Cuando el 27
de noviembre homenajeaba a dos mujeres grandes, fuertes, originales y
auténticas que murieron ese mismo día, Gloria Fuertes en 1998, Almudena Grandes
en 2021, mi amiga facebookera Juana Alabart me recordaba que eran tres, ya que la
célebre pianista Rosa Sabaterperdió trágicamente la vida hace ya cuatro
décadas, a la edad de 54 años, en el accidente del vuelo
011 de Avianca, que se estrelló en el aeropuerto Madrid-Barajas el 27 de
noviembre de 1983. Fallecieron 181 personas. La pianista estaba considerada una
de las mejores intérpretes españolas y se encontraba en un momento de plenitud
creativa. Su muerte provocó una verdadera conmoción en el mundo cultural. Su figura se merece un reconocimiento en este espacio.
Fotografia del Diari Avui
Para dar fe de lo que ha significado para el mundo de la música clásica, la Asociación Catalana de Intérpretes de Música Clásica (ACIMC) dedicó a Rosa Sabater la tercera edición del “Reintérpretes”, una iniciativa de divulgación de los grandes intérpretes históricos catalanas. Emocionante hasta decir basta.
Rosa estudió
composición y piano en el conservatorio de Frank Marshall
(junto a su amiga Alicia
de la Rocha). En 1942, debutó en Barcelona, y realizó una carrera
internacional brillante interpretando a Mozart, Debussy, Ravel y Schumann. Aunque su
repertorio principal estuvo compuesto por compositores españoles, como Albéniz, Falla, Mompou y Granados. Con
Granados tenía la conexión especial de que su maestro era uno de los discípulos
de Granados. La actividad profesional de Sabater se desarrolló en los más
variados ámbitos culturales. Si destaca en primer término su carrera
internacional como concertista, no le va a la zaga su trascendental labor
pedagógica desarrollada desde 1976 en la Staatliche
Hoclishule für Musik, de Friburgo. También fue profesora de los cursos internacionales de Santiago de
Compostela. En 1983 se le concedió la Creu de Sant Jordi.
Escuchándola
es fácil de comprender por qué Sabater era conocida por el sentimiento con el
que tocaba. Entre los discos que grabó destaca el de la Suite Iberia,
versión completa de la obra de Isaac Albéniz. Sabater toca con una hermosa
sonoridad, con mucho cuerpo, un fraseo fluido, un pedaleo notable, tiempos y
acentos idiomáticos y un maravilloso control dinámico, dando vida al carácter
de cada pieza.
Otro álbum, Cançons i danses (Edigsa,
1966) interpretando a Frederic Mompou, es del todo referencial para
comprender cuál era el pianismo de Rosa Sabater. Nos encontramos con un trabpalajo
de orfebrería en la búsqueda constante de colores tímbricos y de interioridad. De
entre sus manos podemos escuchas la sonoridad de un Mompou cargado de riqueza
expresiva y comunicación, como ocurre, a modo de ejemplo, en la Canción y danza
número 6 a mi bemol menor, donde realmente hace llorar el instrumento y nos
lleva a regiones de nuestro espíritu. Grabado en el Palau de la MúsicaCatalana, durante los meses de abril y mayo de 1966, deja constatación de la
gran implicación y respeto que los pianistas de su momento tenían hacia la obra
de Mompou.
Su temprano
fallecimiento significó cierto olvido y que su figura fuera eclipsada por la de
Alicia de la Rocha, quien ha tenido un reconocimiento unánime y popular. Únicamente
la generación más cercana a la pianista desaparecida ha dedicado
esfuerzos constantes para recordar al mundo de la música clasica su importancia. Hubo un
gran proyecto de amor de un libro realizado hace 5 años con el título "Rosa
Sabater: Sonata inacabada" Título muy poderoso, en mi humilde opinión.
A pesar de cierto
olvido, afortunadamente hay mucha gente joven que defiende que su legado es
indiscutible.
