domingo, 5 de junio de 2011

El silencio

Es preciso perderse para empezar a escuchar.
Es preciso hacer el silencio en la escucha y en la mirada para descubrir las formas del silencio.

Adoro el silencio. Lo sabe cualquiera que me conozca bien. Vivo entre griterío vital de los niños de mi Escuela, entre el sonido de la ciudad que no para nunca o las voces de las movilizaciones indignadas por el tiempo que nos está tocando vivir.  No digo “ruido” porque todo ello es “vida”, pero necesito momentos de ausencia de sonido.

del blog guillermiadas
El silencio se escribe, se ofrece a la escucha. En la escritura musical el silencio es figura y cada nota figurada posee su recíproca figura silenciosa, la figura de pausa. Una figura que mide el silencio.

El silencio es muy importante en la música. De la misma manera que un pintor utiliza la paleta de colores para pintar un lienzo en blanco, los músicos combinan los sonidos y los silencios para crear sus obras. El silencio entre dos notas es como la noche entre dos días, permite un descanso del oyente que le prepara para la siguiente secuencia de sonidos. Son como el sueño y la vigilia, lo real y lo material, el ideal y su plasmación en el mundo. En este caso, un silencio tendrá significados distintos: dar expresividad a la obra o un respiro a los instrumentistas. Aprender a escuchar, aprender a escuchar el silencio.

El no muy conocido músico contemporáneo György  Ligeti hizo un experimento con público al respecto del silencio.  Un día anunció que iba a dar a conocer una nueva composición suya. Llegó ante el auditorio, se sentó delante de ellos y se mantuvo en silencio durante todo el tiempo; no dijo una sola palabra, no toco ni una sola nota, pero, para él, sí hubo concierto: Los ruidos que emitía el público enfadado (lógicamente).  Ésa fue la nueva “creación sonora” de este autor.

Pero nos podríamos preguntar ¿existe el silencio? El compositor estadounidense John Cage nos enseñó de modo magistral a escuchar las formas del silencio, unas formas que requieren destruir la grafía del lenguaje, de la memoria, para mostrar que silencio y sonido siempre están en continuidad.

imagen de pinterest
Cage nos cuenta en un libro que en cierta ocasión entró en una cámara anecoica, una sala especialmente diseñada para absorber el sonido que incide sobre las paredes, el suelo y el techo de la misma cámara, anulando los efectos de eco y reverberación del sonido. Si uno habla en el interior, la sensación es la de que las palabras tienen peso y caen desplomadas al suelo. En ella Cage escuchó con toda atención y llegó a la conclusión de que, a pesar de todo, oía dos sonidos, uno grave y otro agudo. Cuando preguntó a los científicos, estos le informaron de que el sonido grave era su propia sangre circulando y el agudo su sistema nervioso en funcionamiento. El compositor llegó a la conclusión de que "El silencio no existe". Y es verdad, físicamente, sólo existe en el vacío. En 1937, en una charla realizada en Seattle, el músico afirmaba: "Si la palabra "música" se considera sagrada y reservada para los instrumentos de los siglos XVIII y XIX, podemos sustituirla por otro término más significativo: organización de sonido" . Esta definición expresa la voluntad de transformar la composición musical en un lugar de organización donde tuvieran cabida todos los sonidos: los ruidos (notas) y el silencio.

El Silencio, la composición que ilustra el tema de esta noche, compuesto en 1965 por el trompetista turinés Nini Rosso, fue sin ningún asomo de duda su éxito más internacional, si no el único. Los amigos recuerdan que la decisión que Nini tomó en su día de no actuar más en Italia se debió a que no podía soportar que le pidieran una y otra vez, allá donde fuera, que tocara esta pieza.

En el siguiente video se vislumbra el efecto que tiene esta melodía. En lugar de la interpretación del propio Rosso he escogido la de la joven trompetista holandesa Melissa Venema con el violinista y director de orquesta Andre Rieu porque con sólo 13 años logra extraer una melancolía casi fantasmal. Más que tocar, suplica.


En el lenguaje hablado también se escribe el silencio. Así, los puntos suspensivos dejan colgado el discurso, lo suspenden. Pero el valor de estos puntos depende de la palabra que los antecede. Tanto el silencio del lenguaje como el silencio que se introduce en la música suelen ser respiraciones que reclaman la atención. Respirar será crear el hueco en el que la atención puede desplegarse. El silencio es entonces como un suspiro. Y en este suspirar tal vez sea posible modificar la forma en que se escucha, transformar el oído.

