Esta noche, empapada
del ambiente navideño hasta la médula pero gozando del descanso que en mi casa se vive el día de Sant Esteve, quiero hablaros de la banda sonora de “Los Chicos del Coro”, una
película que explora el poder transformador de la música y que habla de tres temas que me apasionan: La infancia, la
música y la enseñanza.
Y con ello, dos antagónicos modos de ver la realidad y, por lo tanto, dos visiones de cómo debe ser la enseñanza, y , a la vez, permiten comprobar las ventajas
del diálogo educativo sobre la imposición del castigo: el método represivo
implantado por el director Rachin, quien apenas logra mantener la autoridad
sobre los alumnos difíciles; y el método del diálogo educativo de Mathieu,
paradigma del educador que intenta llegar a las personas sin castigo y, desde
ahí, sacar lo mejor de ellas mismas. Procurará inculcarles lecciones de
humanidad y lealtad que, poco a poco, irán calando en ellos. Y es aquí donde la
música se convierte en un medio privilegiado para cambiar a las personas y
transformar el mundo, con su empeño por formar un coro, lo que a los chicos les
hará descubrir la belleza de la música, y por extensión, la del mundo que les
aguarda más allá de los muros de su escuela. Algunas frases expresan este valor
de la música en la educación de la infancia: "Están cantando….no cantan bien, pero cantan" o "La
música cambia a las personas”.
“Les Choristes”
está basada en otra película llamada “La jaula de los ruiseñores” (La Cage aux
Rossignols) de Jean Dréville (1945), que Barratier vio en la televisión cuando
era un niño. Según comentó el director, Christopher Barratier,
esta película le emocionó hasta tal punto que cuando filmó la que hoy nos ocupa
decidió mantener dos cosas importantes de “La Cage aux Rossignols”: una es la
emoción que despiertan las voces de los niños y otra el personaje del profesor,
un músico fracasado que a pesar de todo se esfuerza por cambiar el mundo de los
que le rodean. El educador intenta llegar a las personas y desde ahí sacar lo
mejor de ellas mismas. La música se convierte en un medio privilegiado para
cambiar a las personas y transformar el mundo
«Esto
es lo que más me gusta del cine, y lo que tienen en común mis películas
preferidas, dice Barratier, ¿cómo puede contribuir un individuo a mejorar el mundo? Sé que el
cine no puede cambiar las cosas, pero puede despertar las ganas de intentarlo.
Me gusta salir de ver una película con ganas de identificarme con el personaje
principal».
La película
pone también en el candelero el valor de la educación musical, con especial énfasis
en la figura del profesor de Música. En
1949, Clément Mathieu (Gérard Jugnot), profesor de música en paro, empieza a trabajar
como vigilante en un correcional de menores dirigido por Rachin (François
Berléand). A pesar de sus métodos represivos el director no logra apagar la
rebeldía de los alumnos más difíciles. Clément descubre que la música atrae la
atención de los niños y solicita permiso al director para poder hacer un coro
en el internado. De entre los alumnos Pierre (Jean Baptiste
Maunier) es el más rebelde. Un día lo oye cantar y no para hasta conseguir
que se una al coro, donde todos tienen cabida. Esto cambiará sus vidas.... Una
película optimista que muestra que hasta el las peores situaciones uno puedo
encontrar la felicidad.
Hablemos de las voces. De los niños que aparecen en la película, solo Jean Baptiste Maunier pertenecía en realidad a la coral Petits Chanteurs de Saint-Marc (Francia) que era quien interpretaba la banda sonora. Esta
famosa coral celebró en septiembre sus 30 años de existencia y el duodécimo
aniversario de su irrupción en la élite de la música coral a nivel mundial
gracias a la interpretación de las canciones de la película, de cuya banda
sonora se vendieron más de cuatro millones de CD, y por la que fue nominada al
óscar.
Como es bien
sabido, la coral nació en Lyon a petición de un joven profesor de música
llamado Nicolás Porte, que desde el primer día tomó las riendas con mano firme
volcando toda su ilusión en la música coral y la educación musical de los
niños. El punto de inflexión vino al ganar el certamen que les convirtió en
intérpretes de la famosa película, hace doce años, y hasta hoy.
Como explica el mismo Porte "La
coral no fue creada para la película, sino que fue una de las más de 200 corales
infantiles que presentaron un dossier respondiendo a un anuncio de la
productora". Poco tiempo después, la coral recibía
la visita de Christophe Barratier, futuro director del filme, y de Bruno Coulais,
compositor. "Buscaban un grupo capaz de cantar con sencillez y emoción. Se
trataba de utilizar sus voces para elaborar el play-back sobre el que iban a
simular cantar los pequeños actorespero Barratier descubrió a
Jean-Baptiste Meunier, uno de nuestros solistas, y enseguida pensó que él podía
ser Morange, el protagonista" explica Porte al diario El País
El trabajo es
la señal de identidad de “Los Chicos del Coro“, y el nivel de calidad vocal y
arreglos musicales ha llegado a un punto que, sin duda, les ha convertido en
una de la mejores corales del mundo. La demanda de plazas para entrar en la
coral mixta está actualmente saturada porque admite un máximo de 85 personas de
las que 30 viajan en las giras. Consciente de la repercusión que sigue teniendo
esta coral, Nicolás Porte ha asumido la responsabilidad de ser modelo en el
trabajo de la música coral infantil creando en el instituto de Saint Marc, una
auténtica escuela de música de primer nivel mundial y donde sus componentes,
todos ellos alumnos del instituto, reciben una educación musical de 15 horas
semanales que incluye solfeo, armonía, instrumento, canto coral,
interpretación, etc. dando una prioridad al desarrollo personal y colectivo de
cada uno de sus componentes, todos ellos entre 8 y 15 años. En la última década
han realizado más de 1.300 conciertos en distintas ciudades de cuatro
continentes de los que más de 400 han sido en España.
