martes, 21 de octubre de 2025

OVO, de Peter Gabriel

 Construyendo el mañana…

Esta noche estoy muy cansada. Es difícil, a veces. Hace tiempo que es difícil, pero hay días que estaría bien ser la Santísima Trinidad. Ser tres en uno para no ser nada. Qué fácil lo tendría Dios, si existiera. Pero yo no soy Dios. Lo dicho, que estoy cansada. Quizás por eso necesitaba buscar algo de música para compartir. La música no deja de ser una suerte de escondite donde poder escabullirnos, un refugio sonoro, y a la vez un lugar de encuentro y acogida... un lugar de encuentro entre lo que somos y lo que recordamos... Lo que fuimos... lo que somos... lo que seremos... Pero cuando he clicado en el editor de este blog para empezar esta entrada, por mucho que buscara no encontraba nada dentro mí y no tenía ganas de tirar de esa libreta de ilusiones que son los recuerdos. Ni siquiera de los musicales. Tampoco tenía ganas de pensar así que he entrado en el gran almacén donde todo está colgado a ver qué me ofrecía.

Como si supiera lo que necesito, YouTube, después de haberme empujado una y otra vez esta semana  a escuchar a Satie (está claro que el Gran hermano Google nos observa), hoy me ha llevado hasta Peter Gabriel, un artista que me encanta, que consigue como pocos emocionar y entregar obras pletóricas de belleza. Desde que pasó por este espacio hace más de once años, no le había vuelto a dedicar nada. Sin embargo hoy ha venido sin llamarle, allí estaba con su The Nest That Sailed The Sky… surcar el cielo…No lo había escuchado nunca, para que os voy a engañar. Como tampoco conocía OVO, el álbum al que pertenece. O no lo recuerdo, que todo puede ser, porque el disco tiene ya 25 años. A veces le pierdes la pista a tu propia historia y un día va y te la encuentras en el camino, pero ya no la reconoces. Normalmente la curiosidad haría que buscara más y más información, pero va a ser que no. Esta noche no. Tras una breve ojeada por algunas publicaciones sólo he llegado a saber que OVO fue un espectáculo multimedia. Una preciosa historia que habla del pasado, presente y futuro a través de tres generaciones de una familia. En este enlace podéis escucharla en castellano. El texto, una alegoría o más bien una fábula, es maravilloso. Vale la pena escucharlo con atención.

Lo cierto es que The Nest That Sailed The Sky me ha encantado. Una pieza instrumental mágica y poética que nos transporta a un mundo de sueños y fantasía para emprender un viaje surcando el cielo: de "abajo a arriba de arriba a abajo mi peso se alejaba de la tierra cayendo profundamente al cielo sumergiéndome en lo desconocido..."

Uno de los vídeos de esta canción que he podido ver empezaba con esta frase de Bob Dylan: “Detrás de cada cosa bella hay algún tipo de dolor”.

La primera canción que se escucha en el enlace de la narración es Low Light… Bajo la luz… una increíble combinación de elementos celtas y del medio oriente, con sutiles efectos electrónicos.

En OVO confluyen muchos estilos: baladas, folk rock, rap, hip-hop, tribal, céltico, ambiente. Algunos temas me han producido dolor de cabeza, no son lo que necesito esta noche, pero no puedo dejar de reconocer que el álbum es un ejemplo perfecto del talento excepcional de Peter Gabriel para contar historias a través de su música. Sin embargo, me han parecido maravillosos otros temas en los que demuestra, una vez más, su enorme capacidad para crear canciones líricamente profundas y musicalmente ricas. Allá van The Time of the Turning Father, son. Espero que os gusten.

Cuando no parezca haber esperanza, construyamos el mañana hoy…Que será la mejor medida de lo que estás haciendo… De lo que puedes dejar atrás…Tus hijos…y los hijos de tus hijos… ¿has pensado alguna vez en lo que se encontrarán? Construyamos el mañana… Hoy… (Peter Gabriel: OVO). Tengamos esperanza de que en algún momento todo pasará.

Nada más por hoy. Felices sueños.


viernes, 3 de octubre de 2025

“Kind of Blue”, la melancolía de Miles Davis

 “Lleva mucho tiempo sonar como uno mismo”

Desde que me aficioné hace ya dieciséis años a acabar mis largos días compartiendo mi pequeño universo musical (germen de lo que dos años después supuso la creación de este blog) he hecho más de un quiebro para no tropezarme con él. Todo lo que pueda yo decir de Miles Davis, ya está dicho. Eso sí. No dejo de preguntarme qué hubiera sido del jazz moderno sin él.

Si lo pensáis, Miles Davis es, tal vez, el único músico de jazz que nunca tuvo un apodo. Él es Miles, punto. Y “Kind of Blue”, uno de los 20 discos más importantes de la historia de la música. O no. Pero no es imprescindible tener la razón para describir correctamente la realidad. Era el 17 de agosto de 1959, y un nuevo disco de jazz salía a escena a generar un punto de inflexión en la historia de la música: 66 años desde su lanzamiento y sigue siendo ese referente musical que marcó un antes y un después en la historia del género y más allá.

Cuando “Kind of Blue” se grabó, algo misterioso ocurrió en la historia de la música moderna, pues registró de manera casi plástica y como que sin querer queriendo y sin mayor ensayo previo, ésta es la cuestión, la melancolía de una nación. ¿Qué había en “Kind of Blue” que hizo que una refinada élite que disfrutaba, esencialmente, de la música clásica se interesara por lo que aquellos rebeldes (de mayoría afroamericana) tocaban? La respuesta, en gran medida, está en Blue in Green: la balada que “blanqueó” al jazz.

Estaréis conmigo en que Blue in Green es absolutamente impresionante. La melodía es de una belleza cautivadora, transmite una profunda sensación de calma e introspección creando una atmósfera de nostalgia y serena reflexión. La interacción entre el piano de Bill Evans y la trompeta de Miles es sencillamente mágica. En realidad, Blue in Green no es solo una canción, es una experiencia: un viaje jazzístico a través de la emoción y el alma.

John Coltrane, Cannonball Aderley, Miles Davis y Bill Evans, fotografiados por Don Hunstein durante la grabación de 1959 (Clarín)
En la portada del disco, con su “arma” entre las manos, el gran trompetista nos reclama, nos dice que nos sentemos con tranquilidad para oír algo atemporal, algo que, oído hoy después de tantos años, sigue siendo una verdadera obra de arte. Otros cuatro temas forman el álbum: So what, Freddie Freeloader, All blues y Flamenco sketches. Con Miles Davis a la trompeta, John Coltrane al saxofón, Bill Evans al piano, al contrabajo Paul Chambers y a la batería Jimmy Cobb. El saxofón alto fue tocado en este álbum por Julian «Cannonball» Adderley, cada pieza musical constituye un diálogo entre los instrumentos.

Podemos decir sin temor a equivocarnos que Miles Davis es "el artista" por excelencia. Un hombre imprescindible en el jazz moderno ¡desde finales de los 40! Lo fue para los Boppers al lado de Charlie Parker, para el cool con Gerry Mulligan, para… ¿para quién no?. Miles, como el genio que era, escogió en el momento preciso a las personas adecuadas para abrirle paso a una tendencia fundamental que, de no haber sido por esa selección y por esa conjunción musical, se habría diluido irremediablemente en el barullo azaroso de la vida y el trabajo en el que todos estaban inmersos. Miles dibujó en ese instante un arco temporal en función del cual la influencia de la música interpretada estaba llamada a tener una consistencia de perduración canónica, como ocurrió con lo que hicieron Bach o Mozart o Beethoven, que pareciera que están fuera del tiempo, que sus composiciones son siempre contemporáneas, que nunca suenan a viejo, que son, literalmente, clásicos. Y si algo adquiere el estatuto de clásico es porque está fuera y por encima de las modas. Miles es el músico del SXX. Hacer una obra maestra tiene mérito, reinventarse varias veces a si mismo con obras maestras, es lo que le hace imprescindible.

Fotografía de Cultura Inquieta

Un último dato: "Kind of blue" vendió, nada más y nada menos, que más de 2.000.000 de copias. Un hit en el jazz en tiempos del reinado del rock que puso el listón muy alto durante décadas. En la actualidad, todavía vende 5.000 copias a la semana.

No me voy a despedir sin hablar de Gaza. Cuando Janine di Giovanni, una periodista que ha cubierto Sarajevo, Ruanda, Irak o Siria dice que nada se compara con Gaza, no es una hipérbole: es un diagnóstico. Gaza no solo es la violencia extrema contra una población encerrada y castigada colectivamente, es también el espejo que nos devuelve la imagen más repugnante de nuestra época: Lo que distingue a Gaza no es solo el horror, sino la impunidad con la que se ejecuta mientras Trump y Netanyahu nos venden un plan de paz sin garantías ni justicia. Ofrecen a los palestinos la opción de elegir entre el apartheid colonial y la ocupación, en el mejor de los casos, y en el peor, sirve de pretexto para la continuación del genocidio. No es un plan de paz, es un ultimátum. Mientras, Israel asaltó el miércoles los barcos de la flotilla Global Sumud en aguas internacionales, donde rige el derecho a la libre navegación. Fue, por tanto, una operación completamente ilegal, que ha levantado protestas en todo elmundo. Israel es un estado genocida. Y desde este espacio no dejaré de denunciarlo. No desconectemos de nuestra humanidad, no dejemos de hablar de Palestina.

Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב


 


domingo, 28 de septiembre de 2025

Cuando la pena vuela

"De repente, algo nuevo, inesperado, nos ha penetrado; nuestros sentimientos enmudecen en una tímida turbación, todo en nosotros se retira, surge un silencio, y la nueva experiencia, que nadie conoce, se yergue en medio de todo y no dice nada ”  (Rainer Maria Rilke)   

A veces las tristeza llega sin avisar, se cuela por el quicio de la puerta, se instala como una nube oscura, se hace densa, pesa. Es entonces cuando hace falta que la pena empiece a volar. Porque el dolor también es un lenguaje que pide ser escuchado.

©Brian Ingram

DESALIENTO
 
Fijo mis ojos en su mirada fría,
huyen sin dejar rastro las horas;
se anclan los miedos
en las pupilas gastadas.
Caen las palabras, plomizas,
como lluvia incesante,
húmedas de lágrimas contenidas.
Con el arrullo de una voz quebrada,
intenta dormir para siempre.
Un minuto se ha roto en el cristal,
el paisaje ha sangrado sin quejarse
emanando lamentos de escarcha.
Brazos que dejan de extenderse
para demorarse en puños apretados.
Ante tanto dolor,
mis palabras mueren antes de ser oídas.


El Adagio for Strings de Samuel Barber fue considerada “la canción más triste del mundo”. Quizás por eso la BBC Synphony Orquestra la grabó 4 días después de los atentados del 11S. Aunque si hay una canción que me pone un nudo en la garganta desde el primer día que la escuche hace más de 50 años es Blue Moon de Ella Fitzgerald.

Dice  Rilke que la tristeza es necesaria para poder crecer. Que cuando entra dentro de uno lo hace de manera inesperada y que, precisamente por eso, y por ser algo que no está habitualmente en nosotros, cuando aparece nos coge con las defensas bajadas. Los poetas y los músicos saben lidiar con sus demonios, los aplastan a base de versos, canciones y melodías. O, como mínimo, los contienen. Los seres mundanos como la mayoría de nosotros, no.  Ellos saben convivir con la tristeza, esa odiada palabra que parece no tener cabida en la vida trepidante de felicidad impuesta en la que están prohibidas las lágrimas. Llanto contenido en la boca del estómago. ¡Qué error más grande! El dolor no nos define pero una lágrima puede ayudarnos a saber quienes somos. Porque ¿qué es una lágrima sino un poema líquido?

A UNA LÁGRIMA

Gota del mar donde en naufragio lento
se hunde el navío negro de una pena;
gota que, rebosando, nubla y llena
los ojos olvidados del contento.
 
Grito hecho perla por el desaliento
de saber que si llega a un alma ajena,
ésta, sin escucharlo, le condena
por vergonzoso heraldo del tormento.

Piedad para esa gota, que es cual llama
de la que el corazón se desahoga
cual desahoga espinas una rama.
 
Piedad para la lágrima que azoga
el dolor, pues si así no se derrama,
el alma, en esa lágrima se ahoga...
 

Lágrima de Francisco Tárrega

“La poesía puede salvar el mundo. Creo firmemente en su poder curativo y transformador. Ojalá más gente la leyera... La poesía es probablemente lo más cercano que puede llegar a ser un sentimiento religioso. Creo que la poesía hace que el mundo se detenga”. (Carol Muske-Dukes). Poesía, refugio del dolor; lo transforma, lo domestica. La poesía siempre es caricia, una caricia que a veces duele. La música no deja de ser una suerte de escondite donde poder escabullirnos.

UMBRÍO POR LA PENA, CASI BRUNO...
 
Umbrío por la pena, casi bruno,
porque la pena tizna cuando estalla,
donde yo no me hallo no se halla
hombre más apenado que ninguno.
 
Sobre la pena duermo solo y uno,
pena en mi paz y pena en mi batalla,
perro que ni me deja ni se calla,
siempre a su dueño fiel, pero importuno.
 
Cardos y penas llevo por corona,
cardos y penas siembran sus leopardos
y no me dejan bueno hueso alguno.
 
No podrá con la pena mi persona
rodeada de penas y de cardos:
¡cuánto penar para morirse uno!

Dante, el gran poeta de los siglos medios, dijo que aquel que sabe de dolor todo lo sabe. El dolor es un suelo sagrado por el cual pisa y pasa la poesía, cuando sus versos exploran el desgarro del alma; dolor reconocido, validado y trascendido.

EL DOLOR ENVEJECE MÁS QUE EL TIEMPO
 
El dolor envejece más que el tiempo,
este dolor dolor que no se acaba,
y que te duele todo todo todo
sin dolerte en el cuerpo nada nada.
 
A tantos días de dolor se muere uno,
ni la vida se va,
ni el corazón se para,
es el dolor acumulado el que,
cuando no lo soportas,
él te aplasta.
 
Mi accidente será un buen epitafio:
Cuando una calle bajo el sol cruzaba,
de dolor – o de amor – es lo mismo,
murió desbaratada.
 
Gloria Fuertes

Tears in Heaven de Eric Clapton es una de las canciones más crudas de la historia y que ojalá nunca hubiera sido escrita. ¿Puede haber mayor dolor que la muerte de un hijo?

¿Os habéis preguntado alguna vez cómo suena la tristeza? ¿qué es lo que la hace tan reconocible al oído, traspasando incluso las barreras culturales? No la tristeza atributo de superioridad, característica con la que los hombres que se creen excelsos se reconocen entre ellos y se conocen a sí mismos, sino esa tristeza profunda, sentimiento dolorido...

ODA A LA TRISTEZA (fragmento)

Tristeza, escarabajo
de siete patas rotas,
huevo de telaraña,
rata descalabrada,
esqueleto de perra:
Aquí no entras.
No pasa.
Ándate.
Vuelve
al sur con tu paraguas,
vuelve
al norte con tus dientes de culebra.
Aquí vive un poeta.
La tristeza no puede
entrar por estas puertas.
Por las ventanas
entra el aire del mundo,
las rojas rosas nuevas,
las banderas bordadas
del pueblo y sus victoria.
No puedes.
Aquí no entras.
Sacude
tus alas de murciélago,
yo pisaré las plumas
que caen de tu mano,
yo barreré los trozos
de tu cadáver hacia
las cuatro puntas del viento,
yo te torceré el cuello,
te coseré los ojos,
cortaré tu mortaja
y enterraré, tristeza, tus huesos roedores
bajo la primavera de un manzano.

Pablo Neruda

 Para Schubert no existía música alegre. En su diario, en marzo de 1824, anotó: "Mis obras son fruto del conocimiento que tengo de la música y también de mi conocimiento sobre el dolor".

Sonate n° 20 en la mayor D. 959  interpretada por Geoffroy Couteau.

Si hay un dolor idealizado e idealizante, ese que se siente por el mero gusto de padecerlo; un dolor visceral, irreflexivo, un dolor, en fin, profundamente egoísta y apasionado, es el que transmite Chopin en su Nocturno Nº2.

Luis Cernuda en una carta a Jorge Guillén en 1928 escribió: “La Poesía es la mentira de las estrellas en el cielo imposible, está en el aire donde por desgracia nuestra, mantiene eternamente un equilibrio infernal; ¡si cayese!”. Contemplando la muralla del infinito, ante el hálito salvaje del abismo al que parecemos abocados intentamos en vano huir de la melancolía, pero no podemos.

EN EL REGAZO DE LA TARDE TRISTE…
 
En el regazo de la tarde triste
yo invoqué tu dolor… Sentirlo era
¡Sentirte el corazón! Palideciste
hasta la voz, tus párpados de cera.
 
Bajaron… y callaste… Pareciste
oír pasar la muerte… Yo que abriera
tu herida mordí en ella -¿Me sentiste? -
¡Como en el oro de un panal mordiera!
 
Y exprimí más, traidora, dulcemente
tu corazón herido mortalmente;
por la cruel daga rara y exquisita
de un mal sin nombre, ¡Hasta sangrarlo en llanto!
y las mil bocas de mi sed maldita
tendí a esa fuente abierta en tu quebranto
 
¿Por qué fui tu vampiro de amargura?
¿Soy flor o estirpe de una especie oscura
que come llagas y que bebe el llanto?
 
Delmira Agustini

D'un soir triste de Lili Boulanger (1893-1918)

Melancolía al sentir que vivimos una vida falsa, una mentira, algo que no es vida y que es un castigo. Un débil fulgor. Un destierro permanente, constante, sin remedio, sin solución, sin consuelo.

EL DESPERTAR (fragmento)


Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios
 


Qué haré con el miedo
Qué haré con el miedo
 
Ya no baila la luz en mi sonrisa
ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos
 
Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre
 
Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.
 
Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada
 
Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue
 
¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?
 
¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?
 
El principio ha dado a luz el final
Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual
 
Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde
 
Señor
Arroja los féretros de mi sangre
 
Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón
 
Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos
 
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas
 
Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo
 

 ¿Puede existir una canción tan triste que haga que la gente que la escucha cometa suicidio poco después? Una muy difundida leyenda urbana afirma que la canción Gloomy Sunday tiene semejantes poderes. Debido a su relación --real o imaginaria-- con diferentes suicidios a lo largo del siglo XX, ha sido llamada popularmente "la canción húngara del suicidio." Pese a ello la maravillosa voz de Billie Holiday le dio un halo de esperanza y contribuyó a su posterior legado tanto de muertes como de artistas que querían versionarla.

