jueves, 9 de mayo de 2024

La Novena de Beethoven, símbolo de paz y de la unidad de Europa, celebra 200 años

 Una obra maestra, una de las cumbres de la cultura de todos los tiempos

El pasado 7 de mayo celebramos el 200 aniversario del estreno de la Novena Sinfonía de Beethoven quizás la sinfonía más interpretada y deslumbrante de todos los tiempos, una obra maestra amada por los amantes de la música en todo el mundo. Estrenada el 7 de mayo de 1824 en el Kärntnertortheater de Viena, probablemente fue uno de los momentos más conmovedores de la historia de la música.

 Detalle del "Retrato (1820) de Ludwig van Beethoven" componiendo la "𝘔𝘪𝘴𝘴𝘢 𝘚𝘰𝘭𝘦𝘮𝘯𝘪𝘴", de "Joseph Karl Stieler" (1781-1858)

 Como todos sabemos, son numerosas las ocasiones en las que la obra ha servido para celebrar, conmemorar o institucionalizar sentimientos colectivos y dotarlos además de una dimensión ética, aportando, durante dos siglos, significado de belleza, amor y unidad a este mundo caótico, y continúa sirviendo como símbolo de esperanza y paz en la actualidad. 

(Primer movimiento)

Fue un encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres, que interpretó la obra el 21 de marzo de 1825. Beethoven no les envió la partitura hasta después de que tuvo lugar la representación en Viena.

El programa del estreno, decidido exclusivamente por el propio Beethoven también incluyó la Obertura de la "Consagración de la Casa" y tres secciones de "Missa Solemnis" (Kyrie, Credo, Agnus Dei) cantadas en alemán. En el escenario se congregó la orquesta más grande jamás reunida por Beethoven, entre 82 y 100 músicos, procedentes de la orquesta del teatro, de la Sociedad de Amigos de laMúsica de Viena y de aficionados. También contó con un coro de 80 voces y cuatro solistas vocales. La contralto solista, Caroline Unger, tenía 20 años en el estreno 


Como el genio ya estaba completamente sordo, (había sufrido una pérdida de los agudos a una edad temprana y ya no podía oír los tonos altos) como las notas de flauta. otro músico tuvo que asumir la dirección de la orquesta. Beethoven estaba de espaldas al público para poder leer las palabras de los cantantes en sus labios. Al final del concierto estallaron unos frenéticos aplausos que el compositor no notó, por lo que el público empezó a agitar pañuelos. Entonces Caroline tomó a Beethoven de la mano y lo volvió hacia el público. Sólo entonces vio a la multitud entusiasta y agradeció a los oyentes con numerosas reverencias.

El tema principal de su cuarto y último movimiento, An die Freude (“Oda a la alegría”) fue elegido como Himno de Europa en 1985; un himno que Europa aún está por merecer.

La portada de la Sinfonía n.º 9 de Beethoven con la dedicatoria 
manuscrita al rey de Prusia, Federico Guillermo III

El tema principal de su cuarto y último movimiento, An die Freude (“Oda a la alegría”) fue elegido como Himno de Europa en 1985; un himno que Europa aún está por merecer. Friedrich Schiller la escribió en 1785, inspirado por su amistad con Christian Gottfried Körner, quien lo acogió cuando atravesaba dificultades legales y financieras. La melodía (que no la letra) fue arreglada por Herbert von Karajan para que sirviera de himno de la Unión Europea.

Este movimiento se ha convertido en un himno para ideologías muy diferentes y ha desempeñado un papel simbólico en la reconciliación entre pueblos. Se ha utilizado, por ejemplo, en España para homenajear a las víctimas del terrorismo, para conmemorar el aniversario de la Constitución de 1978 o para integrar a un grupo de personas con discapacidad auditiva en un medio para ellos ajeno y extraño como es la sala sinfónica. De forma análoga, sirvió para honrar a las víctimas del 11-S en la Última Noche de los Proms de 2001 y para celebrar la caída del muro de Berlín en 1989 en un legendario concierto dirigido por Leonard Bernstein.

Este movimiento se ha convertido en un himno para ideologías muy diferentes y ha desempeñado un papel simbólico en la reconciliación entre pueblos. Se ha utilizado en España para homenajear a las víctimas del terrorismo, para conmemorar el aniversario de la Constitución de 1978 o para integrar a un grupo de personas con discapacidad auditiva en un medio para ellos ajeno y extraño como es la sala sinfónica. De forma análoga, sirvió para honrar a las víctimas del 11-S en la Última Noche de los Proms de 2001 y para celebrar la caída del muro de Berlín en 1989 en un legendario concierto dirigido por Leonard Bernstein.