Definitivamente, el silencio es la música que sale del fondo del alma. Contiene un sonido preciso, armónico, lleno de sentido. El sonido del silencio es la palabra que brota mansamente, como el limpio cauce del arroyo, con la pequeña, con la humilde belleza de lo cotidiano.

Octavio Paz tiene un bellísimo poema titulado “Silencio”

Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.

13 comentarios:

  1. Me gusta cada dia mas tu blog, aperdon tanto con el, pero no me gusta el silencio, me stresa !!! ;)

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  2. A mi si, en sus momentos el silencio es bueno por si mismo en muchos momentos, y además da valor añadido, si su interrupción lo merece

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  3. En el torbellino de la vida, el silencio lo percibo como un "reencuentro con uno mismo". Me encantó esta versión, con todo el mérito de su intérprete, son tan necesarios estos "momentos de silencio"...Gracias Victoria.

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  4. El silencio es para mí una forma de expresarse, tan válida como la palabra, solo que en lugar de esclavizar a la persona, la mantiene en un estado de libertad absoluta. Gracias, Victoria, ya sabes que me encanta como escribes.

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  5. Creo, socio, que los que os estresais con el silencio es que temeis escuchar vuestro interior (Perdona mi osadía)

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  6. Yo lo añoro, Susana. Lo busco, lo persigo. Hay piezas musicales en las que el valor del silencio es tan grande como las notas predecesoras y posteriores. Enfatizan la melodía. Sin los silencios, en sus diferentes formas, la vida solo sería ruido. ¿verdad?

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  7. Por eso intento frenarlos, Ángeles, defendiendo momentos de silencio con los dientes, si hace falta. Para que no me arrastre esa vorágine. Un besote.

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  8. ¿Y ahora qué añadir, Victoria, a tan magistral exposición silente?
    Está todo dicho. Y en silencio, si me permites, suelto una lagrimilla de emoción, desvanecida, oyendo cualquiera de las dos versiones: Rosso y Vergine degli Angelli.
    Cuarquier comentario tuyo se hace lección. Muchas gracias por tus enseñanzas

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  9. Gracias Laura. Es una de mis pasiones: escribir. Una experiencia increíble con mis alumnos es la de no decirles nada, sólo mirarles. En momentos de tensión, para frenarlos; en momentos de alegría para compartirla, en momentos de dulzura, para trasnmitírsela. Sin palabras. A veces nos excedemos con explicaciones innecesarias que se convierten en palabrería y que dejan de tener sentido en sus tiernas personalidades. Lo aconsejo a menudo a compañeras y a padres y madres. Un besote.

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  10. Maravilloso Victoria.Ayer hablé de tu blog a unos amigos....ya te contaré.Mucha gente tiene blogs, pero este es especial.De todo corazón.GRACIAS.Se combina tan bien música y "letra".Muaaaaaa

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  11. Pues si osada si eres jaja, pero sigo pensando lo mismo, no me gusta el silencio, pero una vez leidos los post debo ser un bicho raro, aunque eso ya lo sabia. ;)

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  12. No te lo creeras, Pili, pero hay noches que me sorprendo yo también de lo que llego a escribir. ¡Si supieras lo que llego a aprender yo "enseñando"¡ Hay veces que hasta que no expresamos una idea no somos conscientes de lo que pensamos, sabemos o creemos. Ese es el valor de la palabra que te definen.
    Me considero una persona afortunada por muchas cosas pero poder aliemntar mi curiosidad y compartir esta pasión es una de las cosas más maravillosas que me ha pasado últimamente. Gracias por estar al otro lado. Un beso!

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  13. ¡Mi querida Fuen!
    Hace poco me crucé con el concepto "música para leer". Lo encontré tan apropiado a mi blog. Pensar que cuando empecé a compartir música nocturna en le Facebook intruducía las canciones CON UNA FRASE... ¡Me parece imposible que lo consiguiera! Y lo que tardé en decidirme ... Más de un año. :)) Me alegro que lo consideres especial. Creo que las especiales sois las personas a las que les llega. Nada de lo que comparto (cómo me gusta esta palabra) tendría valor si no hubiera alguien al otro lado que lo encontrara interesante. GRACIAS¡¡Un besote!!

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