De lo minúsculo al
infinito
La pena ignorada (frag)
Estoy apenado
Soy un
extraño
Mi pena es diferente a las demás penas.
Es extraña en los mundos de la tristeza.
Mi pena es pensamiento que gorjea
mientras lo ignora el oído del tiempo.
Mas con mi alma he escuchado su eco
en mi juventud embriagada.
Lo he escuchado y triste he caminado
cantando con mi pena cual pájaro de montaña.
Lo he escuchado como un quejido devuelto
por la voz de la noche y el corazón de lo eterno.
Lo he escuchado como el grito amortiguado
de un arroyo entre los desfiladeros.
(poeta tunecino)
Hay músicas que cuando una las escucha por primera vez ya
sabe que van a acompañarle durante el resto de su existencia, formando parte de
la particular banda sonora que podría resumir perfectamente los distintos
momentos vitales por los que una ha pasado y por los que me quedan por pasar.
Eso me ocurre con Anouar Brahem, tunecino
nacido en la Medina de la capital del país en 1957, otro de los prodigios de la
música actual, alguien en el puedes ver reflejada tu alma.
Le llaman, con razón, el "encantador maestro del oud." El oud, la variedad que se utiliza en los países árabes de lo que aquí conocemos como laúd, es el corazón musical de Anouar, un instrumento que en Túnez se utiliza solamente para acompañar al cantante.
De hecho, Brahem ha magnificado este milenario instrumento, este laúd oriental que se conservó y viajó a través de las edades y los pueblos, desde Babilonia y el norte de África a España, a través del Medio Oriente y Egipto. Pero en los años sesenta, cerca de Túnez, el oud viajero se ve atrapado en el vuelo por un niño de diez años que acaba de entrar en el conservatorio y que toca en orquestas tradicionales.
Le llaman, con razón, el "encantador maestro del oud." El oud, la variedad que se utiliza en los países árabes de lo que aquí conocemos como laúd, es el corazón musical de Anouar, un instrumento que en Túnez se utiliza solamente para acompañar al cantante.
De hecho, Brahem ha magnificado este milenario instrumento, este laúd oriental que se conservó y viajó a través de las edades y los pueblos, desde Babilonia y el norte de África a España, a través del Medio Oriente y Egipto. Pero en los años sesenta, cerca de Túnez, el oud viajero se ve atrapado en el vuelo por un niño de diez años que acaba de entrar en el conservatorio y que toca en orquestas tradicionales.
Una de las primeras osadías
formales de este norteafricano es elevar este instrumento a la categoría de
instrumento solista. No toca jazz, pero comparte con este género la capacidad
de improvisar mientras que , a su vez, el mismo Brahem declara que sus
influencias europeas son
Debussy y Satie
Por sus cuerdas pasa la vida con
mucha alegría y, a la vez, con mucha tristeza, con todo el sentimiento y
también toda la ilusión. La claridad de su fraseo, la facilidad con que
desarrolla las improvisaciones hacen de esta música una experiencia hermosa e
intensa que nos muestra una tradición que no tiene olor a naftalina, ni a cosa
de laboratorio, sino que es diálogo sincero, provechoso, cargado de
sentimiento, de vida, de viaje, de sinceridad, de nostalgia, de alegría, de
todo eso que da forma al ser y el sentir mediterráneo (el Mare Nostrum, mar
seminal que ha dado vida a las civilizaciones más importantes de la historia de
la humanidad), esa forma peculiar de entender el mundo, y todas las cosas
importantes para las personas.
Qaws
Otra de sus osadías es tomar un
instrumento de raíces tan profundas en el sentir de su pueblo y mezclarlo con
el acordeón y el piano, y lograr una hermandad de sonoridades que se
complementan a la perfección
El Anouar Brahem Trio, con Francois Couturier
al piano y Jean-Louis
Matinier en el acordeón consigue un diálogo que resulta un bálsamo en
tiempos convulsos como los que vivimos. La dulzura del oud se entremezcla con
los tintes jazzeros y hasta clásicos del piano mientras el acordeón funciona
como una amalgama que da unidad sin caer en la monotonía donde ninguno de los
tres ejecutantes prima por sobre los demás. Prodigioso.
También podemos gozar de la formación Anouar Brahem Quarted con Brahem
al oud, Klaus
Gesing, con el clarinete bajo, Björn Meyer con el
bajo y Khaled Yassine tocando los intrumentos de percusión darbuka, bendir
Anouar Brahem forma parte, con el libanés Rabih Abou-Khalil, de esta corriente que aúna la música árabe y la occidental. Es verdaderamente un contrabandista que tiene el vínculo musical de un estilo ancestral con la escritura contemporánea, tradicional y la improvisación, con el "mundo" y el jazz. De hecho, y para decirlo simplemente, Anouar Brahem toca la "música del mundo"
Una música que no esconde el
diálogo sino que lo busca, y en la confluencia con el jazz (han sido muchos los
músicos importantes de jazz los que han colaborado con Brahem), ha encontrado
nuevos territorios en los que dejar germinar la música con resultados de una
enorme belleza formal salida de las cuerdas de un músico que como buen virtuoso
apenas si hace gala de ello, solo con dejar que la música fluya ya ha cumplido.
Vais a ser testigos de un
matrimonio entre el Este y el Oeste con Anouar Brahem como maestro de
ceremonias. Después de todo es la herencia musical de Oriente con la tradición
occidental de jazz y la chanson. Eso proporciona música de jazz con una encantador tono
oriental.
Cabe remarcar que, en 2006, justo
después de que el conflicto
entre Israel y Líbano, Anouar Brahem se pone detrás de la cámara y dirige
su primera película documental llamada Palabras de la guerra. La
película gira en torno a una historia de la guerra, con entrevistas a artistas
e intelectuales libaneses después del alto el fuego.
En 2012, a raíz de la revolución tunecina, fue nombrado miembro vitalicio de la Academia Tunecina de Ciencias,
Artes y Letras. En Francia, en 2009, fue nombrado "Caballero de las
Artes y las Letras."
La discreción de la que hace gala
lleva a su música más allá de las culturas y de los géneros, hacia un
territorio muy personal en el que todo cabe, en el que todo es posible, en el
que el diálogo sincero se llena de sentimiento y de belleza.
alguien imita a alguien:
ResponderEliminarhttp://lavidanoimitaalarte.blogspot.com.es/2013/06/anouar-brahem-el-ritmo-de-la-vida.html
Nadie lo sabe todo y se forma aprende en los que los que ya saben, sin duda. Alfredo es uno de mis referentes desda hace tiempo.
EliminarGracias por este artículo. Vengo descubriendo a Brahem hace poco (prácticamente hoy). Estupenda manera de escribir, con gusto y claridad. De aquí en más, me declaro a mí mismo visita frecuente. ¡Saludos!
ResponderEliminar¡Será un inmenso placer! ¡Gracias! Un abrazo.
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