Melancolía, pena, tristeza, dolor, nostalgias, pérdidas… Versos y melodías hacen de la pena una escultura; saben labrar lo que, en definitiva, siente cada uno de forma personal e intransferible. La poesía y la música pueden ser un lugar donde lavar el dolor para luego encontrar (o no) la esperanza.

DICE LA ESPERANZA: UN DÍA...
 
Dice la esperanza: Un día
la verás, si bien esperas.
Dice la desesperanza:
Sólo tu amargura es ella.
Late, corazón... No todo
se lo ha tragado la tierra.


Esta lacrimosa obra que define la difícil sensación de frustración y pena es .Everybody Hurts R.E.M. 

A Leonard Cohen lo llaman el poeta de la tristeza y la depresión, sus historias retratan los recovecos del alma humana. Un día dijo que se sentaba a la puerta de su casa esperando que vinieran tiempos mejores. A veces me siento así. Porque “es difícil sostener la mano de alguien que está alcanzando el cielo para rendirse”.


QUÉ HAGO AQUÍ
 
No sé si el mundo ha mentido
Yo he mentido
Yo no sé si el mundo ha conspirado contra el amor
Yo he conspirado contra el amor
El clima de tortura no constituye ningún consuelo
Yo he torturado
Aunque no hubiera existido la nube en forma de hongo
habría odiado
Escuchadme
Yo habría hecho las mismas cosas
aunque no existiera la muerte
Me niego a que se me sujete como a un borracho
bajo el frío grifo de los hechos
Yo rechazo la coartada universal
Como un ninfomaníaco que ata a un millar
en una extraña hermandad
Yo espero
a que cada uno de vosotros confiese.
 
Leonard Cohen

Halelluyah, la famosísima canción de Cohen, es un poema basado en historias bíblicas, relatos antiguos, creencias, fe, inseguridades e inquietudes existenciales. La versión del malogrado Jeff Buckley de tan solo voz y guitarra eléctrica transmite una tremenda tristeza.


Bueno...podría seguir hasta el infinito. Pero vamos a ir acabando. Esta pequeña, pequeñísima muestra de poemas y canciones de esta noche exploran el más intrincado de todos los laberintos, el de nuestro corazón. No son solo lamentos sino profundas reflexiones sobre la vida. Porque, seamos sinceros, apartemos fantasías y espejos, asumamos nuestra vulnerabilidad, confrontemos la verdad: Que nuestra lucha interna por ser felices fracasa con solo abrir los ojos a la realidad.

 EL REMORDIMIENTO
 
He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.
 
Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida
 
no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.
 
Jorge Luis Borges

Hurt es una canción que originalmente fue escrita por Trent Reznor, pero la versión de Johnny Cash es especialmente conmovedora. La interpretación de Cash, realizada en los últimos años de su vida, está impregnada de una profunda emoción que refleja el dolor y el arrepentimiento. La canción se ha convertido en un himno para quienes enfrentan sus propios demonios internos, ofreciendo una forma de catarsis a través de su poderosa letra y entrega emocional.


Fotografía de Huelva Información

Llegamos al final, ahora sí, con una mirada optimista. Según confesó Agatha Christie, la tristeza fue siempre una fuente de inspiración. La melancolía aparece claramente en su novela "Un triste ciprés", donde se explora el drama psicológico de la envidia y la inseguridad. "Me gusta vivir. A veces me he sentido terriblemente desesperada y profundamente miserable, atormentada por la tristeza; pero a pesar de todo, sigo teniendo la certeza de que el simple hecho de estar viva es algo grandioso".

EN PAZ
 
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
 
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
 
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
 
Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
 
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
 
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
 
Amado Nervo

Que vuele la pena, pues…

La Pena Vuela  Manuel García / Rozalén

Antes de despedirme quiero insistir en lo más triste, angustioso, deprimente y desesperante que estamos viviendo: Trump y Netanyahu ya demostraron en la ONU que no hay nada que les frene. Dicen que lo que no se nombra no existe, por eso, desde este espacio continuaré explicando y denunciando este genocidio, porque siento tristeza, impotencia y vergüenza hasta dolor. El silencio no es una opción.  Así que…

Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב


lunes, 22 de septiembre de 2025

“Roam”, el deambular de Eliën

 Un viaje atmosférico por el paisaje del alma de Europa

¿Os imagináis a una cantante convirtiendo una furgoneta en una pequeña sala de conciertos sobre ruedas para realizar una gira por Europa e invitar al público a entrar en su universo?  Eso es lo que hizo Élénie Wagner, Eliën una artista alternativa, cantante, compositora y creadora teatral nacida y radicada en Arnhem (Países Bajos). Criada como una niña multilingüe en un tranquilo pueblo de Alemania, la cantante siempre estuvo en contacto con diferentes culturas y países a lo largo de su infancia. El mejor remedio que tenía para superar el aburrimiento era cantar.

