lunes, 7 de diciembre de 2015

Peter, Paul and Mary

La música y el activismo bucólico.

Ligera nostalgia nocturna. En Radio 3, acompañada por el motor de mi diésel, escucho a Peter, Paul and Mary, uno de los grupos más famosos de folk de los años 60. Yo prácticamente acababa de nacer; pero tan sólo 10 años después cantaría sus canciones en un chapurreado e ininteligible idioma con acento  inglés (continúo sin saberlo), acompañada de mi guitarra. 

No sabíamos qué decían exactamente sus letras pero nos emocionábamos igual, (como me emociono ahora hasta las lágrimas) con aquella música tan simple, tres voces tan claras como el agua de un torrente. Tres voces que, sin embargo, entre muchas otras, le pusieron ritmo a la protesta de una juventud opuesta a la guerra y a la discriminación. La juventud siempre ha querido la paz


El joven cantante y profesor universitario de Derecho, Peter YarrowNoel “Paul” Stookey,  un músico de jazz y comediante y Mary Travers, la hija de un periodista de Louisville, concienciada desde muy joven con la música y la política de izquierdas, se conocieron en 1960 en el Greenwich Village, un popular centro neoyorquino, crisol en esa época de creatividad y de descubrimientos, de donde emergieron connotados músicos como Joan BaezSimon & GarfunkelJames Taylor, los Velvet Underground y Jimi Hendrix. Un lugar en el que los artistas llegaban con su guitarra y unas cuántas melodías (a veces propias y a veces no) y en la primera esquina se ponían a interpretar. Sus voces eran armoniosas, sus letras hablaban de reivindicaciones sociales y derechos civiles. Himnos, del movimiento protesta en una época llena de esperanza.


Bajo la dirección de Albert Grossman, los tres jóvenes se alinearon y, luego de que Stookey cambiara su nombre, decidieron llamarse Peter, Paul & Mary. Como tal, Grossman los empezó a presentar en el popular circuito artístico de esa área de Manhattan. El trío fue un revulsivo vital para resucitar en los sesenta el viejo folk americano de Woody Guthrie y especialmente de The Weavers, una formación de gran éxito durante los primeros años cincuenta en el que militaba Pete Seeger y en cuya cantante, Ronnie Gilbert, Mary Travers encontró su espejo artístico.
 
Portada del tercer LP del grupo
perteneciente a nuestra discografía
Un año después de su formación oficial, en 1962, lanzaron su primer disco. Fue autotitulado e incluyó temas como 500 Miles de Hedy West y su melancolía por la distancia del hogar de los soldados enviados a Vietnam, Lemon Tree de Will Holt y uno de Pete Seeger y Lee Hays, titulado If I Had a Hammer que catapultó  al trío de inmediato al número uno. Lo pegadizo de su melodía, los trepidantes coros y su subliminal fondo político, vino al pelo en una América bastante convulsionada en aquellos años por una izquierda muy activa y unos problemas bien latentes: la lucha por los derechos civiles, la tensión de la Guerra Fría, el racismo… Trini López la popularizó en España sin que el franquismo se diera cuenta de su fondo de denuncia. No sería la primera vez que se le colara un gol así.


De allí en adelante, lanzarían discos a razón de uno al año. Del segundo, titulado Moving (The Peter, Paul & Mary álbum), obtendrían el mayor éxito de su carrera: Puff, The Magic Dragon, escrita por Yarrow y su ex-compañero de clase Leonard Lipton.


Pero, sería, sin embargo, una versión de Bob Dylan la que definitivamente les encumbraría, colocándole a la cabeza de los nuevos grupos y cantantes de folk. Durante la marcha de agosto del 63 a Washington, con el reverendo Martin Luther King, el trío hizo una inolvidable versión de Blowin' in the Wind que dejó perplejo al mismo Bob Dylan. PP&M, como también se les conoció por sus siglas, fueron muy claros en su posición en contra de la guerra de Vietnam.


