Habrá quien se extrañe que este grupo
capaz de pasar del lirismo a la violencia sangrante, del nihilismo al alegato
pacifista sea parte de mi música nocturna. Pero la verdad es que en esta casa
se ha escuchado de todo (y lo que nos queda aún por escuchar).
Primera
formación: David Alonso, Iñigo Ayestarán y Jorge Martínez (1980).
Su música es una mezcla de punk, rock, pop… en definitiva el paradigma de lo que lo que menos me gusta del amplio abanico que nos ofrece la música. Sin embargo, Ilegales, me cautivaron en los ochenta y se quedaron en el imaginario musical familiar. Porque sus letras son un cóctel explosivo de bromas, insultos, ocurrencias y provocación y, a la vez, de verdadera literatura. Cultos lectores de Bertolt Brecht, vomitadores de rimas consonantes, Ilegales se convirtieron en el testimonio impagable, doliente y sincero de aquellos jóvenes de los primeros años ochenta, algunos de los cuales se quedaron en el camino entre drogas, SIDA, mili y otras porquerías.
Escuchándolos, se comprende mejor la desesperación de una generación extrema salida del ocaso de una dictadura y a las puertas de una democracia insegura que sólo ofrecía paro a raudales y crisis económica. No sé si aprendimos del todo la lección... Varios son los temas que me impactaron y que me han acompañado durante 40 años... y que me vienen a la cabeza cuando hiervo por dentro.
“Para siempre es demasiado tiempo”es una frase que forma parte de nuestra comunicación cotidiana.
“Tiempos nuevos, tiempos salvajes. / Toma
un arma, eso te salvará. / Levántate y lucha, esta es tu pelea. / Levántate y
lucha, no voy a luchar por ti”.
Llegar a la escuela. / Escuela de daños
/Buenos maestros/ Para aprender a odiar/ Rebelde sin causa/ Buscando la calle”
Destruye, destruye… En
1982, el año que salió “Ilegales” su primer álbum yo trabajaba en una escuela en
la que había niños que pasaban hambre… Imposible que no me interpelara.
Pero“Agotados de
esperar el fin”, tema que da nombre al su segundo álbum, tiene en
estos momentos mucho(s) sentido(s)
Delincuentes juveniles ayer
Hoy hombres peligrosos
Viejas caras, nuevas caras
Pero las mismas cabezas
¿Qué les empujará?
No viven solo esperan
Van agotados de esperar
Agotados de esperar el fin
Agotados de esperar el fin
Agotados de esperar el fin
Niños sin escuela de ayer
Jugadores de billar
No los mires en los ojos
Porque van desesperados
¿Qué les empujará?
No viven solo esperan
Van agotados de esperar
Agotados de esperar el fin
Agotados de esperar el fin
Agotados de esperar el fin
Esa chica pálida y triste vende anfetaminas
Mis amigos hombres del norte luchan en las calles
¿Qué les empujará?
No viven solo esperan
Van agotados de esperar
Agotados de esperar el fin
Agotados de esperar el fin
Agotados de esperar el fin
La música como grito que sale de
dentro. La música como arma arrojadiza. La música como muestra de rabia y
desesperación. La rabia de vivir en un mundo que se derrumba. Y tristeza; también tristeza.
Música para pensar… o para dejar de hacerlo; 10 composiciones para buscar un poco de paz
Fotografía de elDiarioes
Vuelvo a mis tranquilas atmósferas
minimalistas por las que intento navegar siempre que puedo. A pesar de lo que
pueda parecer, el minimalismono es la falta de algo, se trata simplemente de la cantidad
perfecta de algo. Por eso he acudido esta noche a Ludovico Einaudi. No necesito
más. Siempre me ha encantado su música, la considero hermosamente evocadora y
lírica. Es a la vez poética y rica en musicalidad. Sencilla, pero posee
profundidad de sentimiento y emoción. Sus temas son verdaderos poemas
musicales. Sus manos, fuertes y recias, son capaces de forjar composiciones tan
delicadas como ésta:
O como esta.... Cuando su piano y el cello se unen, su
música te quedará grabada para siempre en la memoria. El cello refleja como
ningún otro instrumento las emociones humanas y el piano con su elegancia
discreta… recuerdos…
Luces de atardecer encienden mi mirada
de cristal. Con retraso, en su sigilosa prisa, el cielo se enciende en la última gota
de luz; dedos de sol peinando nubes de tonos rojos, dorados y amarillos. Adquiere el aire el manto mestizo de todos los colores. Gotea vino del cielo.
