Los medios de comunicación engendraron el macartismo. Ahora la historia se repite.
El mal está siendo premiado socialmente en lugar de ser rechazado. La risa de Donald Trump cuando fue elegido supuso una carcajada ruin, el primer aviso de las decisiones espeluznantes que iba a tomar, una advertencia despiadada al mundo. Preparaos la que os va a caer. El señor que gobierna el país más poderoso del mundo gracias a la democracia que quiere destruir, lo consigue precisamente por eso, por la ostentación del mal como propaganda. Su regreso a la Casa Blanca ha sumido al mundo en la agitación y la ansiedad, y a Washington en el miedo, lo que ha dado lugar a la exigencia de pruebas de lealtad y a la purga de empleados públicos. Hace una semana Trump despidió a la encargada de elaborar las cifras de desempleo a quien acusó, tras los últimos malos datos, de manipular la estadística por "motivos políticos". No eran las que a él le convenían. Y así todo.
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Imagen de IMDb |
Este clima de
miedo evoca la paranoia anticomunista
de la década de 1950 y su punto de inflexión crucial hace exactamente 75 años,
cuando un famoso discurso, basado en una mentira, catapultó a la fama a un
político poco conocido y añadió una nueva palabra al léxico estadounidense:
macartismo.
El escalofrío que me produce el show inquietante que vivimos y que alimenta esta pesadilla universal, me es difícil de explicar. Pero como la mente es poderosa y la imagen aún más, he acabado transitando por “Good Night and Good Luck”, un film brillante y la segunda vez que George Clooney se puso detrás de las cámaras a dirigir, mostrándose buen heredero del mejor Steven Soderbergh, el de Erin Brockovich, Traffic o Solaris, pero con un sello personal.
Aquella también fue una época de crisis para el periodismo, a menudo demasiado tolerante con el poder. La película aborda con maestría y brillantez de síntesis (1 hora y 20 min.) la épica lucha del legendario presentador de televisión Edward R. Murrow. Su reportaje para la CBS, mostrando en imágenes qué decía y qué hacía el republicano Joseph McCarthy, utilizando declaraciones completas del senador para subrayar, con crudeza y en tono de denuncia, sus incoherencias y mentiras, supuso un hito que marcó un antes y un después. Se emitió el 9 de marzo de 1954, y fue un cambio radical para la televisión. Murrow desmontó uno a uno todos los infundios de un político cuyo asesor principal era Roy Cohn, un siniestro abogado que años después sería el mentor de Donald Trump. De Cohn aprendió tres grandes consignas: “Atacar, atacar, atacar”; “nunca reconocer errores” y que “hasta la mala publicidad es siempre buena publicidad”. Al acabar el reportaje, Murrow pronunció un editorial punzante:
La banda sonora es fundamental en la película. Si estáis interesados en las formas más tradicionales del jazz de las décadas de 1940 y 1950, apreciaréis a la leyenda del jazz Dianne Reeves. El grupo que la acompaña, con dos excelentes instrumentistas, el saxofonista Matt Catingub y el pianista Peter Martin, nació para tocar en los clubes de jazz llenos de humo. La voz de Reeves y la banda se complementan a la perfección. Todas las canciones fueron seleccionadas por George Clooney, quien sabiamente incluyó muchos clásicos del jazz de primer nivel como Straighten Up And Fly Right de Nat King Cole, Solitude de Duke Ellington y One For The Road de Frank Sinatra
Ese momento de lucha por la dignidad de un periodista,
que ha llegado hasta hoy como mito, es el que retrata la película, estrenada, por
cierto, en abril como obra de teatro en Broadway también por George Clooney. En la
actualidad, Donald Trump se ha convertido en una figura clave de un movimiento
político global contra el periodismo que ha contribuido al reciente declive de
la libertad de prensa en todo el mundo. Ante esta realidad inapelable, la adaptación de la película al teatro lanza
un mensaje a la sociedad actual de cómo defender las libertades frente a la
indiferencia ciudadana y el temor en los medios.
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Representacion en el Winter Garden de Broadway (elDiario) |
A pesar de su compromiso y activismo, Clooney afirma que "Good night and good luck" no es un film político ni propagandístico, sino una cinta de ficción narrativa, un thriller político que se apoya de una manera clara y concisa en una serie de documentos gráficos reales que reinterpreta. Para ello mezcla el material de archivo con la imagen rodada, confundiéndose y jugando con el espectador, que duda si la ficción es imagen documental y la no ficción imagen filmada. La banda sonora se grabó casi toda en directo. La película contiene numerosas escenas en las que la cantante y su cuarteto interpretan en pantalla, pausadamente, canciones lentas y elegantes como How High the Moon
Larry Tye, historiador y biógrafo de McCarthy, ve una conexión clara entre la manera de actuar del senador de Wisconsin y el actual presidente. “En lugar de soluciones, demagogos como Trump y McCarthy señalan con el dedo. Atacados, lanzan una bola de demolición a sus críticos. Cuando se descubre que la carga contra un enemigo fabricado es hueca, lanzan una nueva bomba. Si las noticias son malas, culpan a los periodistas”
El jazz simboliza la resistencia y la libertad en la cultura americana. Diane Reeves representa la voz de la autenticidad y la resistencia En momentos clave de la película, las letras tienen una clara carga política. Reeves es música, ella es jazz, ella es afroamericana, la feminidad negra estadounidense. Suya es la voz en off, una irónica voz conocida desde fuera de la acción que no está limitada por lo que un personaje de la película debe decir o por las convenciones sociales de la década de 1950 sobre quiéndebería hablar. Es libre.
