viernes, 3 de agosto de 2012

Pongamos que os hablo de Madrid


"Hay ciudades tan descabaladas que no tienen catedral”. Así comienza Luis Martín-Santos su novela “Tiempo de Silencio” (1961)

A pesar de que en verano casi todos los blogs cierran por vacaciones, aquí estoy esta noche. Y es que ¿sabéis? ¡Nos hemos escapado cuatro días a Madrid! la capital que, a pesar de todo, aún se cree dueña del destino, la ciudad que te quiere y te odia a la vez, la pareja perfecta con la que nunca caes en la monotonía. Madrid es el comienzo y el fin de todas las eternidades, donde todo comienza y termina con una canción de Sabina.



ADORO esa ciudad desde que la visité por primera vez cuando era muy chica y me pude fotografiar, con las manos en las caderas, delante de La Puerta de Alcalá o de la tienda de la Señorita Pepis, una de las muñecas más famosas en la España de la década de los 70 (no he encontrado la foto). Allí mi abuela me enseñó a cantar, con una gorra ladeá, “Pichi, es el chulo que castiga” o el chotis Madrid

Tampoco podré olvidar jamás la letra de Por la Calle de Alcalá de la zarzuela Las Leandras que me aprendí entera. Podría cantarla ahora mismo sin ningún reparo “Por la Calle de Alcalá, con la falda almidoná y los nardos apoyaos en la cadera. La florista viene y va y sonríe descará por la acera de la Calle de Alcalaaaá ” (Me pregunto cómo he podido salir tan sana habiendo crecido en este ambiente, jeje)

En honor a mi abuela, la culpable de mi pasión por esta ciudad, os ofrezco una curiosa y chocante visión culterana, de concierto, del chotis por antonomasia:  Madrid de Agustín Lara cantado por Ramón Vargas.


Había algo inquietante en el Madrid de este mes de julio: El hambre en los soportales o pidiendo pan en las puertas de unas cafeterías (santo y seña de la ciudad) ajadas, necesitadas de una mano de pintura y una escoba en las aceras. Viejos y jóvenes, de aquí o de muy allá, con un vaso de plástico pidiendo unas monedas, los taxistas en pie de guerra, las putas de los arrabales con castizo acento que han dejado paso a las latinoamericanas, el precio (desorbitado) de la T10, los perroflautas de los cartones, ejemplo de dignidad, o lo que cuesta un refresco... No avanzamos hacia la argentinización de España sino hacia la españolización de España. ¿Volverá la historia negra de la Castilla más mísera y sanguinaria? Si es así, nadie sabe lo que ocurrirá. 

Y es que la villa de Madrid, epicentro de la vida administrativa por triplicado, tiene el raro honor de ser el centro neurálgico de una entelequia autonómica, una “Comunidad” con un millón quinientos cuarenta y cuatro mil seiscientos sesenta equivocados que, con la ayuda de los más de dos millones que no se mojaron, elevaron a Esperanza Aguirre, mitad maruja, mitad marquesa, a los altares del espejismo de este país de “ricos”. No porque lo fuéramos, sino porque nos creímos ricos. Un país que cuando apela a los cojones y al patriotismo ni la conciencia ni la inteligencia tienen espacio.

Pero la villa que palpita en horario de oficina, pacata y sumisa, también alza la cara y hace de la insolencia su bandera. Porque Madrid es una ciudad indestructible. En plena crisis, casi en estado de sitio, con las calles  semivacías y la chavalería bebiendo calimocho en cualquier rincón meado, planta cara y surgen iniciativas que demuestran la vitalidad de una urbe que nunca se da por vencida. Hace poco más de un año, en el km 0 de la Plaza del Sol, Madrid empezó a indignarse, levantarse, amotinarse, resistir y rebelarse.

Arde Madrid (Mikel Erentxun)

Madrid es una metrópolis que a veces cumple los sueños pero que, si no lo consigue, aun así siempre invita a soñar. Lo hemos podido ver, ¡sentir!. Vibrante y acogedora, se expresa en sus calles, harta de ser el nudo gordiano de la broma de mal gusto en que se ha convertido este país sin rumbo, sin criterio y sin cerebro; pero, sobre todo, sin corazón. La realidad económica, política, cultural y social está allí, aparentemente a la vista de todos. Ocurre, simplemente. Se despliega a lo largo del tiempo y del espacio.


