, “Quiero todo esto”. En la presentación, Rosalía interpretó nuestra canción de esta noche. Todos los beneficios del libro se destinaron a la compra de juguetes en el marco de la campaña de Navidad Cap nen sense joguina (“Ningún niño sin juguete”).  

Ahora, escuchemos algo muy diferente. Una de las versiones que más predicamento tienen en las redes es la de Los Suaves, una banda española de hard rock formada en Orense (Galicia) que rescata alguna estrofa más del poema.

Qué bien le va el flamenco a esta canción. A continuación, la versión interpretada por Reina Roja que forma parte de su primer disco “FlamenCopla”. Brutal.

También Ismael Serrano hizo un videoclip con su personal adaptación. Es una de las delicias acústicas que pueden encontrarse en “Todavía”, uno de los discos más personales de su carrera. “Palabras para Julia es una de las canciones que han marcado mi vida”, dijo a través de sus redes sociales.

Otra versión flamenca. La cantante y socióloga Lourdes Pastor la incluyó en su tercer álbum de estudio “La Revolución a la vuelta de la esquina”. “Un quejío gitano que recuerda al cante más añejo, envuelto en una personalidad libre y revolucionaria”. Colaboran Sandra Carrasco y el pianista flamenco Pablo Rubén Maldonado.

En 1995, Niquel también versionó el poema de Goytisolo. Níquel fue una banda de rock-pop y blues, cuyos principales referentes fueron el compositor y cantante uruguayo Jorge Nasser y el guitarrista argentino Pablo Faragó, y cuya actividad se extendió entre los años 1985 y 2001. En 2020, la banda se reagrupó pero sin Faragó.

Dos clásicos de la canción argentina, Jairo y Juan Carlos Baglietto, se asociaron artísticamente en 2018 para montar su espectáculo “Historias con voz” del que formó parte Palabras para Julia.

El 9 de octubre de 2008, Raimundo Amador, Kiko Veneno, Peret y Muchachito Bombo Infierno, intervinieron en el programa “No disparen al pianista”, con esta canción. Lo dicho. El flamenco le da no sé qué…

Estas son las 12 versiones (11 más la de Paco Ibañez) que creo que aportan más. Pero todo va a gustos. Como siempre, si alguno de los que os habéis pasado por aquí tiene cariño a alguna versión en especial no tiene más que decirlo que aquí tendrá un hueco. 

 Para acabar, un muy interesante trabajo de RTVE que realizó Juan Carlos Ortega en el programa “La Mitad Invisible”. En él podemos escuchar a Julia Goytisolo, Asunción Carandell, viuda de José Agustín, Carme Riera y el crítico musical Pere Pons. En este reportaje, además aparecen el propio José Agustín Goytisolo, Paco Ibáñez e incluso a Los Suaves para llegar a conocer la dimensión del poema y de la vida y obra de su autor, con muchos detalles personales relatados por gente tan cercana.

Se acabó por hoy, no sin antes darle las gracias a Jaume por motivarme a sumergirme en estos versos, hoy ya universales. Y ya sabéis; parafraseando al poeta: “Nuestro destino está en los demás / nuestro futuro es nuestra propia vida / nuestra dignidad es la de todos”

Mi ejemplar

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি. Laku noć. Bon lannwit. Fie. God nat. Usiku mwema. Oimore. Fanaanal ak jàmm!. 

Cuidaos mucho que ya falta menos.

7 de junio de 2021

Lito de Morón nos propone esta versión conjunta de Mercedes Sosa y Liliana Herrero acompañada de estas palabras. Gracias, de corazón.

"Palabras para Julia”, de José Goytisolo y Paco Ibáñez. Bella canción que me conmueve hasta las lágrimas. Tiene varias versiones que me encantan, pero considero que no la puede cantar cualquiera, hay que tener con qué... Esta es la versión que más me emociona, no solo por sus voces, la interpretación o el ámbito, sino también por sus historias. Mercedes, la Negra, para nosotros... militante, perseguida y amenazada, obligada al exilio, a vivir otra cultura.

Liliana Herrero, secuestrada y desaparecida por la dictadura, hasta que pasó a las listas del poder ejecutivo nacional, señal de que aun estabas viva, militante comprometida con el pueblo, hasta hoy.

Esta canción las toca, partes de la canción las refleja, allí cobra sentido la emoción, las miradas y sus caricias mutuas, durante la interpretación. Y ese gracias interminable con los ojos humedecidos, con el nudo en la garganta... ¿cómo no llorar?


13 de junio de 2021

El compositor de bandas sonoras Miguel Ortega (Mortegae) nos ofrece su hermosa versión para guitarra y orquesta en este enlace.

