domingo, 5 de junio de 2016

Ennio Morricone: Cinema Paradiso

“Cuando las luces del cine se apagan, empieza la magia…”

En mi niñez mi tía Juanita me llevaba al cine del barrio que se llamaba  Dos de Mayo pero que los vecinos le conocíamos como el “dosde”.
“Echaban” dos películas, decían que por lo menos una era buena. Debía ser cierto, porque recuerdo atravesar llanuras polvorientas sentado en la diligencia de John Ford y acurrucarme en el regazo de mi tía para no ver como el atractivo psicópata Norman Bates, con las ropas y peluca de su madre, cosía a cuchilladas a  una aterrada Janet  Leigh al compás de unos sonidos que nunca ya olvidé y que he utilizado mentalmente contra los pesados que han cruzado por mi vida.
Foto propiedad de www.todocoleccion.net
Ya adolescente, frecuenté con mi vecina Adelita la famosa fila de los mancos, siempre luchando  entre mi desbordante  virilidad y ese acomodador represivo, que blandiendo su linterna nos dirigía un fuerte haz de luz que creía que era el ojo de Dios que todo lo ve.
Hace décadas que el “dosde” desapareció y quizás dentro de poco desaparezca yo también. Deseo que me  espere donde sea, y si veo a tía Juanita a mi lado y John Wayne me hace un sitio en su diligencia, sabré que estoy en el cielo.

"El dosde" de Félix Domingo Ayuso, microrrelato finalista en el II Certamen de microrrelatos sobre cine "arvikis-dragonfly" 2011


Hay películas que por distintas razones accionan ese resorte capaz de provocarnos las más intensas emociones, pasando a convertirse en memorables para cada uno de nosotros. Películas capaces de hacernos llorar, reír, pensar o emocionar como un regalo del cielo. Películas que permanecen fácilmente en el recuerdo.  Y Cinema Paradiso es una película de esas “Hay películas enternecedoras, pero no una tan enternecedora” escribió Rita Kempley, Washington Post.

Una historia tan emotiva como aquella merecía un compositor de altura y lo tuvo en la figura del genial Ennio Morricone La música aquí no es una herramienta o una ayuda que el director utiliza para potenciar su historia sino que es parte vital del film. Ella es la que realmente se encarga de hacer estallar las emociones y de darle ese tono nostálgico que impregna toda la película. “Cinema Paradiso” es un retrato sentimental de la Italia de la posguerra además de una hermosa historia de amistad, la que viven el niño Totó y el proyeccionista Alfredo. Pero sobre todo es una auténtica declaración de amor al cine tal y como éste se entendía antes, cuando las películas eran para la gente una forma de soñar y de escapar de cruda realidad.   El cine puede hacer que te enamores de una película, pero hay algunas películas que te enamorarán del Cine.

Una de las razones por las que Cinema Paradiso ha despertado tanta admiración entre sus espectadores se debe precisamente al trascendental papel que desempeña su música, convirtiéndose además en uno de los scores (música instrumental creada por el compositor) más populares en el campo de la música cinematográfica. La música que acompaña a las imágenes se ha distinguido como un sobresaliente procedimiento para avivar el recuerdo. Morricone presenta unos  temas tan apasionantes que es difícil que el espectador no repare en ellos.

En Cinema Paradiso la música ejerce una labor fundamental, hasta el punto de atreverme a afirmar que sin ella la película probablemente no sería la misma. Para ello Ennio Morricone utilizó una orquestación sencilla: piano, una pequeña sección de cuerdas y entradas puntuales de guitarra o instrumentos de viento. El tema principal se ha convertido en un clásico muy popular, auténtica carne de recopilatorio y reconocible incluso por aquellos que no saben nada de música de cine.   


Otro de los cortes fundamentales de la banda sonora es el Tema de amor (aunque el título de la canción propiamente dicha sería Se -si-) que ilustra la relación del Totó adolescente con una joven que llega al pueblo.   Un tema de grandes posibilidades románticas que en realidad no es una pieza original de Ennio Morricone sino de su hijo Andrea. De no constar acreditado en el disco nadie lo hubiera sospechado ya que Andrea Morricone imprime al tema el estilo característico de su padre, con lo que se amolda perfectamente al resto de la banda sonora.  


He aquí  cuatro versiones fantásticas: una al violín, del maravilloso violinista  Itzahk Perlman, a la guitarra por Pat Metheny Trio, otra de la clarinetista Seunghee Lee y la última del trompetista Chris Botti. Impresionantes.


El tercer vértice musical de la banda sonora es el tema de Totó y Alfredo que en nuestro país se hizo muy famoso gracias a un anuncio televisivo de loterías.   “Cinema Paradiso” tuvo un gran éxito de público y crítica. En España, por ejemplo, la vieron más de un millón de personas. Ganó el Globo de Oro y el Oscar a la mejor película de habla no inglesa aunque Morricone, una vez más, se quedó sin premio.

Ha tenido que llegar Ennio Morricone a los 87 años y hacer la música de medio millar de producciones para conseguir su primer Oscar por su trabajo de composición en una película “Los odiosos ocho” de Tarantino. Un logro aún mayor si se tiene en cuenta que el compositor italiano recibió en 2007 una estatuilla honorífica por toda su trayectoria, que suele entregarse como galardón de consolación por la academia a aquellos veteranos cuyo fin parece próximo. Su vinculación al antiguo partido comunista italiano pudo ser la razón de que durante muchos años los norteamericanos le negaran su total reconocimiento. Siendo uno de los más grandes de la historia de la música de cine sólo había sido nominado en cinco ocasiones a la estatuilla y en las cinco se fue de vacío a casa. No es extraño que para salvar esa mala conciencia en 2007 la Academia de Hollywood le entregara ese Oscar honorífico por toda su carrera.

Estaréis de acuerdo conmigo que Morricone cumplió perfectamente su cometido, y el resultado es una banda sonora imperecedera, de esas cuya lozanía se mantendrá invariable, que seguirá despertando pasiones en nuevos oyentes y espectadores.


"La vida no es como la has visto en el cine, Totó. La vida es más difícil"


Buenas noches. Bona nit. Καληνύχταمَساءُ الخَير . Gabon. Boas noites. Bonne nuit.

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