viernes, 16 de agosto de 2019

Así fue Woodstock 1969 (II)

Para los cientos de miles de personas que descendieron a Bethel durante aquel fin de semana lluvioso de agosto de 1969,  fue un momento cultural definitorio: una demostración pacífica de un cambio generacional y, quizás, la madre de todos los festivales, la Feria de Música y Arte de Woodstock que, por cierto, nunca se celebró en Woodstock.

Todo había empezado cuando los veinteañeros Michael Lang, Artie Kornfeld y Joel Rosenman, entre otros, que querían recaudar dinero para financiar un estudio de grabación de discos en Woodstock, ubicado en el condado de Ulster.
En él, pretendían producir a artistas como Bob Dylan, The Band o Van Morrison. No se encontró en la ciudad de Woodstock un lugar adecuado para la celebración del festival, por lo que los organizadores optaron por Wallkill, a tan sólo 65 kilómetros. Los lugareños se opusieron asustados por la imagen de hordas hippies en el pueblo. Pero entonces aparece el escritor Elliot Tiber que ayudó a los organizadores a negociar con el granjero Max Yasgur que ofreció su campo de alfalfa situado en Bethel. El acuerdo se cerró en 75.000 dólares
Durante las semanas previas al concierto, a medida que se corría la voz sobre el gran tamaño de la multitud esperada, las buenas personas de Bethel y las comunidades circundantes en el condado de Sullivan tenían una sensación de creciente temor. "Creo que ustedes le han demostrado algo al mundo", dijo Max Yasgur a la multitud, "que medio millón de personas pueden reunirse y tener tres días de diversión y música, y no tienen nada más que diversión y música ..."  Pero su acción le provocó serios problemas con la comunidad. Por los daños causados ​​por los asistentes al festival, algunos vecinos solicitaron restitución legal, le demandaron.
Lo cierto es que hippies, hippies, había pocos. Una buena parte de los asistentes eran jóvenes en edad de reclutamiento lamentablemente mal equipados para pasar un fin de semana en las montañas. Pocos trajeron comida. O cambios de ropa. O suficiente dinero para volver a casa. Además de subestimar severamente los problemas de tráfico, los organizadores de Woodstock no habían planeado adecuadamente la cantidad de alimentos, agua, refugio, baños y atención médica que necesitarían. Los informes de la época relatan cómo los residentes del lugar, al escuchar que los jóvenes en el concierto tenían hambre, frío y sed, fueron a rescatarlos con sándwiches, leche y agua, e incluso abrieron sus hogares a algunos que necesitaban duchas calientes.
Después de que la reivindicativa actuación de Joan Báez despidiera la toma de contacto que supuso la primera jornada, llega el día clave del festival. El cartel del sábado fue una locura, se le hace la boca agua a cualquier aficionado a la música, un día que fue tomando forma y que alcanzó la cima a mitad de la tarde con Santana que dio un recital fantástico Frente a 500.000 personas y sólo a cambio de 2.500 dólares (Jimi Hendrix cobró 30.000), el sexteto que contaba con el participante más joven del festival, Michael Shrieve, un batería de tan solo 17 años, que deslumbró a todos con un solo de los de dejarse la vida, se convirtió inesperadamente en la gran revelación del cartel. Habían sido insertados como un favor hacia el poderoso Bill Graham, el empresario del Fillmore de San Francisco que les seguía la pista y deseaba ser su primer agente. El grupo llegó con tiempo y decidieron pasar un buen rato de calentamiento viajando con sustancias psicodélicas. 
Pero los planes de los organizadores cambiaron y obligaron al grupo a salir a escena casi sin alerta previa. El gesticulante Santana había tomado una dosis de mescalina de alta pureza. Durante la actuación sentía que una “serpiente eléctrica” rondaba el escenario y debía apaciguarla tocando. Ese estado de trance se transmite en el gesto de locura vivaz con que afrontó el toque de guitarra, basado todavía en poca versatilidad técnica: notas largas y repetidas como una insistente llamada animal. Carlos Santana ejecutó su séptima canción Soul Sacrifice. El ritmo latino, mezclado con una guitarra que con sus notas podría describir la esencia del rock & roll fue una sorpresa para la audiencia de Woodstock. Gracias a esta pieza y otras que ejecutó en ese festival, Santana se introdujo en la escena de la música estadounidense.