23 de abril 2022

Un miembro del grupo Kin Krible nos propone esta (clicad aquí para escucharla) versión salsera, de su disco “Vengo Soñando”. En los comentarios explica su historia con el poeta.  


 Otras fuentes


sábado, 3 de noviembre de 2018

Nostalgia de Barcelona

Solía refugiarme en Barcelona, una ciudad civilizada, pero incluso en Barcelona el lobo aullaba y se desquijaraba y el cielo se rasgaba y todo era irremediable. (Roberto Bolaño)

Parece que, por fin, llegó de verdad el otoño y sus primeros y anhelados fríos, sus paisajes ocres, las necesarias lluvias (quizás esta vez se le ha ido la mano). Sin embargo, trae también algunos trastornos emocionales para muchas personas. Una sensación de dulce tristeza difusa. Unos episodios que pueden adquirir mayor intensidad en estos tiempos convulsos, especialmente para personas informadas. (Por favor. No informen más a este pobre corazón). En esos casos, los accesos de nostalgia resultan inevitables.

Fragmento de la portada de la revista digital Lecool. 1-7 de nov.
Dicen que Barcelona es una ciudad dada a la nostalgia. Cada generación tenemos nuestra Barcelona mitificada. Añorada. La ciudad y la época de los buenos recuerdos, de las emociones que perduran en la memoria. Emociones en una ciudad hermosa, lunática e indescifrable, como dijo Gabo, donde dejé un puñado de años de mi vida. Siente una nostalgia de la ciudad. O quizá sólo del tiempo que se fue. Todos sabemos que la nostalgia siempre se escribe con música.


El primer tema de esta noche, Un cor a Barcelona, es del cantante catalán Lluis Llach, el sexto tema de su álbum “Geografía” (1988), "una especie de mapa" según sus palabras que incluye canciones dedicadas a Barcelona, Palestina, al Chile de Salvador Allende y a la Suráfrica de Winnie Mandela. Del "ataque histérico de olimpismo que sufrimos desde hace un año" (a raíz de la nominación de Barcelona como sede de los Juegos Olímpicos del 92), explicaba Llach en los conciertos de presentación del disco, surgió esta canción, evocación de la ciudad de Ocaña, de la droga y de las bolsas de pobreza.

      Sigamos con cataurores. En Madrid tienen a Sabina, pero en Barcelona tenemos a Serrat. El Noi del Poble Sec abría el exquisito y evocador “Material sensible” (1989) con este agridulce homenaje a su ciudad. Serrat siempre nos avisa del peligro de la nostalgia (“por favor, no se hagan daño”). En esta declaración de amor a Barcelona parece llevarse muy bien con los recuerdos. Si queréis daros un paseo por la Barcelona serratina, entrad en este interesante enlace que analiza la presencia de la ciudad en sus letras. 


Sin embargo, a pesar de lo que nos dice Serrat, la Barcelona del siglo XXI no acoge, expulsa. Aunque, para ser sincera, yo me quedé huérfana de Barcelona hace muchos años. Jesús dice que nació dos veces, en Anguix (un pueblecito de la Ribera del Duero) y en Barcelona. Y que él es de Barcelona y del PSUC. Yo no; yo no tenía pueblo, me adoptaron en el suyo. Para mí, Barcelona era mi única ciudad. Hace años que no lo es, que me la robaron. La Barcelona que nos dejaron las Olimpiadas y los posteriores gobiernos municipales no es mi ciudad. 

La mía es la Barcelona de La Verneda celebrando San Juan con hogueras en la calle, la de El Raval cuando montamos un “picadero” con unos amigos. Las putas de la calle de las Tapias, cuando era una jovencita, y los chulos diciendo a nuestro paso "no decidles ná que no son de aquí”, y sentirme segura entre todos ellos. Y es que entonces no había droga; y los ladrones, los macarras y las putas tenían una ética. La Barcelona de los Tinglados de la Barceloneta y sus bares de tapas (¡únicos!) con sabor a pueblo y a clase obrera, la de Pueblo Nuevo, secuela del barrio de pescadores que fue, con El Tío Ché en su Rambla (el Ayuntamiento ha querido retirar su emblemático “ninot” de la calle porque iba contra las ordenanzas y una masiva y contundente movilización vecinal le hizo “indultarlo” ) y aquella playa donde íbamos Jesús y yo a darnos revolcones. Una Barcelona VIVA con ALMA y personalidad. Con Historia de clase obrera.

Pensar en la Barcelona de la Semana Trágica, en la Barcelona anarquista, en la Barcelona que fue capital mundial de la revolución en 1936 es pensar ya en una ciudad que nada tiene que ver con la Barcelona post-olímpica. Barcelona olvida las personas que han ido construyendo su historia colectiva, llena de batallas perdidas y sueños abandonados, enterrados.