Cuando veo
esta película y oigo el coro no puedo dejar de pensar en Cesc, un excelente
profesional. El coro que formó en Dosrius, en el que participaron entre otros
mis hijos, muy poco tiene que envidiar al de la película.
Algunos de sus
temas han pasado a la historia. La composición
musical de Bruno Coulais sigue muy bien las pautas y directrices que
necesita el film. Ganó el “Premio Europeo a la Mejor Banda Sonora”. Canciones
como 'La Nuit' o 'In memoriam' ponen los pelos de punta. Las voces espirituales
de los niños reflejan un ambiente de tranquilidad y de paz. Grandes temas que
acompañan una gran película.
Que la Música os acompañe siempre. Buenas
noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُالخَير . Gabon. 굿나잇.
Boas noites. 晚安グッドナイト Buonanotte. לילהטוב
La palabra yidis, Kroke significa Cracovia. La banda que esta noche quiero compartir con vosotros lleva
este nombre, y está fuertemente vinculada a Kazimierz, un asentamiento judío que
había sido un pueblo judío autónomo hasta el siglo XIX y luego se convirtió en
el barrio judío de Cracovia. Hasta 1939 Kazimierz era uno de los centros más
importantes de la vida cultural judía. La ciudad polaca se ha ido redescubriendo a sí misma como una metrópolis
de la cultura europea-judía del Este.
50 años después
de la catástrofe del Holocausto y el declive de la vida judía en Polonia, en
1992 tres graduados de la Academia de Música de Cracovia, Jerry Bawol
(acordeón), Tomasz Kukurba (viola) y Tomasz Lato (contrabajo) trataron de
redescubrir y revivir las tradiciones y la cultura de sus ancestros a través de
la música. En 1993 los tres jóvenes músicos cracovianos grabaron su primera cinta casete editada por ellos mismos
llamada “música klezmer acústica”. Desde entonces han recorrido todo el mundo y
han publicado más de una docena de trabajos.
Conocí a Kroke
el día que cumplí 50 años. Josep Maria, alguien que es más un amigo que un
familiar, me regaló “Seventh Tryp”, un variado abanico de música étnica y
sonidos de Oriente, convencido de que me encantaría. Y así fue. Para empezar a
hacer boca, la Dance of the snowflake.
El video no es de muy buena calidad, es de un concierto que dieron en la Escuela
Superior de Filología Hebrea durante la III Semana de la Cultura Judía 15-25 de
mayo de 2013. Pero es un tema del álbum que me gusta mucho.
La identidad
musical del trío está profundamente arraigada al klezmer, historia en forma de
pentagrama de la población judía, en especial la del este de Europa, la que usa
la lengua yiddish. Una gran tradición musical que se ha ido enriqueciendo con
otros sonidos y ritmos hasta convertirse en un legado sonoro importantísimo. Cuando
empezaron no podían llegar a imaginar la importancia que iban a acabar cobrando
en el panorama de la música klezmer. Sin embargo, mediante la adición de
elementos clásicos y de jazz, los tres excelentes instrumentistas van mucho más
allá del alcance de klezmer; así, de una manera apasionada, conectan
inmediatamente con los oyentes.
Inicialmente,
Kroke tocaba sólo en los clubes y galerías situadas en Kazimierz, antiguo
barrio judío de Cracovia. Pero Steven Spielberg
se quedó prendado de ellos cuando los vio tocar en Cracovia, durante el rodaje
de La Lista de
Schindler. No solo llegó a tocar el
clarinete con el trío sino que también
los invitó a actuar en Jerusalén. A partir de entonecesw, la ascensión fue
meteórica. En 1996 lanzaron su primer álbum "Trio". Un año más tarde,
la banda, también había cautivado a Peter Gabriel que les
pidió participar en el Festival
Womad, uno de los más importantes del mundo, organizado por su propia
discográfica. En él presentaron el disco “Eden”. Años después, cuando el
cofundador de Génesis fue
invitado al Life Festival de Oświęcim,
pidió expresamente que Kroke tocara en este concierto y acabaron compartiendo
escenario durante el último tema. Antes, Kroke había participado en festivales
de música de toda Europa, junto con artistas como Ravi Shankar, Bustan Abraham, The Klezmatics, Van Morrison o Giora Feidman. También
han colaborado con Nigel
Kennedy, uno de los mejores violinistas clásicos de todos los tiempos, con
quien han hecho infinidad de conciertos. “Lo que me atrae efectivamente en la música
de Kroke es su realidad espiritual... es decir la sinceridad y autenticidad en
esta música” Su colaboración se
vio plasmada en el disco “East
meets East.
Durante su
larga vida artística, Kroke ha sabido mantenerse, evolucionar y crecer. Si la
banda inicialmente se asociaba a la música klezmer, actualmente oscila en torno
a diversos géneros. Los artistas se inspiran en la música étnica de todo el
mundo. Sin embargo, siempre enriquecen sus trabajos con sus propias
improvisaciones. De esta manera Kroke crea su propio estilo, único, que flota a través de las
fronteras, las formas y el tiempo. Ellos definen su música como “la música de
Kroke”, desmarcándose de cualquier etiqueta.
El repertorio
de Kroke es instrumental y va desde el lamento hasta la danza festiva. En sus
manos cualquier cosa puede suceder, y esa paradoja sobre las nuevas/viejas
músicas llega a su punto álgido merced a una interpretación presumiblemente
tradicional pero con un alto toque de modernidad en base a esa fusión y
apertura de miras de los tres músicos. Sus interpretaciones pueden llegar a ser
vertiginosas y arrebatadoras, pero también deliciosamente cadenciosas y
envolventes sin perder un ápice de emoción. Kroke son pura magia musical.