Fotografía: Die Rheinpfalz

En 2022, cuando la pandemia de la COVID tocaba a su fin, la artista holandesa adquirió una furgoneta, la convirtió en una minisala de conciertos sobre ruedas y escribió a todo tipo de festivales de Europa, diciéndoles que venía y que solo necesitaba público. Este es el origen de su álbum “Roam” (Deambular).

En su pequeña VW T5 azul, se embarcó en un viaje por ocho países europeos, entre ellos España, y recorrió sus festivales invitando a la gente a unirse a sus íntimas sesiones. A ese puñado de personas que asistían cada vez, les entregaba una tarjeta y un bolígrafo para que escribieran sus pensamientos, opiniones y reflexiones personales sobre la soledad y, quien quisiera, anotara su número de teléfono. Con ello pretendía tomar una instantánea del estado de ánimo de la joven Europa para trasnformarla en música, en un álbum con todas esas impresiones convertidas en canciones. Dos años después, más de 400 postales, testimonios manuscritos de la profunda conmoción que su música puede transmitir a la gente, colgaban en su furgoneta, y cuyo contenido se incorporó a las catorce canciones del álbum.


Fotografía: Die Rheinpfalz

“Roam” son, pues, catorce temas intensos y profundamente conmovedores, creados durante y después del viaje, que Eliën canta en inglés y holandés, sobre la sensación de perder el corazón por primera vez, el difícil camino del autoconocimiento, los miedos y las esperanzas. La artista rinde así homenaje a una sociedad en la que las personas de todo el continente luchan contra la creciente soledad, y al valor de la conexión y la amistad en la Europa pospandémica. "Roam" es un álbum etéreo que suena muy onírico en muchos momentos, con pasajes electrónicos y polifónicos. Una buena muestra de ello es Heights, una canción que trata sobre el miedo a lo desconocido y en la que la cantante se pregunta por qué hemos perdido nuestra curiosidad infantil y nuestro salvajismo.

Sus canciones se inspiran en diversas influencias; a caballo entre el indie-pop, la música clásica y el folk alternativo, Eliën ha encontrado su lugar en el espectro musical. Ya sea cantando sobre el intento desesperado de capturar momentos hermosos, ya sea revelando su yo más íntimo en I Lost My Heart, o sus miedos en Fear, Eliën forja su propio estilo al que es casi imposible resistirse. Pero ¿por qué deberíamos hacerlo? El "deambular" compartido es demasiado emocionante como para detenerlo.

Son historias de soledad, de redescubrimiento, de nuevas conexiones, de anhelo de una vida en libertad, cálidas y envolventes desde la primera nota: canciones orquestadas de forma minimalista y maravillosamente melancólicas, que se centran en su voz, entrenada, pero a veces tiernamente frágil, que nos envuelven una atmósfera mágica. En definitiva, una mirada melancólica a unos años confusos.

Esta melancólica mirada al pasado que une diferentes épocas, uniendo visiones y realidad, encaja a la perfección en esta Europa que nació de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial con una promesa: que nunca más se repetirían los horrores que la dejaron sin alma. Ochenta años después, a causa de la mayor crisis moral que nos azota, la ha vuelto a perder. Una tristísima conclusión musical para estos tiempos convulsos.

¡Ah! Y por favor. Estés donde estés, hagas lo que hagas, no dejes de hablar de Gaza. Nunca dejes de recordar Palestina. Hablad de Gaza incluso cuando otros se cansen de escuchar. Hablad de Palestina incluso cuando no sea tendencia. Incluso cuando un día nos digan que se acabó, porque no será verdad. Porque la verdad y la justicia se desvanecen cuando se ignoran. Hablar de Gaza no es hacer ruido. Es estar vivo. Es recordarnos colectivamente que aún somos humanos.

Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב

https://www.rtve.es/play/audios/musicas-posibles/razones-tendra-lluvia-18-01-25/16412314/
http://www.firab.org/es/programacion/525/

viernes, 12 de septiembre de 2025

La cristalina voz de Mariam Matossian y el genocidio armenio

Un firme compromiso con su pueblo y con los niños. 

Vivimos rodeados de verdaderos tesoros musicales que, a menudo, pasan desapercibidos. En este pequeño templo dedicado a aquella música que me gusta, impacta o me emociona, he tenido la oportunidad de compartir más de uno de esos tesoros. El de esta noche lo guardé cuando lo escuché por primera vez con la intención, como siempre, de investigar para conocerlo mejor, pero me olvidé de él. Aunque el amor por la música es un romance eterno que siempre te deja queriendo más, se quedó ahí, esperando el momento. Ha sido la necesidad de escuchar una voz que me ayudara a evadirme de un mundo en el que el ser humano se deshumaniza por segundos y nadie quiere hacer nada por devolvernos la humanidad, la que me ha llevado de nuevo hasta la cantante armenia Mariam Matossian. Un tesoro, sin duda.

