lunes, 30 de marzo de 2015

Golijov: La Pasión según San Marcos

Una Pasión en clave latinoamericana

Para estos días de Semana Santa, en muchos lugares se habrán programado conciertos de orquesta y coro de música barroca de Johann Sebastian Bach . Muy probablemente se habrá podido escuchar su “Pasión según San Mateo” que tendrá como firme competidor su “Pasión según San Juan” aunque según parece Bach incluso llegó a componer una “Pasión según San Marcos”, pero ésta no se ha llegado a localizar.

Tríptico de La Pasión (pintura flamenca del siglo XV)
Las Pasiones están basadas en textos sobre la historia bíblica de la pasión de Cristo con una acción dramática: una parte del narrador (evangelista), las palabras y réplicas de los personajes individuales (soliloquistas) y las exclamaciones de la muchedumbre (turbae). Desde un principio, su interpretación en las iglesias se efectuaba con papeles asignados: Cristo (sacerdote), evangelista (diácono) y los soliloquistas y turbae (subdiáconos). Su evolución llega hasta nuestros días.


El primer tipo de obras de este género fueron las Pasiones motetísticas, en las que el texto de los Evangelios se compone en forma polifónicamente desarrollada. A la manera de los motetes, la Pasión se divide en fragmentos con sujetos nuevos, con imitaciones y cambios del número de voces (el evangelista siempre está a cuatro voces, los soliloquistas a dos o tres voces y los coros a cuatro o cinco voces). El primer ejemplo de este tipo de composición fue compuesto hacia el 1500. En el siglo XVII se suman a las Pasiones corales para la comunidad, el acompañamiento del bajo continuo y de la orquesta, así como arias a la manera de canciones con texto propio. 

Viga de la Pasión. Pintura románica con influencias bizantinas
Esta evolución dio como resultado la aparición de la Pasión oratorial, a la que se incorporaron las formas de la ópera y el oratorio. Con la utilización de textos libres se producen nuevas posibilidades para la creación de diversas escenas, así como para la estructura general. La “Pasión según San Mateo” de Bach es la Pasión oratorial más extensa y se divide en dos partes con tres dobles coros, trece corales, once ariosos y quince arias.

La Crucifixión. Andrea Mantegna 1457
Durante la segunda mitad del siglo XVIII y en el siglo XIX se crearon oratorios de la Pasión y, más breves, cantatas de la Pasión, que no ponían música a textos bíblicos, sino sólo a textos libres sobre el hecho de la Pasión. En las Pasiones modernas del siglo XX se utilizan todas las posibilidades descriptivas musicales. La compositora soviética Sofía Gubaidulina (1931) compuso Johannes passion; Wolfgang Rihm (1952) se basó en el Evangelio de Lucas para su obra; Tan Dun (1957), de origen chino, ofreció en su Pasión una conjunción de visiones occidentales y orientales del relato mítico; mientras que el argentino Osvaldo Golijov compuso La pasión según San Marcos un encargo que la Internationale Bachakademie de Stuttgart realizó, en el año 2000, a cuatro compositores para homenajear a Johann Sebastian Bach en el 250 aniversario de su muerte.

Me paro un momento en Osvaldo Golijov  un compositor argentino que nació en 1960. Estudió música en su país y después en Europa, contando con maestros como George Crumb y Oliver Knussen. Actualmente vive en Estados Unidos y es el compositor de la Orquesta Sinfónica de Chicago. Cuenta entre sus composiciones con una ópera con guion de David Henry Hwang basada en el poeta Federico García Lorca titulada Aindamar.

Su La pasión según San Marcos  es un enorme trabajo ambientado en varios eventos bíblicos de la vida de Jesús relatados por Marcos en El Nuevo Testamento mientras dibuja paralelos con íconos de la historia latinoamericana. Golijov resalta, por ejemplo, las similitudes entre la vida de Jesús y el Che Guevara (traición y veneración) y sacerdotes argentinos durante los tiempos de la dictadura.

