viernes, 24 de mayo de 2024

Un año sin Tina Turner

 Una estrella que resistió la violencia, la enfermedad y el suicidio de su hijo.

Se cumple el primer aniversario de la muerte de Tina Turner, un huracán, un animal escénico, una cantante magnética de fuerza explosiva. Su incomparable torrente de voz ronca, su magnetismo sexual y energía abrumadora, siendo ejemplo de lucha y resiliencia en lo personal, la convirtieron en una intérprete en vivo inolvidable y en una de las artistas de mayor éxito discográfico de todos los tiempos.

Fotografía de El Diario

De muestra, un botón. I Can't Stand the Rain, una canción grabada originalmente por Ann Peebles, en 1973. La versión del álbum fue un poco más suave que su versión en vivo.

La Reina del “rock 'n' roll”, nacida como Anna Mae Bullock, comenzó su carrera como cantante a los 18 años, cuando todavía iba a la secundaria en East St. Louis, Illinois, cantando con la banda Kings of Rhythm dirigida por su futuro esposo Ike Turner en 1957. Al principio solo actuaba ocasionalmente, pero pronto se convirtió en la estrella del grupo y en la esposa de Turner. Su conjunto, que pronto pasó a llamarse Ike and Tina Turner Revue, se convirtió en uno de los principales grupos de soul en gira por los locales negros del llamado circuito chitlin . ya pintaba maneras. Su primer éxito en el Top 10 lo tuvo en 1971 con su versión de Proud Mary, la canción de Creedence Clearwater Revival.

En sus primeras memorias (escribió tres) de 1993, Yo, Tina, la cantante reveló el maltrato al que la sometió Ike durante toda su relación y cómo el abuso la llevó a un intento de suicidio en 1968. En julio de 1976, solicitó el divorcio “diferencias irreconciliables”. Por fin, Tina lanza en 1984 su álbum debut en solitario “Private Dancer”. "No lo considero un regreso", dijo en su documental, TinaTina nunca había llegado”. Trabajando con compositores más jóvenes y respaldada por un sonido suave y sintetizado que envolvía su voz cruda y urgente, lanzó tres éxitos descomunales: la canción que da título al álbum, escrita por Mark Knopfler de Dire Straits; Better Be Good to Me, y What’s Love Got to Do With It. Fue un éxito revolucionario y le valió tres premios Grammy, incluido el de Grabación del Año y por, esta última, el de Mejor Interpretación Vocal Femenina.

El álbum vendió cinco millones de copias e inició una serie de giras que convirtió a Turner en un fenómeno mundial. Otra poderosa balada es We Don't Need Another Hero que apareció en “Mad Max Beyond Thunderdome” la película de Mel Gibson (1985). La letra resonaba con la desolación del mundo post-apocalíptico de la película. Turner apareció en el vídeo musical como su personaje Aunty Entity, con quien dijo que se conectaba porque era "fuerte y resistente" dijo Tina. "Me identifiqué con sus luchas porque las viví".

La canción fue otro éxito, llegó al número dos en los EEUU y obtuvo una nominación al Grammy y un premio Ivor Novello. Luego vinieron muchos otros álbumes exitosos, como “Break Every Rule” (1986) y “Foreign Affair” (1989) De este último The Best que fue escrita en 1988 originalmente para la cantante galesa Bonnie Tyler, pero fue solo un éxito menor. Al año siguiente, Tina añadió algo de fuerza vocal extra y una nueva producción convirtiéndola en una de sus canciones emblemáticas y en uno de los himnos definitorios de la década.

Enumerar una lista de “las x mejores canciones de Tina Turner” es una tarea inútil. Podría ser interminable. Están las “mejores”, las “imprescindibles” pero todas igual de deslumbrantes.  Aun así, seguiré mi selección con otra canción empoderadora y feminista del álbum “Foreign Affair”, Steamy Windows, que habla sobre tomar la iniciativa en un encuentro sexual. Music Week la describió en ese momento como "un número deliciosamente atrevido" con "traviesos toques de guitarra".

