Hace mucho tiempo que estoy enganchada al programa Documentos de RNE que se emite los viernes a las 23:00 horas (aunque yo lo escucho en podcast). Un programa con elaborados documentales sobre personajes y acontecimientos históricos en los que se recuperan voces y sonidos del amplísimo archivo de RTVE. También se recurre a especialistas y a protagonistas de los hechos relatados. Es un programa muy recomendable. La semana pasada se lo dedicaron al poeta Mario Benedetti, el “poeta cómplice” y de mirada profunda, juglar de la sencillez, el amor y la esperanza.
Pero de todos
es sabido que los versos del poeta uruguayo no solo han sido leídos, sino que
también han enriquecido el cancionero latinoamericano y la música española. Pese a que, curiosamente, no amaba la música popular, Benedetti es uno de los
poetas en lengua castellana que más veces pisó el terreno de la canción popular
ya que cedió siempre a la petición de los artistas que querían ponerle música
a sus poemas. Con cerca de 200 versiones, contando solo las musicalizaciones
originales, el camino que siguieron sus versos en la música es un universo extendido,
fecundo y lleno de matices. Un camino que empieza a formarse a finales de la
década del 60 del siglo pasado, casi unido a la aparición de la llamada Nueva Canción
Latinoamericana, y que, probablemente, aunque en 2019 se cumplió una década
de la muerte del poeta, seguirá en expansión. Esta noche del año su centenario quiero hacer un repaso profundo a la poesía convertida en canción de Mario Benedetti.
Fue en 1970 que, por primera vez, un poema de Benedetti, Cielo del 69, se hizo canción musicalizado por el uruguayo Héctor Numa Moraes. Así empezó a forjarse, involuntariamente, una exitosa carrera como letrista. Este tema fue interpretado por diferentes artistas entre los que destacan Los Olimareños a quienes, por cierto, se les prohibió la difusión de su música tras la llegada de la dictadura militar a Uruguay, en 1973.
Según Moraes, “Benedetti pensaba que esto de poner música a la poesía era complicado. Pero para mí es solamente lógico: todo es posible si el poema tiene su música adentro”. Muchos fueron los cantantes que demostraron que era posible. Vamos a ello.
Daniel Viglietti y Mario Benedetti a principios de los años noventa tenían mucho en común: los dos eran exiliados y uruguayos. Coincidieron en la capital mejicana y “empezamos a hablar de nuestras vidas y descubrimos que 12 poemas míos tenían mucho que ver con 12 canciones suyas. Había grandes zonas comunes. Yo le dije a Daniel que teníamos que hacer algo con esa casualidad”, recordaba Benedetti en el diario El País. El resultado de su alianza fue “Esdrújulo” y “A dos voces” , un recital de 1985 convertido en disco nueve años después (en el enlace podéis escuchar el disco completo) en el que, en boca del propio Viglietti, “los versos y las canciones se entrelazan, pero cada uno tiene su turno”. Años antes, en 1971, para su disco “Canciones chuecas”, el cantante uruguayo musicalizó el poema Cielito de los muchachos, de profunda crítica social.
Dos años después, en 1973, un joven Eduardo Darnauchans registraría una bella versión de Corazón coraza en su disco debut, “Canción de muchacho”.
Otra de las voces bandera de América Latina, Soledad Bravo, incluyó en su álbum “Canto la poesía de mis compañeros”, de 1975, el tema Es tan poco, con música de Alfredo Zitarrosa.
Para seguir la cronología, saltemos el charco por un momento. En "De alguna manera" (1973), la cantante madrileña Rosa León incluyó en este su primer LP dos poemas de Mario Benedetti de su libro “Poemas de Oficina”: La secretaria ideal y Guardería.