Vale la pena
parar una especial atención a este tema del álbum “Ten” en el que participa la
cantautora y pianista polaca Anna Maria Jopek,
introduciendo una novedad en el repertorio de Kroke: la letra. Sin embargo, la
composición encaja perfectamente dentro del reconocible estilo de Kroke,
combinando bellas melodías con la improvisación y la melancolía.
Hace un par de
años, cuando el grupo celebraba su 20 aniversario con el lanzamiento del álbum “Feelharmony”, la revista
musical Diariofolk publicó una entrevista
al trío: “La música debe despertar emociones” (…) “Si no despierta emociones es
que algo va mal” afirmaron con rotundidad. Algo en lo que, seguramente,
todos los que decidís pasaros por este espacio nocturno y alevoso estaréis de
acuerdo.
Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇.
Boas noites. 晚安グッドナイト Buonanotte. לילה טוב
Sentada en mi
estudio junto a Jesús en esta noche de domingo, mientras él se dedica a su
podcast Pobrecito Satanás,
le observo y, a veces, me siento algo empequeñecida por su sapiencia demostrada
en temas musicales (y en casi todo) Su
sabiduría es amplía y su oralidad más aún. Tengo mucho que aprender, tal vez
demasiado, pero el hambre musical es extrema, el tiempo escaso. Desde luego, puedo
prescindir de muchas cosas en mi vida, de casi todas, menos de mi familia y, por supuesto, tampoco de la música. Hoy
he abierto la puerta de mi noche (o él me ha abierto las suyas) a Vinicius (el
nombre de pila basta cuando se trata de alguien que es como de la familia) al
que conocí en aquel ático de Sant Andreu en el que entraba la luz, la música y la juventud
a raudales.
Vinicius de Moraes
está en el grupo de músicos que te hace “sentir la música”. Así de simple. Ya
hayas escuchado mucha o poca música, seas o no un pozo de sabiduría musical, es
imposible permanecer indiferente ante la propuesta de Vinicius. Su música es arte,
es pura magia, pura poesía que viaja por el tiempo. Y a lo largo de ese tiempo, la memoria enlaza los
nombres según las leyes del corazón. Así quedaron asociados para siempre Vinicius
y La Fusa, el mítico local, un reducto que albergó a gran parte de la comunidad
artística entre 1968 y 1982, un espacio donde se mezclaban la bohemia de la
época con miembros de la clase alta que acudían a ver y oír “lo mejor de lo
mejor”. Por el escenario de aquel café-concert pasaron artistas como Chico Buarque, Astor Piazzolla, Mercedes Sosa, Les Luthiers... Por ello, uno
de los discos de culto y, a la vez, uno de los más populares de la música brasileña
es “Vinicius de Moraes en La Fusa” (1970) que el poeta grabó con Maria Creuza y Toquinho. Una obra que
conserva un carisma impresionante y es uno de los discos brasileños que lleva
más años en catálogo.
El poeta carioca, padre de la bossa nova, se conocía "La Fusa", un local del que se había enamorado, desde bastante antes de aquella noche de 1969 en que la apareció sobre un improvisado pequeño escenario, sentado a la mesa que le servía tanto para apoyar la botella de whisky, el vaso y el cubo de hielo indispensables, como para ocultar, siempre un poco coqueto, las señales que los tragos habían ido dejando a la altura de la cintura. Y antes de esa primera noche ya era familiar y prestigioso el nombre de La Fusa: la inaugural, en la Parada 10 de Punta del Este; la que hizo historia en Buenos Aires en la época de oro del café-concert, o la que protagonizó en Mar del Plata del 71 un verano musical memorable. Pero esa es otra historia.
Las representaciones de aquellos
conciertos fueron un gran éxito; el pequeño local con capacidad para unas 100
personas se llenaba cada noche y circulaban los comentarios favorables que
alimentaban la leyenda. El álbum es una auténtica celebración de la música (y
de la vida) en la que se nota que los músicos lo están pasando bien, pero
también es un disco con una desconocida historia que vale la pena comentar. Y
es que para comenzar, “Vinicius de Moraes en La Fusa” no es un disco en
directo, a pesar de que pueda parecerlo. De hecho fue el propio Vinicius quien
sugirió, para lograr una mejor calidad de sonido, que las canciones fuesen
grabadas en un estudio de Buenos Aires y que, después, se añadieran las voces
del público. Parece que quienes asistían a ese local eran tan entusiastas,
alegres y emotivos que valía la pena conservar el sonido ambiente.
En el disco
aparece la voz de una joven cantante de Bahía que haría una larga carrera,
Maria Creuza, y un joven guitarrista de nombre Antonio Pecci Filho pero que
todos conocían con el sobrenombre de Toquinho. Durante dos noches se recrea,
con unas mesas y amigos invitados, el ambiente del café-concert. No faltan,
para dar mayor verosimilitud a la puesta en escena, “botellas de whisky y
mujeres bonitas”. El poeta, compositor y cantante cuenta chistes, desgrana
anécdotas relativas a cada canción, juega con el público, presenta a los
músicos.
"Nos unió la amistad antes que la música"
Hoy en día, si
se oye con atención el disco, se puede apreciar como Toquinho improvisa
mientras Vinicius dirige unas palabras a su público; luego se escucha el corte
de la grabación, y se nota el cambio de tono de la guitarra de Toquinho.