¿No os parece sublime? Aunque no sé si
utilizo correctamente la palabra. El término “sublime” puede referirse a
una experiencia estética que combina lo impresionante, lo vasto y lo aterrador,
es ese estado que provoca una mezcla de admiración y temor. Burke describió lo
sublime como un temor controlado que atrae al alma, presente en cualidades como
la inmensidad, el infinito, el vacío, la soledad, el silencio… No se trata solo
de belleza, sino de una belleza que nos desborda, que nos hace sentir pequeños
e insignificantes frente a la magnitud de lo que estamos contemplando. Una
imagen como esta:
Junio de 2016. Un piano de cola se
asienta sobre un iceberg artificial hecho con más de 300 triángulos de madera.
El retroceso prematuro y monumental del hielo marino como resultado del cambio
climático permitió su construcción. El glaciar Wahlenbergbreen
en Svalbard, Noruega, como telón de fondo, un espectacular escenario para un concierto
organizado por Greenpeace para exigir la protección del Ártico. Mientras el
artista toca, parte del hielo se desploma. Con su música el pianista quiso denunciar
el cambio climático que afecta a esta región al doble de velocidad que al resto
del mundo. En los últimos 30 años se ha perdido el 75% del volumen de hielo
marino. El pianista interpretó Elegy for the Arctic (Elegía por el
Ártico), inspirada en la belleza y en las amenazas a las que se enfrenta, y que
fue escrita especialmente para ese día. Pura emoción y sensibilidad.
"Pude ver la pureza y la
fragilidad de esta zona con mis propios ojos e interpretar una canción que
escribí para que se tocara en el mejor escenario del mundo", dijo Einaudi desde a bordo del Arctic Sunrise. "Es
importante que entendamos la importancia del Ártico, detengamos el proceso de
destrucción y lo protejamos". Pero, no hay nada que hacer. El
Ártico tal y como lo conocemos va a desaparecer.
Fotografía: La Ganzúa
La vida es como un viaje por la mar: hay días de calma y días de borrasca; Cualquier persona puede sostener el timón cuando el mar está en calma. El reto está en saber navegar en con mala mar.Alguien dijo que solo enferman de calma quienes conocen la tormenta. En esta cadenciosa y contemplativa pieza Le Onde (Las Olas), Einaudi nos habla del tiempo, en definitiva del transcurrir de la vida…
Si fuera una historia, Questa Notte
transcurriría en el paseo marítimo de una larga playa. Una playa sin principio
ni fin. La historia de un hombre que camina por esta orilla y quizá nunca se
encuentra con nadie. Su mirada se detiene de vez en cuando para observar algún
objeto o fragmento traído del mar. Las huellas de un cangrejo o una gaviota
solitaria, la arena, el cielo, las nubes, el mar. O quizás busque un poema verso
que perdió… Solo cambian las olas, siempre iguales y diferentes, más pequeñas,
más grandes, más cortas, más largas.
La música de Einaudi actúa como un
refugio en tiempos de adversidad. Durante años, mi refugio era el mar, parece
bastante evidente. Con el paso del tiempo, no hay mayor refugio que mi hogar. Stanze (Estancias) es un viaje
minimalista muy hermoso por ese hogar que acoge y me protege cuando el mundo se
vuelve insoportable. El arpa Cecilia Chailly me
transporta por cada rincón, por cada habitación. Cada una tiene su propio
carácter y forma, pero a la vez está conectada a todas las demás Conectar
nuestras experiencias vitales con la música es apasionante. Es como su formaras
parte de la partitura…
La belleza de Nuvole Bianche
reside en esa sensación de paz casi palpable a medida que la música fluye y
refluye. Una pieza que evoca ligereza y suspensión en el aire la sensación de
flotar, de dejarse llevar por la música.
Para mí no hay nada más ligero que una
mariposa. Y la mejor representación musical del sentimiento de libertad y vuelo
que transmite Fly, volar… escapar…
Las composiciones de Lodovico me transmiten
esperanza, felicidad, amor y los anhelos del corazón humano con una fuerza
conmovedora. Divenire (Convertir-se, Llegar a ser…) nos invita a reflexionar
sobre quienes somos, quienes éramos y en qué nos hemos convertido.
Podría continuar. Quería acabar con Love
is a mystery, sobre todo porque lo es, pero no me he podido sustraer a esta
belleza dedicada los seres más bellos y delicados de la tierra.
Cuidaos mucho. Y no dejemos de hablar
de Gaza. No desconectemos de nuestra humanidad, no dejemos de hablar de
Palestina. Acabo de saber que Netanyahu
ha ordenado “bombardeos contundentes” en Gaza. No hay música en la que
refugiarse ante esta masacre genocida.
Buenas noches.
Bona nit. Boas noites. Bones
nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב