Un clásico entre los clásicos, un disco de culto
A medida que pasan los años soy más consciente de cómo el tiempo oxida los recuerdos, los borra de nuestra memoria o simplemente los entierra para hacer espacio y así poder recordar lo necesario para poder seguir vivos. Sin embargo, eso no siempre es cierto. Hay cosas que las mantenemos, que aunque no estén continuamente presentes siguen ahí, adormiladas en un rinconcito de la mente porque son, sin duda, inmortales. Eso pasa con la música; siempre hay un soplo que la mantiene viva, desafiando todos los límites, incluidos aquellos que tratan de engullirnos en la ineludible secuencia de los tiempos. Es lo que llaman la magia del arte. Esa magia ha hecho que una armónica en un anuncio publicitario me haya transportado de golpe a esta canción.
No sé cuántos años hace que no escuchaba este disco de Neil Young. Muchos. Hoy es un buen día para recuperar a este músico canadiense con sangre india que se unió tardíamente al super grupo formado por Cosby, Still y Nash. Tras su separación, Neil grabó un álbum emblemático, uno de esos discos que sólo un genio es capaz de hacer, lo que en tiempos remotos se denominab obra maestra. Esta joya forma parte indiscutible de la Historia de la Música. Es un álbum irrepetible y totalmente recomendable para todos los aficionados al rock clásico. Personalmente, me trae imborrables recuerdos de mi vida en el barrio de Sant Andreu, de cuando íbamos a Rodons, en la calle Sant Ildefons, a comprar vinilos tirados de precio con el carro de la compra. La de joyas que pudimos conseguir en aquel antro. Música inolvidable que compone la banda sonora de una de la épocas más intensas de mi vida y que cuatro notas de una armónica han despertado de su letargo.
Fotografía de "Plásticos y Decibelios" |
Neil Young ya era un cantante conocido, con una trayectoria ascendente, cuando lanzó “Harvest” en febrero de 1972 pero Heart of Gold se convirtió en su canción insignia y fue su único éxito número 1 en los Estados Unidos. El músico acababa de divorciarse de su primera esposa y tenía unos problemas de espalda que le impedían mantenerse en pie. El resultado fue que grabó su disco más vendido, meloso y comercial para algunos críticos, pero una gema en ese camino de alambre entre el rock, el folk y el country en el que se mueve cómodo Young.
Otro de sus éxitos fue Old Man. Young se inspiró en Louis Avila, el cuidador del rancho del norte de California que había comprado recientemente. En enero de 1971, en una entrevista a la BBC explicó: "Esta es una nueva canción que escribí sobre mi rancho. Ahora vivo en un rancho. Por suerte. Hay un viejo que vive en él, que vino con el lugar cuando yo lo compré. Los ranchos tienen capataces que generalmente se quedan allí con las vacas, sin importar quién sea el dueño."
La lenta e innegablemente bonita canción que da título al álbum tiene una letra oscura. El crítico musical Johnny Rogan la describe como una presentación de preguntas retóricas sobre una relación con una mujer. Young siempre dijo que la consideraba la mejor canción de “Harvest”. No sé si es la mejor pero sí que podemos considerarla como una de las mejores canciones confesionales de Young en la que expresa su culpa por no poder aceptar y corresponder todo el amor que una mujer quiere darle.
Los tonos pastorales del álbum se rompen sólo una vez, en el alegre y generalmente edificante Are You Ready for the Country, que también es uno de los pocos temas con guitarra eléctrica.
Acabaré esta selección con la orquestal There's A World, grabada con la Orquesta Sinfónica de Londres en el humilde Barking Town Hall, es una audaz. y sorprendente balada que constrasta con el resto de temas. La podemos escuchar en vivo en el Massey Hall de Toronto, en 1971.
Young, incapacitado por ese problema físico que le impedía estar de pie tocar la guitarra eléctrica, aprovechó en este trabajo la creciente sensación de principios de los 70 de que la música no necesitaba ser cada vez más ruidosa y grandiosa; decidió que podía grabar en una cocina, en un granero... Pero no lo hizo solo; además de la Orquesta Sinfónica de Londres le acompañan en esta “cosecha” las voces de David Crosby , Graham Nash , Linda. Ronstadt , Stephen Stills y James Taylor
Ronstadt, Young y Taylor. Imagen de "Classic Rockers" |
Con
estos mimbres, “Harvest” consigue ser un viaje atemporal, un paisaje inhóspito en mitad del desierto; un grito de dolor, de ausencia, de furia, intrépido,
temerario y salvaje. “¿Te has preguntado alguna vez que hace falta para
componer una canción? Ojalá supiera los ingredientes exactos, pero no se me
ocurre nada específico. Para mí, las canciones son producto de la experiencia y
de una alineación cósmica de circunstancias. Es decir, quién eres y qué sientes
en un momento determinado “. (Neil
Young, Memorias). Por cierto. ¿Sabéis que el mítico artista retiró su
catálogo de Spoty después de que la plataforma no revisara los contenidos de un
podcast antivacunas en 2022 y no regresó hasta hace un mes? Dos años de boicot al que tuvo que renunciar cuando Apple y Amazon hicieron lo mismo. Ningún artista puede abandonar todas las plataformas de streaming si no quiere desaparecer.
Llegamos
al final de este repentino ejercicio de nostalgia. Gracias por amar la música. Cuidaos
mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión
rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al
genocidio palestino!
Buenas
noches. Bona nit. Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on. طاب
مساؤك. לילה טוב
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