Vinicius cuenta que aquellos fueron de los mejores años de su vida, donde no
faltaron mujeres y whisky. Con su voz de cava, teñida por el tabaco y el
alcohol, Vinicius canta como nunca lo hizo y se siente tan a gusto que nos
explica varias historias como aquella en la que asegura que Josephine Baker
había decidido adoptar a Toquinho, comentario que obviamente levanta las risas
del supuesto auditorio.
Abre el disco
el himno Copa do Mundo (ese mismo año
Brasil ganó el mundial de Mexico) Alegría desbordante, felicidad absoluta. Después
de este pequeño y divertido aperitivo, A Felicidade abre realmente el disco. En
esta preciosa canción, una de mis favoritas, creada por Jobim y De Moraes cantan tanto Vinicius, como Toquinho y María Creuza. A la señora
Creuza hay que darle de comer a parte; su voz aterciopelada nos pone los pelos
de punta. La guitarra de Toquinho es un lujo que no sé si nos merecemos y los
coros, ay los coros....
Conmueve
escuchar lo que ya son clásicos de la música popular del siglo XX. Sorprende
la frescura y expresividad de la voz de una Maria Creuza en estado de gracia,
que en Tomara (Ojalá) o en Eu sei que voute amar se apropia de dos canciones clave del tándem
Jobim-Vinicius. En esta última, casi al final del disco, María nos canta y nos
convence de que será así, que nos amará desesperadamente y para siempre.
Y siguen los
temas: Que maravilha, Lamento no Morro, una tras otracanciones esplendidas, sublimes que te
atraparán si no lo estás ya. Antes de la mítica y preciosa Garota
de Ipanemaa la que ya le dediqué una entrada en este blog en junio de
2015 (cómo pasa el tiempo) nos llega Canto
de Ossanha que es una de las cimas de este "La Fusa".
Después de la Garota llega esa Samba em preludio, uno de los temas más bellos de la historia de la
música en el que Maria Creuza hace un dúo memorable con la voz gastada y dulce
del poeta. Toquinho exhibe toda su destreza como guitarrista, pone su voz acaso
tímidamente en algunos momentos y lidera la pequeña orquesta que resulta ese
trío ocasional eternizado en la grabación.
Minha namorada es otra joya oculta en el disco, un tema reposado, tranquilo, bellísimo que nos coge de la mano antes del cierre con Si todos fossem iguais a voce que nos deja totalmente hechizados.
Escuchar a
Vinicius en "La Fusa" junto a Toquinho y María Creuza es enamorarse
por primera vez. Es la magia de la música, independientemente de donde
provenga. Es cerrar los ojos y dejarse llevar por la belleza de las voces y
esos preciosos acordes. Un disco que no fue planificado, que pasó a la historia
prácticamente fundando un sello independiente y que más de cuarenta años
después se sigue disfrutando como el primer día. Los que lo tenemos en vinilo.
Y a quienes no lo hayáis escuchado os auguro la certeza de una nueva adicción,
porque este disco se escucha por primera vez pero nunca por última.
Dejaos abrazar por ellos y esta noche dormiréis en paz. Buenas
noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُالخَير . Gabon. Buonanotte. Boas noites.굿나잇晚安グッドナイト
Adiós al escudero de las grandes leyendas del rock
El domingo me
acosté con la noticia de otra muerte. El muro de Facebook de mi amigo Pedro Ignacio Tofiño
me anunció que a la irreparable pérdida de Leonard
Cohen y de Paco
Nieva, se suma la de Leon
Russell, el gran león revolucionario. El legendario músico y antiguo
colaborador de Elton
John, Bob
Dylan y los Rolling
Stones, tenía 74 años. Russell, que había sufrido un ataque al corazón a
principios de este año, todavía se estaba recuperando de una cirugía en el
momento de su muerte que, según su esposa Janet Bridges, se produjo en paz en
su casa. Murió mientras dormía. Ojalá todos pudiéramos elegir.
En
su web oficial un comunicado lo define: "El maestro del espacio y el tiempo fue
un músico y compositor legendario de Tulsa, Oklahoma, que interpretó su rock,
blues y música country durante más de 50 años". Ayer quise publicar este
obituario pero me costó tanto elegir los temas… ¡tanto!
Nacido en
Lawton el 2 de abril de 1942, la carrera de León Russell abarcó un amplio arco
de muchas generaciones y gustos diferentes en la historia americana. Russell no
era solo un gran músico, era un icono, una inspiración para todos. Leon Russell
surgió en los años 70 como uno de los ejecutantes y de los compositores más
dinámicos del rock'n'roll
después de tocar anónimamente en los años 60 en docenas de conciertos como
pianista de sesión, Russell, que fue incluido en el Salón
de la Fama del Rock and Roll en 2011 de
la mano de Elton John, había soportado una serie de problemas de salud en
sus últimos años.
En 1970 tocó
los corazones de millones con A Song for
You. Desde entonces, la canción ha sido versionada y regrabada por Donnie Hathaway, Whitney Houston, The Carperters, Ray Charles y Amy
Winehouse.
Su legado continuará creciendo mientras nuevas generaciones de aficionados
están descubriendo un patrimonio musical único.
Pero si algo
hace más grande a quien es grande son sus compañeros de viaje. A lo largo de 70
años, Russell trabajaría junto a músicos legendarios como Bob
Dylan, George
Harrison, Rolling
Stones y Willie
Nelson. En 1976, abandonaría Shelter Records, la
discográfica que fundó junto a Denny Cordell después de
ganar cinco discos de oro, para iniciar su propio sello Paradise Records. El
sello pasaría a publicar varias de sus colaboraciones con su esposa Mary
Russell.
