domingo, 27 de febrero de 2011

Wagner – Lohengrin

El post de esta noche es una deuda que tengo con “Unquenoesmigsuec” , mi amigo Martí, un hombre sensible como pocos, que me ha regalado esta mañana este fragmento de la ópera “Tristán e Isolda” del gran Wagner, dirigida en 1951 por  el mismo Toscanini




La composición de Lohengrin, una historia apasionante.

Pero si hay una pieza de Wagner que me transporta y me emociona es la Opertura de Lohengrin, una obra que me parece inmensa. En esta ópera se empezó a perfilar el estilo puramente wagneriano.

Una curiosidad de esta ópera de tres actos compuesta entre 1846 y 1848, es que Wagner compuso primero el tercer acto, luego el segundo y finamente el primero. 
Wagner estaba en París cuando leyó un poema anónimo alemán del siglo XIII, “Lohengrin, el caballero del cisne” un héroe de los mitos europeos medievales que sería absorbido por la leyenda artúrica, como hijo de Parsifal (Perceval), el caballero del Grial.
El propio Wagner reconocería: “allí, de repente, apareció ante mis ojos un Lohengrin completo en cada detalle del contexto dramático; particularmente la saga del cisne, que envuelve rasgos tan significativos del conjunto de mitos que estudié y conozco, y que ha ejercido una enorme fascinación en mi imaginación”.

Pero fue en 1845 cuando Wagner empezó a trabajar en Lohengrin. Aunque el compositor estaba agotado y necesitaba descansar, aunque intentó relajarse, decidido a evitar componer, aunque luchó duramente contra esa fascinación que le llevaba atormentando meses, a pesar de los consejos médicos, acabó dejándose llevar por la pasión hasta acabar el boceto de lo que sería su ópera, la que marcaria su estilo en adelante: “un mundo nuevo se abrió delante de mí, y creí que en aquel instante no podría encontrar la forma de concebir a este Lohengrin, mas su imagen persistió inextinguible dentro de mí hasta conseguirlo”.




Lohengrin tiene un argumento espiritual. En ella Wagner comienza a utilizar los argumentos dramáticos y musicales que conformarían la gran obra wagneriana. Y es que Wagner estaba obsesionado con un número de ideas básicas que desarrolló, adaptó y combinó a lo largo de su carrera. Ideas musicales, filosóficas, místicas y mitológicas formaban una compleja red de conceptos relacionados en su imaginación. A menudo, el compositor cambiaba de opinión sobre el significado de una imagen o historia favorita a medida que sus conceptos filosóficos y políticos evolucionaban. Pero el tema de la pureza y la raza iban a más.

La ópera se estrenó dirigida por Franz Liszt el 28 de agosto de 1850 en Weimar. Fue un éxito inmediato. Wagner escribió a Liszt sobre la puesta en escena de Lohengrin, insistiendo en que se respetaran sus indicaciones escénicas, y que en caso de no poder cumplirlas, mejor que se retirara la obra. No se andaba con chiquitas nuestro gran compositor.

Es bien cierto que Wagner fue usado por los nazis como un profeta. Y que una bestia como Hitler se emocionaba bañado en lágrimas con Lohengrin. Pero, como dijo el polémico director de cine Werner Herzog, hace años en el diario El País: "Wagner no es el responsable de Hitler"
Sin embargo hay gente que dice que le odia por ello sin haber oído una nota de él.

Espero que no sea vuestro caso.

4 comentarios:

  1. Una música con mucho significado desde luego. Conocí la historia en Alemania y desde luego la música encaja perfectamente con la historia.Gracias

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  2. La relación entre Hitler y Wagner siempre me ha parecido interesante, Fuen. Demuestra, entre otras cosas, la personalidad desquiciada del psicópata Hitler. Hace unos meses, el director de orquesta Barenboim dijo que el antisemitismo de Wagner le parecía repugnante pero que no se lo puede responsabilizar de lo que hizo Hitler. No se puede olvidar que el nacionalismo europeo del XIX estuvo muy marcado por el antisemitismo. De aquellos polvos, aquellos lodos.

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  3. Los que por nuestro origen socio-cultural no tuvimos la adecuada educación musical siempre tendremos algún problema con la ópera, es verdad. Yo empecé a oir ópera por una casualidad. Fue Mozart. Después Bizet, gracias a la "Carmen" que filmó Saura.Finalment llegó Wagner. Llegó en un momento en el que yo sentía gran admiración por la burguesía del modernismo. Pero me enganchó.
    Respecto a "Lohengrin", solo decir que fue la primera ópera que tuvimos en Cd. La overtura, que curiosa coincidencia, siempre me encantó.
    Eres un crak. Esto empieza a tener algo más que altura.

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  4. Sobre mi educación clásica músical sólo puedo dar las gracias a mi família, a mis padres y a mi abuela.
    Provenientes ambas famílias de la burguesía ilustrada, aunque perdieron la guerra y todo lo que tenían, nunca dejaron de llevar consigo el substrato profundo de la cultura, una cultura que me transmitieron mientras luchaban por la vida, una vida sin libertad pero con cultura. Algo que les ayudaba a vivir.

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