Esta Pasión ha llamado mi atención porque se trata de una obra moderna cantada en español (es la única Pasión que conozco en nuestro idioma), aunque no excluye textos en otros idiomas. En ella podemos encontrar textos de góspel, kadish, un poema de Rosalía de Castro (Lúa descolorida, el diamante de toda la Pasión) y extractos de la Biblia, especialmente del Evangelio según san Marcos. Se trata de un concierto de voces e instrumentos folclóricos que recuerdan las celebraciones de los Viernes Santo en los pueblos. Es la primera vez que yo sepa que se mezclan ritmos latinos, africanos, judíos y del sur de América para tratar un tema tan solemne. 

La composición, como se puede leer en la partitura original, si bien es de Golijov, tiene movimientos en los que el mismo autor agradece y reconoce los aportes hechos por músicos que desde el inicio forman parte del grupo de intérpretes, así como otros de cuya fuente él tomó las ideas a desarrollar, por cierto muy a tono con los tiempos actuales, con el trabajo colaborativo tan en boga en la red, sólo que en el caso de la Pasión, el papel del compositor ha sido fundamental especialmente para darle continuidad y coherencia a la diversidad y variedad de elementos que la integran.

En cuanto a los ritmos latinoamericanos se encuentran el son, la samba, o el mambo. De las raíces más directamente africanas, los ritmos que “cantan” los tambores batá. De España, el flamenco, con cajón y palmas y una fantasía sobre canción tradicional flamenca (inspiración de la Niña de los Peines). En el movimiento de la Agonía, se siente el tango. En lo que respecta a la danza se incluyen la “capoeira” y la danza afrocubana, a cargo de dos solistas. El coro también se mueve, reforzando con el cuerpo la intención del canto.

El compositor en una entrevista a la revista Venezuela Sinfónica nombra la figura de Gustav Mahler, para el cual una sinfonía debía ser todo un universo en sí misma. "En ese momento, la orquesta y el lenguaje sinfónico podían contener todo el universo expresivo, al menos de la civilización occidental pero cien años después si la música clásica quiere expresar todo lo que se puede expresar o crear un universo; no podemos reducirnos a la orquesta de Mahler". 

El cambio de foco es, pues, radical. La narración de la obra no se hace de manera literal, sino que Golijov prefirió, en algunos pasajes, intercalar el texto bíblico con poemas y rezos de distintas culturas y ponerlo en voz de varios narradores, que pueden ser voces masculinas o femeninas. El vía crucis transcurre en alguna plaza entre Cuba y el Brasil; la música es consecuentemente caribeña, aunque hay también otras fuentes: flamenco, giros brasileños, algún aire piazzolleano combinado con el scat del jazz (en la “Agonía” de Jesús, “aparta el cáliz de mí”), además de un estilo minimalista que remite a Steve Reich.

Cristo con la Cruz a cuestas. Tiziano. 1506
En la Pasión se muestran distintas maneras de cantar. A lo largo de la obra se puede escuchar desde cante jondo a un canto de aire gregoriano y otro tipo jazz. Se hace uso del canto popular, abierto a distintas sonoridades, así como del canto lírico, como si el compositor hubiera querido asignar a cada emoción, a cada episodio, la fuerza expresiva vinculada a la región cultural más afín, sea ésta proveniente de Africa, Brasil o España.  La parte instrumental  es sumamente interesante ya que el papel de la percusión, las cuerdas y de la orquesta son tan protagonistas como el coro y los solistas.

Por si os interesa el libreto en pdf, clicad aquí

Son muchas las causas para el gran éxito  que tuvo La Pasión de Golijov. Con todo, y más allá de la increíble profusión de ideas, de la creatividad, de la mezcla de elementos más académicos con los más populares, de la música o de las voces, el secreto del gran impacto está en la unidad conceptual que la atraviesa de principio a fin y en la capacidad desplegada por Golijov para poner en acción esos elementos, tan variopintos e inusuales, musical y dramáticamente, de forma atrapante y contundente.