Bernstein sustituyó “Freiheit” por “Freude” para dirigir esa orquesta de músicos de todo el mundo. Un símbolo para resaltar la hermandad entre las dos Alemanias. Bernstein sustituyó “Freiheit” por “Freude” para dirigir esa orquesta de músicos de todo el mundo. Un símbolo para resaltar la hermandad entre las dos Alemanias. El mismo explica por qué lo hace.

No hay evidencia del mito de que el poema de Schiller se llamó originalmente An die Freiheit (“Oda a la libertad”). De hecho, ahora sabemos que fue inventado por el biógrafo de Beethoven, Alexander Thayer. Las primeras palabras que escuchamos cantadas, “O Freunde, nicht diese Töne! Sondern laßt uns angenehmere anstimmen, und freudenvollere” (¡Oh amigos, basta de estos sonidos! ¡En lugar de eso, toquemos notas de alegría y placer!), no son de Schiller, sino del propio Beethoven. Lo que sí es cierto, sin embargo, es que la última estrofa original del poema comenzaba con el verso “Rettung von Tirannenketten” (Rescate de las cadenas de los tiranos), que cortó cuando revisó el poema poco antes de su muerte en 1805.

No hay evidencia del mito de que el poema de Schiller se llamó originalmente An die Freiheit (“Oda a la libertad”). De hecho, ahora sabemos que fue inventado por el biógrafo de Beethoven, Alexander Thayer. Las primeras palabras que escuchamos cantadas, “O Freunde, nicht diese Töne! Sondern laßt uns angenehmere anstimmen, und freudenvollere” (¡Oh amigos, basta de estos sonidos! ¡En lugar de eso, toquemos notas de alegría y placer!), no son de Schiller, sino del propio Beethoven. Lo que sí es cierto, sin embargo, es que la última estrofa original del poema comenzaba con el verso “Rettung von Tirannenketten” (Rescate de las cadenas de los tiranos), que cortó cuando revisó el poema poco antes de su muerte en 1805.

En la capital de Japón, Tokio, la Novena sirve como excusa inmejorable para reunir una vez al año en la capital a un coro de 10.000 aficionados de todo el país el primer domingo de diciembre en lo que constituye para todos ellos —y para el público— una experiencia sobrecogedora.

Con motivo del 250 aniversario del nacimiento del músico, en 2020, la Deutsche Welle produjo un documental titulado “Una sinfonía para el mundo”, difundido principalmente a través de plataformas digitales. La Novena ¿es tan solo un gran éxito de la música clásica?, ¿un himno europeo, una fetichización de la metafísica occidental?  ("Es el fetiche musical de Occidente", decía el escritor Esteban Buch en su libro Beethoven's Ninth: a Political History. ¿O es simplemente una obra maestra de increíble belleza que hasta el día de hoy conmueve a personas de todo el mundo? Cuál es su secreto? El documental sigue las huellas de la Novena a través de cuatro continentes. Encuentra personas cuyas vidas están estrechamente entrelazadas con la sinfonía de Beethoven y ofrece a los espectadores una visión profunda de una música en la que Beethoven abrió la puerta a una utopía para toda la humanidad.

Aún hoy, esta genial obra transporta al público a un estado de éxtasis. Así es como un alma torturada, un individuo notoriamente dependiente del alcohol, ceñudo, acaparador de dinero y socialmente intolerable, compone su manifiesto filosófico-musical sobre la superación del aislamiento. Aquí, Beethoven da la máxima expresión a los sentimientos de interconexión, alegría y liberación de las cadenas del miedo, la compulsión y la demagogia. Poco antes de las elecciones europeas de 2024, en un año en el que aumentan las preocupaciones sobre un giro hacia la derecha en Europa, la fuerza La Oda a la Alegía tiene más sentido que nunca. Visto lo visto, quizá bastaría con desembarazarnos de todo lastre ideológico y vivirla mientras intentamos soñar, como hiciera Miguel Ríos en 1969 “el nuevo sol en que los hombres volverán a ser hermanos”. Escojo esta versión poque yo estuve allí 😉

Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al genocidio palestino! No seamos soldados de los telediarios y los magacines, dejemos de ser habitantes de las trincheras mediáticas, no nos lavemos las manos con agua que está teñida con sangre. Digamos ¡basta!


Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on. طاب مساؤك. לילה טוב

martes, 23 de abril de 2024

El sonido del agua. Poemas y canciones.

