Para los
cientos de miles de personas que descendieron a Bethel durante aquel fin de
semana lluvioso de agosto de 1969, fue
un momento cultural definitorio: una demostración pacífica de un cambio generacional y, quizás, la madre de todos los festivales, la Feria de Música y Arte de Woodstock que, por cierto, nunca
se celebró en Woodstock.
Todo había
empezado cuando los veinteañeros Michael Lang, Artie Kornfeld y Joel Rosenman, entre
otros, que querían recaudar dinero para financiar un estudio de grabación de
discos en Woodstock, ubicado en el condado de Ulster.
En él, pretendían
producir a artistas como Bob
Dylan, The Band o Van Morrison. No se
encontró en la ciudad de Woodstock un lugar adecuado para la celebración del
festival, por lo que los organizadores optaron por Wallkill, a tan sólo 65
kilómetros. Los lugareños se opusieron asustados por la imagen de hordas
hippies en el pueblo. Pero entonces aparece el escritor Elliot Tiber que ayudó a
los organizadores a negociar con el granjero Max Yasgur que ofreció su
campo de alfalfa situado en Bethel. El acuerdo se cerró en 75.000 dólares
Durante las
semanas previas al concierto, a medida que se corría la voz sobre el gran
tamaño de la multitud esperada, las buenas personas de Bethel y las comunidades
circundantes en el condado de Sullivan tenían una sensación de creciente temor.
"Creo que ustedes le han demostrado algo al mundo",
dijo Max Yasgur a la multitud, "que medio millón de personas pueden
reunirse y tener tres días de diversión y música, y no tienen nada más que
diversión y música ..." Pero
su acción le provocó serios problemas con la comunidad. Por los daños causados
por los asistentes al festival, algunos vecinos solicitaron restitución legal,
le demandaron.
Lo cierto es
que hippies, hippies, había pocos. Una buena parte de los asistentes eran
jóvenes en edad de reclutamiento lamentablemente mal equipados para pasar un
fin de semana en las montañas. Pocos trajeron comida. O cambios de ropa. O
suficiente dinero para volver a casa. Además de subestimar severamente los
problemas de tráfico, los organizadores de Woodstock no habían planeado
adecuadamente la cantidad de alimentos, agua, refugio, baños y atención médica
que necesitarían. Los informes de la época relatan cómo los residentes del
lugar, al escuchar que los jóvenes en el concierto tenían hambre, frío y sed,
fueron a rescatarlos con sándwiches, leche y agua, e incluso abrieron sus
hogares a algunos que necesitaban duchas calientes.
Después de que la reivindicativa actuación de Joan Báez despidiera
la toma de contacto que supuso la primera jornada, llega el día
clave del festival. El cartel del sábado fue una locura, se le hace la boca agua
a cualquier aficionado a la música, un día que fue tomando forma y que
alcanzó la cima a mitad de la tarde con Santana que dio un
recital fantástico Frente a 500.000 personas y sólo a cambio de 2.500 dólares (Jimi
Hendrix cobró 30.000), el sexteto que contaba con el participante más joven del
festival, Michael Shrieve, un batería de tan solo 17 años, que deslumbró a
todos con un solo de los de dejarse la vida, se convirtió inesperadamente en la
gran revelación del cartel. Habían sido insertados como un favor hacia el poderoso
Bill Graham,
el empresario del Fillmore
de San Francisco que les seguía la pista y deseaba ser su primer agente. El
grupo llegó con tiempo y decidieron pasar un buen rato de calentamiento
viajando con sustancias psicodélicas.
Pero los
planes de los organizadores cambiaron y obligaron al grupo a salir a escena
casi sin alerta previa. El gesticulante Santana había tomado una dosis de
mescalina de alta pureza. Durante la actuación sentía que una “serpiente
eléctrica” rondaba el escenario y debía apaciguarla tocando. Ese estado de
trance se transmite en el gesto de locura vivaz con que afrontó el toque de
guitarra, basado todavía en poca versatilidad técnica: notas largas y repetidas
como una insistente llamada animal. Carlos Santana ejecutó su séptima canción Soul
Sacrifice. El ritmo latino, mezclado con una guitarra que con sus notas
podría describir la esencia del rock & roll fue una sorpresa para la audiencia
de Woodstock. Gracias a esta pieza y otras que ejecutó en ese festival, Santana
se introdujo en la escena de la música estadounidense.