En contraste
con el ritmo latino de ambos temas, el único instrumental: When I Fall in
Love.
El Murrow que perfiló tanto a Ellington como a Louis Armstrong en su programa pionero See it Now, amaba el jazz, por lo que es apropiado que la base de la música en la defensa de la libertad de expresión contrarreste los horrores de los abusos de McCarthy que mataban la libertad. La música de Reeves subraya esta crítica política y la lucha por los derechos civiles.
Una prensa libre es un baluarte contra el autoritarismo. Trump lo sabe. "Estoy en guerra con los medios comunicación, son el enemigo del pueblo" dijo Trump en su primer mandato. Su ataque constante contra los medios ha funcionado. En los actos públicos es frecuente que el actual presidente de EE.UU. señale a la prensa “enemiga” presente y anime al público a agredirlos, aunque sólo sea verbalmente. En un evento realizado el pasado 14 de marzo afirmó: “Creo que [las cadenas] CNN y MSDNC, que escriben, literalmente, un 97,6% de cosas malas sobre mí, son brazos políticos del Partido Demócrata. En mi opinión, son ilegales y realmente corruptas. Lo que hacen es ilegal”.
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Ilustración de Fede Yankelevich |
En los años
50, Williams Hearst
limitó, tal vez prohibió, todo lo negativo de McCarthy en sus medios de
comunicación. En la actualidad, Trump exige constantemente lealtad a la Fox News que no solo es el canal de noticias más visto, sino también el único medio
de comunicación en el que confían los votantes republicanos. Su modelo de
“programas de noticias” y “programas de opinión” es una estratagema empresarial
para permitir que los segundos, en horario de máxima audiencia, puedan difundir
sin complejos una agenda ultraconservadora. Los “premios” son constantes: uno
de sus presentadores está al mando del ejército estadounidense. El sábado, fue
nombrada la portavoz del Departamento de Estado y ex presentadora de Fox News, Tammy Bruce, para ser la
representante adjunta de EE.UU. ante la ONU.
Es un buen
momento para escuchar la impecable y vibrante interpretación del éxito de Dinah Washington TV
is the Thing This Year. En toda la película, Reeves domina cada una de estas
canciones para darles una apariencia única. Con una presentación
íntima, proyecta una intensa emoción, exprimiendo cada gramo de pasión, manteniendo
su propia integridad artística al evitar imitar a los cantantes de la época.
En una alarmante reedición de la era McCarthy, el gobierno de Trump persigue a organizaciones sociales y de izquierda, exigiendo el cese de protestas y la entrega de información. Pero la realidad actual es mucho peor que la de la caza de brujas. Las universidades están sufriendo un ataque sin precedentes, con recortes millonarios, investigaciones por supuestas violaciones de normas federales, retirada de visados a estudiantes internacionales y presiones ideológicas que amenazan la autonomía institucional. Cuando el presidente decía que las universidades de EE. UU. “están dominadas por marxistas y lunáticos” no estaba haciendo una reflexión, estaba anunciando una purga. Como dijo el historiador presidencial Jon Meacham a NBC News en mayo de 2018 , el senador Joe McCarthy "nunca fue presidente" ni una figura tan poderosa como Trump. A las pruebas me remito.
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La Vanguardia |
Desgraciadamente, el poder del macartismo y el trumpismo es tal que sobrevivirá a los propios hombres. Es al menos tan probable que los seguidores de Trump sigan centrados en él como los tuvo McCarthy. Es más que probable que el Partido Republicano después de Trump se parezca más a éste que al anterior.
En términos de
narrativa, Reeves canta en tiempos de peligro. Pero ella se muestra en todo momento
sin miedo y a gusto consigo misma, en un entorno donde la inseguridad es la
norma. Es casi como si cantara con la conciencia tranquila. Por eso creo que
sus canciones son un acierto que aporta placer para los oídos durante todo el
relato, que si las escuchas seguidas en la lista de Spotify, terminan por atraparte. El mejor sabor clásico del cine negro, con el mejor
jazz, en un film de mensaje universal.
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Prime Video |
Esta noche no puedo más que acabar con las propias palabras de Murrow. “La culpa, querido Brutus, no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos". Buenas noches y buena suerte.
Cómo siempre excelente, agradecido.
ResponderEliminarMuchas gracias... (me gustaría saber tu nombre :) por tu interés, por tus palabras y por pasarte por aquí.
EliminarQue sorpresa agradable encontrar un blog de canciones que me gustaron y que merecen comentarios porque uno se ha puesto a conocerlas más, porque no pasan así como un estornudó, te dejan inquieto. Te gustaron y no es poco. Merecen más atención. Te pido solo por curiosidad al menos visites otro blog Musica Remedio de todo mal Música porque queriendo llegar a el di contigo y parece que llegue a buen puerto porque di contigo
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tus palabras, Cato!
EliminarHe encontrado el blog, "Música-Remedio de todo mal". Pero, según veo, es tuyo ¿no? Me zambulliré en sus entradas; seguro que me descubres cosas iteresantes. Aunque veo que, si no me equivoco, dejaste de publicar en el 2018. ¿Estoy en lo cierto?
¡Un abrazo!
Mi nombre es Sergio Fernandez de Indias juaa Buenos Aires
ResponderEliminarEncantada, Sergio.
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