Cuidaos
mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión
rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al
genocidio palestino!
Buenas noches. Bona
nit. Boas noites. Bones nueches.
Arratsalde on. طاب مساؤك. לילה טוב
"Antonio Gala usa una metáfora tan bella que se musica
sola" (Clara Montes)
El 28 de mayo
de 2022 nos dejó, a los 92 años, Antonio
Gala, el escritor de la elegancia, el amor y el erotismo. Una voz
literaria única y una personalidad inconfundible. Dramaturgo, columnista y
hombre comprometido. Fue el rey de la palabra; imposible no caer rendidos ante
la fuerza insuperable de su hablar pausado. Maravillosas sus entrevistas y
tertulias, cuando en las tertulias se podía hablar sin gritar. Sus poemas, de
gran perfección formal, ya clásica, ya tradicional, ya con más libertad, gozan
de la más armoniosa cadencia, de la mejor arquitectura verbal y, sobre todo,
del más emocionante y emocionado sentir.
Esta foto, sacada del perfil oficial de Clara Montes en X,
no es muy buena pero no he encontrado otra de ambos
Quizás fuera ese el motivo por el que la madrileña de sangre gaditana Clara Montes inició su
carrera discográfica con su disco “Clara montes canta a Antonio Gala” (1998). Ese
mismo año colaboró en el trabajo discográfico “Diván
del Tamarit” de Federico García
Lorca del desaparecido cantautor y compositor Carlos Cano. Un auténtico
reto. Para este primer acercamiento a la obra
del poeta eligió doce de sus poemas de amor. “Me sentía identificada con sentimientos
que he vivido. De amores y desamores y esas cosas. Los textos son muy
románticos. Gala es de esas pocas personas con don de la palabra. Todo muy
hermoso, muy claro. Lo lees y dices "así lo hubiera dicho yo cuando sentí
aquello y no encontré palabras” explica en
esta entrevista al diario “El Mundo”. El disco se compone de doce canciones,
entre ellas la varias veces versionada A trabajos forzados, el Soneto de
la luna y Hoy vuelvo a la ciudad enamorada.
CONDENA
A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.
.
No concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.
.
No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez declare mi inocencia,
.
porque, en este proceso a largo plazo,
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.
(De “Sonetos de la Zubia”, 1987)
SONETO DE LA LUNA
La luna nos buscó desde su almena, cantó la acequia, palpitó el olivo. Mi corazón, intrépido y cautivo, tendió las manos, fiel a tu cadena. Qué sábanas de yerba y luna llena envolvieron el acto decisivo. Qué mediodía sudoroso y vivo enjalbegó la noche de azucena.
Por las esquinas verdes del encuentro las caricias, ansiosas, se perdían como en una espesura, cuerpo adentro. Dios y sus cosas nos reconocían. De nuevo giró el mundo, y en su centro dos bocas, una a otra, se bebían.
(De“Poemas de amor”, 1997)
HOY
VUELVO A LA CIUDAD ENAMORADA
Hoy vuelvo a la ciudad enamorada
donde un día los dioses me
envidiaron.
Sus altas torres, que por mí
brillaron,
pavesa solo son desmantelada.
De cuanto yo recuerdo, ya no hay
nada:
plazas, calles, esquinas se
borraron.
El mirto y el acanto me engañaron,
me engañó el corazón de la granada.
Cómo pudo callarse tan deprisa
su rumor de agua oculta y fácil
nido,
su canción de árbol alto y verde
brisa.
Dónde pudo perderse tanto ruido,
tanto amor, tanto encanto, tanta
risa,
tanta campana como se ha perdido.
(De “Poemas de amor”, 1997)
Clara
Montes canta, casi recita, directamente al corazón. A la vez que interpreta con
pasión, cierto deje lánguido la emparenta con el fado portugués. La copla, la
milonga, el tango y hasta el son montuno se manifiestan también en estas
canciones, que han musicado autores como Pedro Guerra,Antonio Vega o Rosana bajo la dirección de Rosa León.
