La voz nostálgica de
un ángel errante
Los que me
seguís desde hace tiempo sabéis que siempre he buscado mujeres que me
acompañaran con su música en mi nocturnidad. Así hace ya 7 años, me
encontré con Lhasa de Sela.
Pero nada más conocerla me convertí en una huérfana más. Los amantes de la voz
profundamente humana de esta cantante canadiense, se quedaron absolutamente huérfanos
el 1 de enero de 2010 a causa de un cáncer de mama que se la llevó por delante.
Con sus 37 años sólo le dio tiempo a dejarnos tres discos, eso sí, a cada cual
más hermoso. Creedme. Cada cual más hermoso.
Si buscáis
información de la vida de esta ausente (que no muerta) podréis encontrar que Lhasa
fu fruto de un amor mestizo, itinerante, utópico, diría. Estadounidense de
nacimiento, canadiense de nacionalidad, de padre mexicano y de madre judía, pasó
su infancia en un camión, viajando entre Estados Unidos y Méjico, acompañada
también por sus tres hermanas. De pocas personas como de ella puede decirse que
son hijas de la carretera. Se llamaba como la capital del Tíbet. El nombre de
Lhasa se le ocurrió a su madre cuando la pequeña había cumplido ya cinco meses:
mientras leía el Libro tibetano de la vida y la muerte pensó que era el idóneo
para aquel bebé sonriente y con los ojos algo rasgados.
Alejada de la
televisión y de la fiebre consumista, la pequeña Lhasa de Sela crece rodeada de
libros, música e imágenes de la ruta que desfila delante de sus ojos
almendrados. Durante 7 años, Lhasa se impregna de sensaciones y de recuerdos
que influirán claramente en su trabajo como artista. Pero al oírla, estaréis
conmigo que la única verdad de Lhasa es la que se oye, y lo que se oye es pura
cadencia, pura languidez envuelta en el crujido de la música no envasada, libre,
viva.
He tenido la
gratísima sorpresa de escucharla cantar en tres idiomas: francés, inglés y
español, con una perfección que definen sus orígenes. En todos ellos
muestra una personalidad extremadamente melancólica y nostálgica sin caer nunca
en la tristeza, a pesar del pesimismo de algunas de sus letras. Según ella,
cada canción surgía de una chispa y ya venía en un idioma determinado: español,
inglés -las lenguas de mamá y papá- o el francés de la ciudad que la acogió.
Sus composiciones se escuchan en la película de John “Sayles Casa de los Babys”,
el documental de Madonna o la serie “Los Soprano”, y suenan a chanson francesa, folk norteamericano, blues, ranchera...
Su voz tiene
algo ancestral, parecía que cantaba desde fuera del tiempo, desde el instinto y
los sentimientos en bruto. Sus músicas ponen la piel de gallina, como si fueran
caricias; como si pudieran acompañar cualquier recuerdo, cualquier imagen
bonita pero pasada, guardada escondida en el fondo del corazón. Lhasa parece
compartir sus propios recuerdos, sus propias imágenes interiores como si fueran
los recuerdos de todos los que la hemos podido escuchar, aunque haya sido
demasiado tarde.
Yo me estaba levantando
Golpeando el suelo
Y al final, al final
Estaba atrapada en una tormenta
Las cosas estaban volando a mi alrededor
Y las puertas se estaban cerrando
Y las ventanas se rompían
Y yo no podía oír lo que decían
No podía oír lo que decían
No podía oír lo que decían
Yo me estaba levantando
Golpear el suelo
Y al final, al final
Hay que
Levantarse
Levantarse
Su propia
experiencia con el dolor y el sufrimiento hicieron que tuviese una visión de la
vida cargada de esperanza, aunque siempre sintiera predilección por las baladas
tristes: “Hay que aceptar que la vida es como es: unas veces estás arriba y
otras abajo. La vida es dramática, pero llegó un momento en que me di cuenta de
que ya no quería sufrir, por eso luché con la finalidad de estar bien. Ahora
veo que esta es una lucha de todos los días. Hay que diferenciar el dolor del
sufrimiento. El dolor es algo que pasa; el sufrimiento es cuando agarramos el
dolor y lo gozamos. Es más fácil ser infeliz que feliz, y como he sufrido
bastante en mi vida, el perfume de belleza de la tristeza se ha quedado en mí
de manera indeleble, no lo tengo que trabajar, allí está”
Lhasa visitó "Los conciertos de Radio 3" en 2004. Presentaba su disco "The Living Road". Un hermoso concierto, sin duda, al puro estilo Radio 3.
Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير. Gabon. 굿나잇.
Boas noites. 晚安 グッドナイト Buonanotte. לילה טוב
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