 El agua es un caos sensible (Novalis)

El agua escribe versos como lo hace el poeta que busca su camino. ¿No es poesía lo que susurra el agua acariciando con su canto los guijarros? Versos que se esconden en su húmeda condición pero que, igual que la palabra, quedan huérfanos si no tienen una forma que los precise. El agua es elemento universal y símbolo de emoción y de memoria que nos transporta, en sus reflejos y vaivenes, a un espacio sin tiempo en el que fluye una voz íntima y personal, la que ofrecen las palabras que la forma del agua otorga: lluvia, mar, cascada, río, lago, arroyo, fuente... lágrimas.

Rio Primout (El Bierzo) de Javier Díaz Barrera en flirck

  Susurra el agua a su paso por ríos y torrentes, por pozas y remansos. Sonidos armoniosos que a veces se resquebrajan en llanto, pero que siguen y siguen su camino metamorfoseando versos y melodías para describir el sentido y el contrasentido del alma humana: emociones, lugares, ensueños e ilusiones. Susurra el agua y calla el mundo entero.

(“Reflejos en el agua” Claude Debussy)

AGUA
Agua clara en el estanque,
Era un espejo del chopo
y alfombra verde del cielo
con reflejos de los árboles.
¡Oh, si yo hubiera podido
entrar con los pies descalzos
y ser el viento en el agua
y hacer agitar el chopo!
Músicos y poetas han mostrado su sed de versos y canciones sobre el agua. Por ello, le han rendido homenaje desde tiempos inmemoriales en rituales indígenas, cánticos celtas, alabanzas en todos los idiomas… Porque el agua es fuente de vida. 

   
(“El hombre y el agua”. Joan Manuel Serrat)

 
("Planeta agua" Ana Belén)

 Pero nuestra fuente de vida se ha convertido en una preocupación social cada vez mayor. Es un recurso a la vez abundante (cubre dos tercios de la superficie de la Tierra) y escaso (solo el 3,5% es agua dulce). El agua dulce es el elemento vital de la civilización humana. Sin embargo, esta civilización es sequía. Agota y destruye todas las fuentes de la vida. La pena del agua es infinita, el susurro del agua es un lamento.

(Otra vez Serrat y su “Pare”)

CAMPO ELEGÍA DEL ROCÍO

Una gota
de agua,
engendra un sol,
sobre las hojas
del pegujal,
después de la rociada.

Una gota de agua,
qué poco es
y qué pronto se acaba.

Nos dice Luis Germán Sierra J. sobre la relación del agua con el poeta: “El poeta más profundo descubre el agua vivaz, el agua que renace de sí, el agua que no cambia, el agua que marca con su signo imborrable sus imágenes, el agua que es un órgano del mundo, un alimento de los fenómenos corrientes, el elemento vegetante, el elemento que lustra, el cuerpo de las lágrimas”. 

 Agua silenciosa rodéame
            Agua enamorada baja
            Agua nocturna quédate
            Agua perdida acógeme
            Agua despeñada sujétame
            Agua luminosa no puedo ver
            Agua compasiva ruega por mi
            Agua corazón déjame entrar
            Agua no puedo mirarte

(Carlos Vásquez)

Los compositores de todas las épocas se han inspirado en el agua para deleitarnos con algunas de las más hermosas piezas musicales. Pero la música del agua es anterior al ser humano: desde el suave susurro de los arroyos al cristalino tintineo de la gota que cae desde la estalactita de una caverna, los sonidos del agua han sido siempre fuente de inspiración. En el siguiente tema de la Incredible String Band, se puede escuchar el agua real jugueteando a lo largo de este himno a los valientes caballeros medievales.  "The Water Song".

Federico García Lorca, nuestro poeta, nace y muere besando el agua. Federico es agua de besos. Para Federico el agua es consustancial a su propia vida, a su propio ritmo interior. Tanto que no podríamos explicar su más profunda y escondida sensibilidad de poeta sin la presencia del agua ya desde muy niño, desde su más tierna infancia en el corazón de la Vega de Granada, por donde corren los ríos y las acequias, salpicada aquí y allá de arroyos y fuentes. Él mismo es manantial que estalla continuamente en los mil sonidos y canciones del agua. Llegaría a decir: Yo soy modesto soñador e hijo del agua”.

Agua, ¿dónde vas?
Riendo voy por el río
a las orillas del mar.
Mar, ¿a dónde vas?
 
Río arriba voy buscando
fuente donde descansar.
Chopo, y tú ¿qué harás?
No quiero decirte nada.
 
Yo…, ¡temblar!
¿Qué deseo, qué no deseo,
por el río y por la mar?
Cuatro pájaros sin rumbo
en el alto chopo están.

Qué mejor compañía para Federico que Camarón de la Isla y la guitarra de Paco de Lucía. Juntos dan forma a esta mítica canción flamenca cuya letra es toda una oda al recurso hídrico como metáfora del amor romántico, una de sus canciones inolvidables que vio la luz en 1981, en el álbum del mismo nombre.