Russell escribió
varias canciones que muchos creen que son de otros, como Superstar
y This Mascarade que muchos piensan
que son de los Carpenters. Así como Delta Lady que cantaba Joe Cocker o Blues Power junto con Eric
Clapton. También es autor de mucho del material que cantaban The Monkees
No puedo pasar
de largo del imprescindible Eric Clapton. No me he podido resistir.
Su primer
disco (el que nos enganchó a toda una generación) "Leon
Russell", de 1970, es excelente. En él participaron Dylan, Harrison y
Clapton, un anticipo de la genial reunión que se realizó en 1971.
Y es que
el 1 de agosto de 1971, George Harrison organizó el sin duda mítico “The Concert
for Bangladesh”, en el que Bob Dylan fue uno de los artistas
invitados. Dylan, junto con Harrison, Ringo Starr y Leon
Russell tocaron varios temas: A Hard
Rain's a-Gonna Fall, It Takes a Lot
to Laugh, It Takes a Train to Cry, Love
Minus Zero/No Limit, Blowin' in the
Wind y una gran version de Just Like
A Woman.
Volviendo a su mítico primer
álbum, este temaHummingbird me apasiona.
Y éste, al más puro rock'n'roll.
Los medios de
comunicación social llevan dos días de tributos constantes hacia Leon Russell, sobre
todo de sus contemporáneos musicales, que admiraron su influencia, talento y
legado perdurable. Artistas de todos los extremos del género musical han
alabado la larga carrera de Russell que Cat Stevens, por ejemplo, ha
dicho que fue para él "una gran influencia".
"Agradecemos a todos sus pensamientos y oraciones durante este tiempo tan, tan difícil", decía Janet Bridges en el citado comunicado. "Mi
marido murió mientras dormía en nuestra casa de Nashville. Se estaba
recuperando de la cirugía cardíaca en julio y esperaba volver a la carretera en
enero. Apreciamos el amor y el apoyo de todos”.
Pero el mayor
elogio para Russell ha surgido como era de esperar, de Elton John, que durante
mucho tiempo se había considerado una influencia directa de Russell. Elton
John ha dicho de él que fue su "mentor e inspiración"(“yo
quería ser Leon Russell”). John prometió su eterno amor para su amigo y
colaborador. A ambos les unió una colaboración bilateral llamada The Union.
"El álbum lo grabamos en cinta analógica, lo que hace que suene mejor", señaló John en declaraciones al diario británico "The Independent". "Sabía que iba a ser un buen disco, pero ha resultado incluso mucho mejor de lo esperado. Y eso se debe a que Leon resucitó en el estudio. Había sufrido una semana antes una complicada intervención -le operaron durante cinco horas y medio en el cerebro- y no estaba en la mejor forma al principio". El dúo se fue de gira al poco tiempo y a partir de entonces se forjó una amistad alimentada por el trabajo de cada uno.
Se fue Leon
Russell. Ya no volveremos a gozar de su increíble presencia con su larga melena
y su barba inmortales.
Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Buonanotte. Boas noites.굿나잇晚安グッドナイト
Y el alma se le
cristalizó con la nostalgia de los sueños perdidos. (Cien años de Soledad)
Gide dice que el
infierno de esta vida es tener que elegir de entre un centenar de caminos sólo
uno, y conseguir vivir sin nostalgia de los otros noventa y nueve. ¿Qué valor tiene la
nostalgia del pasado? Quizás el pasado siga siendo el opio de los
sentimentales. Lo peor que te puede pasar es tener un corazón nostálgico y una
mente escéptica.
Imagen del film Nostalghia de A. Tarkovsky
Quizás ha sido
la nostalgia que, como comentaba ayer con mi compañera Carme Godia, invade
a nuestra generación los días festivos -demasiado tiempo para pensar- la que me ha
llevado hasta el pianista, cantante, arreglista y compositor Ray Charles, una de las
principales figuras del soul. Un hombre cuya presencia,
desde la década de 1950, ha sido perceptible en innumerables músicos y
cantantes. Con su música y su poderoso estilo vocal personal, ha inspirado y
guiado a las sucesivas generaciones de músicos de una manera que pocos pueden
rivalizar. Hablamos de nombres como Steve Winwood, Aretha Franklin o Joe Cocker
Ray sintetizó a
lo largo de su vida sus luchas, su dolor y su oscuridad personal con la misma
efectividad con la que supo fundir en su arte una miríada de estilos musicales:
el jazz, el rhythm &blues,
el rock and roll,
el gospel y el country. Su historia tiene un sentido muy distinto al de otros músicos: la cadena de eventos y
logros se transforma en el vibrante y conmovedor trayecto de un genio único con
una visión propia que enseñó al mundo a escuchar música de una forma nueva. Su
arte se puede resumir de muchas maneras: cantante convincente, expresivo y
versátil, artista carismático, ingenioso compositor... Pero aquello que,
probablemente, puede ser más preciso y definitorio de lo que ha significado para la música es "padre del soul"
Ray Charles
comenzó su carrera después de que perdió la vista debido al glaucoma a la
tierna edad de siete años. Sin embargo, él niega que ese hecho le empujara al
mundo de la música ya que tocaba desde que tenía 3 años. A partir de esa tragedia, Charles desarrolla su
talento musical mientras asiste a la Escuela de Florida para Sordos y Ciegos.
Ganador
de diecisiete Grammy’s, Ray Charles, llegó a tener un rol activo en lo que a
justicia racial se refería, lo que le llevó a forjar una buena amistad con el
legendario Martin Luther King en la década de los 60. Ray tuvo que luchar,
aparte de contra su discapacidad y pobreza, contra las injusticias raciales de
la época. Fue así como, al ser encarcelado Martin Luther King , Ray hizo lo que pudo para reunir recursos y ayudar, con ellos, a su
amigo y a la causa común. Pero no solamente se le reconoce por aquella lucha, sino también por crear en 1987 la Fundación Ray Charles para la prevención de la
sordera, institución que hasta el momento presta servicios a personas así como también realiza
investigaciones en la materia.
