Es indudable
que cuando escuchamos música, ésta tiene un efecto en nosotros, nos emociona, nos
moviliza, acelera nuestro ritmo cardíaco, nos hace recordar etapas de nuestra
vida… La emoción viene provocada porque despierta unas expectativas con
respecto a lo que vamos escuchar. Pero la emoción varía si estas espectativas se confirman o no.
No sé qué
expectativas tenía yo el viernes 28 de febrero cuando iba hacia el concierto
que Marco Mezquida
iba a dar en La Sala de Argentona,
pero lo cierto es que no me esperaba lo que me encontré. La
simbiosis jazz-música clásica fue una emocionante sorpresa. La cercanía del
jazz y la música clásica ha producido históricamente obras muy interesantes; un
esfuerzo que ha tenido siempre reconocimiento y aplauso en los dos campos. Pero nadie hasta ahora había hecho algo obvio: ver qué aportaban los impresionistas como
Debussy o Ravel al jazz. De este último hablaremos esta noche de la mano de Mezquida.
Quien conozca la
indómita e inclasificable naturaleza de Marco Mezquida sabe que es capaz de
todo y que no le tiene temor a nada. Mezquida es un músico versátil, pianista de
jazz, improvisador y genial compositor. Nacido en Menorca hace 32 años su humildad es
como una bendición, una brisa de aire fresco que mejora todo lo que toca y hace
que este “Ravel´s Dreams” vuelva a ser otro hito en la ascendente carrera de un
gran musico y persona que, como él dice, quiere “llevar a la audiencia a un
viaje”.
En este álbum,
Marco Mezquida se lía la manta a la cabeza y se adentra en el onírico mundo (¿jazzero?)
del musico vasco francés Maurice
Ravel y nos lo devuelve envuelto en improvisaciones y blue notes. Para ello
nos ofrece una recreación personal y única de la música del genial impresionista:
la impregna de groove,
la expande a través de la improvisación y le insufla texturas de la música
contemporánea. Un sueño a través de la modernidad de su legado y el
eclecticismo de las músicas que le sedujeron: del clasicismo francés a los
virtuosos románticos, de la experimentación con la música popular a la
influencia de sus contemporáneos y la efervescencia del jazz.
Y lo hace
contando con la inestimable ayuda de dos músicos jóvenes y atrevidos como él, el cubano Martin Meléndez
al cello y el batería y percusionista catalán Aleix Tobias. Muy
bien elegido el cello frente al contrabajo, por sus texturas musicales más
clásicas que jazzeras y lo mismo con la batería: gran uso de la percusión, muy
variada. La apuesta
está clara, intentar descifrar los sueños de Ravel, si es que Ravel soñaba, y
trasladarlos a una música que Ravel conocía y parecía amar, el jazz. Ravel
conoció el jazz de finales de los años 20 cuando recorrió los Estados Unidos en
una larga gira e incorporo detalles de esta música a sus composiciones
milimétricas y preciosistas.
Las obras que
eligió Mezquida para el concierto podrían haber sido otras, tanto da. Imposible resaltar
unas sobre otras. Lo importante es que extrae
lo mejor de la intensidad raveliana, de la fuerza y musicalidad, un tanto
ibérica, de esos temas y lo mejor del piano actual de jazz, algo de lo que el
menorquín sabe mucho. Da gusto poder deleitarse con la delicadeza y la pasión
que pone este trio en composiciones como Le Tombeau de Couperin, el segundo
movimiento del Cuarteto de cuerda que transcriben a su manera al
completo, la Pavane o el fantástico adagio del Concierto para Piano,
una de mis músicas preferidas del siglo XX que, por cierto, bordan.
Como era de
esperar, no faltó el famoso Bolero, que dejaron para el final. Sabia
elección de Mezquida comenzarlo en la plenitud del tema; así el crescendo se
mantiene, algo que le permite muy rápidamente pasar a la improvisación.