El resultado es una obra interesantísima, que marca la entrada triunfal de la música sacra latinoamericana contemporánea en el panorama mundial.


Podéis gozar de la obra completa en este video para haceros una idea del conjunto escénico. 


O con mejor calidad de sonido, en este enlace de goear.



domingo, 22 de marzo de 2015

Kenny Wheeler

Entre la melancolía y el caos

La trompeta es todo dolor, leí un día, más aún si mezclas trompeta y jazz. Con el jazz el músico está improvisando, está creando de manera simultánea y está creando con toda la espontaneidad, con toda la libertad que la imaginación te puede ofrecer. 

Nada te frena, nada te inhibe de expresar tus sentimientos de manera completamente sincera y libre. Dizzy Gillespie reconocía que “algunos días te levantas, pones la trompeta en tus labios y suena bastante bien, y entonces es un triunfo, otros lo intentas y lo intentas y nada funciona, y entonces es la trompeta la que gana. Esto sigue así hasta que te mueres, y entonces es la trompeta la que vence”. La trompeta te vence, te arrastra, te cambia por dentro opina el trompetista cubano Arturo Sandoval , quizás como en este corto.


Esta noche quiero hablaros de Kenny Wheeler, una figura importante en el jazz moderno y la improvisación contemporánea desaparecido hace medio año. Un trompetista virtuoso de rara distinción, que disfrutó de una larga y exitosa carrera construyendo una reputación internacional. Además de trompetista, fue fliscornista, compositor y arreglista, una de las voces más personales e idiosincrásicas que ha dado el jazz en su historia. Logró todo esto sin dejar de ser casi dolorosamente modesto y retraído. 

Porque Kenny era uno de esos genios discretos, humildes, hasta demasiado, mientras otros músicos con muchos menos méritos generan un ruido mediático mucho menos merecido. Como el crítico Richard Williams comentó recientemente: "Pocos músicos importantes han hecho más ruido con menos alboroto". Un modesto gigante, un osado improvisador y el creador de hermosas piezas alejadas del camino tradicional.


El estilo maduro de Wheeler se caracteriza por dos rasgos contrastantes: por un lado, un lirismo suave y bastante tentador y por el otro el impulso de perturbar el ambiente tranquilo que él ha creado, un sonido al servicio de unos temas inolvidables con un poso de belleza triste, de melancolía como escribía antes, de un caos controlado que lo que consigue es remarcar la parte sentimental de los temas.

"Todo lo que hago tiene un toque de melancolía y un toque de caos", dijo en una entrevista con la BBC. “Lo que sé hacer mejor es escribir canciones tristes y, a continuación, dejar que músicos maravillosos las destruyan. No quiero que quienes las tocan traten de interpretar lo que ellos piensan que yo estoy sintiendo” Su paleta armónica y su sonido singularmente reconocible vivirán en la memoria de todos los que le escuchamos y en el extraordinario legado de grabaciones y composiciones. 

Wheeler tuvo una mezcla de ideas visionarias y esfuerzos tambaleantes para negociar los márgenes artísticos y económicos característicos del mundo del jazz. Quizás no fue una coincidencia que su primera aventura de componer con grandes nombres fuera el álbum “Windmill Tilter” de 1968, con un Don Quijote, el legendario perdedor. Al final de su vida, su delicada situación personal y financiera había movilizado la solidaridad del mundo del jazz, que entre otras cosas organizó diversos conciertos benéficos en su Canadá natal.

