martes, 2 de julio de 2024

“A 20 pasos de la fama”: Estrellas en la sombra

 Millones de personas conocemos sus voces, pero pocos sabemos sus nombres.

Hace un tiempo que seguimos CaixaForum+, la plataforma de streaming digital orientada a contenidos culturales y a la divulgación científica creada por La Fundación “la Caixa. Se trata de una plataforma gratuita que está abierta a todos los usuarios, sean o no sean clientes de la entidad. Fue en ella donde pudimos ver “20 Feet from Stardom”, una cautivadora película ganadora del Oscar al mejor documental 2013 del director Morgan Neville que arroja luz sobre la verdadera historia no contada de las voces que hay detrás de algunas de las mayores leyendas musicales del siglo XXI. A veces han sido reconocidas y apreciadas y otras no. A veces se han contentado con un papel secundario y otras no. Pero lo queda bien claro es que una vez que aceptaron el papel de corista, les era muy difícil escapar. 

Fotogramas

Algunas de las personas que reflexionan sobre la situación de estas marginadas del rock y del pop son grandes estrellas como Sting, Bruce Springsteen, Lou Reed, Stevie Wonder, Ray Charles, Mick JaggerTina Turner, Joe Cocker o David Bowie. Sus elogios a las coristas con las que han trabajado son sinceros y muy reveladores, pero su presencia también enfatiza los desequilibrios raciales y de género que están tan profundamente arraigados en el mundo de la música. a pesar de reconocer el valor de sus acompañantes, hay mucho "qué le vamos a hacer, es lo que hay".

La canción que suena en los títulos iniciales, Walk on the Wild Side de Lou Reed, es una elección provocativa pero también apropiada. La famosa letra del coro (“y las chicas de color cantan/doo, da-doo, da-doo, doo doo doo doo...”) establece el tema de la película y también su razón de ser.

La relación entre el vocalista principal y el coro secundario, como bien señala Bruce, tiene sus raíces en la llamada y la respuesta de la iglesia negra, donde la mayoría de las cantantes de este documental, mujeres negras de más de 60 años, comenzaron su carrera. Muchas de ellas son hijas de predicadores. De ellos aprendieron a cantar en el coro de la iglesia y la capacidad para empastar sus voces con las de otras personas. Nunca pensaron que terminarían repitiendo esa forma de cantar una y otra vez. Una de ellas, Mable John, cerró el círculo. Esta ex del grupo The Raelettes, que exclamaba "ooh" y "aah" junto a Ray Charles, ahora es pastora y fundadora de Joy in Jesus en Los Ángeles.

El cuadro que nos pinta Neville es complicado. Algunas cantantes (muy a menudo afroamericanas) que surgieron en el ambiente altamente disciplinado del rhythm and blues de la década de 1960, se sintieron liberadas cuando a principios de los 70 grupos de rock blanco como los Rolling Stones aparecieron y las alentaron a “liberar la pasión” que sentían que había dentro de ellas; a ser, como más de uno expresa, “más negras”.

Con la espléndida excepción de Darlene Love, que fue incluida en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2011, la mayoría de las vocalistas entrevistadas no son muy conocidas. Aun así, Darlene no recibió el reconocimiento adecuado por su participación en varios éxitos, por lo que tuvo que trabajar como limpiadora de casas antes de reclamar el lugar legítimo que le correspondía.

En el film descubrimos nombres como Merry Clayton, Táta Vega y Judith Hill que trabajó con dos de los más grandes artistas del pop y soul contemporáneos, como son Michael Jackson, durante su última gira “This Is It” (ella fue la encargada de cantar Heal the World  en su funeral); o Prince, quien además la tomó como protegida durante los dos últimos años de su vida llegando a producirle su primer disco en solitario, “Back in Time”.

También conocemos a Claudia Lennear que fue una parte integral de los shows de los Stones a principios de los años 70, como lo ha sido Lisa Fischer, una cantante de rango y delicadeza verdaderamente prodigiosa, desde 1989. 

Después del éxito de la película, David Bowie contactó con Darlene y le ofreció escribir canciones para su próximo proyecto.

La historia más terrible, quizás, es la de Merry Clayton que cuenta que los Stones la llamaron a un estudio de grabación en medio de la noche, embarazada, para grabar una pista vocal incendiaria: Gimme Shelter. Al regreso sufrió un aborto.

Muy potentes son sus imágenes de archivo, de conciertos y grabaciones, auténticas joyas, e imágenes de los carteles o álbumes en vinilo. "A 20 pasos de la fama" es una película llena de vida, de música, de energía pero que también deja constancia de la tristeza personal y de fracaso profesional de la coristas que acompañan a estos grandes cantantes o grupos musicales, y que sin ellas sería complicado poder sacar adelante sus proyectos. 

Darlene Love, Tatá Vega, Merry Clayton, Judith Hill y Lisa Fisher ( La Vanguardia)

Acaba aquí, pues, una crónica de explotación y apropiación (en otras palabras, el negocio de la música) pero también de historias de compromiso profesional y, en cierta manera, triunfo artístico; carreras en solitario que no llegaron a suceder a causa de la misteriosa combinación de suerte, ambición y prejuicios que, en este mundo de la música, mantiene en la sombra a algunos nombres de enorme talento, mientras que otros, quizás menos dotados, se convierten en grandes estrellas. Nombres de mujeres que no brillaron con luz propia, pero que ayudaron a brillar a otros más relevantes de la historia de la música. 

Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al genocidio palestino! No seamos soldados de los telediarios y los magacines, dejemos de ser habitantes de las trincheras mediáticas, no nos lavemos las manos con agua que está teñida con sangre. Digamos ¡basta! ¡Palestina libre desde el río hasta el mar!




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