En el imaginario de la poesía de la nostalgia, el agua es un elemento fundamental; versos que evocan la añoranza por la tierra.

Quiero volver a tierras niñas;
llévenme a un blando país de aguas.
En grandes pastos envejezca
y haga al río fábula y fábula.
 
Tenga una fuente por mi madre
y en la siesta salga a buscarla,
y en jarras baje de una peña
un agua dulce, aguda y áspera.
 
Me venza y pare los alientos
el agua acérrima y helada.
¡Rompa mi vaso y al beberla
me vuelva niñas las entrañas!

(“Agua”- fragmento, Gabriela Mistral)

"Adiós ríos, adiós fontes" es un poema de Rosalía de Castro, La música es del cantautor Amancio Prada. Agua, morriña y saudade para una canción que quién más quién menos conoce y que representa muy bien la relación entre la música, la poesía y el agua.

Lagos, arroyos, fuentes, ríos… Sumerjámonos en el River de Terry Reid  una canción de jazz-folk, con muy buen acompañamiento de percusión y guitarras.

Pero si hay un “río” al que asomarse es este de Bruce Springsteen, una fabulosa canción de "The Boss" que vio la luz en 1980. En ella, alguien que tiene que reajustar sus sueños enfrentándose a la vida tal como es, no un mundo de su imaginación. A lo largo de la canción, el río se ve como un símbolo de los sueños del futuro. El narrador mantiene vivas sus esperanzas incluso cuando, de manera realista, comienzan a fracasar.
          
Dos canciones y dos poemas. Los dos ríos de Machado, uno en las frías tierras de la castellana Soria, otro en las más cálidas de la andaluza Sevilla. El Duero y el Guadalquivir. Dos ríos muy diferentes, pero unidos en un mismo caudal, el de la poesía.

¡Oh Duero, tu agua corre

y correrá mientras las nieves blancas
de enero el sol de mayo
haga fluir por hoces y barrancas,
mientras tengan las sierras su turbante
de nieve y de tormenta,
y brille el olifante
del sol, tras la nube cenicienta!…
¿Y el viejo romancero
fue el sueño del juglar junto a tu orilla?
¿Acaso como tú y por siempre, Duero,
irá corriendo hacia la mar Castilla?

    (“Orillas del Duero” fragmento)

El río Duero, alma del poeta. Pero esta lealtad al Duero de su alma no le hará dejar de cantar al Guadalquivir.

¡Oh Guadalquivir!

¿Te vi en Cazorla nacer;
hoy en Sanlúcar morir.
Un borbollón de agua clara,
debajo de un pino verde,
eras tú, ¡qué bien sonabas!
Como yo, cerca del mar,
río de barro salobre,
¿sueñas con tu manantial?

     (Proverbios y cantares LXXXVII)

Como el mar y la lluvia, ya han tenido su voz en este espacio, concluyamos esta pequeña selección de "sonidos del agua" con las lágrimas como motivo que se reitera con frecuencia en poemas y canciones: lágrimas amantes que aumentan la corriente de un río y que convierten los ojos en mares; ojos que vierten mares de lágrimas que son tributos.

RIMA XXXVIII

Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar.
Dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?

Gustavo Adolfo Bécquer)

 ("Te lloré un río". Maná)

Llegamos al final de este viaje, un canto al agua en tiempos de sequía. Como dice Joaquín Araújo. "Si somos agua que piensa, se trata de pensar como el agua". Porque sin agua no hay vida y debemos hacer lo necesario para salvar la Vida. Aunque estaréis conmigo que la peor sequía es, sin duda, la de ideas y emociones.  Ojalá la vida nos permita poder fluir en plenitud por los cauces de la razón, la sensibilidad y la emoción. Y que la música y la poesía nos acompañen siempre en el viaje.

Fotografía de "Sierra Lago"

Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al genocidio palestino! No seamos soldados de los telediarios y los magacines, dejemos de ser habitantes de las trincheras mediáticas, no nos lavemos las manos con agua que está teñida con sangre. Digamos ¡basta!



Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on. طاب مساؤك. לילה טוב

24/4/2024

Mi primo Xabier me propone el evocador poema sinfónico de Bedřich Smetana ,"El Moldava". Una preciosidad que simboliza la identidad nacional pero sin gran patetismo. Es el segundo poema del ciclo “Mi patria”, y representa el flujo del río checo más conocido, desde su nacimiento, sigue su camino por entre los bosques, siguiendo su recorrido hasta el final del camino, en la cercana confluencia con el río Elba. 

Otras fuentes:

https://www.igme.es/igme/SIAGA08/actos/Lorca.pdf