sábado, 24 de septiembre de 2016

Esperanza Spaling

La esperanza del jazz y de la música instrumental

            Este mes no he cumplido mi promesa de una entrada quincenal. La vida escolar ha empezado y me fagocita. El problema es mío que me hago mayor y todo lo hago más lenta. El tiempo no me cunde. Por eso este fin de semana he decidido quedarme en casa a, simplemente, gozar. Y no hay nada que me haga gozar más cuando estoy en casa que zambullirme en la Música y compartirla en este espacio nocturno. Pero estoy tan cansada que no me veo con fuerzas de iniciar una de mis trabajos de divulgación, así que he buscado en mis archivos y he recuperado uno sobre esta mujer (¿cómo puede ser que no haya escrito aún nada sobre ella en el blog?), un archivo que tiene más de seis años. Espero que os contagie el mismo entusiasmo que me inyectó a mí aquel 2 de agosto de 2010:

“Apenas la acabo de descubrir. La verdad es que no sabía NADA sobre ella (si el verano me está ofreciendo tantos descubrimientos, ¿qué me ofrecerá la jubilación?) pero anoche, la verdad es que ya no recuerdo dónde, vi una foto suya. A primera vista, la imagen de esta mujer, su sonrisa y su contrabajo me produjeron la intuición de que había dado con algo grande. No me equivoqué. Nada más levantarme esta mañana me he puesto a investigar. ¡Qué invento Myspace y qué invento Youtube, con todos esos videos a un solo click!

He aprendido mucho sobre ella: Esperanza Spalding es una contrabajista, vocalista y compositora de 25 años (31, tiene ahora) dotada de un talento instrumental sorprendente. Políglota (canta en al menos tres idiomas), dueña de una voz de ángel-sirena y una belleza natural, hace honor a su nombre, siendo postulada en el mundo de la música como la esperanza del jazz y de la música instrumental.


Esperanza, es natural de Portland pero de origen mexicano por parte de madre. Nacida en el seno de una familia no muy pudiente, su fascinación por la música fue prematura. A los 4 años (!!!) emprende su carrera musical tocando el violín, influenciada por su madre. Su progenitora la apuntó a una escuela para gente de color sin recursos, la “Cultural Recreation Band”. Allí conocería a veteranos músicos de jazz y blues con quienes empezaría a conocer las bases de estos estilos. La joven Esperanza tocaba y aprendía todos los domingos con ellos. 

A los catorce, adolescente inquieta e insatisfecha con el tipo de aprendizaje que recibía, dejó la escuela pública, estudiando en casa, autodidacta, aunque volvió sólo un año después. Fue así como descubrió, en la sala de las clases de música, un contrabajo recién comprado por la escuela. Al empezar a tocarlo, decidió que ese iba a ser su instrumento en adelante, pues consideraba que producía un sonido mucho más agradable que el violín.

Considerada en su entorno un prodigio del instrumento, dejó finalmente la escuela para matricularse en la Universidad de Portland State, donde encontró uno de aquellos tutores que nunca quedan en el olvido, que advirtió su talento y pensó que necesitaba estudiar en una institución especializada para desarrollarlo mejor. Y acertó. Tras recibir una beca, Esperanza ingresó en el Berklee College Of Music, donde destacó por su ímpetu juvenil y completó todos los cursos en sólo TRES años. Nada más licenciarse, con 20 años, fue contratada como profesora. Allí Patti Austin realizó una audición para bajistas y quedó prendada con la calidad de nuestra protagonista. A partir de ahí comenzó a colaborar como bajista de sesión con Chick Corea, la propia Patti Austin, e interesarse por la música brasileña y española. De hecho participa en la grabación del álbum “Paz” del guitarrista español Niño Josele y realiza conciertos con el saxofonista Joe Lovano.



Después de trabajar con artistas como Michel Camilo, Stanley Clarke, Pat Metheny  debutó con su primer álbum: “Junjo”.


De su segundo álbum, “Esperanza”, Samba em Prelúdio, una canción maravillosa compuesta en 1962 por el guitarrista brasileño Baden Powell y el compositor Vinicius de Moraes y grabada por muchos otros artistas y Love in Time, otra joya.


No me he resistir seguir hablando de ella. Así que, pasemos a “Chamber Music Society” su tercer álbum de estudio de jazz. Se lanzó el 17 de agosto de 2010  y en 2011 fue el disco de jazz contemporáneo más vendido. Little Fly es un poema de William Blake con música de Spalding.