Rudy Ventura le dedicó este un swing al estilo Broadway. Es nuestro New York New York. Un poco de alegría no nos vendrá mal.


       La transformación de Las Ramblas, el corazón de Barcelona, mestizas, plurales, marginales y variopintas (los personajes que se encontraban en ella no los veías en ninguna otra ciudad del mundo) es la muestra más evidente de su pérdida de identidad. Las Ramblas eran el libre, el constante ejercicio de la lectura, pues sus quioscos estaban abiertos todos los días del año, las veinticuatro horas, y en ellos se vendían periódicos y… libros, ya veis. Las Ramblas han sido uno de esos extraños sitios del mundo en que una persona podía comprarse un libro a las cuatro de la mañana. Y flores, también podías encontrar flores a cualquier hora.

Pero a las Ramblas ya no les gusta ir a los barceloneses. Las Ramblas están más cerca hoy de Lloret de Mar, que de Barcelona. Barcelona, ciudad de Ramblas sin barceloneses, y de Ramblas sin libros, y de Ramblas sin quioscos nocturnos y de Ramblas casi sin flores. La administración incluso reguló los espacios de las estatuas humanas, echó a los músicos callejeros que tanta vida daban, obligó a unos horribles quioscos "modernos"... Lo popular desapareció. Quizás el brutal atentado yihadista del 17 de agosto del año pasado nos la devolvió un poco, ¡qué barbaridad!, por poco tiempo. Hoy he escuchado en las SER que están planteando una nueva remodelación: un solo carril de circulación y más espacio para las personas. A ver…

Hay varias canciones dedicadas a Las Ramblas. De ellas, la que más me gusta, sin duda, es la de Manu Chao uno de los artistas que más ha proyectado fuera de nuestras fronteras la imagen de la Barcelona espontánea y de calle y de su multiculturalidad. Hijo de emigrantes españoles, Manu Chao es uno de los artistas más reconocidos en todos los rincones del planeta.


Claro que antes de Manu Chao en solitario estuvo Mano Negra, el explosivo combo que José Manuel Tomás Arturo Chao Ortega montó con su hermano Antoine y su primo Santiago. Y en el primer LP de Mano Negra, “Patchanka” (1988), se incluía esta brillante amalgama de rock, ska, rumba y música latina, guiada por una trompeta irresistible y una anfetamínica interpretación vocal que más que cantar escupe versos. En el videoclip, Manu y sus colegas se dedican a trasegar quintos de Estrella Dorada y a robar carteras en el Park Güell. La Barcelona de 1988 en todo su esplendor.



Cuando las penurias de la posguerra parecían no tener fin, el compositor Manuel Moreno escribió en 1948 esta coloreada exaltación de Barcelona, "perla del Mediterráneo", a ritmo de foxtrot que, durante décadas, fue el primer gran himno de la ciudad. Hubo muchas versiones, como la de Los Clippers, la de la orquesta Chavales de España o la de Andy Russell, pero la más popular fue la del gran cantante de boleros y pasodobles Jorge Sepúlveda que, como siempre, cantaba sin despeinarse. 

        
Varios años después, Jaume Sisa haría su propia lectura del clásico en su disco quizá más marciano, “Barcelona postal”, de 1982.


Si lo pensáis, Barcelona, no es una ciudad para vivir sino un parque temático sembrado de especuladores, pisos turísticos, cadenas de comida rápida y ropa de usar y tirar. Unos y otros (da igual el color político) convirtieron mi ciudad en una Barcelona de diseño, aséptica, para el turismo, que nos ha invadido y nos está echando, y para el negocio. Una ciudad de espalda a las personas. Una ciudad para vivir sin vida. Como tantas. Es un pecado de lesa humanidad lo que han hecho. En pocos años pasamos de lo popular a lo masivo. Y a mí lo popular me pone. 

Corría el año 2006 cuando ZPU lanzó al mercado su primer disco, “Hombre de oro”. Uno de sus temas más potentes, necesariamente crítico, es Noches en BCN, en colaboración con el rapero alicantino Nach, en el que el rimador ofrece un monumental fresco noctámbulo de la realidad de la ciudad de los prodigios.


Dejando de lado la apoteosis del tópico guiri, con sus previsibles alusiones a la Sagrada Familia, las Rambles y la sangría de la canción de Ben Sheeran sobre Barcelona, busco más canciones dedicadas a mi ciudad, para reconciliarme con ella. Las hay a montones y de todo tipo. Unas, intentando desafiar los clichés, otras cayendo más o menos de bruces en los lugares comunes. Y algunas convertidas, con el paso del tiempo, en auténticos himnos.