Un tema de James Bond es un hito para cualquier artista. En 1995, Tina Turner interpretó el tema central de la película “Goldeneye” que fue el tiro de salida de una serie de geniales canciones que acompañaron al agente 007.  "Tuve que trabajar muy duro., explicó la cantante, Entonces supe que podía cantar cualquier cosa que se me pusiera delante".

Turner anunció su retiro en 2000, un año después de lanzar su último álbum en solitario, “Twenty Four Seven”, aunque regresaría a los escenarios en 2008, actuando en los premios Grammy con Beyoncé y para una gira para conmemorar los 50 años de su carrera.  Ese fue definitivamente el final. "Estaba cansada de cantar y hacer felices a todos", dijo al New York Times en 2019 . "Eso es todo lo que había hecho en mi vida".

Gira de despedida de 2099. Revista Debate.

La siguiente canción, de su álbum recopilatorio “All the Best” (2004) Open Arms , se convirtió en un éxito entre los 40 primeros en la mayoría de las listas en las que apareció.

Turner llevó a cabo colaboraciones muy recordadas como State of Shock,  un sencillo de 1984 del álbum “Victory” de los Jacksons 5, cantada por Michael Jackson y Mick Jagger, pero además, existe una versión extraoficial cantada por Michael Jackson y Freddie Mercury, con quien originalmente se grabó la canción. El cantante de los Rolling Stones cantó en el escenario junto a Turner este tema y el de su banda, It's Only Rock 'n' Roll.

Además de serios problemas de salud y años de maltrato Tina sufrió como madre cuando su hijo Craig se suicidó en julio de 2018. 

Infobae

"Mi momento más triste como madre", tuiteó la cantante junto a una foto de ella esparciendo las cenizas de Craig desde el costado de un barco. “El jueves 19 de julio de 2018, le dije adiós por última vez a mi hijo, Craig Raymond Turner, cuando me reuní con familiares y amigos para esparcir sus cenizas frente a la costa de California. Tenía cincuenta y nueve años cuando murió tan trágicamente, pero siempre será mi bebé”.

Quiero acabar en un tono menos explosivo, con una canción, cómo no, de “Foreign Affair” (el toque de trompeta me encanta), una canción dedicada a mujeres de cierta edad, cómo yo, que aún valoran el amor

“La felicidad verdadera y duradera proviene de tener un espíritu inquebrantable y esperanzador que puede brillar, pase lo que pase”, dijo a The Guardian en 2020.  "Eso es lo que he logrado y mi mayor deseo es ayudar a otros a ser también verdaderamente felices". No hay más que decir, Tina.

Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al genocidio palestino! No seamos soldados de los telediarios y los magacines, dejemos de ser habitantes de las trincheras mediáticas, no nos lavemos las manos con agua que está teñida con sangre. Digamos ¡basta! ¡Palestina libre desde el río hasta el mar!





jueves, 9 de mayo de 2024

La Novena de Beethoven, símbolo de paz y de la unidad de Europa, celebra 200 años

 Una obra maestra, una de las cumbres de la cultura de todos los tiempos

El pasado 7 de mayo celebramos el 200 aniversario del estreno de la Novena Sinfonía de Beethoven quizás la sinfonía más interpretada y deslumbrante de todos los tiempos, una obra maestra amada por los amantes de la música en todo el mundo. Estrenada el 7 de mayo de 1824 en el Kärntnertortheater de Viena, probablemente fue uno de los momentos más conmovedores de la historia de la música.

 Detalle del "Retrato (1820) de Ludwig van Beethoven" componiendo la "𝘔𝘪𝘴𝘴𝘢 𝘚𝘰𝘭𝘦𝘮𝘯𝘪𝘴", de "Joseph Karl Stieler" (1781-1858)

 Como todos sabemos, son numerosas las ocasiones en las que la obra ha servido para celebrar, conmemorar o institucionalizar sentimientos colectivos y dotarlos además de una dimensión ética, aportando, durante dos siglos, significado de belleza, amor y unidad a este mundo caótico, y continúa sirviendo como símbolo de esperanza y paz en la actualidad. 