Después de Santana le llegó su hora al grupo Canned Heat una de las bandas malditas del blues blanco, que dieron lugar a otro de los momentos icónicos. En 1969 ya habían agregado elementos psicodélicos a sus canciones influenciadas por el blues y su Boogie Rock mantuvo a la gente bailando durante un buen rato


Uno de los verdaderos hitos del festival fue la música pegadiza de Creedence Clearwater Revival que ese año habían grabado tres discos y estaban en plena forma. Aunque comenzaron a altas horas de la noche de sábado a domingo (alrededor de las 12.30) su combinación de rhythm and blues, blues, góspel, folk y country-rock no dejó de impresionar. Sin embargo, John Fogerty se quejó de que la actuación de The Grateful Dead retrasó su intervención, por lo que la mayoría de la audiencia se fue a la cama cuando Creeedance actuó en medio de la noche. Su inquietante I Put a Spell on You  resuena en la oscuridad.


La actuación de Janis Joplin ha sido también recordada muchas veces. Janis Joplin y su antigua banda Big Brother & the Holding Company ganaron fama en el Monterey International Pop Festival 1967. Desafortunadamente, a fines de 1968, dejó la banda para seguir una carrera en solitario. Por supuesto, Janis terminó en Woodstock junto con un conjunto completo de músicos. Su actuación en la noche del sábado al domingo, de 2:30 a 3:15, tardía por el retraso de todas las actuaciones no le facilitó las cosas. El espectáculo seguía siendo fuerte, pero le faltaba algo de su poderío y el acompañamiento de la improvisación de su banda. Un par de anécdotas sobre ella nos cuentan que cuando llegó en helicóptero y vio tantísima gente tuvo un ataque de ansiedad. Otra es que tuvo un accidente. Una parte lateral del escenario se rompió. Grace Slick y Janis se encontraban en él, pero salieron ilesas. Por lo que podréis ver, Janis Joplin estaba más preocupada del bienestar de los asistentes que del suyo.


Quienes reventaron la noche tocando 25 canciones fueron The Who, habían sido programados los penúltimos (antes de Jefferson Airplane ) para tocar el sábado 16 de agosto. Cuando realmente comenzaron ya era domingo por la mañana, alrededor de las 5:00. Tocaron su excepcional álbum Tommy. El final de esta actuación tuvo lugar durante el amanecer que ocurrió a las 6:05. Oliéndose los problemas económicos que los organizadores podían tener, The Who y The Grateful Dead reconsideraron el acuerdo inicial y reclamaron cobrar en mano y por adelantado. Una exigencia que los promotores a duras penas pudieron satisfacer; inmersos como estaban en el caos organizativo, sin apenas liquidez tuvieron que mendigar a un banco local un adelanto para saciar a las estrellas. La presentación de las canciones elegidas fue impresionante y la magia y el espíritu de la música creció cuando Tommy llegó a su gran final con See Me, Feel Me. Amanecía y la primera luz del día llegó al escenario.

Los  Jefferson Airplane cerraron esta noche mágica. Fue la banda más grande de la escena de San Francisco.  La voz dual y a veces triple era su marca registrada. Combinaron psicodelia y blues en sus canciones. Su "avión" se convirtió en el arquetipo de la nueva generación, joven y rebelde: libre y exitoso, viviendo juntos como una familia (o al menos como buenos amigos), haciendo música, tomando drogas. La banda había sido programada como cabeza de cartel para el sábado, pero finalmente comenzó el domingo por la mañana alrededor de las 8.00. La cantante Grace Slick presentó a la banda con las palabras: "Muy bien amigos, ustedes han visto los grupos pesados, ahora verán música maníaca matutina, créanme, sí ... Es el nuevo amanecer ..."


La jornada del sábado acabó el domingo a las 8:30. Hasta las 14:00 no se volvería a reanudar. Los asistentes ya empezaban a notar los efectos del cansancio y los excesos, Así que.. continuará.
Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト    Buonanotte. לילה טוב.  Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি

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