Esto fue lo primero que conocí de ella hace ya 15 años: Hars Em Knoom, una canción tradicional armenia que habla de una novia que agradece a su madre todo el cuidado, la guía y el amor que le ha brindado.

Esta mujer, nacida y criada en Vancouver, se ha dedicado a recoger el repertorio tradicional armenio para darlo a conocer a todo el mundo. En 1998 se convirtió en el primer miembro de su familia en viajar a Armenia desde que su abuela, una sobreviviente del olvidado genocidio armenio, había sido deportada. Un lugar en el que se sentía como en casa a pesar de que nunca lo había visitado antes. Su nombre, Mariam, es el de su abuela, a la que no conoció, y que le encantaba cantar. En la familia de Matossian, la tradición del canto se transmite de la bisabuela a la abuela, de la abuela a la madre y de madre a hija en una cadena interminable de pasión, fe e inspiración. Como miembro más joven de este linaje, se enteró de estas canciones a una edad temprana. El canto fue rápidamente para ella tan natural como respirar. Su voz, maravillosa. Su compromiso con su pueblo, indiscutible.

En sus dos viajes a sus orígenes, Mariam trabajó como voluntaria en Ereván, la capital de Armenia, para un periódico inglés, con niños y adultos. "... Mi sueño siempre ha sido compartir la historia de mi cultura con el mayor número de personas que la quieran escuchar. My grandparent's story -- especially accounts of their faith, resilience, and hope despite the many obstacles that they endured -- and more recently, the plight of the street children in Armenia -- the very children who taught me some of the songs which are now on this album -- have inspired me. La historia de mis abuelos, en especial las cuentas de su fe, resistencia y esperanza a pesar de los muchos obstáculos que soportaron, y la situación de los niños de la calle en Armenia - a aquellos niños que me enseñaron algunas de las canciones- me han inspirado. I long to share these stories with others. Anhelo compartir estas historias con otras personas. And as I pass on this music, these stories to others, I hope that people will be as enriched as I have been.” Y cuando paso a través de la música, estas historias a los demás, espero que la gente se enriquezca tanto como yo". (Del perfil de su blog)

A pesar de las espectativas creadas cuando empezó su carrera musical en 2004, solo ha grabado dos discos: “Far From Home” (Lejos de casa) y “In the Light” (En la luz). En su poderoso álbum debut, combina los sonidos únicos del duduk, el oud, la mandolina, la guitarra y los ritmos hipnóticos del djembé, el dumbec y el udu con su fascinante voz para llevar a cada oyente a un viaje encantador a Armenia. Escuchad esta maravilla.

“Lejos de casa” es una colección de 10 canciones folklóricas armenias repartidas en 13 pistas (la canción que acabáis de escuchar, Groong / The Crane, la interpreta tres veces de manera diferente) cantada en un estilo inocente muy claro, medido y, en última instancia, dulce que captura al oyente desde su primera respiración. Este tema forma parte de la banda sonora del conmovedor documental “Genocidi in Me”, que aborda el impacto del Genocidio Armenio de 1915 en la vida de la joven cineasta Araz Artinian, quien, como tantos, ha tenido que cargar con este legado desde su infancia.

En sus trabajos hay básicamente dos tipos de canciones: los cantos de alegría, que por lo general celebran la belleza de la tierra, y canciones que son tristes o inquietantes. Canciones sobre el dolor de estar separado de la patria, letras que describen la patria como madre o como amante. Es el caso de Mayrikis: He dejado mi tierra natal / Soy un pobre extraño, no tengo hogar.

Antes de pasar a su segundo y último disco, escuchad esta preciosa canción de cuna, Oror. A veces, la voz de Matossian es tan ligera como el aire.

En resumen, este disco es un viaje musical emocional a través de un paisaje vocal revelador que te acompaña, incluso, después de cada canción. No importa si no entiendes la letra; no es necesario.

El otro álbum, “En la luz”, fue lanzado en 2007. En él se nos vuelve a mostrar la hipnótica voz pura de Mariam y sus conmovedoras y atractivas interpretaciones. Este álbum también incluye composiciones originales con letra y música de Matossian, como Nor Yerk (Canción Nueva) o la inquietante Narineh que trata sobre la sobrina de un amigo que desapareció en Irak y que dedica a todas las víctimas de la guerras.

Con canciones como Patsvaz Vart (Rosa Floreciente) y el acompañamiento de su banda, Matossian añade una dimensión completamente nueva a las canciones folclóricas de su primer álbum.

Aunque su discografía sea tan escasa y no hay publicada mucha información sobre ella, Matossian ha seguido actuando en solitario o con su banda. Al menos así lo muestran sus perfiles en redes: la última publicación de Facebook es de 2021. Debido a sus creencias profundamente cristianas, Mariam se dedicó unos años por completo a sus hijos y a su familia.  En esta entrevista de 2014 aseguraba que volvería a grabar. Han pasado 11 años.