Pero la percepción de los ciudadanos está en otro lugar: en el complejo entramado de neuronas que se comunican entre sí a través de impulsos eléctricos y de cambios químicos. En el complejo territorio que decide cómo se mira esa realidad, con qué ojos, con qué oídos y, sobre todo, con qué resonancias afectivas, ya sean consientes o inconscientes.

No debemos olvidar que Madrid es la ciudad que, contra todo pronóstico, resistió al asedio franquista hasta el final de la guerra; y se iba de paseo y al cine y a los teatros después de cada bombardeo de la aviación sublevada. Como tampoco debemos olvidar que el Madrid de la lideresa lo fue de la Movida

La villa de Madrid rezuma cultura por todos sus poros, vibra con el arte; es el placer de un viejo libro hallado a la salida del museo… acelera los pulsos, precipita los acontecimientos, genera ansiedad vital, engaña a los soñadores, recuerda a los que se fueron, da la bienvenida a los que llegaron y evita las comparaciones, que siempre son odiosas. Madrid engalana el alma, invita a la poesía, alimenta a los hambrientos de cultura como nosotros, no regaña al suicida, ataja los delirios de grandeza, ablanda los corazones, agrieta los puños, reta a la arrogancia y a la ignorancia, y enamora a las princesas de quita y pon.

Para vuestro deleite aquí tenéis la Ritirata notturna di Madrid   de Boccherini


Madrid es una ciudad que se descubre desde el asfalto, un pueblo que nunca dejará de serlo; hay algo inmutable en su fisonomía que ningún cosmopolitismo variará. Madrid desde el cielo es una constelación de tejas manchegas. Eso fue lo que pudimos ver desde la azotea del Círculo de Bellas Artes, un pueblo coronado por “El Pirulí”. Aunque por su tamaño es imposible de recorrer a pie, el Metro de Madrid te lleva cualquier sitio de interés y de tu interés. Pero sus dimensiones urbanas también invitan a caminar para descubrir cuan cosmopolita, artística, dinámica, divertida, orgullosa, encantadora y versátil es.


En las calles de Madrid (Loquillo)

Como dice el equipo de "Ruta de autor", Madrid es una ciudad que abraza, pero en la que también existen los desvíos, las perplejidades, los puntos de la confusión, los puntos de la sorpresa y el hallazgo. Madrid es lugar para perderse y encontrarse. Y es un lugar, que como todas las ciudades que me seducen, desconoce y descree de la pureza. Niñas chinas vestidas de chulapas; niños dominicanos que enseñan a sus compañeros a mezclar el merengue con el chotis; adolescentes españoles que mordisquean arepas que les han obsequiado sus amigos venezolanos; una mujer que lleva en una mano a su hijo y en la otra a un niño colombiano cuyos padres no han podido buscarlo en el colegio; tres españolas que aguardan en un café la llegada de un brasileño que las enseñará a bailar esa noche. Todo Madrid invita a la mezcla, a la mixtura, a la fusión, al frenesí, al roce, a la ternura. El Caribe está en Madrid.

Vente pa Madrid (Ketama)

Madrid es una ciudad que nunca duerme; es la meta y es el fin. Es jugárselo todo a una carta, a una mano, a cara o cruz. A camisa descubierta, dando la cara, el pecho y hasta la vida. Es templar los miedos y contener los sueños, bordados al alma en seda y oro.

Calles de Madrid (Quique González)

Madrid es soledad en multitudes, la sangre corriendo en oleadas, golpeando en los oídos; un paseo interminable que pesa con la responsabilidad que marca la historia. Madrid te lo da y te lo quita. Es furia y pasión, una amante exigente y un enemigo despiadado. Del amor al odio. Y luego otra vez amor. Porque surge por los poros, en caliente, sin más verdad que la del corazón.

Madrid amanece (Hilario Camacho)

Estoy enamorada de Madrid, ya lo veis. Es una ciudad casi perfecta, a la que sólo le falta una cosa. Y es que en Madrid… ¡no hay playa!


