De raza le viene al galgo
La música cubana
lleva años prosperando; músicos de toda la isla se han ido presentando en
las escenas más famosas del mundo. ¿Cuál es el motivo de su éxito? Quizás
porque en la música cubana se evidencia una amplia gama de géneros, variantes y
estilos, un crisol que abarca desde los nebulosos orígenes de la isla caribeña hasta
el reconocimiento universal del que goza hoy en día. El gran prodigio que
supuso Buena
Vista Social Club dio lugar a una nueva generación de artistas cubanos en
un viaje que teje dentro y fuera de la música tradicional de la isla,
recogiendo influencias de jazz, clásicas y afrocubanas a lo largo del camino
para crear un musical asombrosamente original paisaje.
Esta noche
vamos a pararnos en uno de sus mejores pianistas, Roberto Fonseca, uno
de los nombres que merecen una distinción propia. Tanto por su labor como revulsivo
con Buena Vista Social Club como por su inolvidable dúo con Omara Portuondo, ha
alcanzado una veteranía y una experiencia que lo acreditan como uno de los
mejores embajadores de la tradición y la modernidad de las sonoridades
afrocubanas. Sin duda una de las estrellas de la multitudinaria escena musical
cubana.
Roberto nació en 1975 en La Habana, en el seno de una familia de músicos. Empezó a tocar la batería cuando tenía
cuatro años. Su primer concierto profesional lo dio con un conjunto que versionaba
temas de los Beatles. A los 8 años se pasó al piano y continuó con este
instrumento, asombrando a las multitudes con una actuación en el Festival Internacional de Jazz de La
Habana, con apenas 15 años. Su interés desde una edad tan temprana por la
percusión influyó claramente en su estilo "percusivo" de tocar el
piano. Fonseca recibió parte de su formación musical del Instituto Superior de Arte de Cuba, que cada
año recibe a cientos de músicos, cineastas y otros artistas. Los estudiantes de
música ISA estudian música clásica y música tradicional cubana, no importa lo
que quieran tocar.
Después de
graduarse de la universidad con una maestría en composición, se asoció con Javier Zalba para formar el
grupo Temperamento una banda que tiene, entre otros, el mérito de haber
ensanchando los límites del jazz hecho en Cuba. Con él tiene lugar su debut de
1999 con su larga duración “En el Comienzo” premio al mejor álbum de jazz en el
festival Cubadisco. Un disco en solitario, “Tiene Que Ver”, siguió en el mismo
año. Después del doble golpe de 2001 con “Elengó” y “No Limit”, se concentró en
gira con Buena Vista Social Club y Rubén González,
y produciendo discos para Asa Festoon
y el difunto Ibrahim
Ferrer. En 2007, volvió con “Zamazu”y luego siguió con “Akokan” en 2009, “Live
in Marciac” en 2010 y “Yo”, en 2012, LP que va más allá de los límites
habituales del jazz afrocubano.
Después de casi tres años sin grabar en 2015,
Fonseca publicó con el sello Jazz
Village, “Ayt Home: Live In Marcia” en dúo con la cantante y compositora de
Costa de Marfil, Fatoumata
Diawara. Al año siguiente, el pianista lanzó “ABUC”, su debut con Impulse
Records. El álbum volvió a visitar sus raíces afrocubanas. Entre sus invitados
estuvieron Trombone
Shorty, el trompetista Manuel
"Guajiro" Mirabal, vocalistas Daymé Arocena y Carlos
Calunga, y el guitarrista de Buena Vista Social Club, Eliades Ochoa. Sobre
este trabajo Fonseca dijo: "Grabé material suficiente para tres
álbumes más. Pero fue difícil sacar canciones porque necesitaba estar enfocado
en lo que quiero expresar a la gente. Este álbum no se trata de mostrar ninguna
habilidad. No se trata del pianista Roberto Fonseca. Se trata de compartir la cultura
cubano.
Para conocerlo
mejor y entender qué supone Roberto Fonseca, muy significativas son las palabras del propio
pianista en una entrevista con Neil Tesser, anfitrión de WFMT Jazz Network."No
quiero que la gente me llame solo un músico de jazz o un músico cubano
tradicional", dijo "En la escuela solíamos considerar el jazz americano como un punto de
referencia. Siempre sentí que mi música sería una fusión de géneros... Me
gustaron muchos músicos de jazz, como Herbie Hancock y Keith Jarrett, pero
también viejos clásicos americanos de funk y soul".
La familia del pianista rebosaba música por los cuatro costados. Roberto Fonseca Durade, su padre, era percusionista y sus hermanos también tocan. Y no podemos olvidar
su estrecha relación con Chuchito
y Bebo Valdés,
hijos del inimitable pianista cubano Chucho Valdés y
estrellas por derecho propio. Además, su madre, Mercedes Cortés, es una conocida
cantante de bolero. “A veces, cuando mi mamá cocinaba, ella cantaba boleros, y yo casi
estaba en estado de shock porque era tan dulce. El bolero es hermoso,
especialmente cuando viene de ella”
Pero lo que es
fundamental es el hecho de haber nacido en la isla. "En Cuba se puede encontrar
cualquier tipo de música: mariachi, heavy metal, dubstep, o incluso jazz
gratis. Usted encontrará todo en Cuba. Digo todo el tiempo que Cuba es una
fábrica de música. Es un misterio - es algo mágico que usted encontrará allí en
cualquier tipo de música. Es por eso que usted se sentirá influencia clásica,
influencia rock, o hip-hop influencia en mi música. Soy un músico de mente
abierta”. Algunos de sus compositores clásicos favoritos son Bach,
Beethoven, Scriabin, Rachmaninoff, Tchaikovsky y Wagner.
Esa formación
clásica casi le hizo dejar de tocar el piano por completo. "El pianista que realmente
me gusta es Glenn Gould"
afirma con rotundidad. "Cuando estaba en la escuela, mi
profesor nos mostró muchos diferentes pianistas clásicos. Un día nos mostró a
Glenn Gould. Estaba tan sorprendido cuando escuché sus Variaciones
de Goldberg (probablemente las grabaciones de Columbia de 1955) que
decidí dejar el piano. Iba a renunciar. Esas piezas son tan difíciles, pero él
lo hacía parecer tan fácil” Afortunadamente para los amantes de la
música de todo el mundo, Fonseca, finalmente, se aferró al piano.
La música
tradicional cubana permite a Fonseca explorar su propia voz y su patrimonio
cultural. "La cultura cubana es realmente abierta y realmente enorme", afirmó con rotundidad. "Claro, hay algunas cosas que tienes que tocar para mostrar de
dónde vienes. Esas son las reglas. Pero no lo hagas de la misma manera que todo
el mundo. Tenemos un montón de géneros como tumbao, changüí, y guajiras. Son hermosos,
pero puedes mantenerlas frescos y tratar, a la vez, de encontrar tu propia voz.
Eso es lo que estoy tratando de hacer".
La energía que
Fonseca aplica a la mezcla de tradiciones es estimulante. Verlo en actuaciones
en directo (gracias Youtube) es electrizante. El pianista toca con todo el
cuerpo. Entonces, hay que abrir cada poro y dejar que entre el sonido, porque
disponer una frecuencia diferente para oírlo sería limitar el acto. Fonseca
toca con el cuello, con los labios, con los pies, los brazos, la espalda… La
música lo posee y no está muy claro quién ejecuta a quién, quién es instrumento
de quién para ser…. De pronto es hombre-teclado, cuerpo-sonido, y crea una
atmósfera sólida, contundente, temperamental, irresistible… Tiende un hilo de
complicidad y atraviesa con él a quién le escucha.
Os dejo, pues,
con este pianista y compositor fabulosamente dotado, un regalo para los oídos que
ha podido trascender las fronteras musicales a través de la calidad pura. Ya me diréis si no tengo razón.
Buenas noches.
Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير. Gabon. 굿나잇. Boas noites. 晚安 グッドナイト Buonanotte. לילה טוב
Fuentes
http://www.sagegateshead.com/event/roberto-fonseca/?tab=0
https://havana-club.com/es-ww/havana-cultura/roberto-fonseca
https://www.wfmt.com/2017/07/03/one-classical-album-almost-caused-cuban-musician-roberto-fonseca-quit-playing-piano/