Wheeler llegó a Londres desde Toronto en 1952, estudió con Richard Rodney Bennett, quedó fascinado con las armonías del compositor clásico Paul Hindemith, y empezó a tocar la trompeta al estilo bebop en la década de 1960 con estrellas del jazz incluyendo al fallecido Joe Harriott y Tubby Hayes, y de libre improvisación con el pionero Spontaneous Music Ensemble. En 1968, John Dankworth  invitó Wheeler a componer una suite para su orquesta de las estrellas, en ese momento, incluyendo tales como el guitarrista John McLaughlin y el bajista Dave Holland. Es una pieza típica de principios del Wheeler llena de melancolía: Sweet Dulcinea blue.


Tremendo autocrítico, Wheeler odiaba la escucha de su propio trabajo, dudaba siempre de su talento y la fama que “Windmill Tilter” le había ofrecido. Siete años tuvieron que pasar antes de aceptar otro reto. Fue cuando la fe de ECM Records y su jefe Manfred Eicher tuvieron en él que abrió la siguiente puerta, con “Gnu” poniéndose al frente de un maravilloso trío estadounidense Keith Jarrett (piano), Dave Holland (contrabajo) y Jack DeJohnette (batería).


Wheeler hizo una serie de álbumes excelentes para ECM en los años 1970 y 80, incluyendo “Deer Wan” (con Jan Garbarek) y “Double, Double You” (con Michael Brecker), pero “Music for Large and Small Ensembles”, en 1990, fue su mayor triunfo, una fusión de la música norteamericana folk, jazz abstracto, y la expansión imaginativa de los recursos armónicos de una formación de jazz. Como iba a hacer a través de gran parte de su carrera, Wheeler utilizó la voz de su amiga y alter-ego Norma Winstone como instrumento adicional que ilumina. Aquí está la Apertura de “Sweet Time Suite” .
    

Su talento sobre todo para componer "canciones bonitas" y el reconocimiento de su oído melódico único, llevó a músicos de todas las tendencias y las edades en todo el planeta a querer interpretar su música. A continuación un muy famoso Kind Folk, del LP “Angel Song” de 1995 en una versión con el pianista Brian Dickinson.


Pero de todas las composiciones de Kenny Wheeler la más conocida es Everybody's Song But My Own el clásico que a sus acompañantes les gusta introducir como el "golpe de Kenny",  la canción que más se toca. Una típica melodía de Wheeler uniendo la alegría y la resignación flemática sin dejar de estar abierta a improvisaciones.


En diciembre del 2013 grabó, sin saber, lo que sería su último disco. En su obra póstuma, Wheeler incluye composiciones relativamente recientes, así como una versión renovada de “Old Time” (obra frecuente del repertorio del trío Azimuth) y “Nonetheless”, un tema presentado en el disco Angel Song. Songs for Quintet fue grabado en los estudios Abbey Road de Londres con cuatro de los músicos favoritos de Wheeler: Stan Sulzmann, John Parricelli, Chris Laurence y Martin France, quienes tocan magníficamente como unidad interactiva, ejecutan destacados solos, y proveen elegante apoyo al lírico fliscornio del líder. La sesión resultó ser la última ocasión en que Kenny tocó con otros músicos. Su salud no le permitió participar en la una gira de homenaje que el quinteto planeaba para poco después de producido el disco.  

Si la edad y la enfermedad quizá atenúan un poco la fuerza de su sonido,  su imaginación melódica y su capacidad de improvisación siguen presentes.

Songs for Quintet se grabó en Londres en diciembre de 2013, con producción de Manfred Eicher y Steve Lake. El álbum se editará el 14 de enero de 2015, coincidiendo con el que habría sido el cumpleaños número 85 de Kenny. Fue estrenado el 14 de enero, en el 85 cumpleaños del músico.

En este enlace podréis escuchar su último testamento musical

Kenny, como ya hemos dicho, siempre fue modesto y humilde respecto sus propios logros musicales, pero la verdad es que era un genio caminando entre nosotros.