Y él, claro está, agradecidísimo: el trío le empujaba al estrellato cuando todavía era un modesto y casi anónimo cantante de folk. A cambio, correspondió cediéndole al trío una canción inédita, When The Ship Comes In y hasta componiéndole una exclusiva,  Too Much Of Nothing, además de rendirle admiración y amistad.


En 1969, Peter Yarrow fue uno de los organizadores de la Marcha sobre Washington. El grupo cantó entonces ante 500.000 personas opuestas a la guerra de Vietnam. Interpretaron El desertor de Boris Vian.


En 1970, el grupo se separó. Cada uno de sus miembros siguió una carrera solista. Sin embargo, en 1978, Peter, que participaba en una manifestación anti-nuclear, pidió a sus compañeros de acompañarlo en escena. La cosa funcionó tan bien que los tres decidieron volver a trabajar juntos sin dejar de lado su carrera personal. En 1985, dos temas calientes los convocaron de nuevo. Por un lado, la situación en América central, Salvador, y por el otro, el proceso de paz en Medio Oriente, Light one candle.


Un año más tarde, No easy walk to freedom atrajo la atención sobre la lucha contra el apartheid en África del Sud.

Mary Travers declaró un día: La canción te dice: Si vas a cantarme, deberás vivirme. Peter, por su lado, afirmo: La gente puede sobrepasar sus diferencias, y entonces, unidos, dirigirse hacia un mundo más igual y más justo”.


Una de las piezas que más me gustaba en mi juventud era el lamento antibelicista Where Have All the Flowers Gone, (¿Dónde han ido todas las flores?)  Una canción que yo cantaba en catalán en 1973

Què se n'ha fet d'aquelles flors,
fa tants dies?
Què se n'ha fet d'aquelles flors,
fa tant de temps?
Què se n'ha fet d'aquelles flors,
les noies en van fer un pom.
Qui sap si tornaran. Qui sap si mai tornaran.

De les noies que s'ha fet?
Fa tants dies...
...Van marxar a buscar els nois

D'aquells nois que se n'ha fet?
Fa tants dies...
Van marxar a ser soldats

Dels soldats que se n'ha fet?
Fa tants dies...
A la guerra els han portat.

A la guerra els han portat
Fa tants dies...
Les tombes els han cobert.
Ells ja mai més tornaran

Sobre les tombes hi ha flors
fa tants dies...
Les noies les han deixat.
Amics meus, quan n'aprendrem?


Hasta 2004, en que Mary enfermó de leucemia, el trío actuó  regularmente. En septiembre 2009, Mary Travers falleció a la edad de 72 años. En España, su desaparición pasó injustamente casi desapercibida.

Queda su música. Las bellas melodías, aunque para algunos algo acarameladas, las armonías vocales, los sutiles arreglos, la ausencia prácticamente de electricidad, el compromiso político y la misma belleza rubia de su cantante fueron armas decisivas para conquistar el éxito no solo en Estados Unidos sino fuera, y, a la vez, poner el movimiento folk en primer plano. Ese folk urbano aparentemente tan liso que, aunque no haya logrado cambiar el mundo donde persisten aún la guerra y la intolerancia, despertó y puede despertar aún muchas conciencias a valores de Paz y de Justicia.

Este video de la Marcha por la Paz de 1971, dice mucho más de ellos que sus propios temas. Un sencillo homenaje a aquella época y a su memoria.

2 comentarios:

  1. Hermoso como siempre, Victoria muy felices fiestas y un año 2016 venturoso, aunque es bisiesto.
    En fin, abrazos de oso...
    Gracias por este aporte tan hermoso y tan necesario, la música es un bien preciado y precioso deñl ser humano.

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    1. Gracias, Sonsoles. Han sido una fiestas entrañables, muy familiares.
      Espero que este año algo cambie por fin. Aunque sea un poco.
      Un abrazo largo y fuerte.

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