El caso de la actriz y cantante Nacha Guevara es para darle de comer aparte. Pero antes tenemos que hablar del pianista argentino de formación clásica y jazzística Alberto Favero. Fue el primer músico que consiguió una estrecha relación con el poeta uruguayo. En veinte años compusieron alrededor de 30 canciones. “Letras de emergencia” llamó el músico a los poemas de Benedetti, “porque son como un diario que tiene valor inmediato y que al día siguiente su vigencia no es la misma”. “El punto de partida de Mario siempre fue el corazón, el afecto y la decencia”. La sociedad con Favero incluyó desde el principio como intérprete de los temas a la entonces su esposa Nacha Guevara. De esta forma, las variables de letra, música y canto surgían casi sin esfuerzo como una sola cosa. En el Documentos de RNE del que os he hablado, Benedetti sostiene que para la creación de las canciones prefería esta metodología: la complicidad con el artista.
Uno de los textos más populares de Mario Benedetti es Por qué cantamos, poema que apareció en el libro “Cotidianas”, en 1979. Es, además, uno de los poemas con mayor número de versiones musicalizadas. Después de que, cómo no, Nacha Guevara lo popularizara, cerca de 60 intérpretes individuales (entre ellos, también Daniel Viglietti), agrupaciones, dúos, coros y conjuntos vocales de diferentes partes de América Latina y del mundo han abordado estos versos a través de diversas formas musicales. Yo quiero resaltar dos, por su contraste. La del cantante y compositor argentino Juan Carlos Baglietto y la del grupo de reggae Cultura Profética.
Otros músicos, artistas y agrupaciones se han nutrido e incorporado la lírica de los poemas de Benedetti a sus respectivas producciones: Hombre preso que mira a su hijo musicalizado por Pablo Milanés; Tierra luna, por Julio Víctor González, “El Zucará”; No te salves, por el peruano Jorge “Pelo” Madueño o Papel mojado interpretada por Tania Libertad junto con Joan Manuel Serrat.
Ésta última, Tania Libertad, en 1998 publicó su disco “La vida” en el que interpreta 10 poemas de Benedetti. Sobre este material, el escritor José Saramago escribió: “Ahora Tania Libertad canta a Mario Benedetti, ese gran poeta a quien tan bien le sentaría el nombre de Mario Libertad…Son dos voces humanas, profundamente humanas, que la música de la poesía y la poesía de la música han reunido. De él, las palabras; de ella, la voz. Oyéndolas, estamos cerca del mundo, más cerca de la libertad, más cerca de nosotros mismos”. De este material os dejo el tema Nostalgia.
Como habéis
podido apreciar, me estoy dejando para el final la obra sobre Benedetti del
cantautor más representativo de este país, Joan Manuel Serrat. Serrat que había convertido en canción poemas de Antonio Machado , Miguel Hernández y Joan Salvat Papasseit, musicalizó, también, los versos
del poeta uruguayo. Lo novedoso fue que era un poeta latinoamericano y no español, y, además, vivo. Pero era de
esperar algo así de quien dice que se siente “un latinoamericano de Barcelona”.
Por ello, en 1985 llega “El Sur también existe”, con música de Serrat y letra de Benedetti (y en algunos casos de Benedetti y Serrat,) que abarca diez composiciones de poemas escritos durante 1984 y 1985, de las cuales algunas han nacido como canciones (la que da el título al LP y “Una mujer desnuda y en lo oscuro”, por ejemplo) y otras como poemas, pero que al hacerse canciones se efectuaron cambios en su extensión y estructura. Los dos están de acuerdo en decir que no siempre fue fácil reconvertir los textos en letras de canción, estando la poesía de Benedetti escrita en versos libres. Tuvieron que buscar la forma más adecuada y la métrica que requiere el canto. Currículum es uno de esos temas compuestos "a cuatro manos"(podría haber escogido el disco entero, lo sé). Currículum es un poema perteneciente a “Próximo, prójimo (1964-1965)” en el que se hace evidente una de sus características más representativas: el humor como antídoto ante lo trascendental y ante la angustia. Una actitud casi defensiva, muy necesaria en los tiempos que vivimos.