(Primer movimiento)

Fue un encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres, que interpretó la obra el 21 de marzo de 1825. Beethoven no les envió la partitura hasta después de que tuvo lugar la representación en Viena.

El programa del estreno, decidido exclusivamente por el propio Beethoven también incluyó la Obertura de la "Consagración de la Casa" y tres secciones de "Missa Solemnis" (Kyrie, Credo, Agnus Dei) cantadas en alemán. En el escenario se congregó la orquesta más grande jamás reunida por Beethoven, entre 82 y 100 músicos, procedentes de la orquesta del teatro, de la Sociedad de Amigos de laMúsica de Viena y de aficionados. También contó con un coro de 80 voces y cuatro solistas vocales. La contralto solista, Caroline Unger, tenía 20 años en el estreno 


Como el genio ya estaba completamente sordo, (había sufrido una pérdida de los agudos a una edad temprana y ya no podía oír los tonos altos) como las notas de flauta. otro músico tuvo que asumir la dirección de la orquesta. Beethoven estaba de espaldas al público para poder leer las palabras de los cantantes en sus labios. Al final del concierto estallaron unos frenéticos aplausos que el compositor no notó, por lo que el público empezó a agitar pañuelos. Entonces Caroline tomó a Beethoven de la mano y lo volvió hacia el público. Sólo entonces vio a la multitud entusiasta y agradeció a los oyentes con numerosas reverencias.

El tema principal de su cuarto y último movimiento, An die Freude (“Oda a la alegría”) fue elegido como Himno de Europa en 1985; un himno que Europa aún está por merecer.

La portada de la Sinfonía n.º 9 de Beethoven con la dedicatoria 
manuscrita al rey de Prusia, Federico Guillermo III

El tema principal de su cuarto y último movimiento, An die Freude (“Oda a la alegría”) fue elegido como Himno de Europa en 1985; un himno que Europa aún está por merecer. Friedrich Schiller la escribió en 1785, inspirado por su amistad con Christian Gottfried Körner, quien lo acogió cuando atravesaba dificultades legales y financieras. La melodía (que no la letra) fue arreglada por Herbert von Karajan para que sirviera de himno de la Unión Europea.

Este movimiento se ha convertido en un himno para ideologías muy diferentes y ha desempeñado un papel simbólico en la reconciliación entre pueblos. Se ha utilizado, por ejemplo, en España para homenajear a las víctimas del terrorismo, para conmemorar el aniversario de la Constitución de 1978 o para integrar a un grupo de personas con discapacidad auditiva en un medio para ellos ajeno y extraño como es la sala sinfónica. De forma análoga, sirvió para honrar a las víctimas del 11-S en la Última Noche de los Proms de 2001 y para celebrar la caída del muro de Berlín en 1989 en un legendario concierto dirigido por Leonard Bernstein.

Este movimiento se ha convertido en un himno para ideologías muy diferentes y ha desempeñado un papel simbólico en la reconciliación entre pueblos. Se ha utilizado en España para homenajear a las víctimas del terrorismo, para conmemorar el aniversario de la Constitución de 1978 o para integrar a un grupo de personas con discapacidad auditiva en un medio para ellos ajeno y extraño como es la sala sinfónica. De forma análoga, sirvió para honrar a las víctimas del 11-S en la Última Noche de los Proms de 2001 y para celebrar la caída del muro de Berlín en 1989 en un legendario concierto dirigido por Leonard Bernstein.

Bernstein sustituyó “Freiheit” por “Freude” para dirigir esa orquesta de músicos de todo el mundo. Un símbolo para resaltar la hermandad entre las dos Alemanias. Bernstein sustituyó “Freiheit” por “Freude” para dirigir esa orquesta de músicos de todo el mundo. Un símbolo para resaltar la hermandad entre las dos Alemanias. El mismo explica por qué lo hace.

