martes, 28 de octubre de 2025

Ludovico Einaudi, mínimo y profundo

 Música para pensar… o para dejar de hacerlo; 10 composiciones para buscar un poco de paz

Fotografía de elDiarioes

Vuelvo a mis tranquilas atmósferas minimalistas por las que intento navegar siempre que puedo. A pesar de lo que pueda parecer, el minimalismono es la falta de algo, se trata simplemente de la cantidad perfecta de algo. Por eso he acudido esta noche a Ludovico Einaudi. No necesito más. Siempre me ha encantado su música, la considero hermosamente evocadora y lírica. Es a la vez poética y rica en musicalidad. Sencilla, pero posee profundidad de sentimiento y emoción. Sus temas son verdaderos poemas musicales. Sus manos, fuertes y recias, son capaces de forjar composiciones tan delicadas como ésta: 

O como esta.... Cuando su piano y el cello se unen, su música te quedará grabada para siempre en la memoria. El cello refleja como ningún otro instrumento las emociones humanas y el piano con su elegancia discreta… recuerdos…

Luces de atardecer encienden mi mirada de cristal.
Con retraso, en su sigilosa prisa,
el cielo se enciende en la última gota de luz;
dedos de sol peinando nubes
de tonos rojos, dorados y amarillos.
Adquiere el aire el manto mestizo
de todos los colores.
Gotea vino del cielo.

¿No os parece sublime? Aunque no sé si utilizo correctamente la palabra. El término “sublime” puede referirse a una experiencia estética que combina lo impresionante, lo vasto y lo aterrador, es ese estado que provoca una mezcla de admiración y temor. Burke describió lo sublime como un temor controlado que atrae al alma, presente en cualidades como la inmensidad, el infinito, el vacío, la soledad, el silencio… No se trata solo de belleza, sino de una belleza que nos desborda, que nos hace sentir pequeños e insignificantes frente a la magnitud de lo que estamos contemplando. Una imagen como esta:

Junio de 2016. Un piano de cola se asienta sobre un iceberg artificial hecho con más de 300 triángulos de madera. El retroceso prematuro y monumental del hielo marino como resultado del cambio climático permitió su construcción. El glaciar Wahlenbergbreen en Svalbard, Noruega, como telón de fondo, un espectacular escenario para un concierto organizado por Greenpeace para exigir la protección del Ártico. Mientras el artista toca, parte del hielo se desploma. Con su música el pianista quiso denunciar el cambio climático que afecta a esta región al doble de velocidad que al resto del mundo. En los últimos 30 años se ha perdido el 75% del volumen de hielo marino. El pianista interpretó Elegy for the Arctic (Elegía por el Ártico), inspirada en la belleza y en las amenazas a las que se enfrenta, y que fue escrita especialmente para ese día. Pura emoción y sensibilidad.

"Pude ver la pureza y la fragilidad de esta zona con mis propios ojos e interpretar una canción que escribí para que se tocara en el mejor escenario del mundo", dijo Einaudi desde a bordo del Arctic Sunrise. "Es importante que entendamos la importancia del Ártico, detengamos el proceso de destrucción y lo protejamos". Pero, no hay nada que hacer. El Ártico tal y como lo conocemos va a desaparecer.

Fotografía: La Ganzúa

La vida es como un viaje por la mar: hay días de calma y días de borrasca; Cualquier persona puede sostener el timón cuando el mar está en calma. El reto está en saber navegar en con mala mar. Alguien dijo que solo enferman de calma quienes conocen la tormenta. En esta cadenciosa y contemplativa pieza Le Onde (Las Olas), Einaudi nos habla del tiempo, en definitiva del transcurrir de la vida…

Si fuera una historia, Questa Notte transcurriría en el paseo marítimo de una larga playa. Una playa sin principio ni fin. La historia de un hombre que camina por esta orilla y quizá nunca se encuentra con nadie. Su mirada se detiene de vez en cuando para observar algún objeto o fragmento traído del mar. Las huellas de un cangrejo o una gaviota solitaria, la arena, el cielo, las nubes, el mar. O quizás busque un poema verso que perdió… Solo cambian las olas, siempre iguales y diferentes, más pequeñas, más grandes, más cortas, más largas.

La música de Einaudi actúa como un refugio en tiempos de adversidad. Durante años, mi refugio era el mar, parece bastante evidente. Con el paso del tiempo, no hay mayor refugio que mi hogar.  Stanze (Estancias) es un viaje minimalista muy hermoso por ese hogar que acoge y me protege cuando el mundo se vuelve insoportable. El arpa Cecilia Chailly me transporta por cada rincón, por cada habitación. Cada una tiene su propio carácter y forma, pero a la vez está conectada a todas las demás Conectar nuestras experiencias vitales con la música es apasionante. Es como su formaras parte de la partitura…

La belleza de Nuvole Bianche reside en esa sensación de paz casi palpable a medida que la música fluye y refluye. Una pieza que evoca ligereza y suspensión en el aire la sensación de flotar, de dejarse llevar por la música.

Para mí no hay nada más ligero que una mariposa. Y la mejor representación musical del sentimiento de libertad y vuelo que transmite Fly, volar… escapar…

Las composiciones de Lodovico me transmiten esperanza, felicidad, amor y los anhelos del corazón humano con una fuerza conmovedora. Divenire (Convertir-se, Llegar a ser…) nos invita a reflexionar sobre quienes somos, quienes éramos y en qué nos hemos convertido.

Podría continuar. Quería acabar con Love is a mystery, sobre todo porque lo es, pero no me he podido sustraer a esta belleza dedicada los seres más bellos y delicados de la tierra.

Cuidaos mucho. Y no dejemos de hablar de Gaza. No desconectemos de nuestra humanidad, no dejemos de hablar de Palestina. Acabo de saber que Netanyahu ha ordenado “bombardeos contundentes” en Gaza. No hay música en la que refugiarse ante esta masacre genocida.

Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב


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