       La heterogénea banda Giulia y Los Tellarini tuvo su momento de gloria en el 2007, cuando Woody Allen escogió su canción Barcelona como tema principal de la banda sonora de Vicky Cristina Barcelona. Una ensalada italo-mexicano-brasileña, que fascinó al director neoyorquino y sirvió para dar un toque bohemio y distendido a su particular y discutible visión de la ciudad. La canción, de letra extraña, estaba inspirada, según Tellarini, en la Gitana hechicera de Peret. Una letra que plasma las contradicciones y emociones de la ciudad, las mismas que retrató la cinta que situaría, de nuevo, a Barcelona como destino internacional. 


Ya veis que no hay género musical que no tenga nada que decir sobre esta ciudad. Gitana Hechicera fue compuesta por Peret para la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, e interpretada por Los Manolos, Los Amaya y el propio Peret.


           En una de las mejores canciones del que acaso sea su mejor álbum, "El ritmo del garaje" (1983) Loquillo, el rockero del Clot y su pandilla escupen bilis contra la ciudad que acogió sus primeros pasos musicales y de la que, "hartos de esperar a una chica irreal",  tuvieron que alejarse para obtener reconocimiento. En un memorable videoclip, el primero de su carrera, Loquillo pasea por las calles de la Barcelona preolímpica y se junta con diversos personajes conocidos del underground de la época, dejando para la posteridad un emocionante retrato de una ciudad que ya no existe. Los coros y los aullidos del saxo del desaparecido Ulises Montero siguen provocando hoy un arrebato de entusiasmo.


Profundizando en las raíces de los sonidos más característicos de la música autóctona de la ciudad, el grupo liderado Joan Garriga, la Troba Kung-fú, en su LP "A la panxa del bou" (2010) atesora un homenaje muy sentido a Barcelona en el que, como no puede ser de otra manera, La Rambla es conductora.


La cantautora, actriz, escritora y filántropa Jewel publicó en 1998 su segundo disco, “Spirit”, uno de cuyos cortes era una esta canción titulada, sin más, Barcelona, en la que toca el bajo Flea, de Red Hot Chili Peppers. No estamos aquí ante un tema dedicado a la ciudad y sus defectos o sus virtudes, sino a la ciudad como contexto de un estado emocional frágil, tembloroso.


 Y llegamos al final, cómo no, con este himno. Hace 26 años, el mundo miraba a Barcelona por la celebración de los Juegos Olímpicos. La canción Barcelona se convirtió en el himno de los Juegos. Compuesta por el líder de Queen, Freddie Mercury, y Mike Moran e interpretada por el propio Mercury y Monserrat Caballé. Ambos sellaron un dúo histórico en la ceremonia inaugural. Emotiva, suntuosa y kitsch a partes iguales, la canción es un desaforado canto de amor a la ciudad, olímpica o no. Su mensaje hoy cobra más sentido que nunca. Porque el miedo nunca, nunca debe triunfar.


Pero, por muchas canciones que escuche no hay nada que hacer. Sólo queda la nostalgia, el dolor que encierra la idea de regreso, o mejor, la imposibilidad humana de volver sobre nuestros propios pasos. La repetición es imposible. Si alguien consiguiera cerrar el círculo entre su principio y su final, sería eterno. Imposible. El círculo es una quimera. Seguramente mi Barcelona nunca fue como la imagino, lo sé. Y, sin embargo, quiero volver a ella.

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches.

(El meu amic Joan Fontsubirà me propone esta canción de Quico Pi de la Serra "Passejant per Barcelona" . Animaos a seguir su ejemplo!)



(5/11/18) Mi sobrino Guillermo me propone este tema de Gato Pérez Barca, cielo y ola de su LP "GatoxGato".

Como podéis leer en la revista Efe Eme, “GatoxGato” se graba en febrero de 1986, una época de convulsión en Barcelona. Convulsión anímica sin motivo claro, pero lo cierto es que la ciudad está de bajón. Era un erial, músicos y discográficas habían huido en masa a Madrid y la nueva espoleta, los Juegos Olímpicos, no desvelarían su acomodo hasta octubre de ese año. Una época de desamparo en que el Gato sigue creyendo en su ciudad, se planta y disemina su confianza: “Ella volverá a hablar” dice la letra. Por cierto, si traducís ‘Barca, cielo, ola’ al catalán da algo así como ‘Barca, cel, ona’. 



Me parece imposible que me haya olvidado de mi amigo Pep Ladó y de este tema, que fue durante años el tono del teléfono de Jesús, que ha sido quien me ha hecho la propuesta y comentario.

Hace algo más de diez años, AiAiAi, el celebrado grupo de rumberos en el que mi amigo, y excelente artista, Pep Lladó tenía algo que ver, publicaron un tema en un CD auspiciado por la revista Time Out "La rumba de Barcelona". Con ella grabaron un videoclip. Este es el tema y el video.