Espero que hayáis disfrutado. Bona nit. Buenas noches. Καληνύχτα.

domingo, 15 de marzo de 2015

Desperado

Forajido, ¿por qué no vuelves a tus cabales?
Has estado aventurando por tanto tiempo
Oh, eres alguien rudo
Pero sé que tienes tus razones
Estas cosas que te complacen
Pueden hacerte daño de alguna forma

No saques la reina de diamantes, chico
Te ganará si puede
Sabes que la reina de corazones es tu mejor apuesta

Ahora, me parece que unas buenas cosas
Se te han puesto en la mesa
Pero sólo quieres las que no puedes obtener

Forajido, oh, no te estás volviendo más joven
Tu dolor y tu hambre te estás llevando a casa
Y libertad, bueno libertad, es sólo gente hablando
Tu prisión es andar por este mundo solo

¿No te da frío en los pies durante el invierno?
El cieno no nieva y el sol no brilla
Es difícil distinguir la noche del día
Estás perdiendo todos tus altos y bajos
¿No es gracioso como dejas de sentir eso?

Forajido, ¿por qué no vuelves a tus cabales?
Baja de tus cercas, abre la reja
Puede estar lloviendo, pero hay un arcoíris sobre ti
Más vale que dejes que alguien te ame
(Dejes que alguien te ame)
Más vale que dejes que alguien te ame

Antes de que sea demasiado tarde

El ser humano es ese animal que siempre tropieza con la misma piedra, pero aun así no enmienda sus errores aunque vea venir el desastre. Ese animal capaz de construir y destruir con la misma soltura. Bueno, no, miento, destruimos más deprisa; construir nos cuesta mucho más.

Construir: Volvamos la vista atrás, a los maravillosos años setenta, California. Dos músicos, Glenn Frey (compositor, guitarrista y cantante) y Don Henley, (compositor, cantante y batería) se hicieron amigos. Les unía su pasión por la música, una combinación perfecta para iniciar una aventura. Su sueño, montar una banda de rock. Y lo hicieron, como muchos jóvenes en aquella época, e invitaron a otros músicos a unirse a ella: Bernie Leadon, Randy Meisner, Don Felder, Joe Walsh y Timothy B.Schmit. Así comienza la historia de The Eagles que escribió una página inolvidable en el gran libro de la música y nos dejó un puñado de canciones de esas que nos gusta llamar “imprescindibles”.


Una de esas “imprescindibles” es el tema de esta noche, Desperadola primera canción de “la cinta maravillosa” que Jesús grabó para enamorarme (hace poco la vi en una lista de “10 canciones para hacer el amor”). El tema fue publicado en el disco del mismo nombre, el 17 de Abril de 1973. Pero la historia de Desperado se inició en la década de los 60's, cuando Don Henley empezó a construirla a base de improvisaciones sueltas. Todo un juego de palabras y metáforas que no llevaron buen camino hasta que apareció en escena Glenn Frey, quien tomó los acordes, parte de la letra y empezó a arreglarla. Sería una de las primeras canciones que escribirían juntos. 

Años después Henley recordaría: "Glenn (Frey) llegó un día para escribir algo, y de paso le mostré esta melodía que la tenía algo inconclusa durante años. Entonces le dije que cuando la cantaba pensaba en Ray Charles y en Stephen Foster. Es realmente una cosa algo extraña, pero fácilmente se podía hacer que sonara más occidental. Entonces Glenn saltó directamente a la canción, llenó los espacios en blanco y modificó algo de la estructura musical. Ese fue el comienzo de nuestra asociación para escribir canciones... Así nos convertimos en un equipo".


Fue, pues, durante las sesiones de grabación de este trabajo cuando Don y Glenn empezaron a consolidar su trabajo juntos, firmando 8 de las 11 canciones del álbum (entre las que se encuentran dos de las canciones más populares del grupo: Tequila Sunrise y Desperado) modelo éste que sería la tónica durante los siguientes años. Posteriormente, la pareja lideraría al grupo en cuanto a composición y estilo, alejando la dirección del grupo de Leadon y Meisner.  Por su parte, las buenas capacidades del guitarrista Bernie Leadon con el banjo, guitarra y mandolina destacan en las canciones de bluegrass  del disco: Twenty-One, Doolin’ Dalton y la balada Saturday Night.

