No podía dormir. Me levanté en la noche y, sin encender la luz, me
dirigí al balcón. Habían florecido las palabras que planté en las macetas. Por
ejemplo el verbo gritar. Las palabras solo sirven para atenuar el dolor. El
dolor no sirve para nada. Las recogí y las lancé sobre el asfalto, una detrás
de otra, como una lluvia de confetis. He
contemplado a los niños mientras dormían. He intentado conciliar el sueño.
También pensar en una historia tonta: si eres una oveja y tienes insomnio, ni
siquiera puedes contar ovejas. Sería un sinsentido. Da igual que seas una oveja
blanca o una oveja negra. No hay distinción.
Las horas fluyen y el tic-tac sigue prisionero en su esfera. Tal vez la
sombra del lobo se esconda detrás de las
manecillas. Florecieron las palabras,
eso fue lo que ocurrió. He podido escuchar tu respiración entrecortada, he acariciado el contorno de tu cara en la
almohada. Entonces me he despertado y no estabas a mi lado. Luego he visto los
armarios vacíos y una grieta en el comedor que supuraba tu ausencia. Las
palabras germinaron con espinas. Por ejemplo la palabra miedo. También el verbo
llorar.
Sonny Stitt es uno de esos
grandes saxofonistas que quedan en el semi-olvido por haber sido coetáneos de
los inconmensurables
Coltrane, Rollins,
Gordon, Webster. Un bopper total,
parkeriano hasta la médula, con un calor, un fraseo de lo más coherente, sin
virtuosismos baratos; para mí uno de esos músicos de jazz que mejoran con el
tiempo.
De joven tocó con los más grandes
del bebop, Gillespie, Parker incluidos.
Su música está imbricada en el sonido que los jóvenes de la calle 52 inventaron
en los años cuarenta y fue fiel mientras vivió a esa forma de música.
El bebop es ese jazz que surgió
en los cuarenta, con Parker,
Gillespie y Bud Powell, entre otros. Si
en aquellos momentos la música de avanzada era un producto de blancos, el bop
fue producto exclusivo de negros. El bop tiene una complejidad armónica y
rítmica que compite con, y derrota a, cualquier otra música. Desde el punto de
vista melódico, los temas no se reconocen fácilmente pues están construidos por
frases cortas, disonantes, apresuradísimas.
Sin embargo, a lo largo de su
carrera Stitt combina bebop, blues
y swing en un sonido
que corría riesgos, es cierto, cuyo objetivo era que el jazz llegara a la
gente como algo maravilloso. Esa inquebrantable devoción al progreso en el
jazz y sus constantes giras le valió del crítico Dan Morgenstern el
apodo de “lobo solitario”.
Sonny Stitt gravó más que
cualquier otro instrumentalista jazz. La discografía a su nombre cuenta con cerca
de ciento cincuenta álbumes espléndidos. Fue tanta la frecuencia con la que
gravó que a menudo no podía recordar sus sesiones un año más tarde.
Aunque
eclipsado en su época por la extraordinaria atención que se centró en Charlie
Parker, Stitt fue muy admirado por los aficionados y músicos. Es cierto que en
su articulación, fraseo y técnica hay evidentes similitudes con las que usa
Parker en el saxofón alto. Pero es injusto considerar a Sonny un mero imitador. Sobre
la base de las innovaciones de Parker, Stitt las adaptó a los saxofones
barítonos y tenores. Al hacer esto, amplió su propio conocimiento armónico, y
esta gama de colores ampliada de timbres y recursos armónicos en última
instancia, le permitió establecer una voz instrumental que era enteramente suya.
Stitt fue especialmente eficaz
con los blues y con las baladas. Tengo que reconocer que es lo que más me engancha
de él. Para mí ha sido casi un lujo, una sorpresa cautivadora que convierte la
noche más triste y anodina en un ejercicio de liberación, de dejarse llevar por
la magia de los sonidos. Es de lo más bueno que he
escuchado
The
Nearness of You (1955)
Sonny
Stitt Quintet
Body and Soul (1956)
A Blues
Offering (1959
Sonny Stitt Quartet
Sonny Stitt Quartet
Algo un poco diferente. A Minor Sax
(1958) y C Jam Blues (1964)
Dos piedras preciosas: Yesterdays y Angels Eyes (Sonny Stitt- Hank Jones Trío)
Empieza a llover. Por fin. Buenas
noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Boas noites. Bonne nuit.
**los que auroraban silencios/
ResponderEliminarconfundidos blanco y negro.
a ellos. a todos ellos
sin gritar
abrazo enorme, Victoria
Silenciosamente, a la espera de la luz (que quizás no llegue)
EliminarUn beso fuerte, Pilar.
Gracias Victoria¡¡¡
ResponderEliminarEs un honor compartir mis textos en este maravilloso blog.
Puedes hacerlo cuantas veces quieras.
Es fantástico leer el microrrelato y escuchar como llora ese saxo, recogiendo las lágrimas de la protagonista.
Un abrazo.
Me has leído el pensamiento porque te lo iba a pedir! :) Mi blog cumplió 5 años el 6 de febrero y quería hacer cambios, más literatura, posía... "porque letras y música siempre interaccionan". Creo que tus textos son perfectos para el espíritu de mi blog.
EliminarUn abrazo y gracias de nuevo!