viernes, 22 de marzo de 2024

"Pasión" musical para Semana Santa

Para los cristianos de todo el mundo, esta semana, previa al Domingo de Pascua, es una de las más significativas del calendario religioso. La dramática historia de los últimos días de Jesús, tal como se relata en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento, ha sido significativa también y una rica fuente de inspiración para los compositores Para poner banda sonora a estas fechas, esta noche he elegido algunas de mis “Pasiones” musicales favoritas, obras de grandes compositores que han escrito acerca de estos días santos basados en los textos de la Biblia.

Detalle de "Llanto sobre el Cristo muerto" de Boticelli

Si hablamos de música sacra, no puede faltar Johann Sebastian Bach. El llamado padre la música dejó un amplio catálogo de música inspirada en su fe luterana. Entre esas piezas, están sus famosas Pasiones. La Pasión según San Mateo es muy reconocida, pero la de San Juan no se queda lejos. Me encanta el coro de apertura.

Imposible no repetir compositor y hablar de la “Pasión según San Mateo”. Esta es la cúspide no sólo de la forma Pasión, sino que puede ser la cumbre de toda la música coral. Es una obra de extremos emocionales, inmenso poderío y, sin embargo, también llena de momentos de intimidad, ternura y autorreflexión. No es de extrañar que Mendelssohn hiciera todo lo posible para revivir esta obra, que Bach escribió para la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, donde era director del coro. Escuchemos, también, el coro inicial (me chiflan todos los coros).

Viajemos al siglo pasado. En 1945, el compositor suizo Frank Martin se topó con una exposición de Rembrandt que motivaría una de sus mejores obras.

 "Desde el cielo un brillante rayo de luz se derramó sobre la cruz, donde Jesús luchaba contra la muerte", escribió más tarde Martin después de ver un grabado de la crucifixión. Durante los tres años siguientes, Martín compuso su oratorio Gólgota, una obra densa, hermosa y conmovedora. Al mismo tiempo inspirado y atormentado por Bach, el “Gólgota” de Martín, como la Pasión según San Mateo, abre y cierra con grandes coros. Este es el coro final.

Volviendo a la tradición más clásica, continuaremos con una composición de Beethoven, poco conocida (al menos yo no la conocía): Cristo en el Monte de los Olivos (1802-1803). A diferencia de otras propuestas musicales más conocidas de esta historia de Semana Santa, el oratorio de Beethoven es una representación mucho más humanista. Hay una intensa tristeza en ella. Para entonces, la audición de Beethoven comenzó a deteriorarse, empeorando gradualmente hasta que quedó completamente sordo alrededor de 1811. Mientras escuchamos a Cristo reflexionar sobre la situación por venir, también podemos escuchar a un Beethoven atormentado y vulnerable lamentando su propia suerte: la tortura como músico de perder esta habilidad fundamental.

Demos otro un salto copernicano para romper la posible monotonía, escuchando una versión de la Pasión del años 2000, del compositor chino Tan Dun de la Water Passion After St. Matthew, supone una ambiciosa simbiosis entre Oriente y Occidente. En ocho secciones, a lo largo de 90 minutos, Water Passion sigue a Jesús desde el bautismo hasta la resurrección. En el escenario, el compositor coloca 17 cuencos de agua transparentes, iluminados desde abajo, en forma de cruz. Los músicos dividen en parejas de coros, solistas, instrumentistas de cuerda y tres percusionistas. En la sección Muerte y terremoto que vamos a escuchar, el canto de garganta tradicional mongol choca con un coro de estilo occidental, una soprano de alto vuelo, el xun (ocarina china) y los expresivos gritos de un violonchelo solitario.

La Sinfonía No 2 de la “Resurrección" de Gustav Mahler, ofrece un excelente viaje musical. "¿Por qué has vivido? ¿Por qué has sufrido? ¿Es todo una enorme y horrible broma? Tenemos que responder a estas preguntas de alguna manera si queremos seguir viviendo - de hecho, incluso si sólo vamos a seguir muriendo" Estas son las preguntas que Mahler dijo que se plantearon en el primer movimiento, preguntas que prometió que serían contestadas en el final. Desde la tensión de los primeros movimientos hasta la resolución del final, Malher refleja nítidamente los temas de la Semana Santa: muerte y redención, de ahí el título no oficial de “Resurrección”.

Haydn escribió por encargo “Las siete últimas palabras de Cristo” en la cruz para el Viernes Santo en Cádiz. “La tarea de escribir siete adagios con una duración de diez minutos cada uno y que no cansaran a los oyentes, no era fácil…”, expone el compositor Haydn compuso una obra instrumental, de siete movimientos contemplativos y lentos pero con una clarísima finalidad de apoyo a la palabra. Y no solo como vehículo de la palabra sagrada sino también para el pensamiento de cada fiel, lo cual evidencia una concepción individual y burguesa de la espiritualidad. El resultado fue una obra de sublime nobleza que ha gozado de una gran popularidad desde entonces.

¿Cómo aborda un compositor judío latinoamericano volver a contar la historia de los últimos días y la crucifixión de Jesús?  Eso es lo que hizo el argentino Osvaldo Golijov en su obra “La Pasión según San Marcos” obra que ya tuvo su espacio en este blog. Con ritmos afrocaribeños, artes marciales brasileñas y una oración de luto judía, esta apuesta intercultural algo arriesgada ha dado múltiples frutos. Es fácilmente una de las obras religiosas más curiosas del siglo XXI hasta ahora. A continuación, Agonía.

Al igual que con las otras ramas cristianas orientales, la Pascua ortodoxa rusa no llegará hasta dentro de más de un mes todavía, pero vale la pena conocer la música de la devota compositora ortodoxa rusa, de 81 años, Sofia Gubaidulina, de 81 años. Su “Pasión según San Juan” (que, al igual que las Pasiones de Tan Dun y Osvaldo Golijov, fue encargada por la Academia Internacional Bach del director Helmuth Rilling en 2000), entrelaza textos del Evangelio de Juan y el aterrador y extraño Libro del Apocalipsis, una obra profundamente oscura e inquietante, francamente  desoladora; una transferencia fascinante de la tradición litúrgica ortodoxa rusa con sus campanas, prominentes solos de bajo y coros de rica textura.

Quiero acabar esta pequeña selección con un “Stabat Mater”. Jesús ("mi" Jesús), en su afán coleccionista tiene en estos momentos 10 versiones (4 dobles); le encantan. La más conocido es el de Pergolesi, encargado en 1734 por una hermandad de Nápoles. Se trata de la obra maestra inigualable de un joven compositor que, con sólo veintiséis años, en el último año de su vida, trabajó asiduamente en su "Stabat Mater" para poder entregarlo a sus clientes a tiempo, a pesar de las solicitudes de sus amigos que, encontrándolo agotado, lo invitaron repetidamente a abandonar el trabajo y descansar. He buscado la versión del director y violagambista Jordi Savall. Una figura que da la sensación de que nunca se ha puesto límites: impulsor de una muchedumbre de ensembles, recuperador de repertorio perdido, paladín del sonido original, embajador de la cultura, trabajador incansable, de una sensibilidad excepcional.

Por hoy llegamos al final. Estoy convencida de que habrá muchas más composiciones o interpretaciones que os llegan de manera especial. Ya sabéis que este también es vuestro espacio por si queréis compartirlas.

"Jesús en el huerto de los Olivos" de Gaugin

Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al genocidio palestino!