Éste su primer disco verdaderamente maduro (el segundo de su discografía) fue grabado en Londres y tenía cierto aroma conceptual, ya que estaba inspirado en una de las leyendas del viejo Oeste, los famosos Hermanos Dalton, pensado como un álbum que trazase un paralelo entre la vida del fuera de la ley en el salvaje Oeste y la vida de una moderna estrella del rock americano. Y es que una de las características de esta banda que hay que destacar es su fuerte crítica (a ratos escondida en dulces metáforas) hacía el ambiente del rock y a eso que todos llamaban "excesos de fama". En este caso, la canción sería una crítica a todo eso que rodea el sexo y las drogas, y sus consecuencias negativas para estar siempre en la cresta de la ola.
Además, éste sería el único disco de la banda en donde los integrantes aparecen en la portada. En la foto de la cubierta, el grupo parece verdaderamente una banda de rudos "desesperados", es decir, forajidos recién salidos del saloon en el que acaban de disparar contra el sheriff. Tengo que confesar que en esa mi época de loca juventud enamorada no podía imaginar la temática de la canción. Le daba un sentido más patético de “desesperación”. ¡Cosas de no saber inglés!

Con un toque de piano muy delicado y brillante, y que a medida que pasan los minutos se vuelve más intenso y muy nostálgico, Desperado dio como resultado una balada majestuosa, que lamentablemente no forma parte de los singles de la banda. Eso no fue una barrera para que esta balada apareciera en la aclama lista de la Rolling Stones  "The 500 Greatest Songs of All Time", donde ocupó el puesto 494. Resulta extraño, y a veces incluso muy sorprendente, que una canción que no fue lanzada como single tuviera un éxito tan notable. Las canciones elegidas, Tequila Sunrise  y Outlaw Man, para promocionar este disco tuvieron una tibia acojida en las listas de éxitos.


A lo largo de los años Desperado ha sido versionada hasta la saciedad con algunas versiones muy buenas y otras que no aportan nada (eligid vosotros las que valen la pena y las que no). Por nombrar unas cuantas: Linda Ronstadt  (una de las más famosas) la grabó en 1973 para su álbum “Don't Cry Now”. Poco después The Carpenters en 1975 para su álbum “Horizon”. Kenny Rogers en 1977 en “Daytime Friends”. Judy Collins en 1979, en su álbum “Hard Times for Lovers”. Cher la interpretó en el “Heart of Stone Tour”, en Australia en 1990. Kokia en 2004, en la película japonesa The Hotel Venus. Westlife en  2005 para el álbum “Face to Face Hagen”. Rether en 2007 en el álbum Liebe Zwei. En el mismo año la interpreta Suzi Quatro. Neil Diamond en 2010 en su álbum “Dreams”. 

El violinista David Garrett tiene una version instrumental en su álbum “Music” (2012). Lynda Carter en 2011 la publica en su álbum “Crazy Little Things” y, hace muy poco Diana Krall  la versiona en su álbum, para mí un fallido trabajo, Wallflower. Vale la pena mencionar que Sarah Bolger cantó Desperado en la película En América. Y los impresentables Jonas Brothers la utilizan como intro de su canción A Little Bit Longer. Por último,  Joe Walsh cabreó bastante a Don Henley al tocar Desperado en sus giras en solitario.

Helas aquí sin orden ni concierto (nunca mejor dicho) 


Un par de anécdotas

El bajista Randy Meisner quedó algo molesto con esta canción ya que ha declarado en muchas entrevistas que el intro de guitarra es de su autoría, pese a que los créditos pertenecen oficialmente a Frey y Henley. Recordemos que el hecho de no estar dentro de la autoría y los créditos de una canción no permite generar ganancias para el músico. De hecho, este tema de los derechos de autor fue causa de problemas y enfrentamientos dentro de la banda.