        En su cuarto álbum, “Radio Music Siciety”, Esperanza Spalding no se amedrenta y se marca temas como Hold On Me, con orquestación épica incluida, al estilo de las grandes divas de los treinta y cuarenta. La canción exuda magnificencia, lujo musical, riqueza y todos los adjetivos que se os puedan imaginar en esta línea.


Con todo ese bagaje a su espalda, la admiración de tirios y troyanos, el Grammy arrebatado en 2011 a Justin Bieber, los conciertos en las salas de estar de la familia Obama y ese inconfundible aroma a fenómeno de masas que la rodea, ha optado por empezar casi de cero y cambiar de identidad para dar otro paso adelante en su carrera. Del afro que hizo famoso su rostro, poco queda. También queda poco de la música jazz que la catapultó a la fama. El talento, sin embargo, parece seguir intacto.


Pero empezábamos y acabaremos con jazz y este homenaje que Esperanza le hace a Billie Holiday : I'll Look Around


            ¿Qué os ha parecido? Los logros de Spalding a los 31 años de edad ya han eclipsado a los grandes artistas, sin embargo, es claramente evidente que su viaje artístico es una vida que simplemente hemos comenzado a comprender colectivamente.

Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Boas noites. Bonne nuit.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Katie Melua

Una caricia hecha sonido

Es posible que este nombre no os sea muy familiar. Es uno de esos misterios sin demasiadas explicaciones. Katie Melua hace canción madura, rebosante de sentimientos, con calidad demostrada. Y a pesar de ello, sigue siendo una desconocida en muchas partes del mundo, entre ellas, el honor es para España. Yo me tropecé con ella hace ya 6 años buscando novedades en el mundo de jazz. Acababa de ver la luz su cuarto disco, “The House”, y estaba en casi todas las páginas dedicadas al género. Tengo que reconocer que desde entonces la he tenido en el saco del olvido. La casualidad ha hecho que se cruzara en la búsqueda de música fresca para una asfixiante noche de septiembre.

La belleza de esta joven cantante (fijaos qué ojos tiene) sólo es comparable a la dulzura de su voz privilegiada, sensual y moldeable, capaz de interpretar con el matiz adecuado composiciones que giran en torno al blues, el jazz o el soul. Suavidad y sencillez: una caricia hecha sonido.

Nacida en Georgia (URSS) en 1984 pero trasladada a Belfast (Irlanda del Norte) a los 8 años, su historia de adolescente prodigio no eclipsa un trabajo duro de persona que no se ha conformado con ser una voz bonita al servicio de los demás. Desde 2001 también compone y posee un pequeño estudio en su casa desde el que trabaja en sus nuevas canciones.  He podido comprobar que versatilidad de Katie como vocalista está presente en todo su repertorio y en esa capacidad de abordar diversos géneros y matices. Siempre acompañada por una sensibilidad transmitida con sencillez.  Parece ser que Katie nunca pensó en ser cantante o compositora. De niña se veía con 30 años, como política o historiadora. Cuando lleguéis al final del post coincidiréis conmigo que hubiera sido un desperdicio.


La discografía de esta artista irrumpió en el 2003 con tan solo 19 años, llegando al Top 1 de las listas británicas con “Call Off The Search” y convirtiéndose en la artista femenina que más discos vendió en el Reino Unido. el 2004. Fue séxtuple disco de platino en UK, doble en Alemania y platino en Suiza. En España, como siempre, a por uvas... Gran parte del éxito de este álbum es debido a esta canción: The Closest Thing To Crazy.

           
 Un tema que me apasiona, sin duda, es Somewhere in the Same Hotel  de su álbum The Katie Melua Collection (2011)


En el apogeo de su carrera musical llegaron los tentadores experimentos. Junto al productor William Orbit grabó  “The House”, un trabajo coloreado con tintes electrónicos que la alejó de sus creaciones más clásicas y que llegó a ser el número uno de ventas en varios países de Europa, aunque fuera efímeramente. 


Con “Secret Symphony” (Dramatico) volvió a sus texturas más tradicionales, en las que su voz se desenvuelve con mucha naturalidad. Con este regreso a la instrumentación eminentemente acústica y los arreglos preciosistas, Melua recuperó toda la magia. Su voz y una guitarra son más que suficientes para vivir una noche de emoción e intimidad con temas infalibles para eso. De todas las canciones del álbum me quedo con ésta pero todo el disco es una delicia.


Amparada por los ritmos del jazz, el soul o el blues, Katie Melua nos demuestra  que la dulzura y la juventud no están reñidas con la calidad, y que una voz con personalidad propia nos acaba atrapando, siempre.


Buenas noches. Bona nit. Καληνύχτα. مَساءُ الخَير . Gabon. Boas noites. Bonne nuit.