La selección de música que he hecho podía haber sido cualquier otra. ¡Hay tantas! Y es que Madrid suena a canciones. Aquí os dejo, casi treinta. Casi. Podía haber añadido el Himno al Real Madrid pero he preferido tener la fiesta en paz :) 
1. Jueves de La Oreja de Van Gogh
2. La Puerta de Alcalá, de Ana Belén y Victor Manuel
3. Pongamos que hablo de Madrid, de Antonio Flores
4. Pasa el otoño, de Antonio Vega
5. Te dejo Madrid, de Shakira
6. Madrid, de El Canto del Loco
7. Madrid, de Pereza
8. Puedes contar conmigo, de La Oreja de Van Gogh
9. Tu mirada me hace grande, de Maldita Nerea
10. Luces de Madrid, de Jaula de Grillos
11. La chica de ayer, El Penta
12. Las chicas tristes vuelven a Madrid, de Sin Rumbo
13. Rock de Madrid, de Los Guapos
14. En Madrid, de José María Granados
13. Yo me bajo en Atocha, de Joaquin Sabina
14. Este Madrid, de Leño
15. Pobre Madrid, de Baron Rojo
16. Cosas que debo a Madrid, de Miguel Ríos
17. A la sombra de un león, Ana Belén
18. Bruma en la Castellana, Ariel Rot
19. Geishas en Madrid, de Ariel Rot
19. Lady Madrid, de Pereza
20. Hay un Madrid, de Alberto Cortez
21. En las calles de Madrid, de Rosana
22. Kilómetro Cero, de Ismael Serrano
23. Madrid, de La Fuga
24. Camino de Madrid, de Pedro Javier Hermosilla
25. Madrid, de Dover
26. Y pare Madrid, de Sinkope
27. Y aún arde Madrid,  de Los porretas
28. Madrid  de Hombres G
29. Madrid, de Caskärrabias


Madrid es una ciudad terrible, hermosa, imposible de sustituir para quienes hemos sido seducidos por su bella fealdad. Es un cruce de caminos, el fin y el principio, el faro, la guía, el centro de la piel de toro. 

Y si en Madrid no pasa nada, es que pasa algo grave. Por eso, para defender el futuro contra los que quieren arruinar el país,  el 15 S ¡VAMOS A MADRID!






Sábado 4 de agosto
Cuando este blog se convierte en algo colaborativo, me siento feliz. Como es el caso. Mi amigo Pedro Ignacio Tofiño me/os propone un par de temas más sobre Madrid. Espero que sean de vuestro agrado como lo han sido del mío. ¡Gracias, Pedro!


 
Morning in Madrid  (Nightnoise) Es una pieza preciosa.

Cuzando Atocha ( La Romántica Banda local )

Otra nueva joyita que Miguel Montana, amigo de Pedro ha querido compartir. Por lo que he podio saber, Miguel es un cantautor catalán (esto aún no lo he confirmado) que vive en Toledo. También es componente de la Mountain Dew Band. Éste es su tema sobre Madrid: Bajo el cielo de Madrid. Va por ti, Miguel. Ojalá, algún día, nos veamos bajo el cielo de Madrid.




Parece mentira e imperdonable que haya olvidado un tema que ha sido un referente por muchas cosas. Y que, cada día más, me pone un nudo en la garganta cuando la oigo.

"Por unas cuantas horas nos sentimos libres y quien ha sentido la Libertad tiene más fuerzas para vivir"


18 de mayo en la "Villa"


Y la ciudad era joven,
aquel 18 de mayo.
Sí, la ciudad era joven,
aquel 18 de mayo
que no olvidaré nunca.

Por unas cuantas horas
nos sentimos libres,
y quien ha sentido la libertad
tiene más fuerzas para vivir.

De muy lejos, de muy lejos,
llegaban todas las esperanzas,
y parecían nuevas,
recién estrenadas:
de lejos las traíamos.

Por unas cuantas horas
nos sentimos libres,
y quien ha sentido la libertad
tiene más fuerzas para vivir.

Una vieja esperanza
encontraba la voz
en el cuerpo de miles de jóvenes
que cantaban y que luchan.

No lo olvidaré nunca,
no lo olvidaré nunca,
aquel 18 de mayo,
no lo olvidaré nunca,
aquel 18 de mayo
en Madrid.