Es una pena que no seamos conscientes de lo pronto que se hace demasiado tarde.
Ahora
sé que mi único destino
es la certidumbre de la vejez,
la cercanía de la nada
y su belleza aterradora
(Fayad Jamis)
Viejo en la playa. Celio Pla i Gallardo |
Desde la experiencia que dan los años se ve la vida como un todo
único. El hilo de luz que la atraviesa nos lleva al tiempo del origen, tiempo
en suspenso, en donde la tiniebla y la luz andaban juntas. Nostalgia. Cualquier
poema, cualquier canción es capaz de generar nostalgia. Y, ya se sabe, la vejez
comienza cuando el recuerdo y la nostalgia son mayores que la ilusión y la
esperanza.
ENVEJECIENDO – I
El tiempo te derriba de la cumbre
y, aunque inmóvil, de ti mismo te alejas;
año tras año en el camino dejas
jirones de la vida en podredumbre.
transformados los cánticos en quejas,
altas visiones en ideas viejas,
la innovación en árida costumbre.
que tanto los recuerdos envenenan
como niega al futuro la esperanza.
que llega la guadaña de la muerte,
y tan cerca la ves, que ya te alcanza.
Para la memoria, la nostalgia es un peligro. Porque es una felicidad
triste, a veces morbosa. Es el dolor de la evocación; nos lleva hasta los
recuerdos y, también, a un olvido selectivo. Lo perdido parece inolvidable,
único e irrepetible. En estos tiempos de convulsión e incertidumbre, la nostalgia es un
valor en alza.
¡AH DE LA VIDA!…
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
Los recuerdos. Decía Norberto Bobbio, “El mundo de los viejos, de todos los viejos, es, de forma más o menos intensa, el mundo de la memoria. Se dice: al final eres lo que has pensado, amado, realizado. Yo añadiría: eres lo que recuerdas.”
Hay cosas que nunca desaparecerán
Están en la carne, hablan, están en la tierra.
Montones de piedras apiladas una a una
con las manos del padre, del abuelo.
Toda su paciencia acumulada resistió a la lluvia, al horizonte.
Haciendo montoncitos ante la noche
para retener la luz de la luna
para estar erguidos,
para inventar montañas y jugar con el trineo
y creer que tocamos las estrellas.
Se lo contaremos a nuestros hijos,
les diremos que fue duro,
pero que nuestros padres fueron unos señores
y que heredamos eso de ellos.
Montones de piedras y el coraje para levantarlas.
El mismo coraje que debió tener El abuelo de Víctor Manuel. Precioso y emotivo retrato de la vida de un minero al final de sus días.
La imágen. Una anciana camina a duras penas, encorvada, cotidianamente. La vemos muchas veces, nos cruzamos con ella. Está sola. Camina porque tiene que vivir. Es la repetición de un gesto diario, de supervivencia. Una especie de marca del paso del tiempo y de una sociedad insensible.
CUANDO SEAS VIEJA
Cuando seas vieja y gris, y llena de sueño,
duermas la siesta junto al fuego, y tomes este libro,
y leas despacio, y sueñes con la suave mirada
que tus ojos solían tener, y con sus sombras profundas,
cuántos amaron tus momentos de alegre gracia,
y amaron tu belleza con amor falso o verdadero,
pero un hombre amó el alma peregrina en ti,
y amó el sufrimiento de tu rostro cambiante,
al inclinarte junto a las resplandecientes brasas
murmura, con cierta tristeza, cómo el amor huyó,
caminó sobre las elevadas montañas
y ocultó su rostro entre una multitud de estrellas.
Como dice Serrat, ese gran poeta de la vida, a lo más que podemos aspirar todos con el paso del tiempo es a envejecer con dignidad.
Aunque no todos piensan así. “Yo sigo aprendiendo a envejecer sin dignidad …tal vez haya mucha gente que ya no crea que la obligación de un músico es morir joven y dejar un cadáver bonito, sino ser capaz de llegar hasta el borde, mirar lo que hay abajo y vivir para contarlo” (Sabina, 2017)
Si te la quitas, descubres
El rostro infantil del alma.
La niñez te va siguiendo
Durante toda la vida.
Pero ella va más despacio
Y tú andas siempre de prisa.
Cuando la vejez te llega,
No es que vuelves a la infancia,
Es que moderas el paso
Y al fin la niñez te alcanza.
Una buena manera de “envejecer sin dignidad” es negar todo lo que fuimos, incluso la verdad.