Si bien canta canciones folclóricas armenias, es difícil pensar en Mariam Matossian como una simple cantante de folk armenio. La mayoría de su público ni siquiera lo es. Su música es inclusiva y también la usa como un medio para educar a la gente sobre el genocidio de su pueblo y transmitir un mensaje de amor y de esperanza. “Quiero usarla para decir: 'Miren la belleza que surgió de eventos tan horribles'. No terminó ahí, la historia continuó”, dice. “Eso es universal”. Me hubiera encantado saber qué piensa del genocidio palestino que estamos viviendo en directo (y aún así muchos lo niegan) y de la indiferencia del mundo. Seguramente no es casual que su música, su voz y su mensaje sean los protagonistas de esta noche.

Ya veis; eso que llamamos "voz de terciopelo" existe. La voz de Mariam Matossian es una buena muestra. Y ella combina esa voz con su música para tocarnos el alma sin que nos demos cuenta. Escuchadla; escuchadla para que el alma pueda descansar y encontrar paz en su dolor. Ojalá, escuchándola, se descongelen nuestros corazones. Porque yo al menos, hay días que tengo el corazón helado. 

Genocidio que se niega, genocidio que se repite. (Y se ha repetido) 

Entre 1915 y 1923 fuerom masacrados más de un millón de armenios (ANRed)

Más de ciento diez años después de cometido el Genocidio Armenio perpetrado por el Imperio Otomano y el estado de Turquía entre 1915 y 1923 en el que aproximadamente un millón de armenios fueron masacrados, en lo que luego pasó a la historia como el “Primer Genocidio del siglo XX”, las sofisticadas prácticas negacionistas del Estado responsable continúan con hasta el presente. “Maten a cada mujer, niño y hombre armenio sin ninguna contemplación” (Talaat Pasha líder político del Comité de Unión y Progreso o “Jóvenes turcos”) Sin embargo, la actitud de la “comunidad internacional” a los largo de estos años, ha sido muy diferente comparada con el genocidio palestino.

 El 20 de abril de 1965, Uruguay se convirtió en el primer país en reconocer el Genocidio Armenio. El 7 de noviembre de 1989, la Unión para el Judaísmo Reformistael mayor movimiento judío en los EE.UU, aprobó una resolución para el reconocimiento del genocidio armenio. En enero de 2001, Francia reconoce públicamente que lo ocurrido en 2015 fue un genocidio. En 2012 promulgó una ley para penalizar a quien lo negara. El 3 de marzo de 2015, el Partido Popular Europeo (PPE) adoptó una resolución reconociendo y condenando el genocidio armenio y rindiendo homenaje a las víctimas en el centenario. Unos días antes, el Papa Francisco dijo que el genocidio armenio fue "el primer genocidio del siglo XX". La palabra no la volvió a utilizar, debido a la fuerte reacción turca, hasta junio de 2016, cuando el pontífice reafirmó y consolidó su postura y condenó enérgicamente la persistente negación del mismo. El 15 de abril de ese año, el Parlamento Europeo respaldó una moción que califica de genocidio la masacre. A su vez, el Consejo Central de Judíos de Alemania pidió al gobierno alemán ese reconocimiento. "Hace cien años, el gobierno del Imperio Otomano ordenó la deportación de un millón de armenios. Fueron asesinados directamente o murieron de hambre y deshidratación en el desierto”, dijo el presidente del Consejo Central, Josef Schuster, al periódico Der Tagesspiegel, agregando: “Estos terribles hechos deberían llamarse como fueron: un genocidio”. Schuster dijo que el genocidio armenio sirvió más tarde a Adolf Hitler y sus nazis como modelo para el Holocausto. Seis meses después, el Consejo Judío para los Asuntos Públicos publicó una resolución en la que pedía al gobierno de los EE. UU. que reconociera las masacres turcas de armenios como un genocidio. En 2021 lo reconoció Joe Biden. Hace escasamente 15 días, por primera vez, Netanyahu, ante el deterioro de su relaciones con Erdoğan hizo lo propio en una entrevista (¿se puede ser más cínico?). Hasta el momento, 35 países y muchísimas regiones, provincias, municipios y comisiones parlamentarias han reconocido el genocidio armenio. Hoy, el negacionismo es una justificación que continúa deshumanizando a las víctimas al responsabilizarlas de su propia destrucción. ¿Y el genocidio palestino? No hace falta decir mucho más. 

¿Qué hacer frente a un hecho tan aberrante como un genocidio, que estamos viendo cada día en directo, cuando sus perpetradores y buena parte de la comunidad internacional se empecinan en negarlo? Desesperarnos de impotencia, tristeza y rabia. Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros que buena falta nos hace. 

Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on Надобраніч. طاب مساؤك. לילה טוב