La revista Rolling Stone lo
nombra #10 en su lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos. En
2009 publica la lista de los 100 mejores cantantes de la historia, los cuales
han sido elegidos por cantantes y personas relacionadas con la música. Entre
todos ellos Ray fue nombrado como mejor cantante masculino y como el segundo mejor
cantante de todos los tiempos, sólo superado por Aretha Franklin.
Elegir una
muestra de los grandes éxitos de Ray Charles no es tarea fácil. Nunca lo es en este bloc. Así que, como siempre
ocurre en este espacio propongo aquellos temas que a mí me llegan por uno u
otro motivo. Canciones, en este caso, que me llenan de nostalgia.
Empecemos con I Can't Stop Loving You. Charles le dio su toque soul a este
tema country, primer single extraído del álbum "Modern Sounds in Country& Western". Esta arrolladora balada se mantuvo en las listas de rhythm
& blues de Billboard durante 10 semanas seguidas, vendiendo más de un
millón de copias.
Seguimos con Georgia on My Mind. Esta canción no era suya ni fue el primero en
interpretarla, pero la elevó a un nivel al que ningún otro cantante
pudo llegar. La canción no solo es un auténtico icono en la música
estadounidense, sino que fue nombrada en 1979 canción oficial del estado de
Georgia, donde Ray Charles había nacido 49 años antes, en 1930. Supuso un nuevo
impulso en su música, que acompañó su dulce canto con un sentido
coro y una orquesta de cuerda en vez de con las habituales Raelettes.
What'd I
Say 1 & 2 Para muchos este
éxito de 1959 expresa el estilo definitivo de Ray Charles, con su piano
eléctrico y un esquema vocal de llamada y respuesta rebosante de sensualidad
primaria. Fue interpretada en vivo una noche y la gente respondió tan
favorablemente a ella que Charles decidió grabarla. En su momento, la canción
fue vetada por varias emisoras de radio pero en 2003 la Biblioteca
del Congreso decidió preservarla como una de las grabaciones más
significativas de la historia de la música americana.
En 1972,
Charles presta su voz a America the
beatiful, un clásico de 1895, una canción americana que provoca más de una
lágrima en los ojos de muchos de los que lo escuchan.
A song for youes una canción
escrita y grabada originalmente por el cantante y pianista Leon Russell para su primer disco en
solitario que fue lanzado en
1970. Ray Charles grabó una versión que ganó en 1993 el Grammy al mejor vocalista masculino.
La historia de
este genio de la música ejemplifica el triunfo del ser humano por encima de las
adversidades y obstáculos: Ser huérfano (perdió a su madre con 15 años),
haberse criado en un pueblo de Georgia, al sur de Estados Unidos, en medio de
una pobreza inimaginable, donde los negros ocupaban el escalón más miserable. “Por
debajo de nosotros solo estaba el suelo”, recordaba él. Superar también
la adicción a la heroína y, claro está, ser ciego.
Ray Charles preso por posesión de heroína
Charles tiene,
además, uno de los discos póstumos más
exitosos de la historia “Genius Loves Company” que grabó pocos meses antes de
morir. Es un disco de duetos en el que comparte micrófono con B.B King, Elton John o Natalie Cole. El disco se
llevó el Grammy al mejor disco del año y siete premios más. Ray Charles no paró de trabajar hasta el final. Además de grabar este disco, actuó en su concierto número
10.000 dos meses antes de morir, y colaboró enRay, sus memorias cinematográficas en las que Jamie Foxx se llevó un Oscar por
encarnarle en la gran pantalla.
Pero si hay un
álbum que me apasiona (sin pasión difícilmente la música te llega al corazón)
es “Blues + Jazz” de 1994. Combinando el trabajo más temprano y más blues de
Charles para Atlantic con algunos
de sus mejores trabajos de jazz en un paquete de 2 CD. Esta selección de temas nos muestra que Ray Charles puede funcionar admirablemente en cualquiera de los
dos regsitros. O tal vez dice que no importa el estilo, que Ray Charles siempre fue su
propio estilo. Para la generación más joven, que sólo conoce a Ray como el
"viejo hombre del anuncio
de Pepsi" y que están familiarizados con sólo sus grabaciones
populares y de más éxito comercial, o para quienes quieran llegar a las raíces de
la verdadera alma de Ray Charles, “Blues + Jazz” es para vosotros. Aquí os dejo
una muestra: nostalgia en estado puro.
Me voy a dormir, no por
cansancio sino por nostalgia de los sueños (Gracias, Gabo, por prestarme esta noche tan
bellas palabras) Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُالخَير. Gabon. Boas noites. 굿나잇晚安. Buonanotte. グッドナイト
Me he dado
cuenta de que Bob Dylan
se ha hecho el escurridizo todo este tiempo. Alguna vez lo he cazado al vuelo,
antes de que otra música se metiera en mi cabeza, pero a la hora de la verdad
nunca lo traje hasta aquí. Supongo que le tengo mucho respeto. De él poco (o nada)
queda por decir. Y aunque su Blowin' In The Wind es y será siempre un himno, por
eso, porque lo es, sentía que no necesitaba un hueco en mi espacio nocturno.
Sin embargo, hoy mi amigo Ovi me
ha mandado un whatsapp con la noticia del día: Bob Dylan, el laureado poeta de la
era del rock, cuyo trabajo ha influenciado a generaciones de compositores y ha
sido intensamente analizada por los fans, críticos y académicos, ha sido
galardonado con el Premio Nobel de
Literatura. Y con la noticia una aseveración: “vas a tener que dedicarle
una entrada en tu blog”. Difícil substraerse a ello; es casi una obligación.