La vejez, que debería ser la apoteosis de una vida de leales servicios,
amenaza con arruinar toda su gloria con el debilitamiento físico que acarrea. Simone de Beauvoir,
en su libro “La
vejez”, la describe como “una suerte de secreto vergonzoso”,
que suele inspirar a la mayoría de los hombres “más repugnancia que la
propia muerte”, mientras se subleva contra un tipo de civilización que
condena al anciano a “vegetar en la soledad y el aburrimiento”,
convirtiéndolo en un “puro desecho”. Es la edad en que la vida
deja de brindarte cosas; ahora te las arrebata.
VEJEZ
si nuestras rodillas se han agrietado por la espera
mientras los niños las raspan corriendo.
Somos huérfanos de nosotros mismos
en ciudades de mañanas con luna
y sirenas constantes.
Como aves de mar en cielos grises,
no sabemos cuántas vidas iniciamos.
Aplazamos los viajes,
ensayamos trajes que no nos quedan,
concebimos hijos de extraños.
Cuidamos bien nuestros refugios,
deseamos que una palabra nos detenga,
revelamos un secreto que nadie escuchó
y ya lo hemos olvidado.
¿Ruinas, pues, de lo que una vez poseímos y fuimos y ya no seremos? No
tiene por qué. La vida está llena de ancianos que supieron hacer fecundos para los
demás su declive. Viejos eruditos, viejos creativos, viejos rebeldes, viejos
pacientes, viejos sibaritas, viejos valientes, viejos soñadores...Ya lo dijo Cicerón: “La gran
edad, especialmente cuando se la honra, tiene una influencia tan alta que
otorga más valor que todos los placeres anteriores de la vida”. Especialmente
cuando se la honra…
LA VEJEZ
Es la copa dorada y engañosa
Que si de dulce néctar se rebosa
Ponzoña de dolor guarda escondida.
Y en la vejez, pendiente que escabrosa
Va recorriendo el alma congojosa,
Sin fe, sin esperanza y desvalida.
el corazón rindió con sus querellas
no contesta del tiempo a los ultrajes;
como tiene la tarde sus celajes,
como tiene la noche sus estrellas.
La canción Viejo Sinvergüenza del añorado Luis Eduardo Aute es
una oda a la vida desenfrenada y sin remordimientos de un hombre mayor que, a
pesar de su edad, sigue viviendo con la misma pasión y desvergüenza que en su
juventud.
ENVEJECER
del tibio sol de otoño en una aldea
dormida en el ayer, que no desea
llegar a ser ciudad; o junto al fuego,
las huestes del recuerdo, y no vocea
nostalgias el pasado, ni espolea
el momento presente inquieto juego.
que no mira hacia atrás ni hacia delante,
porque la vida se promete entera.
dorada espiga tú de mi verano,
rosa perenne de mi primavera.
Quiero despedirme con el ánimo el alto, con este himno a la juventud eterna del espíritu. Young At Heart de Frank Sinatra, "la voz" más legendaria. Quizás los médicos deberían recetar canciones como esta para renovar las ganas de vivir.
No me puedo resistir a compartir esta interpretación en directo. Felicidad
contagiosa. Hasta bromeando canta de maravilla.
Lo mágico que tienen poemas y canciones es que, estando unidas por lo más universal, la música, son capaces de expresar como pocas cosas lo plural
que somos los humanos.
Cuidaos
mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión
rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al
genocidio palestino! No seamos soldados de los telediarios y los magacines,
dejemos de ser habitantes de las trincheras mediáticas, no nos lavemos las
manos con agua que está teñida con sangre. Digamos ¡basta! ¡Palestina libre
desde el río hasta el mar!
Buenas
noches. Bona nit. Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on
Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב
https://www.hoyesarte.com/literatura/ciencia/que-es-la-vejez-una-vision-literaria_269073/
https://tamtampress.es/2016/10/03/la-certeza-de-la-vejez-desde-la-perspectiva-del-rock/
https://slate.com/life/2008/09/the-25-greatest-songs-about-aging-and-mortality.html
https://aiudo.es/frases-sobre-vejez-escritores/?srsltid=AfmBOopQY4hEATN243mUK5VRHTQqTW6Z3RdSz3LIMPjeKzoTrS-sPIsD
https://www.leynatural.es/2014/09/23/quevedo-poeta-de-la-temporalidad-humana/
https://elcuadernodigital.com/2020/07/07/el-olor-de-la-vejez/
https://slate.com/life/2008/09/the-25-greatest-songs-about-aging-and-mortality.html
Yo aspiro a ser suficientemente agradecido con la vida. Porque tengo motivos.
ResponderEliminarPero si no los tuviera habría que aprender de la canción de Omara portuondo.
https://youtu.be/Gui4CYiptSM?si=JYm0cchcawIzmySK
Oh!!! La vida es como un bolero con sus diversos matices y retos. Pero porque "me has querido, me quieres y te quiero", seguiremos en ello. ¡Queda tanto aún por vivir! :) <3
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