Después de
Santana le llegó su hora al grupo Canned Heat una de
las bandas malditas del blues blanco, que dieron lugar a otro de los momentos
icónicos. En 1969 ya habían agregado elementos psicodélicos a sus canciones
influenciadas por el blues y su Boogie Rock mantuvo a la gente bailando durante
un buen rato
Uno de los
verdaderos hitos del festival fue la música pegadiza de Creedence
Clearwater Revival que ese año habían grabado tres discos y estaban en
plena forma. Aunque comenzaron a altas horas de la noche de sábado a domingo
(alrededor de las 12.30) su combinación de rhythm and blues, blues, góspel, folk
y country-rock no dejó de impresionar. Sin embargo, John Fogerty se quejó de
que la actuación de The
Grateful Dead retrasó su intervención, por lo que la mayoría de la
audiencia se fue a la cama cuando Creeedance actuó en medio de la noche. Su
inquietante I Put a Spell on You resuena en la oscuridad.
La actuación
de Janis Joplin ha
sido también recordada muchas veces. Janis Joplin y su antigua banda Big
Brother & the Holding Company ganaron fama en el Monterey
International Pop Festival 1967. Desafortunadamente, a fines de 1968, dejó
la banda para seguir una carrera en solitario. Por supuesto, Janis terminó en
Woodstock junto con un conjunto completo de músicos. Su actuación en la noche
del sábado al domingo, de 2:30 a 3:15, tardía por el retraso de todas las
actuaciones no le facilitó las cosas. El espectáculo seguía siendo fuerte, pero
le faltaba algo de su poderío y el acompañamiento de la improvisación de su
banda. Un par de anécdotas sobre ella nos cuentan que cuando llegó en
helicóptero y vio tantísima gente tuvo un ataque de ansiedad. Otra es que tuvo
un accidente. Una parte lateral del escenario se rompió. Grace Slick y Janis se
encontraban en él, pero salieron ilesas. Por lo que podréis ver, Janis Joplin
estaba más preocupada del bienestar de los asistentes que del suyo.
Quienes reventaron la noche
tocando 25 canciones fueron The
Who, habían sido programados los penúltimos (antes de Jefferson
Airplane ) para tocar el sábado 16 de agosto. Cuando realmente comenzaron
ya era domingo por la mañana, alrededor de las 5:00. Tocaron su excepcional
álbum Tommy. El final
de esta actuación tuvo lugar durante el amanecer que ocurrió a las 6:05. Oliéndose
los problemas económicos que los organizadores podían tener, The Who y The
Grateful Dead reconsideraron el acuerdo inicial y reclamaron cobrar en mano y
por adelantado. Una exigencia que los promotores a duras penas pudieron
satisfacer; inmersos como estaban en el caos organizativo, sin apenas liquidez
tuvieron que mendigar a un banco local un adelanto para saciar a las estrellas.
La presentación de las canciones elegidas fue impresionante y la magia y el
espíritu de la música creció cuando Tommy llegó a su gran final con See Me,
Feel Me. Amanecía y la primera luz del día llegó al escenario.
Los Jefferson Airplane cerraron esta noche
mágica. Fue la banda más grande de la escena de San Francisco. La voz
dual y a veces triple era su marca registrada. Combinaron psicodelia y blues en
sus canciones. Su "avión" se convirtió en el arquetipo de la nueva generación,
joven y rebelde: libre y exitoso, viviendo juntos como una familia (o al menos
como buenos amigos), haciendo música, tomando drogas. La banda había sido
programada como cabeza de cartel para el sábado, pero finalmente comenzó el
domingo por la mañana alrededor de las 8.00. La cantante Grace Slick presentó a
la banda con las palabras: "Muy bien amigos, ustedes han visto los
grupos pesados, ahora verán música maníaca matutina, créanme, sí ... Es el
nuevo amanecer ..."
La jornada del
sábado acabó el domingo a las 8:30. Hasta las 14:00 no se volvería a reanudar. Los
asistentes ya empezaban a notar los efectos del cansancio y los excesos, Así
que.. continuará.
Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇.
Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト Buonanotte. לילה טוב. Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا
شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি
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