Si hay algo que no ha encontrado
hueco en mis rutinas y actividades sensata y concienzudamente planificadas para
este confinamiento es el llorar. Sí; llorar, dejar correr las lágrimas mejilla
abajo, mansamente, abrir esa válvula de escape para mitigar el dolor.
Llorar
porque me pesan los muertos (que no son míos, pero son de todos), la soledad de su adiós sin despedida, la angustia de sus familiares. Llorar de pura rabia al saber que en ocho comunidades
tenemos los servicios sanitarios colapsados mientras que en las
residencias de ancianos se mueren a destajo, como si la muerte estuviera
haciendo horas extras. Llorar por mi madre aislada en la habitación de su
residencia y, ante su desesperación, tenerle que decir: ¡pero mamá! ¡estás viva!
Llorar por los 6 millones de ancianos que viven solos, que están enfermando de
soledad, desconcierto, desorientación y miedo. Ante tanto sufrimiento, sé que necesitaría encontrar un pequeño
espacio para dejarme ir, pero cuando se me nublan los ojos y se me pone un nudo
en la garganta, cuando la voluntad de no dejarme llevar por la negatividad flaquea,
cojo aire y trago saliva y, como si hubiera delante de mí una señal de
tráfico que dijera: PROHIBIDO LLORAR, sigo viviendo.
Pero hoy se ha
abierto la veda. En mi anterior entrada
dedicada a Marco Mezquida, Kepa Osoro Iturbe, un experto en Bibliotecas
Escolares, un tema que me apasiona, y en Literatura Infantil y Juvenil, me
invitó, generosamente, a descubrir a la cantante caboverdiana Mayra Andrade. Confieso
que como el enlace de Youtube que me propuso para presentármela era de un concierto entero,
me he puesto a investigar y a buscar canciones suyas en acústico (para mí es
como desnudarse) y lo primero que he encontrado es esto:
AISLADA
Yo conozco a una mulata
que vive encerrada,
aislada en una jaula de color de
plata.
Tiene por compañía
la noche y la luz del día,
es hija del sufrimiento y del
tormento.
Ya le he pedido a Nuestro Señor
que me diera un ala en flor
para volar hasta esa mulatita,
para quitarle su dolor,
para hacerla mi reina,
su libertad y mi felicidad.
Ha sido
empezar escuchar este homenaje sereno e hipnotizante a la reina del morna
de Cabo Verde, la "Diva descalza" Cesária Évora, con
una interpretación prístina y desnuda de su famosa balada, que no he podido más
que, por fin, echarme a llorar de emoción. Y así he podido aliviar un poco el
dolor por los muertos, por los aislados en completa soledad, por los ancianos,
por los sanitarios (los mayores héroes de esta crisis), por lo niños, por tantos,
por todos.
“Una voz
criolla asombrosamente delicada'” dijo de ella el The
Sunday Times. Y como siempre que la voz de una mujer me enamora
(creo que sin darme cuenta las colecciono), la de Mayra, tierna y suave, me animó
intentar conocer mucho más de ella. Afortunadamente hay mucha información, entrevistas
y críticas que me han mostrado a una mujer fascinante, valiente, femenina y
feminista. Gozad de ella; os aliviará.
Mayra nació en
1985, cuando Cabo Verde estaba celebrando diez años de independencia. "Crecí
rodeada de este amor por el país, recordando los sacrificios que hicieron la
generación de mis padres para que fuéramos personas independientes".
A la edad de 6 años, dejó su tierra natal por primera vez y se fue a vivir a Senegal, donde su padrastro era embajador de Cabo Verde. “Allí descubrí África continental. Era un país vecino, pero la gente hablaba otro idioma, se vestía, comía, rezaba y bailaba de maneras muy diferentes a las nuestras ". Dos años después, la familia se mudó a Luanda, donde vivieron intensamente la guerra civil angoleña. De regreso en Cabo Verde, habiendo pasado por Alemania, a la edad de 14 años ya sabía que quería cantar y comenzó a forjar su destino. A los 17 años, tras ganar el concurso de canción Jeux de la Francophonie en Canadá, obtuvo una beca para estudiar en Paris lecciones de canto.
A la edad de 6 años, dejó su tierra natal por primera vez y se fue a vivir a Senegal, donde su padrastro era embajador de Cabo Verde. “Allí descubrí África continental. Era un país vecino, pero la gente hablaba otro idioma, se vestía, comía, rezaba y bailaba de maneras muy diferentes a las nuestras ". Dos años después, la familia se mudó a Luanda, donde vivieron intensamente la guerra civil angoleña. De regreso en Cabo Verde, habiendo pasado por Alemania, a la edad de 14 años ya sabía que quería cantar y comenzó a forjar su destino. A los 17 años, tras ganar el concurso de canción Jeux de la Francophonie en Canadá, obtuvo una beca para estudiar en Paris lecciones de canto.
Allí conoció y colaboró con el compositor Orlando Pantera,
fallecido en 2002 con 33 años y cuya obra tuvo un profundo calado en la música
caboverdiana.Ya dominaba el francés debido a sus años en Senegal, así que tenía
algunas composiciones propias y desbordaba el deseo de hacer realidad su
carrera. Actuó por la
noche, estudió, hizo contactos y a los 20 años firmó con Sony. Durante los 14
años que vivió en la capital francesa, lanzó sus primeros cuatro álbumes. El
primero, “Navega” (2006), una producción sobre sus "raíces", habla
sobre el amor, la sensualidad o la familia; fue grabado acústicamente a razón de
tres canciones al día.