No hay evidencia del mito de que el poema de Schiller se llamó originalmente An die Freiheit (“Oda a la libertad”). De hecho, ahora sabemos que fue inventado por el biógrafo de Beethoven, Alexander Thayer. Las primeras palabras que escuchamos cantadas, “O Freunde, nicht diese Töne! Sondern laßt uns angenehmere anstimmen, und freudenvollere” (¡Oh amigos, basta de estos sonidos! ¡En lugar de eso, toquemos notas de alegría y placer!), no son de Schiller, sino del propio Beethoven. Lo que sí es cierto, sin embargo, es que la última estrofa original del poema comenzaba con el verso “Rettung von Tirannenketten” (Rescate de las cadenas de los tiranos), que cortó cuando revisó el poema poco antes de su muerte en 1805.

No hay evidencia del mito de que el poema de Schiller se llamó originalmente An die Freiheit (“Oda a la libertad”). De hecho, ahora sabemos que fue inventado por el biógrafo de Beethoven, Alexander Thayer. Las primeras palabras que escuchamos cantadas, “O Freunde, nicht diese Töne! Sondern laßt uns angenehmere anstimmen, und freudenvollere” (¡Oh amigos, basta de estos sonidos! ¡En lugar de eso, toquemos notas de alegría y placer!), no son de Schiller, sino del propio Beethoven. Lo que sí es cierto, sin embargo, es que la última estrofa original del poema comenzaba con el verso “Rettung von Tirannenketten” (Rescate de las cadenas de los tiranos), que cortó cuando revisó el poema poco antes de su muerte en 1805.

En la capital de Japón, Tokio, la Novena sirve como excusa inmejorable para reunir una vez al año en la capital a un coro de 10.000 aficionados de todo el país el primer domingo de diciembre en lo que constituye para todos ellos —y para el público— una experiencia sobrecogedora.

Con motivo del 250 aniversario del nacimiento del músico, en 2020, la Deutsche Welle produjo un documental titulado “Una sinfonía para el mundo”, difundido principalmente a través de plataformas digitales. La Novena ¿es tan solo un gran éxito de la música clásica?, ¿un himno europeo, una fetichización de la metafísica occidental?  ("Es el fetiche musical de Occidente", decía el escritor Esteban Buch en su libro Beethoven's Ninth: a Political History. ¿O es simplemente una obra maestra de increíble belleza que hasta el día de hoy conmueve a personas de todo el mundo? Cuál es su secreto? El documental sigue las huellas de la Novena a través de cuatro continentes. Encuentra personas cuyas vidas están estrechamente entrelazadas con la sinfonía de Beethoven y ofrece a los espectadores una visión profunda de una música en la que Beethoven abrió la puerta a una utopía para toda la humanidad.

Aún hoy, esta genial obra transporta al público a un estado de éxtasis. Así es como un alma torturada, un individuo notoriamente dependiente del alcohol, ceñudo, acaparador de dinero y socialmente intolerable, compone su manifiesto filosófico-musical sobre la superación del aislamiento. Aquí, Beethoven da la máxima expresión a los sentimientos de interconexión, alegría y liberación de las cadenas del miedo, la compulsión y la demagogia. Poco antes de las elecciones europeas de 2024, en un año en el que aumentan las preocupaciones sobre un giro hacia la derecha en Europa, la fuerza La Oda a la Alegía tiene más sentido que nunca. Visto lo visto, quizá bastaría con desembarazarnos de todo lastre ideológico y vivirla mientras intentamos soñar, como hiciera Miguel Ríos en 1969 “el nuevo sol en que los hombres volverán a ser hermanos”. Escojo esta versión poque yo estuve allí 😉

Cuidaos mucho. Y cuidad la Cultura para que ella cuide de nosotros. ¡Y no a la invasión rusa! ¡Libertad para Ucrania! Imposible acabar sin gritar: ¡Poned fin al genocidio palestino! No seamos soldados de los telediarios y los magacines, dejemos de ser habitantes de las trincheras mediáticas, no nos lavemos las manos con agua que está teñida con sangre. Digamos ¡basta!


Buenas noches.  Bona nit.  Boas noites. Bones nueches. Arratsalde on. طاب مساؤك. לילה טוב