La elección de Bob Dylan para el
máximo galardón, el de mayor prestigio literario del mundo, aunque ya había sido propuesto en 2013, ha sido una sorpresa. Es la primera vez que
tal honor ha ido a parar a un músico.
En el comunicado emitido por la Academia Sueca en el que confirmó el nombramiento, seatribuye al cantautor "Haber creado nuevas expresiones poéticas
dentro de la gran tradición de la canción estadounidense". Así lo dijo
Sara Danius, secretaria
permanente de la Academia: "Durante 54 años Bob Dylan ha estado inventándose
a sí mismo". "Es un gran poeta en la tradición de habla
inglesa". Y lo comparó con Homero y Safo cuyo trabajo fue hecho público oralmente. A Danius se le preguntó si la decisión de otorgar el premio a un
músico señala una ampliación de la definición de la literatura a lo que respondió, "Los tiempos están cambiando, quizá" haciendo referencia a
una de las canciones de Dylan.
El premio redefine
drásticamente los límites de la literatura y supone un ir más allá de las viejas
categorías de arte mayor y menor por las que se rigen los premios Nobel (y tantos otros) , categorías que, por cierto, la han estado colapsando desde hace mucho tiempo. Así Dylan, con sus 75 años,
se une a un panteón que incluye TS Eliot, Gabriel
García Márquez, Samuel
Beckett o Toni
Morrison, el último estadounidense en conseguir el Nobel, en 1993. Ahí es nada.
Pero a pesar de lo sorprendente que ha supuesto el
premio, no es la primera vez que la Academia Sueca ha sido laxa en su definición
de literatura. En 1953, Winston Churchill
recibió el premio, en parte como reconocimiento de las cualidades literarias de
sus crecientes discursos políticos y su "brillante oratoria en la defensa de los
valores humanos exaltados". Y muchos se sorprendieron el año
pasado, cuando el premio fue para la periodista bielorrusa Svetlana
Alexijevich por "sus
escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo”
Aun así, Dylan es quizás la opción más radical en los 115 años de historia del
premio de literatura.
Pero ¿tienen
las letras de las canciones el mismo valor que la poesía o las novelas? "La mayoría de las letras de canciones en realidad no se sostienen sin la música" opina el poeta
Billy Collins “pero Bob
Dylan se encuentra en el centro de un dos por ciento de los compositores cuyas
letras lo son con solo leerlas, incluso sin la armónica y la guitarra. Creo que
eso se califica como poesía". Ya en 2013,Bill Wyman, el exbajista de losRolling Stonesdijo en el diario estadounidenseThe New York Times: “Su lirismo es exquisito. Está demostrado que sus temas son eternos. Pocos poetas habrán sido más influyentes"
La elección ha sido aclamada en
todo el espectro cultural y político. En Twitter, el presidente Obama ofreció "Felicitaciones
a uno de mis poetas favoritos", mientras que Rosanne Cash, compositora
e hija de Johnny Cash,
escribió simplemente: "Santa Madre de Dios. Bob Dylan gana el
Premio Nobel". Pero, naturalmente, también ha levantado muchas críticas. Si clacais aquí podéis comprobar la controversia suscitada.
Para mí, Bob Dylan es un poeta
feroz y sin concesiones. Su trabajo ha permanecido a lo largo del tiempo totalmente carente
convencionalismos. Su lirismo es exquisito; sus preocupaciones y temas son
demostrablemente atemporales. Pocos poetas de cualquier época han tenido con su
trabajo más influencia.
Aunque no le han dado el Nobel
por ello, es sabido que Dylan escribía prosa formidablemente, como ha
demostrado en Crónicas,
su excepcional autobiografía, repleta de reflexiones majestuosas, construida
con una manera de narrar sus vivencias con un tono sublime. Se puede decir que
su novela Tarántula
no era exactamente una maravilla, pero era magníficamente desconcertante. Dylan
siempre amó la poesía de Federico García
Lorca y tomó el nombre de Tarántula del poema de Federico, La Guitarra, que
decía: La Tarántula teje una gran estrella, parte de Las seis cuerdas,
de la obra de Lorca.
Pero hablemos de sus canciones. Dylan apareció en la escena
musical de Nueva York en 1961 como un artista en la tradición de Woody Guthrie, cantando
canciones protesta y rasgueando una guitarra acústica en clubes y cafés de Greenwich Village. Desde
el principio, Dylan se destacó por unas letras deslumbrantes y un estilo de
composición que supuso una fuente de fascinación para los artistas y críticos. En
1963, el grupo de folk Peter,
Paul y Mary alcanzó el número 2 en la lista pop de Billboard con una
versión de su canción Blowin’ in the WindDurante la marcha de agosto del 63 a Washington, con el reverendo Martin Luther King,
el trío hizo una inolvidable versiónque dejó perplejo al mismo Bob
Dylan.
Imposible, pues, no hablar de Blowin 'in the Wind la composición que
hizo de Dylan la institución que es hoy. El tema que abría su segundo disco
era mucho más que una bonita melodía: capturó el espíritu de la época y, quizás
sin quererlo, puso la voz de los segregados como tema central en una época de
revolución en Norteamérica. La canción correcta en el momento indicado. Blowin’ in the Wind es la poesía hecha
protesta, o viceversa. Le habló a una generación completa sin quererlo, y de ahí en adelante su vida fue otra. Su
mágica melodía parece pertenecer al universo, pero está en parte tomada de un
tema tradicional de los negros en el 1800 llamado Many Thousand Gone. Quizás
ese origen explique su fuerza espiritual. Su letra la
conocemos todos.