Durante todo
el concierto, Marco y sus acompañantes consiguieron que la música de Ravel mantuviera
su esencia y que su poder permaneciera. Sonó sensual y elegante, orgullosa y
amarga, vanguardista y clásica a la vez. Los sueños de Ravel, fue un encargo de
L’Auditori
que se estrenó el 20 de febrero de 2016 dentro de los proyectos Revisitings en
la Sala 3. La obra fue recibida con una acogida entusiasta por parte de la
crítica y del público, y cautivó tanto a audiencias aficionadas al jazz como a
la clásica.
"Prodigio",
"mago", "el músico total", "prestidigitador",
"magnético", "fuera de serie". Esos son los adjetivos que
podréis encontrar repasando las críticas que de sus discos y conciertos hay a
lo largo y ancho de internet. "Cuanto
más tocaba, más difícil era comprender cómo su cerebro era capaz de realizar
cambios en forma y sentimiento, en fracción de segundos, de una manera tan
orgánica y fluida. El término sorprendente suele usarse como un cliché sin
significado. pues no es este el caso ", The New York City
Jazz Record.
Todo esto y
más se ha dicho sobre Marco Mezquida; ya no es una estrella en ascenso sino una
realidad de la escena musical española, uno de los artistas más brillantes y
prometedores en décadas. Sus intereses eclécticos se unen
a una amplia gama de géneros: Jarrett, Schubert, Chopin, Evans, Rajmaninov
o Bley, por nombrar unos
pocos, se funden exquisitamente en el ADN su musica. Su poder creativo es abrumador, integrando
estas influencias en su expresividad con intersecciones inesperadas que han
surgido en su camino. A pesar de su juventud, cuenta a sus 32 años en su impresionante currículum
con 50 discos grabados, 17 bajo su propio nombre, cientos de conciertos, y composiciones
para teatro y televisión. También aparece en muchos proyectos de compañeros,
lidera sus propios grupos, trabaja en dúos junto a otros pianistas además de
ser profesor en la High School
of Music, en el Taller de Músics
y en Liceum Conservatoire y desarrolla sus propias composiciones, improvisaciones y arreglos.
Para acabar este retrato,
entre su basta obra cabe resaltar estos álbumes: “Sing My Heart”, “Llunàtics”, “Conexión”
junto al guitarrista flamenco Chicuelo
(que merece una entrada en este blog) y este “Ravel’s Dreams” que ahora nos
ocupa y donde afronta un reto totalmente distinto a los anteriores. En definitiva, creo que
puede ser una buena propuesta para esta noche de confinamiento.
Por último, como guinda de este maridaje, los "Valses nobles y sentimentales (I)" enriquecidos con improvisaciones maravillosas que se deconstruyen virtuosamente.
Y ya sabéis:
QUEDAOS EN CASA. Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト Buonanotte. לילה טוב. Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا
شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি.
Laku noć
(*) Cuando
empecé a escribir esta entrada hace algo menos de un mes, tenía muy claro donde
había leído u oído esta frase. Ahora, tengo dudas. Creo que viene de un libro que he leído recientemente: “Mañana no será lo que Dios quiera”, una biografía
novelada del poeta Ángel González,
a cargo de Luis
García Montero... creo…
Fuentes
http://marcomezquida.com
https://www.todalamusica.es/marco-mezquida-los-suenos-raviel/
https://www.auditori.cat/es/marco-mezquida--los-suenyos-de-ravel
https://auditorioteatrolaspalmasgc.es/noticia/marco-mezquida-vuelve-al-rincon-del-jazz-con-los-suenos-de-ravel/835
https://marcomezquida.com/discos-i-grups/
https://www.docenotas.com/142690/marco-mezquida-ravels-dream-la-interpretacion-los-suenos-jazz-ravel/
https://www.docenotas.com/142690/marco-mezquida-ravels-dream-la-interpretacion-los-suenos-jazz-ravel/