Mario tenía un agradable recuerdo de su colaboración con Serrat: “El trabajo que hicimos con Serrat fue una experiencia muy rica y removedora. Un estímulo adicional fue la sólida amistad que se generó en esa labor compartida. En realidad, me sentí muy estimulado con que un cantante del prestigio y la categoría de Serrat me propusiera esa tarea conjunta”.
Hubo un trato de marginación y ninguneo, rememoraba Serrat, por parte de la "cátedra", pero lo que no le podrán negar nunca es su acercamiento a una mayoría popular. Además, es alguien que entendió la canción como un arma donde podía contar lo que quisiera. Fue un poeta que venía cantando de fábrica. Venía con la música puesta.
Apenas cuarenta ocho horas antes de su muerte, Benedetti daba permiso para que convirtieran en canción el último de sus sonetos, tan lúcido como universal. El poema se titula Esta paz. Los responsables de transformarlo en un tango potente y desgarrado son el compositor Javier González y la intérprete Patricia Barone. Fue su última canción.
Muchos años después, hasta el hijo del comprometido cantaor flamenco El Cabrero, Emiliano Domínguez “Zapata”,
ha versionado Las palabras, una letra que sintetiza bien la poética del
autor.
"Una canción no cambia el mundo, pero no está mal que uno piense que eso puede suceder", afirmó Aute (quien también tuvo una estrecha relación con la poesía de Benedetti) en Montevideo, en un concierto que le dedicó al poeta pocos días después de su muerte.
Ya veis que,
como dijo Serrat, “Mario fue un poeta que venía con la música puesta de
fábrica”.
Pocos días después de su fallecimiento, le preguntaron qué ha sido Benedetti para la poesía latinoamericana y para la cultura mundial. El cantante catalán guarda silencio: “Aunque esté claro que ha sido fundamental no sé medir algo así. Lo que sí sé es lo que ha sido para mí, y por encima de cualquier otra cosa ha sido mi amigo, siempre me ha regalado su cariño, su comprensión y su generosidad y ha sido un referente como hombre coherente, solidario y comprometido. Mientras él con sus pies empujaba la vida, también la poesía le empujaba a él. Su poesía ha sido un acto de reflexión en voz alta con el que nos ha hecho reflexionar a todos; una poesía que giraba en torno a un mundo cercano plural y compartido”. Para el cantante la poesía de Benedetti era sumamente “contagiosa”: Por lo cercana que le resultaba siempre al lector, mejor dicho, que le resulta, porque de ella no hay que hablar en pasado”.
No hace falta decir más. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト Buonanotte. לילה טוב. Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি. Laku noć. Bon lannwit. Fie.
15 de noviembre 2020
Jesús (mi Jesús), me descubre y propone esta bellísima canción de Luis Pastor sobre el poema de Benedetti No te salves, del disco que estrenó durante el confinamiento “La Paloma de Picasso” porque, como él mismo dice “Ahora más que nunca: la paz, la palabra, el amor”. Una prueba de que el poeta uruguayo seguirá enriqueciendo el cancionero por los siglos de los siglos (amén). Es un trabajo conjunto con su “hermano”, su amigo Javier Ruibal a quien Luis Pastor le dedica en su página de Facebook unas sentidas palabras. Creo que vale mucho la pena incluirla en esta entrada.
Fuentes
Quin recull d'informació! M'has fet viatjar a la meva joventut i recordar "Los formales y el frío" que m'entusiasmava. Gràcies Victòria
ResponderEliminarM'ha agradat molt, molt, elaborar aquesta entrada. El 14 de setembre es cumplia el centenari del seu naixement i li volia dedicar un espai al blog. Des de llavors he llegits molt sobre ell. Ha estat molt maco veure l'emprenta que ha deixat en tantíssims artistes al llarg dels anys.
EliminarM'ha fet molta gracia que anomenis "Los formales y el frío". És una cançó que m'encanta. La frase "no me lo digas dos veces" la faig servir habitualment! :)
Gràcies por comentar. Una abraçada!
Mi artista favorito es Mario Benedetti! no me canso de escuchar su musica..
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