En el año 2004, Linda Ronstadt se presentaba en el Casino Aladdin, en Las Vegas. Cuando se disponía a cantar su versión de esta canción, le dice al público que quería dedicársela al cineasta Michael Moore, famoso por su cinta Fahrenheit 9/11, y en donde dejaba casi en ridículo, al entonces presidente de EE.UU, George Bush . Entre los silbidos y reclamos del público, Ronstadt afirma que Moore "ama profundamente a su país, y que está tratando de obtener la verdad." Obviamente si esto no le cayó bien al público, imaginaos al dueño del casino, quien estaba indignado y casi manda a la calle a la cantante. Desde ese suceso Ronstadt ya no ha tocado más en ese escenario...


He aquí la historia de una construcción, de una canción, de un grupo. Juntos The Eagles disfrutaron en todas sus dimensiones, exprimieron en grupo una etapa fascinante de sus vidas circulando, casi siempre, por el carril rápido…

Destruir. Pero, antes o después, aparecen esos destructores de los proyectos en común: el ego, que te impide disfrutar de nada que no sea tu propio brillo y la convivencia, que pule y desgasta la ilusión hasta hacerla desaparecer. Son muy pocos los que sobreviven a estos dos enemigos. Ellos, The Eagles, tampoco supieron hacerlo. Aunque bien visto, quizás era la manera de cumplir con su propia idea de futuro, la que trazaron mientras saboreaban el éxito: “Hay que bajarse de la ola antes de que rompa en la playa”.



domingo, 8 de marzo de 2015

Músicas de salitre

Cando as nosas entrañas precisan falar

Algunas veces los planetas se alinean y de vez en cuando, además, se dan las coordenadas exactas para que surja la obra de arte. “Algunas veces” y “de vez en cuando” serían las traducciones de ACadaCanto, si lo leemos separado, “en cada esquina”, si lo leemos todo junto, el título de un fantástico disco que vino desde Galicia a mis oídos de la mano, cómo no, de Jesús. En él, cuatro grandes de la música contemporánea gallega se unieron para dar vida a este efímero proyecto.


ACadaCanto, lo forman, Guadi Galego, una de las mejores voces del folk europeo y excantante de Berrogüetto y Nordestin@s. Guillerme Fernández, integrante también de Berrogüetto y que ya participó con Guadi en otras aventuras musicales como Espido. Xabier Díaz, otra voz increíble, con una importante carrera en solitario, productor y también cantante del desaparecido Berrogüetto y Xosé Lois Romero, integrante del trío músico-humorístico Romero, reputado acordeonista y percusionista, fundador del sello Músicas de Salitre, Lamas e Baamonde y reconocido por haber actualizado la parte musical del mítico grupo Fuxan os Ventos.



"Vivimos en una tierra llena de encrucijadas, cuadrivios o "catrocamiños", esos puntos de incerteza y de casualidad (A veces, las canciones también pasan estas dudas antes de mutar a la forma en que las conocemos) pero también es cierto que hay encuentros inevitables, tales como las corrientes de agua que se funden en ríos al llegar a los valles más bajos. 

Somos urdirme de una cesta que contiene música compartida por un largo tiempo: Guille y Gaudí, Xavier Joseph y Lois; Guille y Lois José, Gaudí y Xavier. Decidimos ordenar esta multiplicidad y convertir esas dobles o triples reencarnaciones en un cuarteto a la forma tradicional como Los Beatles o Los Gaiteros de Soutelo, o como unos viajeros que se tropiezan en una encrucijada, eso sí, reconociendo que salimos a tiempo y velocidades adecuadas para que se diera este encuentro. Vamos a sentarnos y hacer un par de canciones antes de continuar camino”

Diferentes autorías, llenas de lirismo  y sin embargo  una estética y cierta atmosfera común, reposada, tranquila y poética.  Así, de entre todas estas canciones, destacan la belleza de Lúa o la sensibilidad melancólica de Teu nome mase e terra, corte que abre el disco.