La Guerra de Vietnam
marcó a fuego a toda una generación. Rabia, angustia, ira. Todo junto y revuelto
en plena guerra fría. Cuando EE.UU. comenzaba a intervenir Vietnam y el año en
que su presidente John F. Kennedy era asesinado a tiros Dylan escribe Masters of War (Los maestros de la
guerra) 1963.
Ustedes, que
fabrican las grandes armas
Ustedes, que
construyen los aviones de la muerte
Ustedes, que
construyen todas las bombas
Ustedes, que se
esconden tras los muros
Ustedes, que se
esconden detrás de escritorios
Sólo quiero que
sepan
Que puedo verlos a
través de sus máscaras.
"Nunca había escrito algo
así antes", contó Dylan en una entrevista. "No canto canciones para
desearle la muerte a gente, pero no pude evitarlo en esta".
A hard
rain's a gonna fall (Dura lluvia va a caer) está onsiderada como "la
mejor canción de protesta escrita por el mejor autor de protesta de todos los
tiempos" por la revista especializada
Rolling Stone. Esta pieza de siete minutos habla de un padre que pregunta a
sus hijos qué ven y estos le describen fotografías apocalípticas.
Vi a un recién nacido
rodeado de lobos salvajes
Vi una autopista de diamantes
que nadie usaba
Vi una rama negra goteando
sangre fresca
Vi una habitación llena de
hombres cuyos martillos sangraban
Vi una escalera blanca cubierta
de agua
Vi diez mil oradores de lenguas
rotas
Vi pistolas y espadas en manos
de niños pequeños
Y es dura, dura, dura
Muy dura la lluvia que va a
caer.
"Cada línea es el principio
de una canción en sí misma", explicó Dylan en la época de su lanzamiento (1963). Pero
al escribirla no creyó tener suficiente tiempo para escribir cada una de ellas "así
que las puse todas juntas en esta"
En pocos años, Dylan estaba
transformando la noción misma de la música popular, con canciones cada vez más
complejas evolucionando hacia un sonido más rock 'n' roll. En 1965, tocó con
una banda de rock eléctrico en el Festival Folk de
Newport, creando una enorme controversia entre los puristas populares que
lo acusaron de venderse.
Like a rolling stone es uno de los
clásicos indiscutibles del rock and roll que marcó una época. Nombrada la mejor
canción de todos los tiempos por la revista Rolling Stone, en 2004, este tema ha
influido en generaciones y generaciones de músicos. Sin embargo, el día de su
estreno, fue vista por los fans de Dylan más puritanos como una auténtica
traición. El paso del clásico folk a los sonidos del rock les parecía
imperdonable. Dura más de 6 minutos pero a mí, personalmente, me encanta.Si es o no la mejor
canción de todos los tiempos supone sin duda un tema para el debate. Pero no
podemos negar que el tono acusatorio de todo el tema es clave para el éxito:
Nunca te diste vuelta a observar
los ceños fruncidos
De los malabaristas y payasos
que hacían trucos para ti
Nunca entendiste que no es bueno
Dejar que otra gente reciba los
golpes que son para ti".
(…)
"¿Cómo se siente? ¿Cómo se
siente?
Estar completamente solo, sin
saber el camino a casa
Ser un completo desconocido,
como una piedra que rueda.
De aquella
época también, 1965, It's alright Ma
(Está todo bien, ma) Esta canción la escribió en Woodstock un año antes. 40
años después, haciendo una retrospectiva, Dylan aseguró que ya no podía
escribir canciones como esta "No sé cómo escribí esas canciones. Me
trato de sentar y escribir algo como eso. Lo hice alguna vez y puedo hacer
otras cosas ahora, pero eso ya no lo logro". La letra es larguísima pero este
verso…. "Aquel que no está ocupado
naciendo, está ocupado muriendo".
Después de un
accidente de motocicleta en 1966 cerca de su casa en Woodstock, Nueva York,
Dylan se alejó de la vida pública, pero se mantuvo intensamente fértil como
compositor.
"Hay que ser honesto para vivir fuera
de la ley". Una frase que ha dado la vuelta al mundo desde su lanzamiento
en 1966 y sigue dándola. Es parte del disco "Blonde on Blonde", el
cual recomendó la secretaria del comité del Nobel de Literatura para entender
la poesía del autor. Absolutely Sweet Mary (Absolutamente dulce María)
Su álbum de
1975 "Blood on the Tracks" se interpretó como una cuenta sumamente
potente de la ruptura de una relación, pero sólo cuatro años más tarde los
temas cristianos de "Slow Train Coming" dividió a los críticos. Desde 1988, Dylan ha estado de gira casi
constantemente, inspirando un nombre no oficial de su itinerario, la Gira
Interminable.
Muchos son los
álbumes de Dylan que la Academia Sueca afirma que han tenido "un
tremendo impacto en la música popular," "Bringing It All Back
Home" y "Highway 61 Revisited" (1965), "Blonde on
Blonde" (1966), " Blood on the Tracks "(1975)," Oh Mercy
"(1989)," Time Out Of Mind "(1997)," Love and Theft
"(2001) y" tiempos modernos "(2006).
Dejaré aquí
una muestra de aquellos temas que han pasado a la historia como clásicos de la
música, y que ahora suman un importante nuevo mérito para este Nobel.
La academia ha
añadido: "Dylan tiene la condición de un icono. Su influencia en la música
contemporánea es profundo, y él es el objeto de un flujo constante de la
literatura secundaria".
Enhorabuena, Mr Dylan. Buenas
noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُالخَير . Gabon. Buonanotte. Boas noites.굿나잇晚安グッドナイト