En 2008, Mayra
ganó el premio Newcomer
en los BBC Radio 3 Awards for World Music con su álbum debut. Tres años después
ve la luz “Stória, stória” “un álbum de princesas”, según sus propias
palabras, que se grabó en París, Brasil y Cuba, y fue presentado en una gira
con ocho músicos. Luego grabó un concierto de trío que le proporcionó el
material para el siguiente álbum, “Studio 105” (2010) “Después de eso,
decidí que quería hacer un álbum más pop” que se tituló “Lovely
difficult” (2013) Ella admite que este álbum es una paradoja por ser el más
ecléctico, tanto lingüística como musicalmente. Cantadas en criollo
caboverdiano (creole), portugués, francés e inglés, las canciones del álbum pasan
sin problemas de los géneros tradicionales de Cabo Verde a sonidos más
globales, que abarcan diferentes estilos, como el reggae, el jazz, el soul e,
incluso, algunos rockabilly. El resultado es una mezcla hipnótica, apuntalada
por su voz de miel, y un tempo suave y rítmico. “Es un álbum más variado
y personal. Soy una mujer de mi tiempo, afectada por tantas influencias. Nunca
he escrito o cantado tanto en tantos idiomas”.
En 2016 se mudó
a Lisboa, un momento que marca un nuevo significado en su vida. “A los 30
años, la mujer adquiere una conciencia brutal de su fuerza. Nunca me he sentido
tan hermosa, poderosa, libre. Y eso es un logro. Tuve que defender mi camino,
mi forma de ver mi cuerpo, mi persona, mi vida, mi música, decidiendo cómo
quiero ser en este mundo”. Tras cinco años de silencio discográfico y
un proceso de búsqueda y reflexión, Mayra Andrade encontró un nuevo modo de
expresión con “Manga” (2019), un estupendo álbum entre el afrobeat, la
música urbana y la música tradicional de Cabo Verde y que, manteniendo sus señas
de identidad, supone un avance hacia un sonido más contemporáneo. En él resaltan
también sus acompañantes, el multiinstrumentista caboverdiano Kim Alves y
a dos jóvenes creadores africanos: el marfileño 2B y el senegalés Akatché. Creo
que valdrá la pena seguir sus pasos.
Su éxito entre
el público internacional y de la crítica, le valió una invitación para grabar
con uno de los mejores íconos de la música francesa, Charles Aznavour. Así,
antes de los 30 años Mayra ya era la cantante caboverdiana más popular de su
generación. A Mayra le gusta pensar que su trayectoria transmite el mismo
sentido de aventura, y sutileza aventurera, que admira tanto en el trabajo del
gran brasileño Caetano
Veloso de quien dice estar totalmente influenciada.
Valorando su
producción en conjunto estaréis conmigo que la música de Mayra Andrade ejemplariza
el potente efecto regenerador del mestizaje cultural. Ha explotado al máximo su
herencia criolla (africano-portuguesa) creando una música de múltiples capas
que abarca inflexiones brasileñas funanàs, mornas y
batukus
y las adereza con delicadas armonías jazzísticas, cubanas, pop parisino, líneas
de bajo funky y alguna guitarra flamenca para extraer un sonido propio. Sus
canciones evocan un verano eterno que dispersa las nieblas y los escalofríos
del momento que vivimos, pero nunca recurre al exotismo. Una mezcla de colores
radiantes y danzantes, ritmos de terciopelo y melodías vitales, una vitalidad que
te conquista.
Vivo
porque necesito vivir, y no pienso en cómo podría influir en mi música. No
estoy mirando Tengo un lado muy reservado, pero emocionalmente soy muy intensa.
No hago un cálculo ni me pregunto si lo que vivo alimentará lo que estoy
creando. Vivo y al mismo tiempo pongo una distancia de las cosas que vivo. Soy
la actriz y la narradora al mismo tiempo. Simplemente hay un momento en que el
vaso se llena, para bien o para mal, debo comenzar a escribir. La música es, en
gran medida, un registro de confesiones, revelaciones y una forma de exorcizar,
de hacer las paces con ciertas cosas, de expresarme.
Al acabar de
escribir esta entrada, escucho a Juan José Millás en la cadena SER explicando con voz
grave y apesadumbrada, transmitiendo una profunda tristeza, que en Madrid se han creado tres grandes morgues dos de
ellas en centros comerciales, templos de consumismo, como si estas personas que
se almacenan allí fueran los restos de un naufragio, los restos del capitalismo
que tantos recortes hizo en Sanidad y en los servicios públicos durante los
últimos años. Gracias, Kepa. Mayra ha conseguido, al menos, que me haya podido evadir de la realidad por unos momentos. O no.
Buenas
noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. 굿나잇.
Boas noites. 晚安 Bonne nuit グッドナイト Buonanotte. לילה טוב. Oíche mhaith. Wengi alus. Bones nueches. اچھا
شام Noson dda. Good night. Спокойной ночи. Guten Abend. শুভ রাত্রি.
Laku noć. Bon lannwit.
Fuentes
https://www.mayra-andrade.com/
http://www.heroinas.net/2014/09/mayra-andrade.html
http://whatsonafrica.org/mayra-andrade-lovely-difficult-is-a-love-cult/
https://www.last.fm/es/music/Mayra+Andrade/+wiki
https://revistatrip.uol.com.br/trip/trip-gir-a-cantora-de-cabo-verde-mayra-andrade-traz-a-potencia-e-a-sensualidade-da-mulher-africana
https://aldeiadalusofonia.com/2015/07/15/quem-e-mayra-andrade/