Los cuatro se han unido para grabar un disco hermoso, lleno de poesía, de sentimientos a flor de piel como tan bien refleja ese primer tema grabado en la “intimidad” del salón de Guadi Galego. Un disco que quiere "alimentar de amistad y belleza a la gente frente a lo que ocurre fuera; queremos que la gente lo interprete como un pequeño oasis".


Decimos que ACadaCanto es un proyecto musical "efímero", porque la colaboración de los cuatro artistas está limitada en el tiempo y acaba con la vuelta de los músicos a sus respectivos proyectos. Su origen se remonta a un concierto de Fuxan os Ventos en el que participaron los cuatro músicos y decidieron dar un paso adelante en la idea que a menudo les rondaba por la cabeza: ya habían trabajado entre ellos, unos con otros, en dúos o en grupos, pero nunca los cuatro juntos.

El segundo disco de ACadaCanto, “A rosa d'Adina” recoge seis poemas de Rosalía de Castro, resultado de una selección natural con la atención puesta en los estímulos más elementales que mueven al músico en la escucha de un texto: emoción y musicalidad.  Este nuevo disco de Músicas de Salitre tiene dos caminos: darle cumplimiento a la vieja promesa de musicarla y, el segundo y más importante, contribuir a expandir su obra y popularizarla. Grabar este disco fue toda una experiencia para aCadaCanto, ya que cantar a Rosalía es como regresar a la segunda mitad del siglo XIX volviendo a evocar aquellos lugares de los cantares que ella misma escuchó y que inspiraron la obra de la que celebramos 150 años de gloria.



Siguiendo con el entramado de colaboraciones, Espido es el trabajo conjunto de Guadi Galego y Guillermo Fernández. Cuando se gestó el grupo ambos forman parte Berrogüeto, pero en su tiempo libre relajaban la instrumentación para marcarse dúos de voz y guitarra. El grupo nace como fusión digamos que por roce melódico-harmónico ("muchos años de contacto personal y musical como miembros Berrogüetto") de los dos músicos y se materializa en la publicación de un disco en 2005 titulado Espido. 
La sencillez y cierta querencia por los ritmos contemporáneos son los sellos de identidad de un proyecto en el que las emociones se expresan en gallego más allá de los ritmos tradicionales. Por eso, Espido es un salto al futuro. Su total ausencia de adornos es la gran baza para conquistar al público. El concepto de Espido es rematadamente sencillo, con sólo voz y guitarra (y unas pocas programaciones en el CD), pero a la vez es de una profundidad impresionante. El dúo, que funciona desde finales de 2005, ha llevado sus canciones hasta lugares como Glasgow, Escocia.


Y acabaremos este recorrido hablando de Berrogüeto, que sacó su nombre del “berro del guetto”, disuelta ahora hace un año. Compuesta por Anxo Pintos, Guillermo Fernández, Santi Cribeiro, Isaac Palacín, Quim Farinha, Quico Comesaña y Xabier Díaz, la banda dejó para la historia de la música gallega cinco discos publicados, un libro disco y multitud de conciertos, además de haber logrado una vía musical diferente en la música tradicional, con un sonido muy particular y un aire de contemporaneidad que llamó la atención en los circuitos internacionales de la world music.


Para finalizar, aunque se sale del estilo de este post, hoy 8 de marzo no me he podido sustraer de compartir este tema del disco en solitario de Gaudi, "Luas de Outubro e Agosto". Por todas nosotras, por todas ellas.


Buenas noches. Bona nit. Boa noite. Kαληνύχτα