Comunidad de Madrid
En
2013, la cantante decide “volver a Antonio Gala”.Eran momentos muy duros para el país, para el
mundo. “Hablando con Antonio surgió la idea y todo lo contrario: vamos a
dar belleza, romanticismo, buen rollo, otra cosa. También pienso que
necesitamos un poquito de aire. Surgió la idea, era algo que tenía pendiente, y
que a lo mejor es también una manera de cerrar un ciclo vital.”, explica
en ABC cuando le preguntan el por qué de este regreso.
La cantante interpreta 12 sonetos del
escritor contando con la colaboración de compositores y artistas como Luis Eduardo Aute, Enrique Bunbury, Arturo
Pareja Obregón, Paco
Ortega o Juan
Pardo a la hora de convertir los poemas en canciones. (Me acabo de percatar de que los temas elegidos del
primer disco son también sonetos. No puedo negar que me encanta esta forma de
composición poética).Comparto este video
sobre la presentación del disco porque en él salen dos grandes que ya no están,
Aute y Gala.
EL ENAMORADO
No tuve yo más ley que tu
figura
y el lazo de tu pelo por
abrigo;
tu camisa de Holanda, mi
enemigo;
tu tijera, mi cetro y
desventura.
En chinelas pasé mi noche
oscura,
Enhebrándote agujas de
castigo.
Con un bastidor falso por
testigo,
el juez prevaricó de tu
costura.
No quiero saber qué lleva
dentro
este fruto de abril, cansado y
triste,
cuya flor disecaste en tu
diario.
Me busco el corazón y no lo
encuentro:
olvidé que, por juego, tú lo
hiciste
bebedero anteayer de tu
canario.
(De “Para Mirta. Sonetos barrocos”,
1997)
ELLA
Bebió en tu boca el tiempo
enamorado
y la cuajó con besos de paloma.
Casto tu cuello, sobre el oro
asoma
tan sólo por el oro acariciado.
Lunado el pelo, el corazón lunado,
rubor apenas por el aire aroma.
Amapola ritual tu torso toma
y te aparta del mar verde azulado.
Tu mirada de miel, marisma
ardiente,
la luz antigua con las luces
nuevas
-recién despierta y ya cansada-
alía.
Te duele la victoria, y dócilmente
a cuestas tu destino de amor
llevas,
delicada y sangrienta vida mía.
(De “Para Mirta. Sonetos barrocos”,
1997)
QUIÉN PUDIERA MORDERTE LENTAMENTE
Quién pudiera morderte lentamente
como a una fruta amarga en la
corteza.
Quién pudiera dormir en tu
aspereza
como el día en la sierra del
poniente.
Quién pudiera rendir la hastiada
frente
contra el duro confín de tu
belleza,
y arrostrar sonriendo la tristeza,
rota la paz y el paso indiferente.
Quién pudiera, mi amor, la
alborotada
resistencia del alma distraída
conducir a tu parva apaciguada.
Quién pudiera ostentar, como una
brida,
el arco iris sin par de tu mirada
desde tu luz a mi negror caída.
(De “27 sonetos de La Zubia”, 1987)
Clara Montes se
ha empapado desde niña de las culturas del mundo: conoció la canción de autor
en Argentina, la copla española de Miguel de Molina, el flamenco que amaba su
familia andaluza, las cuerdas clásicas del espectáculo que compartió con
Amancio Prada, la intimidad de los viejos cafés madrileños... Y al final de tan
largo viaje funde música y literatura. Su voz fina se convierte en espejo del
mundo. La poesía vive días grandes (cifras de ventas avalan). Las mujeres con
deje aflamencado también.
Cuidaos
mucho. Y, como digo siempre, cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión
rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al
genocidio palestino!
Buenas
noches. Bona nit. Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on. طاب
مساؤك. לילה טוב